Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
La fecha de la primera ronda del torneo había llegado. Las gradas estaban repletas de gente de todos los países, más y menos influyentes, y los tres Kage aguardaban cada uno en un pequeño balcón reservado para ellos sólos y para su séquito. Los kage de la Hierba y la Lluvia observaban con desconfianza y recelo a la nueva líder, Gouna, que observaba con interés el terreno de juego.
Varios ninjas de Uzushiogakure se habían encargado de crear una barrera invisible que absorbería el chakra de las técnicas para que no alcanzasen a los espectadores en la grada más baja. El ring de combate era una plataforma muy amplia de madera, de treinta metros de diámetro, rodeada de un círculo de hierba. Los combatientes pelearían empezando cada uno a diez metros de distancia del otro, en el centro, y tendrían que incapacitar a su oponente, inmovilizarlo por completo o sacarlo fuera del ring para ganar.
Había dos puertas a ambos lados interiores del estadio, una para cada participante que entrara en el ring. Pero si uno se adentraba, descubriría enseguida que se trataba de unos pasillos con varios pares de puertas a los lados. Dentro habían pequeñas habitaciones de preparación con suficiente espacio, iluminación y un banco para que cada participante esperase su turno. Las habitaciones estaban insonorizadas y en cuanto alguien entraba dentro sólo se desbloqueaba cuando era debido.
A los participantes se les había reunido en silencio fuera del estadio media hora antes, sin permiso para hablar entre sí, y cada uno había sido conducido por un guardia hasta su correspondiente sala de espera, uno a uno detrás de otro mientras otro guardia vigilaba. De esa manera, no podrían saber contra quién iban a enfrentarse ni en qué cubículo estaba cada uno, por razones de seguridad.
La espera se hizo eterna. Pero finalmente...
Las puertas de dos cubículos se abrieron, y la voz del público reclamó desde el exterior la presencia de dos shinobi...
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¿Quién lo diría? De ser empleada doméstica a participar de un torneo shinobi, un cambio drástico que Koko nunca se hubiese imaginado posible, pero allí estaba, encerrada en una habitación desde la que no se escuchaba absolutamente nada como si estuviese aislada de todo el resto del mundo. «¿Pero no había otros genin con más experiencia que yo? »Se preguntaba la rubia tratando de controlar sus nervios. No era que no quisiera participar, pero sí que le llamaba la atención que la enviasen a ella en lugar de a otros tantos, incluso Noemi podría haber ofrecido un mejor espectáculo de no ser por aquel incidente.
—Venga, para algo te llamaron —se dijo antes de darse unos golpes en las mejillas con ambas manos.
Fue entonces cuando cierto personaje la llamó, básicamente le dio a entender que debía de dirigirse al lugar donde se llevaría a cabo el encuentro y nada más. Parecían bastante precavidos, si hasta se habían tomado mil molestias para asegurarse de que ninguno de los participantes hablase ni supiese dónde se encontraba cada uno, era extraño pero por lo menos habían resultado eficaces.
Tras hacer un chequeo rápido de su inventario, la rubia partió en la dirección donde se le indicó, directo al ring de madera en el que tendría que pelear aunque para su sorpresa, este estaba construido de madera y no era como las demás plataformas que abundaban en todo el valle. «¿No es un tanto peligroso para los que usan el fuego? »Pensó la kunoichi mientras avanzaba caminando hasta la plataforma donde le tocaría pelear.
Puede que estuviese algo nerviosa, pero eso no le impidió dar un vistazo rápido a las gradas que estaban repletas, mucha gente había llegado y entre todo, en una zona que parecía reservada se hallaban los kages de las tres aldeas shinobis, al menos Gouna allí estaba. «Espero no se arrepienta de haberme escogido »pensó la pecosa que seguía siendo incapaz de librarse de los nervios.
Solo restaba que llegase el que sería su contrincante para que todo empiece.
7/07/2017, 12:41 (Última modificación: 8/07/2017, 12:02 por Uchiha Akame.)
Las paredes del cubículo de espera se le estaban echando encima. Akame aguardaba, intentando mantener la compostura, sentado sobre el incómodo banco y con la mirada perdida, fija en algún punto en la penumbra de la estrecha habitación. La oscuridad, el olor a humedad, aquella anticipación que le formaba un nudo en el estómago y le presionaba el pecho, dificultando su respiración ya agitada.
Todo le resultaba demasiado familiar. Apretó los puños hasta que los nudillos se le pusieron blancos bajo las vendas que los envolvían. Su cuerpo tembloroso estaba allí, sí, pero su mente había viajado muy lejos, a otro lugar y a otro momento...
La oscuridad se intensificó, y también el olor a humedad. El aire estaba tan viciado que le costaba respirar, y tenía que dar grandes bocanadas para no marearse. Sólo una triste y solitaria lámpara de aceite iluminaba la pequeña estancia con su tenue resplandor.
Hubo un crujido de bisagras y la puerta metálica frente a él se abrió de par en par. Tras ella había una estancia mucho más amplia y mejor iluminada, y en el centro de la misma un muchacho de pelo rubio y ojos azules aguardaba paciente. Sabía lo que iba a pasar. Lo que tenía que pasar.
Luego estaban las figuras, todas encapuchadas, cubiertas con togas y con máscaras de cornudos demonios en sus rostros. El corazón empezó a latirle muy rápido, notó la cabeza a punto de estallar, y entonces...
Un chirrido lo sacó de sus pensamientos, devolviéndolo bruscamente a la realidad. La puerta del cubículo, la contraria a aquella por la que había entrado, se abrió y la luz natural del exterior se filtró en la estancia. Akame tuvo que cerrar los ojos un momento para no caer deslumbrado, y antes de abrirlos ya pudo oír el ensordecedor clamor de la multitud, llamando. Llamándolo a él.
Cuando el Uchiha salió a la arena, sintió una opresión todavía mayor en el pecho. Aquello era más grande de lo que jamás hubiera podido imaginarse, y en las gradas cientos de personas gritaban, clamaban y coreaban cánticos. Distinguió también el palco de los Kage con sus respectivas tres sillas.
Respiró hondo. «Vamos, ¡no puedes venirte abajo ahora! Es tu gran momento. El momento de mostrar a todos, ante sus propios ojos, ¡la supremacía del Clan Uchiha!». Con redoblada seguridad y los ojos fijos en su oponente, avanzó hasta ocupar su lugar en el tatami.
Llevaba pantalones cortos de color caqui, una camiseta de mangas largas y cuello alto de color negro y sandalias ninja de idéntica tonalidad. Su portaobjetos estaba bien afianzado en su cintura, en el lado derecho de la cadera, y en la parte lumbar llevaba atravesada su fiel espada. Vendas blancas lucían, bien apretadas, en sus manos, rodillas, codos y tobillos.
—¿No... Noemi-san?
Su oponente era, nada más y nada menos, que su antigua compañera Sakamoto Noemi. «Pero... ¿no decían que había renunciado?». El Uchiha escudriñó a aquella chica con la mirada y no tardó en darse cuenta de su error; la kunoichi que tenía enfrente era más robusta y menos delicada que Noemi. «Aunque son endemoniadamente parecidas...».
—Disculpa, kunoichi-san. Te confundí con otra persona —dijo finalmente—. Soy Uchiha Akame. Un gusto.
Sus ojos se tiñeron de color rojo sangre y dos aspas negras aparecieron en torno a sus pupilas. Flexionó ligeramente las rodillas y alzó los brazos, en pose marcial. Unos siete metros le separaban de su oponente.
Estaba preparado.
Estado de Akame
PV:
150/150
– CK:
139/150
–
-11
–
Reg. dividida
–
Inventario
Hitai-ate de Uzushiogakure [en la frente]
Mecanismo oculto de kunai (x1 kunai) [en la muñeca derecha]
Portaobjetos básico [en la cadera derecha]
Hilo shinobi (x1)
Shuriken (x7)
Hikaridama (x1)
Píldora de soldado básica (x1)
Hazama no Goukyu [en el cinturón, a la espalda]
Ni Tomoe no Sharingan activado
x1 Acción Oculta
¤ Ni Tomoe no Sharingan ¤ Ojo Giratorio de Dos Aspas - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Uchiha 25 - Gastos: 11 CK (divide regen. de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Destreza, Inteligencia y Percepción +6, Poder + 3 - Sellos: - - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
El célebre y temido Dōjutsu del clan Uchiha. Los miembros del clan no nacen con él, si no que lo desarrollan durante una situación de gran estrés o con riesgo de muerte. En su segunda versión, el Sharingan transforma los ojos del usuario volviendo de color carmesí sus dos iris. Ocupando un lugar concreto de una circunferencia imaginaria alrededor de la pupila, aparecen dos tomoe (coma).
Un ojo con dos tomoe permite al Uchiha registrar el movimiento de un oponente y copiar en menor medida sus movimientos. Para esquivar ataques que van a impactar, sin embargo, es la agilidad y la velocidad de reacción del usuario lo que realmente cuenta, a pesar de las predicciones. El usuario puede copiar sellos manuales e imitar técnicas en el momento de su ejecución (siempre, por supuesto, que su facultad de Uchiha tenga igual o más valor que el requisito de esa técnica), pero además es capaz de memorizar esas técnicas durante el resto de una contienda (con un máximo de tres técnicas, y si su facultad de Uchiha tiene igual o más valor que los requisitos de dichas técnicas).
Las dos aspas también permiten al usuario ver a través de los Genjutsu y percibir la realidad como realmente es. También permite al usuario ver a través del cuerpo de otro shinobi y percibir así su chakra. Mientras que el ojo no está tan refinado como para ver los tenketsu y el sistema circulatorio del chakra como el Byakugan, puede ver el movimiento y el flujo de ese chakra, lo que puede ayudarles a descubrir si esa persona está atrapada en una ilusión, o si un atacante es una amenaza real o un simple bunshin (no funciona con los clones de sombras).
Era de esperarse que alguien de la villa terminase por confundirla con su hermana, después de todo la existencia de la hermana melliza de Sakamoto Noemi era prácticamente un secreto, aunque sí que alguno que otro las habría visto juntas alguna que otra vez, pero jamás se brindaron detalles notables respecto a la segunda, a Koko quien se hallaba de pie justo delante de aquel Uchiha.
—Es normal —le respondió con una cálida sonrisa antes de dedicarle una reverencia—Kageyama Koko, el gusto es mío —prosiguió ya irguiéndose.
Justo después de eso se dio la señal de inicio para el combate, lo que significaba que ya tendrían que comenzar o de lo contrario probablemente alguien terminaría por ser descalificado o similar y ella al menos no lo sería. Pero claro, lo que sabía de Uchiha Akame se centraba justamente en aspecto físico y alguna que otra actitud, todo por cuento de Noemi pero básicamente todo comentario se dedicaba a definirle como una rata de biblioteca, lo que significaría que aquella rubia pecosa no debería de tener mayores problemas con él.
Antes de hacer nada, la rubia se llevó ambas manos detrás del cuerpo para estirarse un poco, no parecía ser consciente de que el combate se había dado por iniciado y aún esbozaba una alegre sonrisa, o al menos eso parecía.
—Bueno, vamos a darle —murmuró para sí misma terminando aquellos estiramientos.
Ya con una expresión algo más seria, la kunoichi comenzó a correr hacia su derecha, trazando una especie de circunferencia a partir de la ubicación de su contrincante quien se mantenía en su lugar. No iba a lanzarse sin más a un ataque completamente frontal ya que podría ser bastante peligroso, después de todo no sabía absolutamente nada de él en cuanto a combates.
PV:
160/160
–
CK:
100/100
–
AO x1
–
Inventario:
¤ Bandana ninja (En el cuello)
¤ Portaobjetos:
8/07/2017, 12:01 (Última modificación: 8/07/2017, 12:03 por Uchiha Akame.)
«¿Es normal? ¿Significa eso que es consciente de su parecido con Noemi?». Akame no pudo sino enarcar una ceja, intrigado. ¿Cómo era posible? «Sin embargo, dice que su apellido es Kageyama...». Examinó a la muchacha otra vez, de arriba a abajo, deteniéndose sin poder evitarlo en dos puntos; el primero, sus voluminosos pechos, que le arrancaron un sonrojo. El segundo, la empuñadura de espada que sobresalía por encima de su hombro. «A juzgar por la longitud, no debe ser menor que un ninjatō. Eso significa que es buena en combate a corta distancia, probablemente más que yo... Debo ir con cuidado».
La sonrisa de Koko, acompañada de su reverencia, le produjeron a Akame un ligero cosquilleo en todo el cuerpo y por un momento se le quedó cara de bobo. «¡Concéntrate, maldita sea!», se dijo a sí mismo mientras agitaba ligeramente la cabeza.
—Las damas primero —respondió el Uchiha.
Y así lo hizo su contrincante. Koko empezó a correr trazando una circunferencia hacia el flanco izquierdo del Uchiha. Éste se limitó a formar una sencilla secuencia de sellos —sin dejar de encarar nunca a su contrincante— y un instante después, dos clones idénticos aparecieron a su lado; uno a la derecha, el otro a la izquierda. El del flanco diestro se colocó ligeramente en la espalda de Akame, mientras que el otro se adelantó un par de pasos. Apenas un segundo después, ambos clones corrieron para intentar interceptar a la kunoichi de Uzu.
Atacarían al unísono, uno por cada flanco de Koko, tratando de frenarla. El "clon izquierdo" trató de darle una patada en las costillas para desequilibrarla ligeramente, mientras que el derecho aprovechó para lanzarle un puñetazo a la cara.
Estado de Akame
PV:
150/150
– CK:
119/150
–
-20
–
Reg. dividida
–
Inventario
Hitai-ate de Uzushiogakure [en la frente]
Mecanismo oculto de kunai (x1 kunai) [en la muñeca derecha]
Un Ninjutsu que crea una copia intangible del cuerpo del usuario, sin ningún tipo de sustancia ni solidez. Puesto que el clon, por sí mismo, no tiene la habilidad de atacar, y sólo puede utilizarse pues para confundir al enemigo, normalmente empleado en combinación con otro tipo de Ninjutsu o tácticas. Es una técnica muy básica, pero con ingenio puede utilizarse de forma efectiva. Los clones se disipan cuando entran en contacto con cualquier cosa. Pueden ser fácilmente diferenciados de una persona por usuarios de Dōjutsu. Un usuario con ojos normales puede también distinguir los clones del original, puesto que éstos no tienen sombra y no causarán perturbaciones en el área que les rodea (no levantarán polvo, aplastarán la hierba, etc).
Alterador (Busshitsu): Inyectando y moldeando más chakra en un clon ilusorio (10 CK, divide regen. de chakra), el usuario es capaz de dotarle de una mínima cantidad de sustancia física. Los bunshin así mejorados serán clones sólidos a todos los efectos (10 PV de resistencia), pero sus armas no causarán daño y no podrán usar técnicas del usuario ni transmitir información al disiparse. Pueden ser diferenciados de una persona normal por usuarios de Dōjutsu. Los clones pueden crearse a una distancia máxima de 5 metros, y no pueden alejarse más de 20 metros del usuario.
De alguna manera estaba logrando alterar al chico aunque ni siquiera se molestase en intentarlo, era curioso y sin lugar a dudas extraño para la pecosa. «¿Si me vistiera como Noemi que pasaría? »Se planteó por un instante la kunoichi aunque se mantuvo quieta por un buen rato. Por lo menos hasta que el contrario le dio esa indicación y también se dio inicio al combate.
A medida que la chica corría se encontró con que Akame creó dos clones, seguramente de aquellos incorpóreos que solo sirven para distraer a un shinobi sin más. De tal manera, la rubia simplemente ignoró a los dos y siguió corriendo, por lo menos hasta que se llevó un buen golpe en las costillas que la descolocó completamente. «¿¡Qué mierda!? »
Justo después de la patada un nuevo ataque le venía a la cara, dejando en claro que aquellas reacciones iniciales no afectarían en lo más mínimo al Uchiha de ahora en más y que si ella no reaccionaba rápido probablemente terminaría por perder demasiado rápido.
Pero venga, el puño lo tenía prácticamente encima y antes de que pudiera siquiera mover un brazo ya tenía los dedos marcados en el rostro.
El rostro de la rubia se deformó en una mueca iracunda, no le agradó para nada la sorpresa pero si Akame era capaz de utilizar kage bunshins significaba que sería un verdadero peligro con el ninjutsu. En otras palabras, si la Yotsuki tenía alguna manera de vencer en este combate sería manteniéndose lo suficientemente cerca del chico para prohibirle realizar más sellos.
Tras recuperar el equilibrio, la kunoichi desenfundó la katana que tenía a la espalda con la zurda y se dispuso a proporcionar un corte horizontal que debería de impactar con ambos clones. El problema era que con esa intervención había perdido de vista a su contrincante, por lo que ya iba haciéndose la idea de que recibiría otro golpe sorpresivo o similar.
PV:
135/160
–
-25
–
CK:
100/100
–
AO x1
–
Inventario:
¤ Bandana ninja (En el cuello)
¤ Portaobjetos:
8/07/2017, 20:45 (Última modificación: 8/07/2017, 20:54 por Uchiha Akame.)
Akame entornó los ojos con satisfacción cuando la ofensiva de sus clones dio un resultado mejor del esperado; casi parecía que aquella kunoichi no se hubiera esperado semejante estrategia. Y no era para menos, aquella proeza —modificar el clásico Bunshin no Jutsu— era un secreto que el Uchiha se había guardado celosamente. «Ahora acaban de verlo cientos de personas...», pensó por un momento. Luego apartó aquella duda de su mente. Ahora todo en lo que debía concentrarse estaba sobre aquel tatami.
Koko se tambaleó tras recibir ambos impactos, pero no llegó a caer al suelo. Como respuesta, echó una mano a la espalda para desenvainar su ninjatō. «¡Ahora!». La distancia entre aquella kunoichi y los clones de Akame era corta, de modo que uno de ellos simplemente se abalanzó sobre ella, tratando de agarrarle el brazo con el que empuñaba su espada. Era una mera maniobra de distracción, claro, porque mientras el otro alzó el puño zurdo frente al rostro de Koko, apretó algo que tenía dentro, y abrió la mano.
Un destello cegador invadió por momentos el tatami. Akame, que había cerrado los ojos de forma preventiva, los abrió sujetando ya un par de shuriken en sus manos. Los lanzó —con la diestra— uno detrás de otro, y las estrellas metálicas volaron por el aire en dirección a la —quizás— cegada Koko. Sin embargo, el objetivo de los shuriken no era impactar en su cuerpo, sino trazar una ligera parábola —uno por el flanco izquierdo y otro por el derecho— para intentar apresar a la muchacha con la ayuda de sendos hilos que Akame había preparado previamente. Las estrellas girarían alrededor de Koko, buscando enredarla a la altura del torso —atrapándole los brazos—, mientras el Uchiha se llevaba ambos hilos a la boca y formulaba una rápida serie de sellos.
«Serpiente, Dragón, Liebre, Tigre».
De sus labios surgió una corriente de fuego abrasador que seguiría el hilo hasta dar con su víctima. De tener éxito, se produciría una explosión de llamas que quizás arrancaría algún "¡oh!" entre el público.
Estado de Akame
PV:
150/150
– CK:
83/150
–
-36
–
Reg. dividida
–
Inventario
Hitai-ate de Uzushiogakure [en la frente]
Mecanismo oculto de kunai (x1 kunai) [en la muñeca derecha]
Portaobjetos básico [en la cadera derecha]
Hilo shinobi (x1, 1 uso)
Shuriken (x5 -2)
Hikaridama (x0)
Píldora de soldado básica (x1)
Hazama no Goukyu [en el cinturón, a la espalda]
Ni Tomoe no Sharingan activado
x2 Acciones Ocultas reveladas: atar hilo a los shuriken en la sala de espera, darle una hikaridama al clon derecho
¤ Katon: Ryūka no Jutsu ¤ Elemento Fuego: Técnica de Fuego del Dragón - Tipo: Ofensivo - Rango: C - Requisitos: Katon 30, enemigo inmovilizado con cables, parcial o totalmente - Gastos: 36 CK - Daños: 60 PV - Efectos adicionales: Quemaduras de 5 PV por turno hasta que sean tratadas o tras 3 turnos - Sellos: Serpiente → Dragón → Liebre → Tigre - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones: La explosión generada por la técnica abarca tres metros alrededor del oponente
Tras constreñir el movimiento del enemigo utilizando cables de la manera que el ejecutor prefiera, es esencial que el susodicho mantenga en su boca el extremo de ese mismo hilo. Tras realizar los sellos correspondientes, una llamativa columna de fuego se genera y alza frente al ninja, acto seguido estas llamas circulan a toda velocidad hacia el objetivo, utilizando el cable como puente conductor. El Ryūka no Jutsu es la técnica Katon más brutal entre las de bajo rango, ingeniada para marcar a un solo objetivo y causarle todo el daño posible aprovechando que este, supuestamente, no puede evitarlo. La carrera de la llama es tan brutal y concentrada, que destrozará cualquier obstáculo del escenario que haya en su camino, y causará graves quemaduras a aquellos que sean capaces de soportarla.
Shuriken: 12 PV por clavada (x2)
Ryuka no Jutsu: 60 PV + 5 PV durante 3 turnos
Los clones de Akame seguro que le habían jugado una mala pasada, pero más estaba por venir, pues tan pronto como la rubia intentó desenfundar su espada uno de ellos se lanzó sobre ella para evitar se moviera. Por suerte su otra mano permanecía libre como para meterla en su portaobjetos y extraer un kunai con el cual apuñalar a aquella figura que tenía encima.
Lamentablemente, ni bien se deshizo del primero de los clones, el segundo había extendido una mano hacia el rostro de la pecosa dándole la impresión de que le daría un puñetazo. En un intento por defenderse básicamente le lanzó la daga en la cara, aunque para cuando esta impactase aquella canica que el falso Akame sostenía en su mano ya habría explotado en la cara de la rubia dejando ver una luz cegadora que la incapacitaría, al menos temporalmente.
Aquel destello a tan pobre distancia había resultado sumamente molesto para la kunoichi, quien se removía en su sitio frotándose efusivamente los ojos empleando la diestra únicamente. «Dios… »Se quejaba en silencio, aunque mostraba una mueca de total molestia por las estrategias del contrario.
Pero las cosas iban de mal en peor para la de Uzushio, el Uchiha lejos de terminar con su ataque había lanzado un par de shurikens en su dirección ni bien el destello se hizo presente, estos objetos siguieron de largo pero trazando una ligera parábola que al final terminaría por obligar a las pequeñas estrellas metálicas a girar alrededor del cuerpo de la Kageyama hasta el punto de quedarse completamente enredada. Lo cual obviamente no era nada bueno, al menos para ella que ahora aparte de la ceguera tenía al menos un brazo amarrado, aunque por suerte para ella al removerse tanto los shurikens se vieron afectados y al final no le provocaron ningún daño.
Por mero reflejo la chica comenzó a retroceder y removerse con algo más de fuerza, básicamente en un intento por librarse de las ataduras ya que incluso podía sentir cierta tensión justo por el frente, presuntamente porque su contrincante no había soltado los hilos que la mantenían parcialmente inmovilizada. «Mierda mierda mierda »repetía una y otra vez con obvio temor hacia lo que podría venir, cosa que no se haría rogar.
Ni bien la fémina abrió los ojos, aún algo afectada por la hikaridama, pudo divisar perfectamente como una masa de fuego venía directa a ella y nada podría hacer para librarse de ello.
Un fuerte grito se hizo presente en todo el estadio para el momento en que la llamarada alcanzó el cuerpo de la rubia.
Si bien el fuego tras impactar duró poco tiempo encendido, prácticamente todo el cuerpo de la chica denotaba un llamativo tono rojizo producto de la quemazón que sencillamente no la dejaría mover tan libremente, inclusive al momento de desplomarse sobre sus rodillas pudo sentir un ardor atroz por todo su ser.
—Así no… —Murmuró con un hilo de voz y algunas lágrimas escapando de sus ojos.
Con aquello seguramente no podría hacer demasiado al respecto, pero seguía consciente y por mucho que ardieran aquellas quemaduras tenía que hacer algo al menos con sus ataduras.
Tomándose con algo más de paciencia, la chica comenzó a remover los hilos hasta haberse librado de sus ataduras, justo después simplemente buscaría ponerse de pie y establecer contacto visual con su contrincante una vez más. Así se viese enrojecida completamente, con la respiración alterada y con una expresión que dejaba en claro el dolor que acababa de sufrir, haría lo posible por al menos darle un solo golpe a aquel chico.
PV:
75/160
–
-60
–
CK:
100/100
–
AO x1
–
Inventario:
¤ Bandana ninja (En el cuello)
¤ Portaobjetos:
12/07/2017, 15:00 (Última modificación: 12/07/2017, 15:08 por Uchiha Akame.)
«Excelente».
El Uchiha no pudo evitar que la comisura derecha de sus labios se curvase, tan sólo mínimamente, en una discreta sonrisa mientras el fulgor de las llamas que envolvían a su contrincante se reflejaba en sus ojos rojos. La estrategia le había salido a pedir de boca —a excepción de los shuriken, que no llegaron a clavarse en Koko tal y como él había previsto—, y ahora la kunoichi yacía de rodillas, con la cabeza gacha. «¿Se terminó?», se preguntó a sí mismo Akame. El ataque había sido brutal, pero...
La sonrisa se ensanchó un poco más, ahora sí sin complejos, cuando aquella kunoichi se puso en pie. Saltaba a la vista que estaba bastante malherida, pero aun así quería seguir peleando. «Una auténtica kunoichi de Uzushiogakure, ¡que todos lo vean!». Akame esperó —masticando una píldora de soldado— a que Koko se deshiciese de los restos quemados del hilo y se pusiera en pie. «No debo subestimarla, es rápida de reflejos y de manos...» Su Sharingan había captado bien como la chica se libraba de sus dos clones con sendos movimientos de kunai, haciendo gala de una destreza para nada despreciable.
La distancia que los separaba era ahora de unos seis metros. Akame flexionó las rodillas y los codos, dispuesto a tomar la iniciativa. Si Koko quería cedérsela, él la aprovecharía. Sus manos se entrelazaron en una rápida serie de sellos y, al instante, otros tres clones aparecieron junto a él. Los bunshin no esperaron ni un momento, sino que se lanzaron a correr hacia la kunoichi, siguiendo distintas trayectorias. Uno de ellos cargó de frente, mientras que los otros dos trazaron parábolas para llegar hasta Koko por sus flancos izquierdo y derecho. Todos se coordinarían, con precisión militar, para ejecutar sus ataques de forma consecutiva. Los que iban a los flancos izquierdo y derecho lanzarían, primero, sendas patadas a las costillas y a la espalda —respectivamente—, mientras que el que llegaba de frente lanzaría, un poco después, un puñetazo directo al rostro.
Mientras sus copias trataban de linchar a Koko, Akame —ya fuera de la línea de visión de la kunoichi—, se pondría manos a la obra.
Estado de Akame
PV:
150/150
– CK:
88/150
–
+35
–
-30
–
Reg. dividida
–
Inventario
Hitai-ate de Uzushiogakure [en la frente]
Mecanismo oculto de kunai (x1 kunai) [en la muñeca derecha]
Un Ninjutsu que crea una copia intangible del cuerpo del usuario, sin ningún tipo de sustancia ni solidez. Puesto que el clon, por sí mismo, no tiene la habilidad de atacar, y sólo puede utilizarse pues para confundir al enemigo, normalmente empleado en combinación con otro tipo de Ninjutsu o tácticas. Es una técnica muy básica, pero con ingenio puede utilizarse de forma efectiva. Los clones se disipan cuando entran en contacto con cualquier cosa. Pueden ser fácilmente diferenciados de una persona por usuarios de Dōjutsu. Un usuario con ojos normales puede también distinguir los clones del original, puesto que éstos no tienen sombra y no causarán perturbaciones en el área que les rodea (no levantarán polvo, aplastarán la hierba, etc).
Alterador (Busshitsu): Inyectando y moldeando más chakra en un clon ilusorio (10 CK, divide regen. de chakra), el usuario es capaz de dotarle de una mínima cantidad de sustancia física. Los bunshin así mejorados serán clones sólidos a todos los efectos (10 PV de resistencia), pero sus armas no causarán daño y no podrán usar técnicas del usuario ni transmitir información al disiparse. Pueden ser diferenciados de una persona normal por usuarios de Dōjutsu. Los clones pueden crearse a una distancia máxima de 5 metros, y no pueden alejarse más de 20 metros del usuario.
El Uchiha había tenido la mínima consideración de esperar a que la rubia terminase de quitarse todos los hilos quemados que la molestaban, justo después de eso y de que se pusiera de pie, comenzó una vez más el contra-ataque, pero esta vez Koko no iba a dejar que aquellos clones la castigasen como anteriormente. «No podrás de nuevo »pensó apretando los dientes en una mueca iracunda.
Ni bien los clones comenzaron su avance, Koko formó el sello de la serpiente para un instante después, vomitar una lanza eléctrica que viajó en línea recta con la intención de destruir al menos al primer clon, y probablemente seguiría su recorrido hacia el Uchiha.
Justo después de haber lanzado aquel rayo, la kunoichi lanzó un kunai amarrado con un hilo hacia el clon que se acercaba por la derecha, y justo después comenzaría a correr. Podría recuperar la daga pero no lo haría por ahora. En su lugar, avanzó directamente hasta el clon restante al cual intentaría destruir con el ninjato para luego verificar la ubicación del Uchiha.
Lo único que le restaba por hacer era justamente avanzar hacia él, esté donde esté para liquidar la distancia restante antes de poder dedicarle aunque sea un puñetazo. Aunque con cada movimiento que realizaba sentía un ardor terrible a causa de las quemaduras. Sería curioso y puede que desagradable, pero probablemente luego de unas horas la piel se le terminaría por desprender como si fuera algún tipo de serpiente.
PV:
70/160
–
-5
–
CK:
76/100
–
-24
–
AO x0
–Revelada
Inventario:
¤ Bandana ninja (En el cuello)
¤ Portaobjetos:
Kunai x1 (tirado pero atado con un hilo)
Hilo shinobi x1 [2 usos restantes] (portaobjetos)
¤ Ninjatō x1 (en mano)
Un kunai atado con un uso de hilo.
¤ Raiton: Gian ¤ Elemento Rayo: Falsa Oscuridad - Tipo: Ofensivo - Rango: B - Requisitos: Raiton 20 - Gastos: 24 CK - Daños: 40 PV - Efectos adicionales:(Raiton 80) Puede ser disparado con un movimiento en zig-zag, primero hacia un flanco, y luego hacia el objetivo - Sellos: Serpiente - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: El rayo puede recorrer una distancia de 10 metros antes de disiparse
El usuario, tras realizar el sello correspondiente, emite electricidad en forma de lanza a través de su boca, que envía hacia su enemigo tratando de que impacte contra su cuerpo. Es una técnica con un buen poder destructivo, ya que es capaz de atravesar incluso la roca. El usuario puede lanzar otra lanza más pasados unos segundos desde el lanzamiento de la primera.
40 PV si no te moviste en ningún momento y el clon que me venía de frente estaba justo delante tuyo.
14/07/2017, 08:42 (Última modificación: 14/07/2017, 08:53 por Uchiha Akame.)
Para su sorpresa, Akame comprobó —gratamente— como la kunoichi no iba a quedarse esperando a recibir la paliza de sus clones otra vez; aunque en esta ocasión fuesen simples bunshin. El Uchiha contaba con aquella reacción, y también con que Koko estaría precavida. «Eso le hará prestar la debida atención a mis copias», se dijo el gennin, satisfecho.
Vio a Koko formar el sello de la Serpiente, y al instante su Sharingan leyó aquella técnica. La chica escupió una lanza brillante y amarilla que recorrió a una gran velocidad la distancia que la separaba de su copia, y luego de él mismo. El Uchiha se apartó a un lado con un paso rápido para dejar que aquella técnica eléctrica pasara de largo junto a él, crepitando de forma amenazadora. «¿Así que Raiton, eh? Interesante...»
El resto de la maniobra prosiguió tal y como la kunoichi había previsto. Con ayuda de su técnica de Raiton se deshizo del primer clon, luego lanzó su kunai al segundo, y finalmente desenvainó la espada que llevaba a la espalda para acometer al tercero. El bunshin se deshizo en una nubecilla de polvo —al igual que los otros— al ser cortado por el ninjato de la muchacha.
Sin embargo, justo en ese momento Koko recibiría —presumiblemente— el impacto de dos bolas de fuego abrasadoras en la espalda. Mientras ella atacaba al último de los clones, Akame había formulado dos veces el sello del Carnero con una sola mano; primero para ejecutar un Sunshin no Jutsu que le llevó, en un parpadeo, a colocarse en la retaguardia de su contrincante —a unos tres metros de ella—. Segundo, para escupir un par de saetas ígneas mientras que con la mano diestra lanzaba sendos shuriken para acompañarlas, directas a la espalda de Koko. El Hosenka Tsumabeni era una técnica rápida y letal, muy exigente con el dominio del Ninjutsu de su ejecutor, que abrasaría cuanto encontrase en su camino.
Estado de Akame
PV:
150/150
– CK:
71/150
–
+21
–
-14
–
-24
–
Reg. dividida
–
Inventario
Hitai-ate de Uzushiogakure [en la frente]
Mecanismo oculto de kunai (x1 kunai) [en la muñeca derecha]
Portaobjetos básico [en la cadera derecha]
Hilo shinobi (x1, 1 uso)
Shuriken (x3 -4)
Hikaridama (x0)
Píldora de soldado básica (x0)
Hazama no Goukyu [en el cinturón, a la espalda]
Ni Tomoe no Sharingan activado
x1 Acción Oculta revelada: los clones eran en realidad Bunshin básicos
x1 Acción Oculta cancelada: atar hilo a otro shuriken
¤ Sunshin no Jutsu ¤ Técnica del Parpadeo Corporal - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos: Ninjutsu 40 - Gastos:
14 CK/20 metros
52 CK para huir de un combate
- Daños: - - Efectos adicionales: Cada uso restará 10 puntos de aguante durante los próximos 5 turnos - Sellos: Carnero/una mano - Velocidad: Instantánea
El Sunshin no Jutsu es una técnica basada en un movimiento ultrarrápido, permitiendo a un ninja moverse de cortas a largas distancias a unas velocidades casi imperceptibles. Para un observador cualquiera, resulta como si el usuario se hubiera teletransportado. En ocasiones, se utiliza una pequeña señal para camuflar los movimientos iniciales del usuario. Esta técnica se basa en el uso del chakra para vitalizar temporalmente el cuerpo y moverlo a velocidades extremas. La cantidad de chakra requerida depende en la distancia total y la elevación entre el usuario y el destino. La técnica puede usarse, además, para escapar del campo de batalla. Las diferentes villas tienen variaciones de esta técnica, e incluyen un elemento extra para distraer al oponente.
¤ Katon: Hōsenka Tsumabeni ¤ Elemento Fuego: Carmesí de Uñas Florales del Sabio Fénix - Tipo: Ofensivo - Rango: A - Requisitos: Katon 50, 1 shuriken por esfera - Gastos: 12 CK por esfera - Daños: 20 PV por esfera + daño del shuriken - Efectos adicionales: - - Sellos: Carnero (una mano) - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Las bolas de fuego gozan de medio metro de diámetro, aproximadamente, y alcanzan los 12 metros de distancia antes de disiparse
Versión revisada y mejorada del Hōsenka no Jutsu, que mantiene sus virtudes, abocándolas hacia una postura mucho más ofensiva que la técnica original. Al igual que ocurría con la susodicha, las saetas de fuego son caóticas y extremadamente rápidas, controladas con chakra, por si fuera poco, para hacerle al oponente la evasión lo más inalcanzable posible. Sin embargo, en esta ocasión, los proyectiles son mucho más potentes, transformando además a los Shurikens en una necesidad a la hora de reforzar al máximo la potencia de las esferas. A diferencia de la técnica original, los Shurikens son visibles, potenciados por el chakra, por lo que estos proyectiles cortan, queman y destrozan por donde pasan. El fuego continúa ardiendo sin importar lo poco inflamable que sea el objeto contra el que impacte el proyectil, alimentado por el chakra.
Los clones no ofrecieron mayor resistencia y ni siquiera habían podido dar un solo golpe lo cual, para ella era bastante bueno, el lado negativo era que con esa distracción había perdido de vista completamente al Uchiha y eso jamás era bueno en medio de un combate.
Ni bien la pantalla de humo se formó tras destruir a la última de las imitaciones, la fémina se planteó el buscar aunque sea con la mirada a su contrincante, pero antes de siquiera enderezarse la siguiente técnica de Akame le dio de lleno, uno de los shurikens se le incrustó en la espalda, cerca del omóplato izquierdo obligándola a soltar la espada, y el segundo le dio sobre el costado derecho por debajo de las costillas, es decir, justo en aquella porción blanda en la que no hay ningún hueso que pueda detener el filo de un shuriken.
A esos daños que la hicieron sangrar y retorcerse, había que sumarle que ambas estrellas estaban imbuidas en un fuego abrasador que se mantuvo incluso después del impacto, quemando tanto parte de la vestimenta de la kunoichi como la carne de la misma.
La chica gritó tan fuerte como pudo, se retorció y cayó de rodillas mientras intentaba remover los shurikens de su espalda en un intento por quitarse el fuego de encima, pero rápidamente la joven se quedó sin energía desplomándose sobre el suelo de madera.
No había forma en que Koko volviera a levantarse, no tenía fuerzas y lo único en lo que pensaba era en quitarse los shurikens y apagar aquellas llamas que de lo contrario se mantendrían sobre ella hasta que el chakra de Akame se terminase de consumir. Aunque sus brazos no alcanzaban aquellas zonas de su espalda, al menos no de la mejor manera para remover aquellas armas.
PV:
1/160
–
-5
–
-64
–
CK:
76/100
–
+10
–
AO x0
–
Inventario:
¤ Bandana ninja (En el cuello)
¤ Portaobjetos:
Su estrategia fue todo un éxito, y Koko recibió de lleno los impactos del Hosenka Tsumabeni. Akame observó, satisfecho, como las saetas de fuego golpearon a su compañera haciéndola caer en el acto. Estaba gravemente malherida, con quemaduras por todo el cuerpo, y así lo ponían de facto sus gritos. El Uchiha no se movió del sitio ni despegó la mirada de Koko hasta que creyó realmente que la chica no podría levantarse. Sólo entonces el mundo pareció cobrar vida a su alrededor, a medida que abandonaba aquel trance en el que se sumía antes de cada combate.
Sin embargo, lo que le esperaba allí no fue la gloria ni la fama, ni los frutos de su victoria. Fue el rugido embravecido de la multitud, los gritos de dolor de Koko que poco a poco adoptaron un tono más débil. Akame sintió como todo a su alrededor se volvía frío y húmedo, y el estadio desaparecía para dar lugar a una oscura sala subterránea, iluminada sólo por las lámparas de aceite que colgaban de las paredes. Frente a él, una hilera de figuras envueltas en túnicas negras y capuchas con motivos demoníacos le observaban con fijeza.
—Hazlo, Akame.
La voz le sorprendió y le hizo alzar la cabeza. Una de las figuras había dado un paso al frente, quitándose su máscara —la única que no simbolizaba un demonio Tengu—. Su melena oscura como la noche cayó suelta, y aquellos dos ojos dorados le atravesaron el alma. Akame notó el peso de su espada en la mano diestra y la respiración agitada de un muchacho aprisionado bajo el agarre de sus piernas, contra el suelo.
—Por favor... Akame-kun...
El Uchiha apretó brazo hacia abajo y notó el filo de su arma hundiéndose en el cuello de aquel chico de ojos azules. La sangre manó a borbotones mientras su víctima gorjeaba sus últimas palabras...
Volvió a la realidad con un sobresalto. El público gritaba y operarios médicos habían invadido el tatami para atender a la muchacha. Un hombre vestido de uniforme le decía algo, señalando la puerta del cubículo por la que había ingresado al combate. Akame parpadeó, confuso, y se limitó a dar media vuelta y salir de la arena.