Tras haber sentido la seguridad y quietud del banco, vi como el peliblanco se alejaba rápidamente, por lo antes propuesto supuse que me traería algo para beber. Levanté la mirada y mis ojos se enfocaron en el cielo, las blancas nubes y trate de relajarme un poco, no obstante, seguía haciendo respiraciones profundas cada vez que me sentía inseguro.

Bastaron unos pocos minutos para que Riko volviera a toda velocidad a mi lado, tomé el vaso con la diestra, estaba bastante frío y agradable, no dude en darle un potente y sonoro sorbo, lo suficiente como para que mi cerebro se viera un poco afectado, se me había pasado la mano, con la siniestra puse mi mano en la cabeza y cerré el ojo izquierdo, el dolor que me causó se mantuvo unos segundos entre los cuales iría disminuyendo. —Bebí mucho, tranquilo jeje.— Expresé antes de que el peliblanco expresase algo.

—No me ha pasado antes, pero no hay necesidad de seguimiento médico, fue por culpa del calor y el montón de gente a mi alrededor, sentía como sí me ahogaba...— Expliqué brevemente. Una vez se me hubiera aliviado el dolor di otro sorbo, pero esta vez más pequeño.


Después de algunos minutos en los cuales terminé la bebida granizada, mi boca se sentía bastante fresca y agradable, comparado al caluroso clima exterior, la palidez de mi rostro se había esfumado y todos aquellos síntomas que me hicieron pasar un mal rato también se habían ido.

—Muchas gracias Riko, de no ser por ti quien sabe que me hubiera pasado.— Comenté en tono suave, quizá exageraba un poco, o no, pero no estaba demás agradecer. —¿Puedo hacer algo para compensarte? No sé, invitarte a comer o algo... Que se yo.— Terminé agregando sin tener una idea sólida en mente.

—No me ha pasado antes, pero no hay necesidad de seguimiento médico, fue por culpa del calor y el montón de gente a mi alrededor, sentía como sí me ahogaba...—

El Senju respiró aliviado, al menos no se trataba de ningún ataque de una enfermedad a la que él hubiera tenido que reaccionar de alguna manera en concreto, así que, después de todo, no lo había hecho tan mal al ayudarle.

— Uf, menos mal, la verdad que me habías asustado. — A pesar de casi ni conocerse, el Senju se había preocupado de verdad, no dejaba de ser un compañero de profesión y tenía que ayudarle, a pesar de la reticencia de otros en ayudar a shinobis extranjeros.

Riko, en los minutos posteriores se limitó a observar como el amenio se terminaba el granizado que le acababa de comprar, tratando de estar lo más alerta posible para reaccionar si aquello le volvía a pasar.

—Muchas gracias Riko, de no ser por ti quien sabe que me hubiera pasado. ¿Puedo hacer algo para compensarte? No sé, invitarte a comer o algo... Que se yo.—

El peliblanco, ante el ofrecimiento de su acompañante negó con la cabeza.

— No te preocupes, yo me tengo que ir ya, tengo que arreglar unos asuntillos y quizás llego un poco tarde, así que, si no te importa, yo me voy a marchar ya, si te vuelves a encontrar mal, vete a un médico, ¿vale? Un placer Keisuke. — Se despidió el genin de Uzushiogakure, y echó a correr en la misma dirección en la que había llegado hasta allí.

—Vale, supongo que te retrasé un poco...— Hice un ademán de despedida con la mano.—Espero nos veamos de nuevo.— Dije antes de que saliera corriendo a yo no sé donde.

A pesar de que ya me sentí mejor, decidí quedarme unos cuantos minutos más sentado en el banco, observé el cielo y las nubes, veía las personas pasar de aquí para allá y viceversa, algunos cargados con compras y otros simplemente paseando. Una vez estuviera totalmente seguro de que me sentía en optimas condiciones me levanté y empecé a caminar en dirección a mi alojamiento.

"Parece que tendré que salir con un pote con agua cuando esté por aquí" Me dije a la par que recordaba aquella horrible sensación.