Lo primero que llega a la mente cuando se observa al Hozuki es la imagen de un tiburón, ni más, ni menos. Kaido posee, gracias a su mutación genética, una serie de rasgos animales que le convierten en un humano poco común.

Lo que más llama la atención, incluso a la distancia es su piel azul claro, pigmentación que no suele presentarse en la piel de una persona normal y que le hace sobresalir cuando se encuentra entre multitudes. Posee, además, una gran cantidad de dientes sumamente afilados (aunque de tamaño regular) que son capaces de infligir mucho más daño cuando se trata de una mordida bien asestada, sin embargo, es el impacto que causa su sonrisa lo que más disfruta pues a nadie le parece sensato que alguien tuviera una dentadura similar a la del rey del océano. Pero hay algo incluso más útil, siendo las agallas en su nuca las que le permiten respirar por tiempo indefinido cuando se encuentra bajo cualquier superficie de agua... hay veces en las que palpitan, deseosas de verse sumergidas en el líquido vital.

El ser un Umi no Shisoku también le ha permitido desarrollar, en conjunto con su entrenamiento, un cuerpo bastante definido, aunque mantiene una contextura delgada en comparación con los que se centran en el desarrollo de los músculos. Brazos largos y poderosos, piernas fuertes y firmes, todo gracias a su envidiable evolución. Posee una larga cabellera de color azul, uno más oscuro que el de su piel, con tonos similares al del océano mismo. Por extraño que parezca, ese mismo color yace en cada una de sus pupilas, lo que le da cierta armonía en cuanto a la parte superior de su cuerpo se refiere. Tiene una mirada profunda y delineada, bastante invasiva, dándole así una imagen mucho más tétrica.

Cabe destacar que a pesar de su genética, el crecimiento sigue siendo proporcional a los años que va sumando, teniendo actualmente una altura que ronda el metro cincuenta y cinco, ganando unos cuantos centímetros más que la de cualquiera de sus compañeros.

El gyojin viste siempre ropajes que secunden la comodidad, prefiriendo telas elásticas y finas que colaboren con la ventilación y los movimientos complicados sin que en el transcurso del mismo suceda algún desperfecto de vestuario.

Lo común es que lleve consigo camisetas de colores oscuros cortadas improvisadamente a nivel de las mangas para dejar que los brazos estén completamente visibles. Encima de esta prenda, envuelve en forma de cruz una correa de color marrón cuya atadura posterior le permite encajar su espada dentro de una funda lo bastante segura como para no terminar cortando su espalda. Son pocas las ocasiones en las que sale de la rutina y usa un chaleco de botones que recuerda a las vestimentas antañas que usaban los espadachines de la extinta aldea de la Niebla.

En la parte inferior, se decanta por pantalones que llegan al nivel de sus tobillos, y a partir de allí, calza unas sandalias negras comunes, de las que usa todo ninja. Alrededor de la cintura lleva atada lo que parece ser una bufanda cuyo bordado corresponde al emblema característico del clan Hozuki, a la que está sujeta un termo color azul donde siempre lleva una buena cantidad de agua potable para hidratarse en el camino.

Por último, su bandana se encuentra alojada siempre en su frente, usándola además para sujetar su cabellera y que esta no interfiera con su visión mientras se encuentre en una batalla.

Kaido es un muchacho carente de todo lo que un joven normal debería tener. Sin familia, sin amigos, sin afecto ni cariño, tanta ausencia le convirtió en alguien perfectamente manejable. Por tanto, el poder de la sugestión por parte de los Hozuki logró hacer que el Gyojin creciera bajo un único precepto: convertirse en un shinobi, leal al clan, y nada más. El largo tiempo de encierro ayudó a reforzar esa idea, por supuesto, de tal manera que ahora a sus 14 años, tenemos a un joven con características bastante lineales.

Se le enseñó a ser dedicado, comprometido a su causa y absolutamente leal a cuales fueran sus ideales. El esfuerzo y la dedicación eran, sin lugar a dudas, el único camino a seguir cuando se trataba de la vida de un shinobi. Por otro lado, las circunstancias le convirtieron en alguien insensible, despreocupado por los demás, soberbio y a veces intolerable. No tiene reparo en causar daño si cree que alguien lo merece y no le importan los métodos siempre y cuando estos le ayuden a cumplir su más imperioso objetivo.

Nunca ha entablado una conexión real con nadie, no al menos en base a sentimientos como el amor, así que se puede decir que es bastante terco en ese aspecto. Y la verdad es que no le importa, porque él no existe para eso. Está blindado cuando se trata de relaciones interpersonales, orgulloso de su aspecto y despreocupado de quien le acepte, o no.

Su único miedo, fallar, y mayor será mientras más estrepitosa sea la caída. Lo oculta bajo una absoluta confianza en sí mismo, pero es probable que en algún momento se lo cuestione, tanto así, que deba replantear sus ideas.

¤ Ventaja Genética (coste de 4 puntos)

¤ Umi no Shisoku

¤ Alterador extra (coste de 1 puntos)

¤ Adelantado en Hozuki (coste de 3 puntos)

¤ Negado en Genjutsu (defecto de 3 puntos)

Durante su adoctrinamiento, se descartó la posibilidad de que el tiburón tuviera facultades para usar las artes ilusorias, concentrando así todo su tiempo en otros aspectos mucho más importantes para él.

¤ Sueño profundo (defecto de 1 punto)

La comunión de su interior con la constante lluvia en su aldea crea una sensación de tranquilidad que le induce, cada vez que duerme, en un sueño profundo del cual le es difícil despertarse, más aún, cuando se encuentra rodeado por grandes masas de agua.

¤ Exceso de confianza (defecto de 2 puntos)

¤ Exclusión de contrincante (defecto de 2 puntos)

Jamás deberá rebelarse contra los suyos. Todo miembro del clan Hozuki, directa o indirectamente relacionado con él, no podrá ser herido ni atacado en ningún momento.