Llego a la entrada de la caverna, y me siento a esperar a que mi amiga llegue, e traido conmigo un ramo de flores, me siento a esperarla y me pongo a pensar.
Vendra o no vendra, espero que venga pero es una niña muy tierna y quisiera estar con ella almenos un momento.
Pero que algo en esta caverna, por que se me ocurrio dejarme convencer de los consejos de mi sensei de venir aqui esto es una caverna estupida, creo que a ella no le va a gustar, pero el dice que dentro hay un lugar hermoso y me enseño como llegar pero espero que sea verdad.
Karma no sabía muy bien qué hacía allí.
Hacía unos días le había llegado un mensaje muy extraño, invitándola a lo que los originarios de la zona llamaban "La Playa Túnel". La muchacha no tenía ni idea de cómo el remitente había logrado dar con su dirección; simplemente supuso que debía de ser alguien de su misma villa, un vecino bromista, quizás.
El asunto olía muy mal, pero Karma no logró apaciguar su curiosidad lo suficiente como para ignorar aquella nota. Aunque estaba casi segura de que más tarde lo lamentaría, la genin se desplazó hasta la entrada de la cueva. Vestía como de costumbre: su vestido, el kit, portador de objetos, sandalias y su protector del Remolino a la frente, marcando la guinda del pastel de moras que era la Kojima.
Se plantó frente a la entrada y, tratando de ocultar su inseguridad, gritó:
—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
De repente mientras estoy pensando en la entrada de la caverna escucho esa voz o ese grito,
Ese grito, creo que es ella, pero claro que es ella tonto de quien mas va hacer, bueno creo que devo salir y recibirla.
Pero no se que decirle, Que hago devo salir, no puedo quedarme aqui, ella vino.
Entonces me levanto y salgo afuera, la veo a ella y enseguida me sonrrojo y guardo las flores, intento esconderla.
• !H^...... Hola ¿como estas? Ha este yo... Y~.. Yo solo estaba. ''Eeeeee '' te ves muy linda. ¡Pareces una Princesa ?.
Entonces no puedo evitar ponerme nervioso.
Transcurrieron unos tensos instantes. Del interior de la caverna surgió un sujeto que la kunoichi no conocía. Era un chico de aspecto robusto y unos ojos que parecían delatar la presencia del Byakugan; la médica no estaba segura. A la par que mostraba un semblante acalorado, el desconocido escondió de modo furtivo un objeto no identificado.
Aquella estampa, sumada al monólogo del muchacho, produjeron una abismal confusión en Karma. "Pareces una princesa", ese piropo la tomó más desprevenida que una cuchilla oculta. La rojez en sus mejillas resultaba obvia dada la blancura de su faz.
—P-P-Pero... ¿quién eres? —preguntó con palpable desasosiego, su lengua casi tropezando en el intento.
La Kojima deseaba salir corriendo cuanto antes, pero las piernas no le respondían. En realidad le estaban temblando. Su cuerpo no estaba muy seguro de cómo procesar aquella situación tan surrealista.
• creo que lo estoy haciendo todo mal, parece ser que la estoy asustando, mejor no le doy las flores sera mejor que las guarde en mi portaobjetos sin que ella se de cuenta, y que de en ridiculo o la ponga incomoda.
• Yo soy kisho, de kusagakure, es un placer.
Yo solo me preguntaba si te gustaria caminar conmigo un rato o bañarte en la playa conmigo, aunque creó que caminar es mejor.
La breve presentación del llamado Kisho solo generó más turbación. «¡¿Ha dicho que es de Kusa?!», el cuerpo de la kunoichi se tensó. Era posible que la situación se tornase peligrosa, o eso temía Karma.
—Kisho-san... ¿de Kusagakure...? —repitió, casi como si quisiera asegurarse de que había escuchado bien—. ¿Nos conocemos de algo? ¿Cómo has podido dar con mi dirección?
La noción de que un miembro de Kusagakure conocía la dirección de una finca en Uzugakure era, como poco, preocupante. Sí, el asunto olía muy mal. La pelivioleta habría echado a correr si no fuera porque un movimiento brusco podría ser una idea pésima. No sabía de lo que ese tal Kisho era capaz.
—¿Caminar o bañarnos? N-No lo entiendo...
«Ah... ¿por qué yo? No debería de haberle hecho caso a esa nota, soy estúpida...», se lamentó.
Me quede un poco paralisado con esas preguntas sin encontrar respuestas, y no encontraba las palabras para poder responder.
Dios esta niña esta preciosisima, pero es una situacion muy incomoda parece ser que ella cree que yo soy un espia, un agresor o algo por el estilo, sera mejor que desista o abandone.
Total ni parece que le agrede un poco, bueno sera mejor que le diga que todo fue un mal entendido o intenta hacerle saber que almenos no le hare daño.
• Empezare con lo primero.
Si soy de kusagakure.
No no te conosco. Bueno no asi de cerca solo de vista de lejos pero te he visto.
Como e podido dar con tu direccion bueno eso es un secreto confidencial, pero te juro que no soy un espia (y ademas si yo lo fuera, por que crees que en ves de investigar cosas sobre su kage, estoy investigando cosas sobre una chica linda.
Pues por ^^q^^ 'qu... Que por que tu' pues por que tu;
Tu eres linda.
Tu eres amable.
Tu eres sensible.
Tu eres una kunoichi fantastica.
Y tu eres una gran ninja.
Y eres muy muy agradable.
Pero creo que de entrada esta fue una mala idea, yo solo queria tener una oportunidad de conversar contigo. Pero parece ser que solo el hecho de no ser de tu aldea parece ser motivo de que nosotros no podamos ni ser amigos, es como si mi aldea estuviera en guerra con tu aldea.
¿Pero por que no podemos conversar o hacernos amigo?
Quien es que dice que no, por que por como me miras parece que soy tu enemigo.
Las cosas iban de mal en peor. El largo y tendido monólogo de Kisho dejó a Karma completa y absolutamente abrumada. El joven no parecía albergar intención alguna de hacerle mal —por el momento, al menos—, lo cual no cambiaba el hecho de que realizó unas afirmaciones extrañas por un lado y francamente preocupantes por otro. «¿Supongo que tengo que reportarlo? Un ninja de Kusagakure no debería de conocer la localización de la aldea...».
La muchacha de cabellos púrpura tragó saliva. No sabía cómo continuar con la conversación. Es más, comenzaba a sentirse acalorada; demasiadas lisonjas en un corto espacio de tiempo para su mente.
Aún plantada donde se había quedado al gritar al interior de la caverna, la kunoichi sonrió como pudo.
—¿Y de qué te gustaría hablar, Kisho-san? —consultó, haciendo en tal de sonar agradable.
Ella sonrio y kisho sonrio aun mas todavia, pero no podia moverse de los nervios, estaba paralizado como si lo hubieran atrapado con alguna trampa o algo pero en realidad, eran los nervios, kisho intento ser mas natural, una suave brisa pasaba por el rostro de kisho y lo refrescava un poco lo que le hacia bien por que este estava tambien sudando por los nervios, kisho intento trankilizarse y dejar los nervios que invadian su cuerpo poco a poco lo empezo a lograr, se aproximo un poco a ella como a una distancia de 1 metro y se preparo para responder pero.
....... ........... ..
Pero no pudo decir nada estava demasiado nervioso, parecia como que no tenia lengua el habla no le salia.
Que pasa conmigo que no puedo hablar, es como si estuviera en una especie de genjutsu creado por su belleza, es que acaso esta sera el arma secreta de su aldea un genjutsu de parálisis causado por la belleza de sus kunoichis, no, no, no, esto no es una ilusion esto es la vida real devo decirle algo a ese niña hermosa.
¿Que de que quiero hablar? Bueno pues en realidad no pense que iva a llegar tan lejos no pude preparar, algo para este ocasión.
Pero bueno por que no empezamos a hablar de que te gusta a ty hacer.
Entonces kisho se acerco un poco mas a 0.50 metros de ella.
Karma quedó en silencio, aguardando una respuesta. Kisho decidió acortar distancias y esto incomodó considerablemente a la uzujin. La mutis de ambos jóvenes se prolongó hasta puntos alarmantes. Finalmente Kisho decidió optar por un tema de conversción inesperadamente casual y centrado en la fémina.
No solo eso, si no que el Hyuga se acercó a su persona todavía más. Karma retrocedió medio metro de una sola zancada, todavía sonriente.
—¿Yo? Bueno... —comenzó con inseguridad—. Me gusta leer enciclopedias y diccionarios, también alguna novela, de tanto en tanto, y...
»También tengo un gato en casa. No se me ocurre nada más... no soy muy interesante. Lo siento, Kisho-san.
Al intentar acercarse a ella y ver que ella se alejaba kisho se decepciono mucho, pero este seguia sonriendo, aunque se empezo a sentir muy mal por que parecia que ella se imaginaba a kisho como un pervertido o un acosador.
creo que volvi a hacer las cosas mal de nuevo otra vez esto se pone cada vez mas peor, devo de hacer algo para lograr interesarle un poco mas, no me voy a quedar sin hacer nada.
Kisho se dispuso lograr crear almenos ese lazo de amistad, por que al parecer estava muy lejos de lograr eso pero el no dejaria de intentarlo.
• Y solamemte eso, waooo creo que solo eres bonita pero esas cosas son muy aburridas, cuentame lo que no te gusta hacer.
—¿Lo que no me gusta?
Karma se cruzó de brazos y desvió sus ojos hacia los cielos. Dejó escapar un ligero "hmm". Tras meditar sobre la cuestión durante unos segundos, afirmó:
—Pues ahora que lo dices... muchas cosas, si te soy sincera. No me gusta el olor del tabaco, no me gusta que la gente tosa en la calle sin cubrirse la boca con la mano o escupa al suelo, tampoco me agradan los hombres que ya están bebiendo antes de las doce del medio día —fue enumerando, una por una, sin detenerse a tomar aire—. Detesto estar rodeada de mucha gente, o verme en lugares muy oscuros. Tampoco me agradan las personas que dejan sus cosas desordenadas.
»Los que hablan a grito pelado me asustan. Tampoco soporto los entrenamientos de Taijutsu. La gente que desprecia a otros me repugna. Las serpientes me intimidan. Tratar mal cualquier tipo de libro me parece un pecado. Los perros y sus ladridos me parecen extremadamente molestos. No me gusta el...
Era como si le hubiesen dado cuerda. Siguió y siguió ad infinitum.
Cuando kisho empieza a escuchar a karma que empieza a hablar de todas las cosas que no le gustan kisho quedo sorprendido, estaba como sorprendido totalmente con el cambio que aparentemente ella habia tenido por que al ver que ella hablaba tanto era como si ella empezaba a darle confianza a kisho y este no tenia forma de seguirle el paso solo le quedaba sonreir y hacer con la cabeza el famoso gesto de decir (si).
Kisho supo aprovechar muy bien el momento antes de ella hablar y mientras miraba al cielo kisho se acerco un poco tratando de hacerlo lo mas suave posible para que ella no lograra notarlo
<<Waoo esta niña se transformo en otra, parece como si alguien la cambio, y sigue y sigue, sigue, sigue, y no pensara parar de hablar porfavor ya hasta perdi el ritmo de lo que ella decia, pero seguire intentando hacerle creer que su tema esta interesante. Bueno creo que voy a interrumpir su monologo, pero no quiero que se enfande, esperare a que se detenga almenos un poco y hay en ese momento la interrumpire con algo lindo.
~~ Ha es... Espera un momento no te gusta el taijutsu, pero si eso es lo mejor, es la parte mas divertida de los shinobis junto con el ninjutsu, es como hacer una fiesta de cumpleaños y dejar afuera al cumpleañero, es como hacer una shuriken de madera o de papel.
Pero bueno si no te gusta creo que cada quien tiene su gusto. Pero tal vez eres buena para otras cosa.
¿Te gustan otras cosas relacionadas al chacra?
Entonces el imprudente de kisho ya no se resistia mas a estar lejos de ella (parecia que lo que se habia acercado aun no era suficiente para el) y se acerco un poco mas pero esta vez lo hizo muy discretamente y aprovecha su gran conversacion con ella .
—El Taijutsu es muy molesto... —respondió con disgusto—. El chakra es mucho mejor, desde luego: moldearlo, acumularlo. Todo eso.
¿Estaba Kisho más cerca de ella? «Este chico comienza a preocuparme, ¿por qué se pega tanto a mí? ¿No ha oído hablar del espacio personal? ¿Será un pervertido...?», Karma se estaba poniendo nerviosa, muy nerviosa.
—¿A ti te gusta el Taijutsu, Kisho-san? —preguntó, haciendo todo lo posible en tal de fingir normalidad.
«Tierra, trágame...».
Kisho noto como la joven karma se ponia nerviosa, asi que kisho decidio darle un poco de espacio a la joven, aunque mas que alejarse por como estaba ella lo hacia por como estaba el por que si ella estaba nerviosa kisho estaba mas nervioso todavia, pero trataba de ocultarlo y este buscaba cualquier detalle en ella o en el entorno para decirle algo lindo, pero como no lograba encontrar o ver nada, decidio simplemente contestar la pregunta.
Aunque kisho se quedo un poco silencioso por los nervios respiro y se quedo callado mientras pensaba.
• << Waoo que linda, su unico defecto es que no le gusta el taijutsu, pero bueno cada quien tiene su gusto, pero deve de a ver algo en ella que pueda resaltar y hacer un tema de conversación interesante, nesecito algo que se sirva para crear un tema que sea de mi interes romantico con ella,
O en el entorno, deve haber algo para usarlo a mi favor y hacer un tema mas romantico. Por que los temas que ella esta haciendo no me gustan. Que si me gusta el taijutsu, pero claro que si.>>
• -- Que si me gusta el taijutsu !Pero claro que si¡ me encanta el taijutsu es lo mejor querida karma.
Deverias intentarlo alguna vez pero no de poco a poco deverias intentarlo a lo grande.--
Luego se dispuso a arriesgarse y volver a hacercarse a ella y a invitarla a sentarse a estar un poco mas comodo.
--¿por que no mejor nos sentamos o vamos a ponernos un poco mas comodo?--
|