Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
9/08/2018, 15:13 (Última modificación: 9/08/2018, 15:13 por Amedama Daruu.)
Daruu se arrastró por la madera y se dejó caer, boca arriba, tras escupir una bocanada de agua. Tomó aire y rio por no llorar. Mientras, otra conversación tenía lugar.
—¿Uchiha Datsue? ¡Ah, el mocoso que inundó el despacho de Hanabi! —dijo el viejo capitán.
—¿Que hiciste qué? —inquirió Daruu, dirigiendo toda su atención hacia la espalda de Datsue.
—¡Antes muerto! Eres capaz de volverme a soltar —El hombre le escupió (aunque el esputo no llegó a tocarle) y ante las miradas incrédulas de los dos ninjas, se apremió por nadar él mismo en perpendicular en dirección a otro embarcadero.
Daruu rio con una gran carcajada.
—Tío, los uzujin sois muy raros.
Era algo que a aquellas alturas ya no le sorprendía. Se había topado con cada elemento de aquella aldea, que...
Eso era una falacia y una afrenta a su honor. Él no había inundado nada. Si acaso, había sido la víctima de dicha inundación. Pero las mentiras y los engaños tenían la extraña costumbre de extenderse más rápido que las verdades. Además, suponía que a Hanabi le interesaba ese rumor en concreto. Mejor que la gente pensase que había sido obra de un crío rebelde a un ataque abierto de la Arashikage.
—Calla, calla, que si me pongo a hablar de los amejines… —Corriendo desnudos bajo la tormenta. ¡Eso sí era raro!
Contempló como el viejo se marchaba nadando hacia el otro embarcadero —tras escupitajo previo estrepitoso— con cierta pena. Últimamente se había granjeado muy mala fama entre los suyos. Tener un bijuu no ayudaba. Lo de Zoku tampoco. Y que ahora pensasen que era un vándalo menos.
—Y para que lo sepas, fue tu Arashikage quién lo hizo —le reveló—. Lo de la inundación, digo. Selló un Suiton que dejaba en ridículo tu pequeño lago del torneo —y eso, ya era mucho decir—, en un pergamino, que se liberó cuando yo lo abrí. Fue en ese momento cuando…
»Bueno, cuando perdí mi placa dorada de Jōnin.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
9/08/2018, 19:40 (Última modificación: 9/08/2018, 19:41 por Amedama Daruu.)
Dijese lo que dijese Datsue, Daruu había tenido suficientes episodios violentos y —por llamarlo de alguna manera, extravagantes— con los habitantes del País del Remolino como para aceptar que algo iba a pasar cada vez que entablaba conversación o interactuaba con alguno de ellos.
—Y para que lo sepas, fue tu Arashikage quién lo hizo. Lo de la inundación, digo. Selló un Suiton que dejaba en ridículo tu pequeño lago del torneo, en un pergamino, que se liberó cuando yo lo abrí. Fue en ese momento cuando…
»Bueno, cuando perdí mi placa dorada de Jōnin.
Daruu agachó la mirada y se rascó la nuca, nervioso.
—Vaya, sabiendo que todavía no he entablado ninguna charla con mi kage directamente, esto que me cuentas me... tranquiliza. Sin duda —ironizó—. De modo que Yui se cobró su pequeña venganza. Está bien, lo reconozco, pagaste un precio muy alto.«¿Cómo le dieron una placa de jounin a semejante... a semejante...» Liante. Estafador. Truhán, juerguista, cotilla, marujón, metementodo, mentiroso.
«...intrepido, ja.»
—En fin, más vale que ambos desaparezcamos de aquí. Corremos el riesgo de toparnos con esos dos... Y sospecho que no van a alegrarse de verme. No vas a ser el único que va a tener que hacer las paces con la gente.
No obstante, parte de sus pensamientos seguían puestos en la teletransportación de Daruu. Aquello debía ser considerado un Kinjutsu, como poco. ¿Acaso podía ir a donde le diese la gana? ¿Incluso al edificio del Uzukage? ¿A su propio dormitorio? «Joder, ese jutsu debería estar prohibido»
¿Y si calculaba mal y se teletransportaba en medio de una pared? ¿O en medio de una… persona? ¿Era eso posible? Y si se hubiesen aparecido justo a unos centímetros a la derecha, en mitad del poste…
Miró a sus partes bajas y se puso azul solo de pensarlo.
—¿Eh? Ah, desaparecer. Ya… Sí… Yo también me sé mis truquitos, Daruu. No te creas tú de más, ¿eh? Yo también… —Entonces se acordó de algo—. ¡Oh, mierda!
¡Pluff!
Datsue desapareció en una nube de humo.
• • •
Muy lejos de allí…
Un joven chico no paraba de dar vueltas. Círculos y círculos de pisadas marcaban el camino, hasta que de pronto, algo ocurrió.
Visto desde fuera, parecía que el chico había perdido momentáneamente la conciencia. Que su mente estaba muy lejos de allí, ahogado en un mar de recuerdos tan vívidos como cercanos. En parte, así era.
Al desaparecer el Kage Bunshin, Uchiha Datsue no averiguó, sino que recordó, todo lo que había sucedido. Y entonces, se dio cuenta.
—¡Oh, mierda! —Daruu había llevado al clon y no al original a Uzushiogakure no Sato. Eso significaba que todavía le quedaba una buena tirada hasta casa—. ¡Podrías haberle pedido que me viniese a buscar, joder! —estalló contra el clon, quien sabía estaba en alguna recóndita parte de su propio ser riéndose de él.
Pero, ¡tenía que ser positivo! Minutos atrás, había creído ser emboscado por Daruu. En parte, así había sido. ¡Pero ahora tenía una oportunidad de rescatar a Aiko! ¡Una en la que nadie se pusiese en peligro! «Bueno, salvo…»
Sacudió la cabeza. Mejor no ahogarse la fiesta antes siquiera de empezarla.
—Así que me toca hacer las paces, ¿eh? ¡Kaido, Ayame, preparáos! —gritó al cielo—. ¡Datsue el Pacificador va en camino!
1era AO revelada
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¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Datsue parecía visiblemente afectado por algo. Daruu se preguntó qué le pasaba. Y conforme iba hablando, conforme decía cada una de las palabras, su sonrisa se ensanchaba más y más.
—Lo sé —dijo.
Entonces Datsue pareció acordarse de algo malo. O quizás sólo fingió una sorpresa. El caso es que un momento después, donde había habido Datsue, ahora sólo había un rastro residual de humo blanco.
«Por supuesto, Datsue-kun. ¿Por qué ibas a arrojarte a los brazos de un extranjero que te ha preparado toda una emboscada? ¿Por qué ibas a hacerlo si no eras un clon?» Toda aquella posibilidad había sido calculada con antelación. «¿Crees que no hubiera tenido algo más que palabras contigo si no hubiera sido porque me arriesgaba a perder incluso el derecho a tenerlas, en primer lugar?»
El amejin se acercó con discrección al muelle, al mismo poste donde había dejado su particular señal cuando el pelotón de su aldea había llegado a Uzushiogakure. Y con la misma dedicación volvió a dibujar el ideograma. «Bueno, me viene bien que te hayas ido. No pude reestablecer la marca de la Ciudad Fantasma porque estabas haciendo de mirón. Y uno tiene que mantener sus secretos. Como sin duda comprenderás.»
Hablaba para sí mismo, como si estuviera hablándole a un Datsue invisible. Se levantó, y se alejó hacia el núcleo de la aldea.
«Tú también tienes los tuyos. Dime, ¿por qué ascenderían a alguien como tú a jounin directamente? Parece que subiste el escalón junto a Akame. Siempre estáis juntos. No me intentes engañar...»
Una nube proyectó su gran sombra sobre Daruu. Y Daruu proyectó una espesa sombra de sospecha, aunque aún no sabía de qué.