8/05/2017, 00:45
La muerte es blanca y sus ojos son azules
El lugar: En las lejanas y olvidadas llanuras hielo, una isla parte montaña y parte planicie, cubierta por sempiternas capas de nieve, reside la población de Hakushi. Un lugar frio y con una belleza de carácter brutal y desolador. Tiene poco mas de mil habitantes, personas hurañas y misteriosas que tienen poco aprecio por los incrédulos extrajeron que vienen de un mundo que les resulta desconocido e incomprensible.
La gente: Su gente solía vivir de la extracción mineral en la zona montañosa del interior, una tarea lúgubre y ardua. Pero en los años recientes han ido abandonando aquel trabajo, por motivos que solo quienes han ido conocen. Poco se puede decir de ellos sin temor a estar adivinando, pero se sabe que son pobladores un tanto fríos y duros, como el ambiente donde han crecido. También son sumamente creyentes, y la prueba es un folclore oscuro y variado que toman con absoluta seriedad.
El contexto: Sin su fuente de ingresos principal, los pobladores han tenido que tomar la difícil decisión de abrirse a un cruel mundo que apenas sabe de su existencia. Esto es gracias al trabajo del principal inversionista minero de la región, que para no perder el trabajo y la inversión de décadas ha decidió enfocarse en el turismo. Ha hecho un gran gasto en lo que se refiere a la creación de un enorme y lujoso hotel para las personas que quieren conocer regiones lejanas e inhóspitas. En lo que se refiere a la propaganda tampoco se ha quedado corto, pues ha hecho uso de sus contactos para que rieguen la información y sus promociones por todo el continente.
El desencadenante: En un principio la idea se mostraba estéril en funcionalidad, pues eran pocos los que deseaban ir a congelarse en un lugar olvidado por los dioses. Sin embargo, una serie de oscuros rumores comenzaron a circular alrededor de aquella locación: Muchos hablaban de acontecimientos extraños y sobrenaturales que amenazaban la integridad física y mental de quienes se atrevieran a pisar aquellas tierras primitivas. Las historias tuvieron un efecto bizarro, pues en lugar de alejar a la gente prudente, solo fueron leña para la fría llama que atraía a toda clase de turistas extraños y deseosos de experimentar historias que consideraban como mera atracciones, mientras malbarataban obscenas cantidades de dinero en el nido de cristal, el mas nuevo y exótico hotel de todo el país.
La gente: Su gente solía vivir de la extracción mineral en la zona montañosa del interior, una tarea lúgubre y ardua. Pero en los años recientes han ido abandonando aquel trabajo, por motivos que solo quienes han ido conocen. Poco se puede decir de ellos sin temor a estar adivinando, pero se sabe que son pobladores un tanto fríos y duros, como el ambiente donde han crecido. También son sumamente creyentes, y la prueba es un folclore oscuro y variado que toman con absoluta seriedad.
El contexto: Sin su fuente de ingresos principal, los pobladores han tenido que tomar la difícil decisión de abrirse a un cruel mundo que apenas sabe de su existencia. Esto es gracias al trabajo del principal inversionista minero de la región, que para no perder el trabajo y la inversión de décadas ha decidió enfocarse en el turismo. Ha hecho un gran gasto en lo que se refiere a la creación de un enorme y lujoso hotel para las personas que quieren conocer regiones lejanas e inhóspitas. En lo que se refiere a la propaganda tampoco se ha quedado corto, pues ha hecho uso de sus contactos para que rieguen la información y sus promociones por todo el continente.
El desencadenante: En un principio la idea se mostraba estéril en funcionalidad, pues eran pocos los que deseaban ir a congelarse en un lugar olvidado por los dioses. Sin embargo, una serie de oscuros rumores comenzaron a circular alrededor de aquella locación: Muchos hablaban de acontecimientos extraños y sobrenaturales que amenazaban la integridad física y mental de quienes se atrevieran a pisar aquellas tierras primitivas. Las historias tuvieron un efecto bizarro, pues en lugar de alejar a la gente prudente, solo fueron leña para la fría llama que atraía a toda clase de turistas extraños y deseosos de experimentar historias que consideraban como mera atracciones, mientras malbarataban obscenas cantidades de dinero en el nido de cristal, el mas nuevo y exótico hotel de todo el país.
Trama de tres participante: Hasta ahora estamos Keisuke y Kōtetsu , por lo que queda una vacante. ¿Quien se anima a una fria aventura?