Había aprendido la lección. Y dolía como si me hubiera arrancado una parte muy importante de mi mismo. No era como el dolor físico. En realidad hubiera preferido sentir un corte, o cien latigazos, a lo que estaba sintiendo en aquel momento. Había aprendido que, las cosas que amas, las cosas que te gustan de verdad, a veces, podían hacerte sufrir y mucho. Aún me dolía el corazón.

Y aun con ese dolor, tenía que continuar mi viaje. Darse media vuelta y volver a casa llorando no me aportaba nada, ni me ayudara a sanar. Bajo el frio manto de la Despedida, caminé varios días hasta dar con el lugar que estaba buscando. No tarde por que no supiera como llegar, sabía leer un mapa tan simple como el que me había dado mi madre. El problema era que el clima no ayudaba. Tal vez tenía que haber elegido otra estación.

Sin embargo, no podía hacer eso. Tenía demasiadas ganas de salir, de ver el mundo, de saber cómo era el sol, como era un día sin lluvia. Peque de ansioso, lo admito, me pudieron las ganas de conocer algo nuevo, de aprender. Y había aprendido, eso era indudable, no como yo quería, pero lo había hecho.

Aun así, no había tenido suficiente. Mi ansia era mucho mayor, muchísimo. Una lección no era bastante para calmarme. Solo por eso, continúe hasta alcanzar las ruinas de unas civilizaciones perdidas, olvidadas por la naturaleza, que seguía su curso como si aquello no estuviera allí, y crecían por encima, o derribando los muros. Y a su vez, desgatadas por orden del tiempo, quien no se olvidaba de ellas y no les daba tregua. Tal vez, dentro de cientos de años, tal vez menos, allí solo pudiera verse la vegetación.

—¿por dónde debería empezar?

Me pregunte a mi mismo en voz alta, creyéndome solo.

«Aún no lo entiendo... me dijo que estos templos eran más que interesantes y varios de ellos ocultaban secretos de cientos de años atrás, ademas de que son todo un desafió... creo que me vendió humo, bueno después de todo es un buen vendedor.» Masaki tenia el viaje planeado desde antes de convertirse en genin, su padre le había contado varias historias fascinantes sobre templos abandonados en algún rincon del País del bosque.

Los únicos templos con los que el joven genin sea había topado hasta ahora estaban sumidos en ruinas, sobre todo lo único que quedaban eran paredes recubiertas parcialmente por plantas parecidas a la hiedra . Pero aún tenia la esperanza de que podía encontrar algo que valiera la pena como razón de justificar su viaje.

«Puede ser una perdida de tiempo, pero no tengo nada mejor que hacer en estos momentos así que... al menos el lugar es tranquilo al no haber mas nadie.» Esto era lo que pensaba Masaki a pesar de haber llegado hace poco a las ruinas, no había visto a nadie por los alrededores hasta que pudo escuchar la voz de alguien relativamente cerca de él.

Masaki fue hasta el lugar de donde le pareció escuchar la voz, para su sorpresa se trataba de un joven posiblemente mayor que él y más alto, pero lo que lo sorprendió era que esa persona era un shinobi de Amegakure.

—No esperaba que alguien estuviera por aquí y mucho menos que se tratase de un shinobi.— Dijo el genin esbozando una sonrisa.

—No esperaba que alguien estuviera por aquí y mucho menos que se tratase de un shinobi.

Me giré al escuchar, tras de mí, una voz. Era un joven de cabellos oscuros y piel ligeramente bronceada, con los ojos del color de la miel. Sin embargo, lo más interesante era la bandana que portaba a la frente. Kusagakure. Por un lado, bien, al menos este chico si parecía que hablara, no como aquella… lo que fuera. Por otro lado.

—¿Y eso?¿Existe alguna norma que no me permita estar en este lugar?

Dije aquello con un tono de voz simpático y neutral. Si estaba incumpliendo la ley de su país, al menos que supiera que era por total desconocimiento. Tal vez tenía que haberlo estudiado antes. No parecía que fuera un ninja de alto rango, ni mucho menos alguien mucho mayor que yo. Pero a veces las apariencias engañan, y por otro lado, nunca era buena idea provocar un conflicto en el territorio de otra aldea. No al menos en aquellos tiempos que corrian.

—Solo he venido por curiosidad, pero si tengo que marcharme no habrá ningún problema

«Tal vez no me explique bien.» Pensaba Masaki luego de que el shinobi mal interpretara sus palabras o capaz no se expreso correctamente.—Lo siento, no era lo que quería decir, si puedes estar aquí... Lo que quise decir fue que me sorprendió encontrar a alguien aquí, hace un par de horas que ando fisgoneando por aquí pero no me eh topado con mas nadie.— No era su intención ahuyentar a nadie.

Ademas el shinobi de Ame se excusó de que venia por curiosidad y para el genin de Kusa eso no presentaba problema alguno.—No hay ningún problema, es normal que venga gente por curiosidad o por leyendas de objetos muy valiosos que se han perdido con los años, pero también se dice que están muy bien ocultos, las pistas son casi nulas e incluso hay trampas para las personas no deseadas... es todo un reto conseguir algo de este lugar— Tal vez Masaki exagero un poco(mucho) sobre que hay objetos de gran valor, trampas, etc. De hecho se le fue la olla en casi todo lo que dijo.

—Aunque he estado un par de horas por aquí y no encontré nada que llame la atención por lo menos en esta parte de las ruinas.— Tal vez las historias y leyendas de este lugar son solo eso, pero quien sabe.

—Lo siento, no era lo que quería decir, si puedes estar aquí... Lo que quise decir fue que me sorprendió encontrar a alguien aquí, hace un par de horas que ando fisgoneando por aquí pero no me eh topado con mas nadie.

Era un alivio saber que no estaba incumpliendo las reglas y leyes de otro país, sin embargo, como shinobi, me avergonzaba de no haberme dado cuenta de la presencia de aquel chico en aquel lugar. Me estaba cegando el dolor. ¿Qué hubiera pasado si hubiese sido un enemigo?

—No hay ningún problema, es normal que venga gente por curiosidad o por leyendas de objetos muy valiosos que se han perdido con los años, pero también se dice que están muy bien ocultos, las pistas son casi nulas e incluso hay trampas para las personas no deseadas... es todo un reto conseguir algo de este lugar.Aunque he estado un par de horas por aquí y no encontré nada que llame la atención por lo menos en esta parte de las ruinas.

—La verdad es que, y aunque no me creas, no me interesan mucho los tesoros que puedan esconder estas ruinas.

Siempre era un poco interesante eso de las espadas legendarias y los objetos mágicos. Pero nada de eso despertaba mi interés por el lugar. No eran esos objetos, era el camino para obtenerlos. Eran las trampas a superar, los puzles a resolver. Ese era mi destino.

—Solo soy un amante de los puzles y los acertijos, he venido a resolverlos todos, y si hay un tesoro tras algún acertijo, seguramente lo dejaré en el lugar en el que se encuentra, para mi es suficiente con saberme el primero en resolver todos los acertijos.

Y ya que estábamos allí, y que el chico tenía una bandana de Kusagakure, tal vez podía hacerme un favor.

—Oye...¿Conoces por casualidad a una chica a una chica así medio alta… — Dije mientras marcaba la estatura de la chica con mi mano. —… de complexión más o menos atlética, delgadita, con el pelo tan largo como el mío, pero tan rojo como el fuego y con los ojos blancos, verdad? Me la encontré antes en una posada y llevaba la misma bandana que tú, intente preguntarle algo, pero me ignoro, tu pareces mas simpático, mi nombre es Jin, disculpa que no me presentara antes, ¿puedo preguntar tu nombre?

Ladrillo a ladrillo.

«¿Puzles y acertijos? Venir desde Amegakure hasta aquí una zona de templos abandonados y algunos hasta destruidos para ¿resolver acertijos? Algo no cuadra aquí... seguiré la corriente a haber que pasa.» A priori a Masaki no le generaba demasiada confianza la razón que dio en el shinobi del País de la tormenta, pero también podía estar diciendo la verdad o también podría querer mantener oculta su verdadera razón de estar aquí.

Luego el amenio pregunto por una kunoichi en particular.«Chica alta, complexión atlética, pelo largo y de color rojo, ojos blanco y por ultimo lo ignoro completamente... debió de encontrarse con Ritsuko, no tengo duda de ello.» A Masaki no le llevo mucho tiempo pensarlo ya que solo conocía a una persona con todas esas características. —Con todo lo que dijiste solo puedo pensar en una persona, Ritsuko y descuida ella no habla mucho que digamos, tiende a hablar lo justo e e imprescindible, hasta con sus propios camaradas hace eso.¿Por que querías saber su nombre?... ¿Tienes asuntos pendientes con ellas? —Al genin se le ocurrió lago en ese momento, por lo que se puso serio para decir — o acaso ¿Estas tan enamorada de ella que intentas perseguirla o la odias?—

Y en cuanto a su nombre —Lo siento, no me presente, soy Murakami Masaki— Esbozando su característica sonrisa.—A todo esto ¿que clase de puzles o acertijos esperas encontrar aquí? no hay mas que ruinas abandonadas— Dijo con toda seguridad.

—Con todo lo que dijiste solo puedo pensar en una persona, Ritsuko y descuida ella no habla mucho que digamos, tiende a hablar lo justo e imprescindible, hasta con sus propios camaradas hace eso. ¿Por que querías saber su nombre?... ¿Tienes asuntos pendientes con ellas?

Ritsuko. Perfecto. Ya tenía un nombre y una imagen, además de algo de información sobre su forma de ser. No era mucho, pero era un paso necesario para llegar a donde tenía que llegar. Paso a paso, ladrillo a ladrillo. Amegakure no fue construida en un día. Iba a contestarle a su pregunta, pero enseguida me asalto con otras.

— o acaso ¿Estas tan enamorada de ella que intentas perseguirla o la odias?

Perspicaz, pero no pensaba caer en su juego. Tal vez tenía que devolvérsela. Podía decirle que la odiaba y quería arrancarle el corazón del pecho con mis propias manos, para seguidamente decirle que era una broma, pero claro, eso lo haría si estuviera en mi territorio. No se bromeaba así en el territorio de otros. No con la vida de alguien de su bando.

—Mmm… Nada en especial, solo me parecio una chica interesante a la par que atractiva e intenté acercarme a ella y charlas, pero no se me dan bien las mujeres, que le vamos a hacer… —Dije con una sonrisa. —De chicas está el mundo lleno, solo la he mencionado por que llevas la misma bandana que ella.

—Lo siento, no me presente, soy Murakami Masaki

No tenía que disculparse, al fin y al cabo, la culpa era de ambos, aunque bien es verdad que era el quien se había acercado a hablarme, y por cortesía tenía que haberse presentado primero, sin embargo ¿A quién le importaban tanto los convencionalismos sociales?

—A todo esto ¿que clase de puzles o acertijos esperas encontrar aquí? no hay mas que ruinas abandonadas

— ¿Seguro? He leído que antiguas civilizaciones escondían aquí sus tesoros, y que esos tesoros estaban protegidos por trampas y complejos acertijos o puzles que nadie es capaz de Resolver. Bueno, pues yo quiero demostrar que no hay puzle o acertijo que se me resista, yo he venido en busca de esos puzles imposibles y lo que escondan, me da igual, me da igual mientras no se trate de un nuevo puzle, un nuevo reto para mi mente

¿Qué respuesta esperaba de un friki de los rompecabezas?

"Nada en especial" el amenio dejo en claro que solamente le llamo la atención, bueno ¿a quien no?.«Era de esperarse que no picara... al menos él es mucho más sociable que ella.» Por otro lado parece que las historias sobre las ruinas de antiguas civilizaciones que dejaron tesoros estaba esparcida a otros países también. El amenio insistía en los puzles y los acertijos al punto de decir que no le importaba lo que escondido.

«Para resolver puzles y acertijos debe de ser bastante listo, ademas de que parece estar totalmente confiado para resolverlos.» A Masaki se le ocurrió otra idea espontanea—Puedo ver que estas muy decido en resolver retos de inteligencia, puedo ayudarte a encontrarlos, si quieres.— Esbozando una sonrisa —Pero hasta ahora con las pocas ruinas que me tope de camino hacia aquí estaban derrumbadas y lo único que quedaba eran algunas paredes, supongo que hacia el norte debería de haber más. Por otro lado suponiendo que a lo largo de todos estos años en que estos templos han sido abandonados, es mas que probable que todos los templos a simple vista hayan sido visitados o saqueados en más de una vez, lo que es una lastima.—

«Si tuviera que esconder algo en un templo de estos, obviamente tomaría el que este lo más oculto posible por lo que debe de haber más templos de los que hay a simple vista.»

Por suerte, logre desviar a Ritsuko del tema de la conversación. Quería reunir información sobre ella, claro, pero sin llamar la atención. Lo mejor era no seguir insistiendo y cambiar de tema. Ya había conseguido algo de información, y eso era suficiente, las casas no se empiezan por el tejado e ir paso a paso era mas seguro, y probablemente, el resultado fuera mejor.

—Puedo ver que estas muy decido en resolver retos de inteligencia, puedo ayudarte a encontrarlos, si quieres.

No era decisión, no es que estuviera decidido, era obsesión, era un sentimiento que me corroía por dentro, como una enfermedad cuya única cura era resolver puzles y acertijos. Era también a la par una sensación emocionante, claro, a mi cabeza le encantaban los retos y resolverlos era como una especia de victoria para mí. Como si el universo me hubiera retado y yo le hubiese superado.

—Pero hasta ahora con las pocas ruinas que me tope de camino hacia aquí estaban derrumbadas y lo único que quedaba eran algunas paredes, supongo que hacia el norte debería de haber más. Por otro lado suponiendo que a lo largo de todos estos años en que estos templos han sido abandonados, es mas que probable que todos los templos a simple vista hayan sido visitados o saqueados en más de una vez, lo que es una lastima.

—¿Nunca has escuchado eso de que el mejor sitio para esconder algo que no quieres que nadie encuentre es esconderlo a simple vista? Tal vez no has visto nada por que no te has fijado. Y no importa si los asaltadores y bandidos han vaciado las arcas con los tesoros, te vuelvo a repetir que eso me da igual, pero tu pareces insistir en el tema ¿Has venido aquí en busca de tesoros?

«"el mejor sitio para esconder algo que no quieres que nadie encuentre es esconderlo a simple vista", pero entonces cualquiera puede toparse con lo que tratas de esconder.» Esconder algo a simple vista no terminaba de convencer del todo al genin. Por otro lado el amenio termino preguntando si venia a buscar tesoro por lo que Masaki se pensó un par de segundos.

—¿Realmente quiero encontrar un tesoro?...— Se pregunto a si mismo —La verdad creo que lo más me gustaría toparme con algún tesoro o el lugar donde se encontraba uno para comprobar realmente que las historias sobre este lugar son ciertas y aun así el mayor tesoro seria un libro sobre la historia de este lugar. Más concretamente sobre quienes eran los habitante de este lugar, pero claro la probabilidad de encontrar algo así básicamente es nula... Ese seria el resumen de mi "tesoro" deseado—

«Tal vez estoy demasiado entusiasmado con esto...»


—La primera pregunta que se me viene a la mente sobre los antiguos habitantes de este lugar es ¿por que tantos templos?... a todo esto ¿que opinas de este lugar?—

—¿Realmente quiero encontrar un tesoro?...

Esa es una pregunta que yo no podía responder, por desgracia. Claro, que, si pudiera estar en su mente para contestarle, también podría estarlo para sacarle muchísima información. Aquel era un don con el que me hubiera gustado nacer. Por muy inteligente que uno fuera, las personas siempre era un misterio, cada una actuaba de una manera diferente, impulsado por diferentes motivos, y nunca acababas de comprenderlos en general. Solo por eso me hubiera gustado estar en la cabeza de todos. Era el ansia de saber, de conocer.

—La verdad creo que lo más me gustaría toparme con algún tesoro o el lugar donde se encontraba uno para comprobar realmente que las historias sobre este lugar son ciertas y aun así el mayor tesoro seria un libro sobre la historia de este lugar. Más concretamente sobre quienes eran los habitante de este lugar, pero claro la probabilidad de encontrar algo así básicamente es nula... Ese seria el resumen de mi "tesoro" deseado

—Cámaras del tesoro seguro que hay, lo que pasa es que estará todo desgastado y en mal estado, y seguramente estén no solo vacías, sino que inaccesibles, por muchos acertijos que resuelvas. Y si aquí hubiera libros, estarían estropeados por la humedad y el moho.

Y yo tendría que matar al idiota que hubiera decidido que ese era buen sitio para esconder un libro. Los libros son algo sagrado, el conocimiento es sagrado. Y, además, el conocidito es el arma más accesible y más letal que existía en el mundo. Seria una desgracia que alguien hubiera abandonado allí un libro.

—La primera pregunta que se me viene a la mente sobre los antiguos habitantes de este lugar es ¿por que tantos templos?... a todo esto ¿que opinas de este lugar?

—Tal vez este era un lugar de oración a los dioses antiguos, y tenían construido un templo para cada deidad. Opino que solo son las ruinas de una civilización antigua, desgastadas por orden del tiempo.

Después de escuchar una las respuestas del amenio, el genin llego una conclusión—Tienes razón, sería muy difícil que haya libros o manuscrito en un estado en que sean legibles, ademas en el caso hipotético de encontrar alguno seguramente sean escrituras sobre los dioses o por el estilo y eso no me llama mucho la atención digamos.— Ahora al genin le tocaba pensar si realmente valía la pena estar buscar algo por este lugar o simplemente es una perdida de tiempo.

«Sigo sin poder saber donde seria un buen escondite a simple viste, pero seguro se me ocurrirá algo sigo explorando, o tal vez a él»

Lo bueno es que el tiempo es algo que le sobra ya que nada más interesante que hacer,—¿Quieres empezar con la búsqueda? Hay montones de templo, algunos apenas si quedan algún que otro muro pero muchos otro parecería que el tiempo no les paso factura, hay mucho de donde elegir y tal vez no suficiente tiempo.— Dijo Masaki mientras giraba sobre si mismo mirando a su alrededor.

—Tienes razón, sería muy difícil que haya libros o manuscrito en un estado en que sean legibles, además en el caso hipotético de encontrar alguno seguramente sean escrituras sobre los dioses o por el estilo y eso no me llama mucho la atención digamos.

Por supuesto que tenia razón. Era difícil que yo estuviera equivocado, no digo imposible, nada es imposible, pero si difícil, muy difícil. Ademas, aquel chico acababa de tocar una de mis muchas venas sensibles. ¿Cómo puede decepcionar a alguien un libro sobre mitología o historias antiguas? Todos los libros tienen su encanto, pero aquellos que aportan sabiduría ancestral son prácticamente los mejores. Aun así, me mantuve callado mientras blandía su discurso, y tampoco le dije nada después sobre ese tema. No era el momento para enemistarse con nadie.

—¿Quieres empezar con la búsqueda? Hay montones de templo, algunos apenas si quedan algún que otro muro pero muchos otro parecería que el tiempo no les paso factura, hay mucho de donde elegir y tal vez no suficiente tiempo.

—La verdad es que poco a poco estoy perdiendo el interés por este lugar. —No lo dije en voz alta, pero parte de la culpa era suya. —La verdad es que esperaba encontrar algún tipo de puerta secreta, cerrada por algún tipo de puzle complejo y difícil, que diera a un enorme laberinto cuyo recorrido estuviera mas lleno aún de puzles, pero solo hay paredes llenas de musgo y raíces, nadie en estas tierras ha tenido la decencia de cuidar un lugar que parecía tan sagrado y han dejado que la naturaleza lo consuma.

—La verdad es que poco a poco estoy perdiendo el interés por este lugar. La verdad es que esperaba encontrar algún tipo de puerta secreta, cerrada por algún tipo de puzle complejo y difícil, que diera a un enorme laberinto cuyo recorrido estuviera mas lleno aún de puzles, pero solo hay paredes llenas de musgo y raíces, nadie en estas tierras ha tenido la decencia de cuidar un lugar que parecía tan sagrado y han dejado que la naturaleza lo consuma.—

«Parece que realmente esta obsesionado por los puzles, pero en serio ¿que esperaba encontrar en un lugar que se le conoce con por el nombre Templos abandonados?... ademas quería encontrar un laberinto llenos de puzles eso es aun menos probable que encontrar un libro en excelente estado, oculto en este lugar sobre su historia»

—Creo que tus expectativas de lo que esperabas encontrar en este lugar eran bastante altas— Por no decir básicamente imposible.—Puede que simplemente este allí esperando a ser encontrado o tal vez no haya nada, pero bueno eres libre de irte o quedarte—

Masaki empezaría a dirigirse hacia uno de los templos que aun no había visitado, este parecía no estar en tan mal estado ya aun tenia techo, o al menos una parte de el. El genin tenia la esperanza de poder encontrar algo que lo entretuviera por al menos un rato, por lo menos que su viaje hasta aquí no sea un completo desperdicio. Se adentraría por la pequeña puerta que poseía el lugar el cual oscuro y húmedo lugar el cual parece estar bastante tapado por arboles, la puerta parecía ser la única entrada o salida del lugar.

—No se ve un carajo aquí adentro— Maldecía Masaki ya que era muy poca la luz que entraba al lugar.

Al fondo del lugar había un impresionante mural en la pared de 3 metros de anchos y 2 de alto, más que un mural inscrito en la pared era un laberinto de rieles, en la punta inferior derecha había una palanca la cual se podía mover por los rieles. En la punta superior izquierda había una especie de circulo al igual que donde se encontraba actualmente la palanca.

—Creo que tus expectativas de lo que esperabas encontrar en este lugar eran bastante altas

Si, a veces era mejor no dejarse llevar por las escrituras, por antiguas que fueran. Los libros tenían conocimiento, eso era verdad, pero a veces ese conocimiento estaba escrito por que gente que realmente no poseía dicho conocimiento. Todo el mundo podía escribir un libro, y por muchos años que perdurara ese libro, bien podía haberse escrito por un sabio, o por un tonto con tiempo libre de sobra.

—Puede que simplemente este allí esperando a ser encontrado o tal vez no haya nada, pero bueno eres libre de irte o quedarte

—O puede no existir. Puede ser todo una farsa.

Y por supuesto, ahí no había nada. Ni un solo puzle, ni un solo acertijo. Solo había árboles, paredes mohosas, piedras y árboles. Nada más y nada menos. Era el momento de perder de vista todo aquel lugar. La realidad era que, el territorio de Kusagakure, me había dejado un muy mal sabor de boca, y no quería decepcionarme más.

—Me marcho, paso de perder mi tiempo con esto, mi tiempo vale más que cualquier cosa que pueda haber en estos templos.

Antes de que el chico empezara a adentrarse en esas paredes y árboles, me di media vuelta y me marche.