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**Uchiha Datsue**

Diario de Uchiha Datsue

Hola, Datsue veinteañero, ¿qué tal te va? Espero que muy bien —por lo que me conviene—. Al menos que sigas vivo y seas tú quien me esté leyendo, y no un tío cualquiera del año 600 que encontró esto perdido en una tienda de antigüedades. Si ese es el caso, hola a ti también. Imagino que por esa época seré considerado como un héroe, ¿no? La reencarnación de Susano’o o algo por el estilo. Pues bien, estáis en lo cierto. Pero recuerda que todo héroe pasa por sus dificultades al principio. Así que no te sientas desilusionado por algunas cosas que vas a leer aquí, porque mis debilidades fueron las que me permitieron crecer hasta la leyenda que hoy conoces.

Hoy me puse nostálgico, pensando en mi Hermano, y estuve rememorando todo lo vivido con él en los últimos tiempos. Fueron tantas cosas que parece mentira que estén comprimidas en tan solo dos años. Hay algunas vivencias que ya recuerdo borrosas. Y, joder, es una pena. Así que me dije: ¿por qué no escribir una cronología de mi vida? Sabes, desde que entré en la Academia, principalmente. O desde la Ribera del Norte, por qué no. Así me ayudaría a conservar mejor estos recuerdos, y, quién sabe, al revivir toda mi vida al escribirla, quizá relativice ciertas cosas. O me repiense otras. Enriquecimiento personal o como quieras llamarlo. No sé, creo que me vendría bien.

Pero, ya de paso, ¿por qué quedarme ahí? ¿Por qué no escribir un diario con lo que me vaya sucediendo en el presente? ¿Con mis pensamientos? Así que en esa estamos. Trataré de no mentirte —pues sería mentir a mi yo del futuro, o a un fan incondicional, y eso está muy feo—, pero ten en cuenta que soy adolescente, y como todo adolescente me gusta exagerar un poco las cosas.

Venga, no te doy más la chapa por hoy, y recuerda…

«La felicidad es una ilusión que solo alguien sin Sharingan puede disfrutar. Por eso el dinero es tan importante, porque siendo real y tangible, produce una sensación muy parecida.»

PD: Te prometo una lección de vida nueva en cada página ;)

**Uchiha Datsue**

7 de Bienvenida del 219

¡No te vas a creer la noticia que hoy traigo!

¡Aiko! ¡Viva! ¡En la Villa! ¡Hecha una uzujin más!

¡¡¡YEEEEEEEEEEEEHHHHHHAAAAAAAAAAAA!!!

Lo sé, lo sé. ¡Una puta locura! Estoy que no me lo creo. Demasiado bueno para ser cierto. Parece un jodido Genjutsu. Hasta usé el Sharingan para cerciorarme. Cinco veces. Pero no, ¡que es cierto! ¡Lo es! Joder, es que estoy escribiendo esto y… Y es que estoy llorando de felicidad. Llorando, sí. No me avergüenza reconocerlo —pero esto mejor que quede entre tú y yo, que tengo una reputación que mantener—.

Más tarde te sigo contando, ¡que quedé con ella y quiero ser puntual!

Lo siento, pero hoy no me da tiempo a dejarte una lección de vida. ¡Para la próxima!

**Uchiha Datsue**

8 de Bienvenida del 219

Bueno, pues como te iba contando. Ha sido de locos, tío, ¡de locos! Se presenta Hanabi, en mi casa, dos días atrás. ¡En mi casa! Que ahora hay una Alianza con Kusa y Ame —no todo podía ser perfecto—. Que somos todos amiguetes y que nada de liarla. OK. Y entonces…

¡Entonces me cuenta que se trajo a Aiko! ¡BAM! ¡El plan funcionó! Nosotros devolvimos la cordura a Ayame —aunque, sinceramente, Kokuo aún con sus cositas parece mucho más maja y confiable que ella, pero ellos sabrán—, y a cambio nos dieron a Aiko. Sin memoria, eso sí, los muy hijos de puta. Contaba con que no se acordase de mí, pero al menos… Pff, en fin.

La noto un poco confusa todavía. Pero en el fondo sigue siendo ella. Se nota. Se nota que su alma sigue ahí. El reencuentro muy bien. Sentía como si estuviese borracho. En serio. Como flotando en una burbuja. Estuvimos hablando todo el tiempo. Hablando mucho. Le dejé bien claro la importancia del retrato. Con la mala costumbre que tiene de morirse… mejor que no me lo pierda. Ella tenía muchas preguntas, claro. No solo sobre nosotros. Sobre sus amigos. Sobre su rutina habitual. ¿Y qué fue de mis padres? ¿Y no tengo ningún amigo con el que suela quedar? ¿Y qué suelo hacer? Pff, pensé que iba a volverme loco. Creo que nunca en la vida solté tantas mentiras de golpe.

Y sí, sé que el listón estaba alto.

Creo que me supe defender bastante bien. Le dije que ella pertenecía a la Generación de Oro. Esa en la que estaba Akame, Haskoz y demás. Todos murieron, así que… no hay cabos sueltos. ¿Sus amigos? Sus amigos eran esos mismos. Todos muertos. Te quedaste sola y me conociste a través de Akame —lo cual, es cierto—. Le prometí que mañana la llevaría por los sitios por los que solía andar —cita y aprovecho para planificar bien qué decir, lo que viene siendo matar dos amejines de un katonazo, vaya—, así que me despido por hoy.

Y recuerda,

«Soñar es muy bonito; luchar por tus sueños, sacrificado, pero es la única manera de que tu Genjutsu infinito deje un día de serlo.»

**Uchiha Datsue** · 21/02/2019, 15:10

10 de Bienvenida del 219

Hola, Datsue veinteañero o lector del futuro, ¿qué tal te va?

Yo estoy un poco confuso. Dije que en el fondo Aiko seguía siendo ella, pero la noto algo distinta. Como menos atrevida. Como más… sosegada y comedida. Ya no suelta lo primero que se le pasa por la cabeza. Ya no es tan alocada. Parece como si hasta se le hayan cambiado los gustos. ¿Los chistes negros que tanto le gustaba? Me mira con cara de espanto cada vez que suelto uno. También le enseñé fotos de cuando tenía el cabello corto y le parece un horror. Ni siquiera está muy convencida con sus tatuajes. ¿Su semiarmadura con la camiseta roja de calaveras? Dice ahora que no se la pondría ni aunque le pagasen mil ryōs.

Estuve pensando mucho sobre ello. Sobre lo que es una persona. Sobre lo que hace ser a una persona. ¿Sería yo el mismo, sin haber conocido a Akame, Eri y Nabi? ¿Sería el mismo, si no me hubiese convertido en ninja de Uzu? ¿Qué hubiese pasado si de pequeño me hubiese ido a Ame? Me habría convertido en un cabronazo sanguinario, eso seguro. O eres alguien muy puro como Aiko o Keisuke, o al final te acabas corrompiendo.

A lo que quiero llegar es que nuestra vida y experiencias amoldan quiénes somos. Si a mí, que modificando los últimos tres años vividos ya pegaría un cambio brutal, ¿cómo no va a cambiar Aiko perdiendo cien años de traumas, desgracias y una vida desenfrenada?

¿Sería esta la Aiko del principio de los tiempos, antes de que su padre muriese por ella? No lo sé. Supongo que con que sea feliz, vuelva a ser la de antes o no, a mí me basta.

Sobre eso va mi reflexión final.

Recuerda,

«Cuando Izanami vaya a visitarte, lo único que importará es si has sido feliz»

**Uchiha Datsue** · 22/02/2019, 01:52

13 de Bienvenida del 219

Hola.

Hoy me notarás de mal humor. Aiko y yo hemos discutido. Estos últimos días lo hacemos mucho, eso. Dice que la trato como si fuese mi novia, pero claro, es que ella no tiene ninguna prueba de que lo fuésemos. Que sí, que se fía de mí y de Hanabi, pero que ella no tiene nada que le demuestre que verdaderamente me quería. Y que la gente puede empezar relaciones por muchos motivos.

Por ejemplo, que igual yo para ella solo era un rollo. A lo mejor, dice, simplemente estaba conmigo porque soy guapo —gracias a los Dioses, eso me confirmó que se lo sigo pareciendo. Ya era lo que me faltaba. Que ahora también le pareciese un espanto como su antigua ropa—. O por dinero. O por lo que sea. Pero, ¿cómo podía saber que me quería de la misma forma que yo la quiero?

¿Lo que ya me sacó de mis casillas? Que dice que tengo quince años y la diferencia de edad es notable. ¡Pues OK! ¡Si nos ponemos así, tú le sacas mínimo cien años a todo abuelo! ¡Así que ve buscando a alguien de tu edad por las residencias de ancianos, guapa! ¡Vamos, no me jodas! Pues no decías eso cuando

Bah, da igual.

Recuerda,

«La vida es una mierda, y el gran premio por resistirla es morirte. ¡Felicidades!»

**Uchiha Datsue**

14 de Bienvenida del 219

¿Qué hay?

¿Recuerdas que Aiko quería pruebas que confirmasen que me quería? Pues hoy me he acordado: la tengo. ¡La tengo! La carta que me escribió justo antes de desaparecer.

Claro que tengo que modificarla un poco, por seguridad. Hay cosas que darían pie a que pensase que no es de Uzu. Hoy me he pasado el día imitando su letra. Copiando la carta una y otra vez. Creo que ya da el pego, pero me conoces: soy un perfeccionista —además del último profesional que queda en Oonindo—. No quedaré satisfecho hasta que el último trazo quede idéntico.

Me siento mal haciendo esto, pero realmente... Realmente es una prueba válida, ¿no? Solo estaría eliminando una frase o dos, sin agregar nada de mi parte. Sí, eso tiene que ser moralmente aceptable. Incluso para un samurái resabido.

Lo siento, hoy no hay reflexión final. Me duelen los dedos de tanto escribir.

**Uchiha Datsue**

15 de Bienvenida del 219

¡Ey! ¡Carta terminada!

Al final solo le modifiqué una frase. La que decía que si perdía la memoria no volvería a verme. ¿Por qué no iba a hacerlo, siendo de Uzu y estando yo aquí? Eso sería lo primero que pensase, y no puedo dar alas a ese pensamiento. Ni siquiera por intentar recuperarla. El resto es tal cual me puso ella, y no veo nada peligroso que le dé ideas raras. Hasta busqué un bolígrafo con tinta color plata y el mismo tipo de papel. Aquí va lo que le puse:

« No se me dan bien éstas cosas, y las formalidades no son lo mío, aunque supongo que eso ya lo sabes bien. No será la mejor de las cartas que vayas a leer, ni mucho menos, pero tampoco soy escritora o estoy concursando en alguna mierda de éstas para ganar un trofeo. Datsue, quiero que sepas que has cambiado mi manera de ver la vida. Gracias a ti pienso que hasta es divertida, que es algo que hay que disfrutar. Me haces sentir viva, me haces sonrojar, me haces reír, me haces hasta casi sentir celos de que puedas enamorarte de otra chica. Me haces sentir miedo, miedo a poder perderte. Haces que mi corazón lata tan fuerte que parece que pueda salir de mi pecho disparado. Haces tanto por mi, que casi pareces una bendición para contrarrestar la maldición de mi inmortalidad.

No te escribo ésto porque esté en un día de regla ni ninguna movida así, ni soy una tonta que se ha enamorado. Al menos no quiero pensar que solo sea cosa de eso. Tan solo quiero que sepas qué siento, por si vuelvo a perder la memoria. No quiero volver a esos días en que no sé casi ni qué debo hacer con mi vida, al menos quiero que tú seas parte de ella y me guíes como lo hiciste ésta vez.

Te quiero, Datsue.

PD: Como me eches en cara ésta carta antes de perder la memoria, te patearé el culo. »

¿Qué? Genial, ¿verdad? En fin, ¡voy a llevársela! ¡Deséame suerte!

PD: No, hoy tampoco. Pero a la vuelta, cuando te cuente qué tal fue todo, te dejo esa reflexión de vida.

**Uchiha Datsue**

15 de Bienvenida del 219

Ey…

Prueba de amor entregada. Tengo que decirlo: funcionó. Al fin quedó convencida de que realmente me quería. No podía negarlo. Era su letra. Sonaba a ella. Era ella. Y era la prueba palpable de que conmigo era feliz. ¡Pues claro que lo era! Fue mi mejor jugada maestra de largo, ¿eh?

Sí, yo pensaba lo mismo. Hasta que sus ojos se fijaron en eso de que contrarrestaba la maldición de su inmortalidad. ¿Por qué lo consideraba una maldición?, me preguntó. ¿Por qué era tan infeliz?

Bueno, chica, todos tus amigos de promoción murieron. Creo que ahí fui bastante convincente. Con lo de la maldición ya no tanto —¿por qué coño no borré eso también?—. Me fui un poco por las ramas y lo notó. Dijo que le estaba ocultando algo. Yo le dije que estaba loca.

Craso error.

De ahí la cosa fue escalando y terminó con un: mañana voy a estar entrenando todo el día con Nozomi-sensei. Nozomi es una especialista en Kamijutsu que le está enseñando a recuperar sus habilidades. Es increíble, lo que la mente olvida pero el cuerpo recuerda. Está progresando a velocidades gigantescas. Pero, el caso, que me desvío. Su mañana va a estar entrenando todo el día es sinónimo de: no vengas a verme.

Pues nada, a la mierda. Mensaje captado.

De esto va mi lección de hoy:

«En esta sociedad, leer entrelíneas es tan importante como reconocer un sello explosivo atado a ese hilo con el que estás a punto de tropezarte. De no hacerlo, el resultado puede ser igual de catastrófico»

**Uchiha Datsue**

17 de Bienvenida del 219

Hola, querido Datsue veinteañero, ¿qué tal te trata la vida?

Yo, ya sabes, ando jodido. ¿Recuerdas lo que leíste páginas atrás? ¿Sobre los amigos que me inventé tenía Aiko? ¿Esa Generación de Oro sin cabos sueltos? Pues bien, había uno. ¡Había uno! ¿¡Cómo no me acordé!? ¡¿Cómo fui tan estúpido?!

¡Claro que hay un superviviente de la Generación de Oro! Un repetidor. Un ninja que pasó luego a mi curso y se graduó conmigo. ¡Y va Aiko y le encuentra! ¡Anda no me toques los cojones! Si es que me desborda. Decía que Aiko había cambiado, pero su curiosidad por todo sigue intacta. Demasiado intacta. Y claro, ese ninja del que te hablo, y que supongo empezarás a recordar, no podía ser otro que…

Hozuki Chokichi. El cabrón está disfrutando de la situación. Hemos hablado, y me ha dicho que me seguiría el juego, por la Villa, por Hanabi. Que no me preocupase. Pero me va a joder. Yo sé que me quiere joder.

Lo triste es que no puedo hacer nada. Aiko está cómo loca de haber encontrado a alguien que la conozca aparte de mí y es imposible sacarla de ahí. Pensé en presentarle a Nabi… Pero es que no. Notaría que algo va mal a las primeras de cambio. Nabi no sabe disimular. No sabe. Y Eri…

Sí, Eri parece una opción segura. Y ella ama a los amejines. Debería caerle bien Aiko, por tanto. Aunque solo sea por su pasado.

En fin, te dejo por el momento. Mi lección de hoy es:

«Si algo puede salir mal, saldrá peor»

**Uchiha Datsue**

19 de Bienvenida del 219

Hola.

Se acabó. Todo fue una puta ilusión que me hice. Parece mentira que a estas alturas siga cayendo en ella. Estoy condenado a ser un infeliz amargado y solitario. Cuando antes lo empiece a aceptar, mejor.

No me apetece hablar más de ello.

Nos vemos. Si eso.

**Uchiha Datsue**

21 de Bienvenida del 219

Hola de nuevo.

Imagino que estarás intrigado por lo sucedido. Lo resumo muy rápido: enésima discusión con Aiko.

Dice que está cansada de decepcionarme por cada cosa “mal” —distinta a lo que haría la antigua Aiko— que hace. Dice que no necesita a alguien —yo— que le diga cómo era ella antes. Que lo que necesita es reencontrarse consigo misma, aprender a conocerse por sus nuevas experiencias y sus nuevas decisiones. Y que eso tiene que hacerlo sola. Que no puede hacerlo junto a mí.

Se lo concedo: nunca vi una manera tan elegante de romper con alguien. Bueno, “romper”, muy entrecomillas. Porque realmente nunca llegamos a… En fin, a nada.

No sé cómo cojones llegamos a esto, y eso que estoy apuntando lo más importante en este diario. Pero no conectamos. Se ve que no conectamos. Y a mí me toca admitirlo. ¿Cómo se hace? ¿Cómo se dice a uno mismo que ha llegado el momento de decir adiós a la chica que quieres, y por la que has luchado por recuperar durante un año entero? ¡Se suponía que seríamos felices! ¡Todo el mundo contaba con ello! ¡El héroe consigue rescatar a su princesa y al final son felices y comen perdices! Pasa en todas las putas historias.

Supongo que no en la mía. Supongo que yo estoy condenado a perder a todos los que me importan, de una manera u otra.

No sé si continuaré con el diario. Total, no hay nada bueno que contar.

**Uchiha Datsue**

25 de Bienvenida del 219

Hey.

Perdón por tardar en volver, pero tampoco hubo mucho que contar. Nabi me hizo una visita, hoy. Estuvimos hablando. De Aiko. De la vida, en general. Y, ¿sabes? Ya estoy más animado.

¿Qué Aiko quiere tomar su propio camino? Pues no es el fin del mundo. Es más, es una puerta que se me abre. ¡La vida son dos días! Siempre lo digo. ¡Hay que disfrutarla, joder! ¡Y la vida de soltero es la mejor! Sin complicaciones. Sin ataduras. ¡Anda que no! ¡Voy a gozarla pero bien!

Y que tonto fui en el pasado. Anda que no desaproveché oportunidades. Todavía recuerdo a Urami, en la misión de Lady Tākoizu. Dios, qué guapa es. ¡Y se coló una noche en mi habitación, queriendo tema! ¡Y yo excusándome con que estaba indispuesto! ¡Tú lo que estás es gilipollas, joder!

Nada, nada. ¡Se viene un nuevo Datsue! ¡Hoy mismo me salgo de fiesta, que no se diga! Dicen que abren nueva discoteca en la Villa. Se llama La Playa, y está… junto a la playa —ya, ya, muy originales no son—. ¡Habrá que estrenarla!

Y recuerda,

«En la vida de un ninja, cada día puede ser tu último. Por eso, tienes la obligación moral de vivirlo como tal»

**Uchiha Datsue**

27 de Bienvenida del 219

Hola, Datsue veinteañero, ¿qué tal te va?

Hoy me vinieron a llamar. Unos nuevos inquilinos van a ocupar la casa de Akame. Pensaron que debían avisarme, por si quería quedarme con algunas cosas antes de hacer limpieza. Así de fácil desapareces de este mundo. Un día estás aquí, al siguiente no te queda ni tu casa.

Sí, ando un poco deprimido. Es curioso, lo cabrona que es la mente a veces. Cuando entré en su casa… Es que olía a él, tío. Olía a él. Después de tanto tiempo, todavía olía a él. Como si en realidad nunca se hubiese ido. Como si en realidad nunca se

He cogido poco, en realidad. Su mechero con el símbolo del clan. Su tabaquera. Y unas carpetas con documentos antiguos que tenía en el escritorio. Imagino que pertenecerá todo a cosas del clan. Ya sabes que le volvía loco cualquier cosa relacionada con nuestra sangre. O quizá sobre los uróboros. ¿Te acuerdas de los uróboros? ¿Has resuelto ya el misterio de esa aventura que empezó con él y Kaido en Isla Monotonía?

Me apuesto cincuenta ryos a que no.

Mi lección de vida para hoy la aprendí el otro día que salí por La Playa:

«No mezcles distintos tipos de alcohol, porque a la mañana siguiente desearás haber muerto»

**Uchiha Datsue**

28 de Bienvenida del 219

Hola Datsue veinteañero, ¿qué tal te va?

Yo, pues aquí andamos. Hoy he descubierto algo importante. Si lo recuerdas es buena señal. Si no, es que no he conseguido tirar del hilo. Me decepcionarías mucho, en ese caso. O sea, ¿qué haces de tu vida, aparte de cumplir misiones? No sé, tío. Espabila un poco o algo.

(Si en realidad sí conseguiste descubrirlo, perdona mi lengua. Sabes que por esta época pecaba de pesimista).

Pues, como te iba contando, estaba yo ojeando los documentos que había pillado de la casa de Akame, cuando leí algo interesante. Un pergamino tan viejo que parecía como si una simple corriente de aire pudiese convertirlo en polvo. Estaba plastificado —no me esperaba menos del Profesional—, y hablaba sobre un poder oculto y prohibido que algunos Uchiha podían desarrollar.

Uchiha, prohibido y oculto en la misma frase: tiene que ser algo genial. Al principio, pensé que se trataría del Mangekyō Sharingan. Pero no. Se trata de otra cosa. ¿El qué? Eso todavía no lo sé, pero los próximos días pienso dedicarlo a repasar cada pergamino para ver si encuentro algo más al respecto. Debería preguntar también a Uchiha Raito. Seguro que puede ayudarme.

Y, recuerda,

«No importa lo que sepas de un Uchiha, sus ojos siempre guardarán secretos»

**Uchiha Datsue**

30 de Bienvenida del 219

Hola, Datsue, o fan de un futuro lejano, ¿qué tal te va?

Yo muy frustrado. No encuentro nada más sobre ese poder ancestral del Sharingan. Hablé con Uchiha Raito, y no tiene ni idea tampoco. Aún por encima, va el tío y me dice que me ve en baja forma. Pero, ¡si estoy entrenando más que nunca! Claro que mi progresión no es tan fulgurante como en el pasado, pero es que aquello fue una locura. Y tenía a mi Hermano. Además, también estoy intentando ser más versátil. Más completo. Aprender nuevos elementos, potenciar debilidades mías…

Pero en fin, le dije que si tan en baja forma me veía, que tuviésemos un combate y me lo demostraba. Quedamos para mañana. Ya verás como se le quita la tontería. A este le pongo yo en su sitio pero en un plis-plas, vamos.

Y, recuerda,

«Nunca subestimes a un Uchiha herido»