Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
El lado positivo era que el rasta logró reaccionar y no murió, el lado negativo era que había eludido totalmente la técnica y por ende no había recibido ningún tipo de daño, lo que significaba que la pelea podría prolongarse de más. ~ Su puta madre… ~ Se quejó la chica en su mente mientras se aseguraba de aterrizar correctamente con los pies y no con la cara.
Una vez en tierra lo primero en lo que pensó fue girarse para no perder de vista a su contrincante que había decidido lanzarle un shuriken, un proyectil que ya estaba demasiado cerca como para golpearlo con un baikunai que ya estaba extrayendo con su diestra por lo que solo le quedaba una opción. Dejarse caer hacia atrás, cayendo de culo sobre la hierba y echar el torso hacia atrás en un intento por evitar que el arma le diera de lleno por lo menos y así fue. Lo que no quita que haya recibido un pequeño corte en el hombro izquierdo aunque nada grave que fuese a dificultarle la pelea.
Con la miserable distancia que les quedaba era difícil realizar otros tantos sellos para alguna técnica de ninjutsu, además que quedaría bastante vulnerable hasta terminarlos y no era bonita la idea de tener un kunai u otro shuriken incrustado en su carne así que la única opción que le quedaba era lanzarse por el cuerpo a cuerpo.
Sin más tiempo que perder, la pelirroja se lanzó sobre el chico de rastas con el baikunai en mano más que dispuesta a apuñalarle el vientre con este. Con un poco de suerte lo lograba y puede que se termine todo allí mismo.
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Inventario:
¤ Hitai ate [Cintura]
¤ Mama no Zugaikotsu [Cara]
¤ Baikunai x2 [Uno en mano y el otro en portaobjetos]
El movimiento de Riko había funcionado a la perfección, había evitado recibir un golpe de aquella ustancia que, se haberle dado, de seguro le habría dejado una quemadura de por vida, y eso si tenía suerte y no lo mataba en el acto, tenía que tener mucha precaución con aquella chica. Por lo que había visto la lava había salido disparada de una válvula que tenía en mano.
''¿Tendrá mas tubos de esos? Tengo que fijarme bien y encontrarlos si los tiene, no puedo quedaarme expuesto a ellos.''
El shuriken que lanzó iba directo hacia la pelirroja que acababa de poner los pies en el suelo cuando éste ya estaba casi encima suya, por lo que el rastas supuso que se lo comería con patatas, pero se equivocaba. La pelirroja se dejó caer sobre el culo, para después echar el tronco hacia detrás evitando que el shuriken se le clavase, aunnque no pudo evitar un leve corte en el hombre.
''Poco estético... Pero le ha servido, no está mal.''
Entonces la pelirroja, con un baikunai en la mano se lanzó al combate cuerpo a cuerpo, dispuesta a apuñalar al genin de Remolino en pleno estómago. Era hora de probar esa nueva técnica, mientras la muchacha recorría la corta distancia que los separaba, Riko formuló un sello.
''Tigre.''
Y de repente, notó como una corriente de chakra recorría todo su cuerpo, y entonces llegaba el momento de contraatacar. Agarró la mano de la chica por la muñeca antes de que el baikunai llegara incluso a rozarle el estómago y la sujetó con toda la fuerza que pudo con su mano izquierda. Con la mano derecha lanzó un puñetazo directo al pómulo de Ritsuko y, sin soltarla, una patada a la altura del pecho que sin duda la haría salir repelida hacia atrás.
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(Shigeki Activado)
¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
Shuriken x5 (-1)
Kunai x2
Hilo shinobi
Hikaridama
¤ Shigeki ¤ Estímulo - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Taijutsu 25 - Gastos: 25 CK (divide regeneración de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Aumenta el daño de los golpes básicos de Taijutsu - Sellos: Tigre - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Técnica desarrollada por ninjas versados en el combate cuerpo a cuerpo. Consiste en un impulso de chakra a través de todos los músculos del cuerpo del que realiza la técnica, lo que produce que sus golpes físicos sean más dañinos que los de una persona normal.
La técnica tiene una duración de 5 turnos y hace que el bonus de fuerza de los golpes básicos pase de ser de (Fue/10) a (Fue/5). Esta técnica solo puede usarse dos veces por combate, con una separación de 5 turnos entre la finalización de la primera y el comienzo de la segunda.
El intento de puñalada resultó inútil como cualquiera con dos dedos de frente supondría, el chico estaba perfectamente parado sobre un terreno firme mientras que la kunoichi por su parte acababa de caer de culo al piso así que tenía toda la lógica del mundo pensar que el de rastas podría incluso tomarse su tiempo para analizar la mejor manera de detenerla y así fue.
El brazo derecho de Ritsuko fue atrapado por el chico que no dudó ni un instante en darle un fuerte puñetazo directo a la cara… O mejor dicho a la máscara que le protegía el rostro y cumplió perfectamente su función. El puñetazo si bien le dio de lleno, para la chica fue algo así como un empujón algo brusco que la desestabilizó un poco pero no lo suficiente para que no viera venir esa patada.
~ Mano atrapada… Poco movimiento… Parece que no queda otra… ~ Pensaba la pelirroja que a juzgar por la poca movilidad que tenía no le quedó de otra que saltar sobre su captor y dedicarle algo parecido a un abrazo de koala, en otras palabras con brazos y piernas aunque su mano derecha estaba bastante limitada así que tendría que conformarse con usar solo la zurda.
En la nueva ubicación lo que Ritsuko hizo fue pasarse el baikunai de la derecha a la izquierda y luego intentaría apuñalarle la espalda con el arma. Si se estiraba un poco más hubiese podido hacer los sellos para lanzar lava pero… Matar a alguien de buenas a primeras no iba a ser nada productivo.
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Inventario:
¤ Hitai ate [Cintura]
¤ Mama no Zugaikotsu [Cara]
¤ Baikunai x2 [Uno en mano y el otro en portaobjetos]
Puñalada a la espalda.
¤ Baikunai: 10 PV/corte superficial, 15 PV/corte, 20 PV/penetración
La estrategia del chico surtió efecto por completo, la chica había atacado sin casi pensar y fue bastante fácil evitar el golpe y devolver uno, aunque Riko no tuvo en cuenta la dichosa máscara, era demasiado dura y aguantó el golpe que el rastas le había proporcionado a la pelirroja.
''Bueno, tranquilo, ahora mismo la tengo dominada, no puede hacer nada sin que reaccione a tiempo.''
Y, aunque el muchacho llevaba razón, la reacción de la genin de Takigakure fue algo que lo pilló completamente por sorpresa, ¿quién en su sano juicio se tiraría a abrazar a alguien con el que estás luchando? Quizás ese fuera el problema, que la pelirroja no estaba en su sano juicio, por lo que Riko tendría que esperar cualquier cosa a partir de ahora, siempre teniendo en cuenta los tubos por los que la muchacha podía expulsar lava.
El rastas no iba a dejarse atrapar tan fácilmente, por lo que, actuando de forma rápida, se dejó caer de espaldas antes de que la muchacha terminara de agarrarse a él, alejándose de ella para, en cuanto su espalda tocó el suelo acompañó el movimiento con la pierna, llevándose a la muchacha consigo y haciendo que ésta cayera de espaldas. Tras esto, Riko se incorporó rápidamente y llevó su mano derecha al portaobjetos, sacando un kunai y adoptando posición de combate, aquello comenzaba a ponerse serio.
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(Shigeki Activado)
¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
El intento por atrapar a su captor fue en vano, el de rastas llegó a reaccionar casi que imitando los métodos poco ortodoxos de ella y con ello al no haberle soltado la muñeca terminó haciendo que la chica también cayera, aunque con un movimiento de pies hizo que esta última cayera de espalda al suelo, a un lado del masculino.
Puede que la pelea se haya prolongado más de la cuenta, es más, Ritsuko esperaba que el chico desistiera de seguir peleando luego de que ella demostrase el poder destructivo que poseía gracias a su kekkei genkai pero ese no fue el caso. ~ Que te voy a dar… ~ La kunoichi poco a poco iba perdiendo la paciencia, no tenía ganas de estar perdiendo tanto tiempo y de haber sabido que las cosas irían así hubiese rechazado la pelea.
Una vez en el piso, el de rastas aprovechó para levantarse y alejarse, al fin la había soltado y ahora se encontraba empuñando un kunai a unos pasos de distancia, mientras que Ritsuko se levantaba lo más rápido que podía sin darle la espalda por ningún motivo. ~ Solo sabe de las válvulas de las manos así que… ~
Atacar de nuevo sin pensar demasiado no sería muy buena idea, darle la espalda al chico tampoco o podría llegar a sorprenderla con alguna técnica además de la que ya había mostrado al inicio de todo. ¿Qué hacer en ocasiones así? Ni idea, primera vez en su vida que peleaba con otro shinobi fuera de la academia así que simplemente permaneció bastante quieta con el baikunai en mano.
A falta de recursos y de ideas, Ritsuko terminó por soltar el arma que cayó sin mucha gracia al suelo, tras esto comenzaría a realizar una serie de sellos para expulsar de su boca otra bola de fuego como aquella con la que había iniciado todo esto. A saber qué pasará luego de esto...
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Inventario:
¤ Hitai ate [Cintura]
¤ Mama no Zugaikotsu [Cara]
¤ Baikunai x1 [En el portaobjetos]
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¤ Katon: Gōkakyū no Jutsu ¤ Elemento Fuego: Técnica de la Gran Bola de Fuego - Tipo: Ofensivo - Rango: C - Requisitos: Katon 10 - Gastos:
12 CK
(Katon 20) (multiplicable x2)
(Katon 30) (multiplicable x3)
- Daños: 20 PV - Efectos adicionales:(Katon 80) Tanto el chorro como la esfera pueden lanzarse de forma parabólica - Sellos: Caballo → Serpiente → Carnero → Mono → Jabalí → Caballo → Tigre - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones:
1'5 metros de ancho y 3 de largo como lanzallamas (multiplicado x1) o 1'5 metros de diámetro, alcanza 6 metros antes de disiparse como proyectil (multiplicado x1).
3 de ancho y 5 de largo como lanzallamas (multiplicado x2) o 2 metros de ancho, alcanza 8 metros antes de disiparse como proyectil (multiplicado x2).
4 metros de ancho y 6 de largo como lanzallamas (multiplicado x3) o 3'5 metros de ancho, alcanza 15 metros antes de disiparse como proyectil (multiplicado x3).
Icónica técnica flamígera, popularmente asociada a los Uchiha, puesto que estos mismos la crearon, y son extremadamentes asiduos a ella. No hay un solo miembro del susodicho clan que sea incapaz de ejecutarla, puesto que el aprendizaje del Gōkakyū no Jutsu se utiliza como rito de adultez, de forma que los jóvenes Uchiha son considerados miembros de pleno derecho tan pronto la dominan. Eventualmente, la técnica fué aprendida por otros ninjas que también poseían chakra elemental de fuego, generalizando su uso. Acumulando el chakra, transformado en llamas, en el estómago, el ejecutor lo exhala por la boca, pudiendo hacerlo de dos formas: ya sea a modo de lanzallamas, con un chorro sostenido a lo largo de varios segundos, dirigible, o disparando una esfera ardiente que avanzará en línea recta. En ambos casos, la técnica abrasa al oponente, y deja un llamativo cráter allá donde impacte. La potencia y alcance pueden variar dramáticamente dependiendo del chakra que se utilice, llegando al extremo de lanzar bolas enormes.
El combate se estaba poniendo interesante, ambos genin estaban aún tanteando al rival, o al menos eso era lo que Riko pensaba. Había descubierto que la pelirroja tenía unas técnicas muy peligrosas y de las que sería mejor mantenerse alejado, aunque su estilo era el combate cuerpo a cuerpo, aunque si no la daba tiempo, le sería imposible realizar las técnicas de lava, ese era el punto que el rastas tenía que explotar.
Ritsuko no tardó en incorporarse y lanzarse de nuevo al ataque, realizando una serie de sellos que el rastas ya conocía, la había visto hacía apenas unos instantes y sabía lo que le vendría ahora, la bola de fuego, que no tardó en aparecer, recorriendo la distancia que separaba a ambos muchachos a una velocidad considerable.
Riko, consciente de esto, se apartó de la trayectoria de la bola, echando a correr hacia su izquierda en cuanto ésta salió de la boca de la de Takigakure y, cuando se consideró a salvo del impacto del proyectil, lanzó el kunai que sostenía en su mano derecha en dirección a la pelirroja, directo al estómago, si no lo esquivaba a tiempo, podría llevarse un feo recuerdo de aquel encuentro.
''Vamos, no me defraudes, esquívalo''
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(Shigeki Activado)
¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
Ritsuko era más que consciente de que la bola de fuego fallaría y de todas maneras la lanzó, el objetivo era justamente hacer que la evite de una manera u otra pero lo que vendría después no tenía nada que ver con lo que ella se había imaginado.
Tras lanzar esas técnica ígnea, la pelirroja había comenzado los sellos para su técnica de lava pero pretendía utilizarla a una distancia de cuerpo a cuerpo, aprovechando también las válvulas que él desconocía para lograr que el magma le diera de lleno pero en lugar de acercarse el de rastas permaneció a la distancia y lanzó ese kunai que empuñaba. ~ Dios… ~
Interrumpió los sellos y dio un paso a un lado, de esta forma fue que el kunai siguió su camino sin interrupciones y nuevamente ambos shinobis se encontraban desarmados. ~ Parece que tiene miedo de acercarse. ~ Pensaba la kunoichi, si tuviese alguna otra herramienta o algo más que un par de baikunais a su disposición se le acercaría de una bendita vez pero no era el caso. Si se le ocurría lanzarse una vez más sobre el chico probablemente terminaría mal.
A final de cuentas parecía que la pelea terminaría allí ya que ninguno de los dos estaba dispuesto a cortar las distancias así que tendrían que ingeniárselas de alguna manera u otra. ~ Podría probar con eso aunque… A saber. ~ Razonaba la chica en absoluto silencio sin despegar los ojos del de rastas.
Ya que no perdía nada, Ritsuko hizo los dos sellos de los que constaba la técnica para luego extender su zurda con la palma de su mano apuntando al suelo. De la válvula comenzó a brotar una sustancia algo amarillenta que en primera instancia parecía líquida pero con la mano libre la chica atrapó esa sustancia extraña dejando en claro que por lo menos la forma la mantenía por si solo.
Así como comenzó la técnica terminó, ahora la kunoichi de Taki tenía en su poder algo así como un bastón de goma que siquiera podía mantenerse erguido, casi como si intentaras empuñar una almohada y si bien es completamente inútil, no quita el hecho de que podría llegar a serle útil para asustar al de Uzu o similares. Siendo así, Ritsuko comenzó a mover su diestra haciendo que la goma girase como ventilador y a medida que la velocidad aumentaba la goma iba estirándose aumentando considerablemente su largo. Con esto pretendía lanzar ataques aleatorios como si de un látigo se tratase y así tal vez, conseguir que la pelea avanzara aunque sea un poco.
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Inventario:
¤ Hitai ate [Cintura]
¤ Mama no Zugaikotsu [Cara]
¤ Baikunai x1 [En el portaobjetos]
-1
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¤ Yōton: Gomu no Ito ¤ Elemento Lava: Tiras de Goma - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos: Yōton 10 - Gastos: 6 CK - Daños: - - Efectos adicionales: Se pueden crear hilos de goma según se vea conveniente. - Sellos: Perro → Tigre - Velocidad: Lenta - Alcance y dimensiones: Los hilos pueden estirarse hasta 10 metros. En estado de reposo miden aproximadamente unos 30 centímetros.
Mediante esta técnica Ritsuko expulsa de su boca o de alguna válvula un no muy grueso hilo de una sustancia en estado líquido, que unos segundos después de verse expuesto a la temperatura del ambiente se solidifica dando como resultado un hilo de goma elástica bastante resistente.
Es posible usarlos a modo de liana, puesto que son lo suficientemente resistentes para soportar un peso aproximado de 90 kg, pero puede ser algo peligroso fiarse de estos para saltar de lugares demasiado altos.
Como cualquier otra técnica desarrollada por Ritsuko, hubo bastantes experimentos entre los cuales se puso a prueba lo útiles que podrían ser en pelea, pero resultaron ser completamente inútiles, por algún motivo la goma además de ser excesivamente elástica no es lo suficientemente rígida por lo que son inútiles si se los intenta utilizar como látigos.
La pelirroja parecía que había tramado una estrategia al lanzar la bola de fuego, que rápidamente llevó a cabo, cuando Riko volvió a tenerla en su campo de visión pudo ver como la chica estaba realizando una serie de sellos, por lo que lanzó el kunai que tenía en su mano para tratar de forzar a Ritsuko en desistir de su intento para esquivar el arma, algo que consiguió, y se sintió un poco aliviado por ello.
La batalla estaba bastante estancada, ninguno de los dos se decidía a dar el paso que llevara aquel combate a un final, en el que ganara cualquiera de los dos, o ninguno de ellos. La pelirroja, tras un leve parón en el que ambos combatientes se dieron un ligero respiro, realizó un par de sellos y de la válvula que tenía en la palma de la mano comenzó a salir una sustancia de un color algo raro.
''¿Qué narices es eso?''
Aquella muchacha era toda una caja de sorpresas, no solo podía expulsar lava por los tubos que tenía, si no que, además, podía fabricar...
''...¿Goma?
Aquella especie de bastón no era capaz de mantenerse erguido si quiera, ¿qué pretendía hacer con él? No parecía que pudiera hacer mucho daño, pero... No hay que confiarse, o al menos, eso es lo que suelen decir los que saben, no alguien como Riko. La genin de Takigakure comenzó a hacer girar el bastón, que cuando más giraba más largo se hacía.
El de rastas, en ese momento decidió lanzarse al ataque, con los puños en el estómago, como si pretendiera darle un cabezazo a la pelirroja, o al bastón de goma, ¿qué más daba? Pero no, cuando estuvo lo suficientemente cerca, lanzó un puñetazo a la altura de la cara, aún sabiendo que aquella dichosa máscara evitaría el daño, él aún confiaba plenamente en su Taijutsu.
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1 AO
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¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
Shuriken x5 (-1)
Kunai x2 (-1)
Hilo shinobi
Hikaridama
Puñetazo: 18 PV
He corregido el post anterior que me sumé 10 de chakra cuando solo eran 5, sooooorry!
La estrategia inicial de Ritsuko se había ido al garete ya que Riko no parecía estar muy dispuesto a un encuentro cara a cara con la pelirroja tras haber visto la técnica de lava, además que él no sabía si ella tenía más válvulas en su cuerpo así que se encontraba en una desventaja considerable pese a que Ritsuko no está especializada en combate a corta distancia.
Sin ningún tipo de inconveniente adicional Ritsuko fue capaz de elaborar esa vara de goma que no cambiaría en lo más mínimo el resultado del combate ya que no servía a la hora de pelear. A no ser que se utilizase justamente para lo de ahora que era incentivar al enemigo a acercarse.
El de rastas pareció haber tomado aquellos latigazos como una apertura en la defensa de la pelirroja que no tardó nada en soltar el bastón inútil y eludir un puñetazo más que evidente. Un sencillo paso a un lado y un pequeño salto para colgarse del cuello de su contrincante, con un poco más de esfuerzo la chica logró atraparle como koala de la espalda y así, si no pasaba nada raro debería poder dar fin a la pelea.
En su nueva ubicación, la kunoichi le dio una fuerte mordida en el cuello al chico, solo con la intención de evitar que se le escape tan fácilmente. Tras esto le soltaría con las manos para poder así realizar los sellos correspondientes a la técnica de lava frente al rostro ajeno para dejarle en claro lo que pretendía hacerle y si era posible que se rinda. ~ Y nos evitamos más líos entre aldeas… ~ O por lo menos esa era su idea, no quería terminar en un libro bingo… Al menos no aún… Si seguía de terco la chica terminaría por vomitarle lava directo en el cuello y bueno...
Lo malo de todo esto era que tanto gasto de chakra le estaba pasando factura. Con tanto gasto Ritsuko ya estaba comenzando a sudar y en su respiración se podría notar claramente que su respiración también estaba algo alterada. Así que… Si él no lo hacía terminaría siendo ella, después de todo no le seduce para nada la idea de morirse por algo así.
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102/110
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CK:
27/100
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0 AO
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Inventario:
¤ Hitai ate [Cintura]
¤ Mama no Zugaikotsu [Cara]
¤ Baikunai x1 [En el portaobjetos]
-1
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¤ Yōton: Yōgan no Ito ¤ Elemento Lava: Hilo de Lava - Tipo: Ofensivo - Rango: C - Requisitos: Yōton 25 - Gastos:
El largo del hilo de lava alcanza los 15 cm y no supera los 2 cm de diámetro llegando a recorrer 4 metros de distancia respecto del usuario.
El largo del hilo de lava alcanza los 30 cm y no supera los 4 cm de diámetro llegando a recorrer 8 metros de distancia respecto del usuario (multiplicado x2).
Esta es una de las técnicas más simples que Ritsuko ha logrado desarrollar. Tras realizar los sellos correspondientes, la kunoichi regurgita o expulsa de alguna de sus válvulas un hilo de lava que avanza en línea recta hasta chocar contra el objetivo o en caso de que no impacte contra nada, se enfría, solidifica y se deshace.
En este caso, la versión multiplicable no puede ser utilizada mediante las válvulas debido al tamaño de las mismas que no permiten el paso de un proyectil demasiado ancho, por lo que la lava no tarda demasiado en solidificarse y volverse completamente inútil.
5 PV de daño por la mordida y 50 PV si te vomito encima~
La ofensiva del rastas quizás hubiera parecido algo demasiado desesperado, que, probablemente lo fuera, pero al menos tenía algo pensado, no iba a lanzarse como un loco a atacar a alguien del que conocía poco o nada su habilidad en combate, así que, la alegría que el de Uzushiogakure se llevó al ver como Ritsuko soltaba aquel bastón/látigo y se limitaba a esquivar su tan predecible golpe fue bastante alta.
''¿De verdad crees que iba a ser tan fácil?''
En el momento que la chica dio el primer paso hacia un lado, Riko abrió la palma de su mano y de repente... Luz, una luz cegadora apareció de la nada, el rastas estaba a salvo de ella, pues su mano le hacía de pared, pero la pelirroja habría sufrido el destello en todo su esplendor, dejándola cegada por unos instantes preciosos que el el pelinegro no pensaba desaprovechar.
Desde donde se encontraba el muchacho cargó chakra en su pierna derecha, y, mientras se agachaba empezó a rotar, propinándole una fuerte patada a Ritsuko en las rodillas, que la desestabilizarían lo suficiente como para hacerla caer, pero esto no era todo, antes de que la chica cayera del todo, Riko ya se encontraba de pie frente a ella, con la pierna izquierda en alto, y de un movimiento brusco, la descendió con toda su fuerza, golpeando a la muchacha en en hombro y haciendo que se estampara contra el suelo.
— Creo que aquí podemos dar el combate por acabado, si quieres. —
El rastas había propinado una gran cantidad de daño, no estaba seguro de si Ritsuko sería capaz de continuar, por lo que ofreció el final del combate.
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· CK:
73/110
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- 30
–
(Shigeki Activado)
AO revelada
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¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
Shuriken x5 (-1)
Kunai x2 (-1)
Hilo shinobi
Hikaridama (-1)
¤ Konoha Reppū ¤ Vendaval de la Hoja - Tipo: Ofensivo - Rango: D - Requisitos: Taijutsu 30 - Gastos: 36 CK - Daños: 60 PV - Efectos adicionales: Derriba al usuario proporcionando una oportunidad - Sellos: - - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Esta técnica es un buen ejemplo de cómo un simple movimiento de Taijutsu puede convertirse en una herramienta destructiva y letal. El ataque es, simplemente, una patada baja giratoria cargada de chakra, pero suficientemente fuerte para despegar del suelo a adultos corpulentos como si no pesaran nada. La meta es tirar al usuario al suelo y causar un daño considerable en la parte inferior de su cuerpo.
Konoha Reppū: 60 PV Patada: 19 PV Estamparse contra el suelo: 20 PV
Al echar las manos al estómago mientras corría, Riko coge la hikaridama y la esconde en el puño cerrado con el que te lanza el puñetazo.
El puñetazo del rastas había fallado, eso era incuestionable y Ritsuko tenía vía libre a atacarle o por lo menos eso supuso en el instante en que saltó sobre él con la intención de colgársele de una bendita vez por todas. Terminaría la pelea ya sea con él rindiéndose o matándolo, cualquiera de las dos valía aunque la segunda prefería evitarla por razones obvias.
En cuanto la pelirroja despegó los pies del suelo, el chico abrió la mano con la que pretendía golpearla y un destello cegador se hizo presente, haciendo que la kunoichi calculase bastante mal el momento para cerrar sus brazos y piernas y con ello terminó por chocar contra él, acto seguido, antes de que recuperase la visión algo la golpeó fuertemente en las piernas y justo antes de caer una potente patada le dio de lleno en el hombro haciendo que se girase un poco en el aire y terminase por chocar de cara al suelo.
De no ser por la máscara tal vez se habría partido la nariz o quién sabe qué, pero los daños por esas patadas habían sido severos y ahora mismo Ritsuko siquiera era capaz de levantarse. ~ Mierda... ~ Se quejaba la dolorida genin incapaz de articular palabra por el dolor. Por un lado las piernas, por otro el hombro y finalmente el cuello, después de todo una caída a buena velocidad con la cara no era moco de pavo incluso teniendo una buena protección.
Boca abajo y en el suelo, la pelirroja intentaba levantarse pero las piernas apenas si le respondían, los brazos todo perfecto, pero sus otras extremidades estaban entumecidas e incluso levemente hinchadas por la fuerza del golpe. Probablemente al día siguiente tendría unos hermosos moratones en esa zona. - Ya... Ganaste... - Dijo una adolorida kunoichi que seguía en sus intentos por ponerse de pie, aunque poco a poco iba recuperando el control de sus extremidades y muy lentamente fue logrando su objetivo.
~ Tendré que volverme al pueblo aunque queda algo lejos. ~ Tendría que retroceder en sus pasos, así como se encontraba no podía darse el lujo de seguir viaje o podría terminar peor de lo que se encontraba. - Supongo que... Hasta aquí te acompaño... - Aún jadeando y adolorida, Ritsuko se dispuso a marchar como buenamente podía rengueando a un paso más que lento en la misma dirección por la que venían. Eso claro, si Riko no se decidía a detenerla.
El combate había llegado a su fin, Riko había dado el golpe definitivo en cuanto Ritsuko no adivinó las intenciones ocultas tras aquel puñetazo desesperado que el rastas había lanzado sin pensarlo dos veces, todo lo que lo había seguido no había sido más que un intento de ganar aquel combate, aunque quizás se hubiese pasado un poco y ahora el muchacho se sentía mal.
Vio como la pelirroja trataba de levantarse en un primer momento sin conseguirlo aunque, finalmente y con bastante esfuerzo según podo observar, consiguió ponerse en pie, y no solo eso, si no que echó a caminar en dirección contraria a la que habían caminado juntos, posiblemente tratando de encontrar un lugar en el que descansar antes de proseguir su camino.
Riko, que no había movido un solo músculo para ayudar a la genin a levantarse, ahora comenzó a correr tras ella cuando se hubo alejado un poco, echando mano a su bolsa mientras se acercaba rápidamente a la muchacha.
— ¡Oye, espera! — Y cuando se puso a su altura le ofreció una botella de agua — No es mucho, pero si quieres toma un poco. —
Entonces el muchachocogió del brazo a la chica y metió la cabeza debajo, haciendo que la joven se apoyase en él y la ayudó a caminar, al menos la ayudaría a llegar a algún sitio en el que pudiera descansar.
En teoría luego de aquella paliza la chica debería descansar, en algún lugar algo alejado del sendero o si era posible en algún local dentro de algún pueblo. Lo importante era no quedarse en cualquier lado como una presa sencilla para cualquiera que quisiera aprovecharse, aunque con esas pintas que traía estaba claro que cualquiera se daría cuenta de su estado calamitoso.
Por fortuna, el genin de Uzushio se apiadó de la joven y la alcanzó cuando esta apenas se había desplazado unos metros ofreciéndole una botella con agua. - ¿Eh...? - Soltó Ritsuko que miraba el objeto con una ceja levemente enarcada y luego con una mano algo temblorosa y lenta se dispuso a coger la botella. Justo en ese momento el rastas la atrapó por el brazo y se deslizó por debajo de este para actuar como una especie de soporte. - ¡Ay ay ay! - Chilló la chica mientras se veía obligada a soportar un punzante dolor en su hombro golpeado. Principalmente porque lo había tenido que flexionar, no por haber hecho contacto físico directo.
Luego de esto retomaron la marcha, en dirección al bar aunque en este solo podría quedarse un rato nada más. - Pero que dices… - Respondió vagamente la pelirroja que evitaba a toda costa mantener su peso sobre su pierna golpeada haciendo uso del cuerpo del chico que le servía de soporte. - Digo, si te daba con mi lava te podría haber matado… -
~ Ni siquiera llegué a tocarlo… ~ Se cuestionaba Ritsuko que mantenía la mirada en el horizonte, en dirección contraria a la de Riko. - Creo que en el bar estaré bien. - Le indicó de paso señalando con su mano libre el local en el que se habían conocido . Estaba a unos metros nada más así que pronto el de Uzushio sería libre una vez más, aunque nadie lo obligaba a ayudar a la chica.
La chica no esperaba que el rastas se acercara a ella ofreciéndola algo de ayuda, aunque, mirándolo bien, que estuviera así era culpa suya y nada mas que suya, así que era prácticamente una obligación para él el, al menos, acompañarla hasta un lugar en el que pudiera descansar, así que eso hizo.
La muchacha se extrañó en un principio cuando Riko le ofreció su botella de agua por si quería refrescarse un poco, aunque no la fuera aliviar en absoluto, no podía hacer mucho más, el pelinegro no era un ninja médico, así que era obvio que no podría curarla ni nada por el estilo, pero intentaría ayudarla lo máximo que pudiera, aunque...
— ¡Lo siento, lo siento! ¡No pretendía hacerte daño! — Exclamó el de Uzushiogakure ante los gritos de dolor de Ritsuko cuando alzó su brazo para sujetarla. — Si ves que te duele mucho, te dejo que camines sola, ¿vale? —
Tras la disculpa del rastas, la pelirroja quitó hierro al asunto, diciendo que, en caso de haber sido ella la que acertara sus ataques, posiblemente Riko estaría con pie y medio en el otro barrio.
— Sí, quizás tengas razón. — Rió el muchacho no dándole demasiada importancia.
''Ya sé que tengo que tener cuidado con como actúo en un combate, hay mucha gente con capacidades bastante... Dañinas...''
Mientras el muchacho pensaba en sus cosas, Ritsuko le dijo que con que la acompañara al bar en el que se habían conocido sería suficiente, y Riko pensaba igual, era un sitio cercano y en el que podría descansar, al menos por un tiempo.
— Sí, vale, pues vamos para allá. — Dijo Riko mientras seguía caminando, estaba bastante cerca, así que pronto se separarían.
En seguida volvió a disculparse por hacerla chillar pero era inevitable, después de todo ese brazo se había llevado una potente patada aunque podría ser… - Ve del otro lado… - Dijo casi suplicando, total, iba rengueando del lado contrario al del brazo dañado así que le serviría más tener un soporte de ese otro lado.
Lo bueno era que el bar se podía ver claramente a la distancia, no se habían alejado demasiado tampoco así que en cuestión de minutos llegarían aunque en serio, sería mejor que el chico cambiase la ubicación para que ella no siga padeciendo lo del hombro.
Para la corta distancia que les quedaba era casi que estúpido que el chico cambiase la posición o algo, si total en poco llegarían y se separarían definitivamente. Puede que más adelante se reencuentren como puede que no pero que va, la pelirroja iba a tomarse su tiempo en el bar. - Da lo mismo… Entrenamiento o no los riesgos estaban. - Fue la única respuesta que le dejó al de rastas ante su comentario acerca de no querer lastimarla. Igual, solo le quedarían unos moratones y ya.
Poco y nada les habrá tomado llegar nuevamente al bar donde Ritsuko liberaría al de Uzushio finalmente. - Aquí está bien… - Dijo acercándose a la puerta. - Gracias y mucha suerte. - Con eso ya se adentraría al edificio donde se buscaría algún lugar en la barra donde quedarse dormitando un rato, seguro al empleado no le gustaría eso pero con pedirse alguna cosa ya se libraría de cualquier queja, aunque claro, la máscara se la había quitado ni bien puso pie dentro del establecimiento. ~ A la próxima no será tan sencillo Riko… ~ Pensaba la kunoichi suponiendo que el de rastas ya habría partido.