Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
Llevaba unos días decaída, no sabría por qué si le preguntaran, solo sabía que su estado de ánimo últimamente no era el mejor. Eri se sentía vacía por dentro y notaba como algo en su interior faltaba, algo que no podía saber con exactitud qué era. Así que uno de los días de esa semana, vestida y con su bandana en la frente, decidió dejar su cuarto del que no salía en esos días y decidió comentarle a Shian sobre su plan para los próximos días.

-Buenos días mamá.-Saludó la menor de cabellos azules, sin embargo su voz sonaba diferente a como estaba antes. Su madre se alarmó ante ello, pero tenía mucho trabajo que hacer esos días y no podía prestar atención a su única hija como ésta merecía.

-Hola Eri.-Contestó con una sonrisa, luego se percató de que la pequeña llevaba una mochila a su espalda.-¿Vas a alguna parte?-Preguntó con curiosidad.

-Verás... He decidido salir de la villa para despejarme y pensar un poco, a solas...- Explicó la susodicha. -Volveré en unos días, ¿vale?- Esto último lo dijo mientras cogía un montón de cosas de la cocina, y sin dar tiempo a la mayor de contestar o rechistar, salió corriendo de su casa, al igual que de Uzushiogakure.

Así caminó durante toda una jornada, pensando que quizá había hecho mal en salir corriendo así de su casa, pero ella simplemente quería evadirse y salir un poco, olvidarse de todo lo que dejaba en Uzushio esos días y pensar en qué le rondaba por la cabeza últimamente para sentirse así.

''Según mi padre cuando era pequeña... Las mujeres solían tener cambios de humor estúpidos, y por eso eran mejor los hombres...'' Recordó esas palabras de su padre, pero luego negó con la cabeza. ''¿Qué estoy pensando? Son solo tonterías que me metió en la cabeza mi padre, alguna razón habrá para que me sienta así...''

Ensimismada en sus pensamientos, no se dio cuenta de que había llegado a una ciudad del País del Fuego, su nombre: Taikarune, conocida por ser una ciudad de casas de madera construida a lo largo de un gran arco de piedra que asciende por encima del mar, hasta un acantilado. Eri había oído hablar de dicha ciudad, pero nunca había tenido la oportunidad de verla en persona, así que aprovechó esos días que había conseguido para alejarse y conocer la ciudad.

La joven kunoichi echó la mirada hacia lo alto de la ciudad, sin darse cuenta de nada a su al rededor, cuando sin querer topó con la espalda de un chico más alto que ella. Solo logró a ver una cabellera gris pálido.

-Uh... Disculpa, no te había visto.-Se disculpó la joven haciendo una pequeña reverencia.
[Imagen: ksQJqx9.png]


—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Responder
#2
Días anteriores, Ichiro había estado merodeando por el valle del fin, visitándolo simplemente sin ningún motivo en especial.
Cargaba una mochila, ropa ligera, y unos pocos kunais. Caminando por el lugar, cerca del lago, detrás de unos arbustos, casi sin intenciones, el joven shinobi se percató de una cueva, era un tanto pequeña y angosta pero demasiado perfecta para ser construida por un animal. La entrada de la misma estaba cubierta de mo y ramas, la roca humedecida, las paredes escarpadas y el piso de la misma parecía prácticamente jabon.

Al principio no le llamo mucho la atención, podría ser la cueva de algún animal, ya que el diámetro de la misma permitirá cuando mucho, ingresar al recinto a un conejo o algo de similar tamaño. Pero arriba del orificio en la piedra había un símbolo de manos, utilizado muy amenudo en los jutsus (el carnero). Mas tarde después de mucho meditar se decidió a entrar y utilizando el Suika no jutsu se deslizo por la precaria cueva, rocosa y húmeda. Luego de recorrer tres metros logro conseguir llegar al final del conducto. Este llevaba a una especie de habitación, más precaria aun que la misma "entrada".

Parecía semi derrumbada, las arañas junto con el musgo verde prevalecía en la decoración. Pero lo que más le llamo la atención al ninja eran unos manuscritos en la pared tallados a mano sobre la misma piedra, Estos estaban escrito es un idioma que no comprendía, pero tenía dibujos de shinobis, al parecer de alto rango, dominando monstruos.

- Que carajos es esto? Nunca había visto algo así.

Esto dejo un poco desconcertado a Ichiro, que no dudo en copiar las letras y los dibujos de las paredes en pergaminos que tenía guardados en su mochila.
Al terminar, salió rápido de la cueva utilizando la misma técnica y pensando a quien podría preguntarle sobre lo que había visto. En primera instancia idealizo en algún ninja de la aldea, pero quizás se metería en problemas por estar ahí sin permiso. Así que sin titubear se puso como meta el Pais del Fuego y con el rumbo marcado se dirigió al Museo en Taikarune.

Hace unos días atrás, había escuchado a unos comerciantes hablar sobre ese lugar, que era muy rico en conocimiento, en especial sobre armas. El joven se encamino hacia dicho museo intentado despejar las dudas.
Ya en el pueblo, compro un mapa a unos mercaderes e intentando encontrar la edificación tuvo un pequeño percance, tropezó con una pequeña niña de pelo verde, que le hizo tirar el mapa al suelo para no perder el equilibrio y caer

- Mocosa fíjate por donde vas!

Fue lo primero que pudo expresar Ichiro, pero al observar mejor a la niña, esta llevaba una bandana de Uzushio en la frente, el joven también tenia una, pero era de Ame, aunque él la utilizaba escondida debajo de sus ropajes.

-Eh, pero si eres un ninja! O medio ninja o algo así, no te ofendas, pero justo estaba necesitando uno!

Dijo el shinobi, mientras intentaba sonar amable para que la chica de cabello verde le indicara por donde ir al museo.
Responder
#3
''Uno, dos, tres, cuatro, cinco... ¡ME HA LLAMADO MOCOSA!''

Eri resopló, cabreada. ¿Cómo osaba ese chaval llamarla mocosa? ¡Si seguro que él tenía la misma edad o quizás solo le sacaba uno o dos años! Luego suspiró, intentándo tranquilizarse. ''Tranquilizate Eri, todo está bien, él quizás también tiene un mal día... O temporada... O no sé, pero quizás algo le ha pasado y por eso contestó así.'' Se intentó autoconvencer ella misma.

Luego el mismo joven cambió su actitud, alegando que buscaba un ninja... '' Eri, no has escuchado nada, no te ha llamado MEDIO NINJA, no, no lo ha hecho...'' La vena en la frente de la muchacha se hichaba por momentos, intentó volver a suspirar pero era inútil.

''Un momento... Dijo que necesitaba a un ninja...''

La chica adoptó una mejor pose ante el desconocido, se tocó la barbilla con el dedo índice de la mano izquierda, como pensando. ''Es obvio que no puedo ignorar dicho comentario ya que ha visto mi banda de Uzushio, aún así...''

-¿Qué quieres?- Respondió Eri de una forma un tanto seca. Mostró una sonrisa bastante forzada para ser ella misma, pero, después de todo, ella era una ninja, y tenía que mostrar respeto, educación, y prestar la ayuda que los demás necesitasen.

La joven kunoichi luego miró que el joven tenía un mapa en sus manos, por lo cual se podía deducir que era uno de los muchos turistas que venían a la ciudad para conocerla, además de ir al famoso museo de dicha ciudad. ''Si tan solo supiese que yo no tengo ni idea de esta ciudad...''
[Imagen: ksQJqx9.png]


—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Responder
#4
Ichiro llevo sus manos a la cabeza para sostenerla mientras se quedó observando paciente a la niña mientras esta se tomaba su tiempo para responder. La joven le soltó una respuesta tajante junto con una sonrisa forzada. Ichiro se sonrió, se pasó la mano por su flequillo para quitarse el pelo de la cara, tomo el mapa con una mano y acerco a la muchacha, puso el dedo en una edificación que estaba en lo más alto de la montaña y hacía referencia al museo, levanto la cabeza y miro a la ninja enana a los ojos.

-Ahí es donde necesito ir!

El ninja le dio el mapa a la joven.

-Escúchame, sé que ustedes trabajan por dinero, así que dime un precio, estuve con algunos ancianos que me dijeron que siguiera un camino de piedras que fue hecho exactamente con la intención de guiar a los visitantes que vienen museo.

El muchacho no paraba de hacer gestos mientras hablaba y explicaba las cosas, parecía que tenía una manía rara de “hacer”, bueno intentar representar las cosas que decía con las manos y algún que otro movimiento de cabeza y corporal.

A ichiro le parecía extraño que no estuviera lloviendo, él estaba acostumbrado a eso y en aquel lugar parecía no tener muchas precipitaciones, lo hacía sentir un poco incómodo, otra cosa que le llamo la atención fueron las casas de madera, empezaba a comprender que había muchos estilos de vida diferente a la de él y se maravillaba con eso. Mientras más observaba a su alrededor y mientras más pensaba en todas las cosas que podía descubrir se auto emocionaba.

-Vamos vamos no puedo más!

Dijo el joven shinobi y empezó a subir una escalera de aquella empinada ciudad sin esperar a su compañera, por lo visto tendrían que subir muchas más por la estructuración de la misma. Mientras estaba a la mitad de la primera se detuvo giro la cabeza hacia la niña.

-Por cierto soy Ichiro, un gusto ¿y tú?

Siguió caminando si esperar respuesta alguna de lo que parecía su nueva compañera de viaje.
Responder
#5
Si ese momento fuese uno sacado de una serie de televisión asiática, en la cabeza de Eri hubiese aparecido una gota de sudor. El chico, de nombre Ichiro, era un chico hiperactivo que lo único que hacía era moverse, y eso a ella le estaba poniendo muy nerviosa.

''¿No se podría estar quieto ni un segundo?''

Entonces decidió que lo mejor era acompañarle y terminar cuanto antes para desaparecer de allí y poder estar sola cuanto antes, aún así, el chico tenía un mapa, tenía un camino de piedras y un par de piernas sanas. ¡Podría hacerlo sin ella perfectamente! Luego le miró más detenidamente.

''Qué pintas más raras tiene la gente de hoy en día...'' Pero ella no era nadie para juzgar, más que nada porque ella tampoco es que fuera muy normal vestida. ''Quizás es un extranjero.''

El chico de cabellos grises se presentó, y preguntó también por el nombre de la joven kunoichi, así que por ser cortés le respondió. -Me llamo Eri...-Pero las palabras se quedaron volando en el aire, ya que el chico comenzó a subir escaleras como loco. La joven de ojos verdes suspiró derrotada y comenzó a subir las escaleras a su ritmo.

-¡Quieres esperar que me dejas atrás!-Gritó la kunoichi, pero el chico ya había llegado al primer punto de parada de las escaleras. -¿Para qué quieres ir ahí?- Preguntó por curiosidad.
[Imagen: ksQJqx9.png]


—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Responder
#6
Con un pequeño salto esparció el polvo y termino de subir el ultimo peldaño de la primera escalera. No dejaba de pensar cómo podían hacer ciudades tan empinadas, que propósito tenia, o como la gente vivía cómoda en ese lugar, pero por lo que se había informado, este era un claro punto estratégico, donde el museo antes era un castillo bélico que se utilizaba para defender la ciudad de ataques enemigos, por su localización, permitía grandes ventajas a los militares de esa zona sobre los invasores extranjeros.

Al joven shinobi le pesaban los hombros, simplemente los dejo caer mientras esperaba a la otra chica, movió su cuello buscando tronarlo, aunque se pasaba la mayor parte del tiempo suspirando como si estuviera cansado no presentaba ninguna desventaja física en su cuerpo, pero le gustaba hacerlo, era una costumbre que había tomado desde pequeño para sentirse un poco mas aliviado y ligero.
Mientras observaba a la kunoichi escucho un par de rezongos y cuestiones, que sin esperar mucho contesto automáticamente.

- Esta bien, esta bieeen te espero, comprende, no es fácil ser yo

Decía Ichiro en un tono de victima mientras se llevaba la mano derecha a la cara y se acomodaba el pelo hacia un costado. Miraba a su alrededor buscando las opciones que tenían para seguir subiendo el risco de la empinada ciudad. Se percató de una escalera en particular que resaltaba de las otras tres, esta tenía incrustada en sus primeros tres escalones pedazos de piedras haciendo referencia por donde tenían que ir. En realidad, parecía que iba a ser mucho más fácil llegar de lo que pensaba. Un sentimiento de mucha seguridad recorrió al shinobi, lo que lo ponía en un tono burlón cuando se dirigía a su compañera.

- Digamos que vengo a darle una mano a los habitantes de aquí, tengo una filosofía de que lo correcto, no siempre es lo que está bien, además los precios que ofrecen en la feria del muelle son increíbles para hacer trueques!

Contesto el gennin mientras observaba finalizar la agónica subida de su compañera, dio otro suspiro y se desplazó unos pasos más cerca a la siguiente escalera que tenían que tomar.
En movimiento introdujo la mano en la mochila y volvió a hacer presente un mapa, pero este era más parecido a un plano del museo, donde hacía referencia a las diferentes zonas donde se encontraban los objetos y puertas, pasillos y salidas de los mismo. Era áspero, con pinta de añejo y diferente al primero.
Se detuvo a observarlo haciendo espera de que su compañera lo alcanzase mientras lo hacia.
Responder
#7
''Encima de hiperactivo, el chico solo quiere dinero.''

La chica flipaba con la actitud del joven que acababa de conocer, y ya picada por la curiosidad decidió seguirle hasta el museo, que además ella también quería conocer desde el principio. Cuando llegó a alcanzarlo estaba sacando otro mapa. ''Con lo que mola ir a la aventura...'' Pensó. La chica cogió aire y suspiró soltándolo todo de golpe.

-Bien, si es por una buena causa, no te lo voy a preguntar más.-Sonrió a Ichiro.-Pero, ¿por qué me necesitas contigo, popu?- Sí, Eri seguía sin tener idea de para qué la necesitaba allí, si él tenía sus mapas y su hiperactividad con él, ella solo subiría a su ritmo las escaleras.

''Lo bueno es que así estoy entretenida...''

Eri intentaba pensar en positivo, cuando vio los gestos extraños del joven. Se apartó el cabello que se había instalado en su cara por el sudor a un lado por detrás de la oreja, y siguió subiendo, siguiendo al de cabellos grises.

-Aunque si te soy sincera... También quiero conocer el museo.- Se sinceró la joven kunoichi.
[Imagen: ksQJqx9.png]


—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Responder
#8
El suspiro hondo de la joven llamo la atención de Ichiro, quien levanto la cabeza de los mapas para observar el rostro de la muchacha al escucharlo, parecía un poco cansada, aunque su altura y su tono de voz la hacían parecer simpática y con ánimo. Tras unas palabras acompañadas de una sonrisa volvió a generarle una nueva pregunta al shinobi. Este le devolvió la sonrisa, mientras continuaba el dialogo.

- Emm.. –dijo el joven mientras se frotaba el cuello con la mano derecha pensando un poco la respuesta de la pregunta- Que es un popu?. Supongo que no me llama mucho la atención viajar solo por tierras extrañas, además, eres un ninja. A quien no le gusta sentirse protegido?, vamos, que eres una enclenque igual que yo, pero supongo que sabes lanzar una bola de fuego o dos.

Continuaba expresando el ninja entre sonrisas mientras volvía a introducir los mapas con cuidado en su mochila, cerrándola fuerte y preparándose para retomar el paso hacia el museo, aunque se sentía un poco agotado no estaba para nada cansado y casi sin darse cuenta estos compañeros habían recorrido ya lo que era la mitad del camino desde el puerto que prácticamente era la base del poblado hasta la edificación.

El shinobi continuaba subiendo escalón por escalón, con la misma velocidad con la cual lo había hecho con el primero, ya casi estaban cerca de llegar, una toz repentina le hizo sentir la garganta un poco seca, y saco una cantimplora la cual se puso a beber de inmediato mientras la pequeña le continuaba la charla.

- Así que no vives aquí? Lo pude deducir por tu bandana. Supongo que no estas de misión por aceptar acompañarme. Entonces, que haces aquí?[.-hizo una pausa- Quieres agua?.-Mientras le alcanzaba la cantimplora gris.

Ahora el que estaba en una posición interrogativa era Ichiro. No lo hacía por nada en especial, pero le gustaba mantener la charla con su acompañante mientras subían las escaleras. Hacía pasar el rato y no aburrirse, además le divertían las contestaciones de su nueva conocida.

Caminaron un rato largo por aquellos lugares hasta llegar a una puerta de metal gigantesca, con muchos dibujos y algunos pinchos. Esta estaba abierta hacia atrás de par en par y con dos guardias en la misma, bien armados con Katanas, prácticamente no se movían y vigilaban a todo el que pasaba por allí, aunque no había mucho movimiento por aquel lugar histórico.

El viento soplaba más que dentro del poblado, era un viento frio, que te generaba dolor en la garganta al tratar de respirarlo por la boca. El sol brillaba sobre la estructura de piedra sólida.
Varios carteles hacían referencia a que era la entrada del museo.
Ichiro solto un soplido se apoyo sobre su rodillas y miro sonriente aunque un poco cansado a Eri

- Las damas primero!

Dijo en un grito y prácticamente al terminar de decir la última letra salió corriendo hacia dentro del edificio, despreocupado por su acompañante.
Responder
#9
''¡Otra vez!''

Eri suspiró por enésima vez en aquel día. -Popu es una coletilla que tengo desde muy pequeña...-Explicó a Ichiro. -Hay personas que viajan por placer... Pero, no sé, nosotros los ninjas solemos proteger y no ser protegidos...- Pensó en su hogar y en un chico en especial, y volvió a suspirar cabizbaja.-Y no soy una enclenque, estoy aprendiendo a defenderme y a defender a los demás, popu.-Levantó la cabeza, orgullosa de lo que ella había hecho en su vida y en lo que estaba logrando día a día.-Y para tu información, mi elemento es el suiton, no tiro ''bolas de fuego''-Terminó la frase haciendo con los dedos de las manos el símbolo de las comillas, sonriendo al imaginarse a ella misma tirando bolitas de fuego enanas.

Ambos jóvenes siguieron caminando y subiendo escaleras para llegar al dicho museo que se encontraba en lo alto, la kunoichi estaba un poco cansada, no era que no estuviese acostumbrada a subir escaleras o andar durante mucho tiempo seguido, es que esas escaleras eran empinadas y difíciles de subir, y más para su corta estatura, que hacía que sus piernas no alcanzasen bien los peldaños. Ichiró se giró a ella mientras bebía agua.

-No, no vivo aquí, si no sabría perfectamente donde se encuentra el museo, popu.- Explicó la kunoichi.-Estaba de paso, quería distanciarme de mis cosas durante un pequeño tiempo y acabé aquí.-Sonrió, luego aceptó el agua y bebió gustosa, después se la devolvió y agradeció con una pequeña sonrisa.-¿Y tú, qué haces por aquí?

Ambos lograron llegar al museo, donde había guardias y todo estaba decorado con una decoración un tanto diferente a lo normal. ''Es un museo al fin y al cabo''

Hacía frío, y ambos estaban bastante cansados por la caminata que habían realizado, sin embargo Ichiro salió corriendo hacia el museo, y la chica solo logró llevarse una mano a la frente. ''Madre mía, qué hombre este...'' Y así entró en el museo ella también, mirando a los guardias antes de entrar.

El edificio por dentro estaba lleno de armas, todas colocadas de forma fácilmente observables, Eri se quedó mirando muchas con formas casi inimaginables, y lentamente avanzaba mirando los objetos que allí se encontraban.

''¿Dónde estará Ichiro?''

La joven kunoichi empezó a buscar al de cabellos grises por toda la estancia, suspirando cansada, ya lo había perdido.
[Imagen: ksQJqx9.png]


—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Responder
#10
- Bu!

Exclamo el ninja después de haberse acercado cautelosamente por la espalda de la chica con intenciones de generarle un susto. El muchacho no se había perdido en realidad, había ido directamente en busca de un sector determinado, en este era donde se encontraba la exhibición de una espada hermosa y muy valiosa llamada Honjo Masamune. Esta Estaba fielmente custodiada, pero los guardias no se percataron en que momento o como Ichiro que era un experto ladrón la había quitado de su lugar. No fue que después de unos minutos, el más veterano de los vigilantes advirtió la ausencia de la misma y se inició automáticamente un operativo para recuperarla. Las principales sospechas caían en el shinobi ya que era la última persona que había estado en ese salón y cerca del tesoro robado.

Varios pasos de personas corrieron empezaron a retumbar en el pasillo de donde había provenido Ichiro, a las voces de “ahí está” “fue él” “rodéenlo”
El shinobi levanto la cabeza y miro a su compañera, ya se había percatado que tenía que salir de ese lugar rápido, observo hacia todos lados en su alrededor en busca de una salida, pero el castillo casi no tenía ventanas en la parte inferior en la que se encontraban, y las puertas por donde ingresaron ya estarían cerradas y custodiadas por guardias tras ocurrido el hecho.

- Me tengo que ir! Un gusto conocerte!

Comento rápidamente mientras los guardias se acercaban de todas direcciones hacia ellos.
El cuerpo de ichiro se empezó a convertir en agua rápidamente, y esta se desborono al suelo, formando un charco que se filtró por los pisos desapareciendo de aquel lugar.
Mientras tanto los guardias se acercaban enfurecidos continuando con sus gritos hacia Eri

- No los dejen escapar!

Off: Luego pondré mis stat de la técnica.
Responder
#11
''¿!Qué narices ha hecho este proyecto de ser humano!?''

Si el día de Eri estaba yendo horriblemente extraño y poco ordinario, esto ya era la gota que colmaba el vaso. Después de que Ichiro hubiese aparecido por detrás y darla un susto de muerte. ''No es que fuera una chica asustadiza, no, era... ¡Normal! Si alguien viene por detrás obviamente te vas a asustar... Vale, no me lo esperaba, vaya ninja estoy hecha...'' Había salido corriendo, bueno, en modo charquito, con un objeto probablemente robado, como habían dicho los guardias que ahora mismo iban tras ella por culpa de ese maniático hiperactivo.

Sí, y es que lo único bueno que había podido hacer para reaccionar es salir corriendo de donde estaba, pero como no había salida por allí, estaba dando vueltas en círculos. Con suerte había cogido su bandana de la frente y la había guardado. ''Lo que me faltaba, problemas también para mi villa...'' Había pensado la kunoichi.

''Un momento... ¿Qué estoy haciendo?''

La joven de cabellos azules paró en seco, se giró hacia un guardia y le esperó con brazos cruzados. Los guardias, obviamente, la rodearon, mientras otros fueron en busca de Ichiro, que a saber dónde estaba ya.

-Niña, identifícate, vosotros, registradla.- Dijo uno de los guardias mientras la apuntaban. Dos de los otros comenzaron a palparla por todo el cuerpo, por encima, ya que Eri era menor y no tenían pruebas de que fuera ella una ladrona como el otro joven.

-Antes de que digan algo y con permiso de poder decirlo yo, solo soy una joven que venía de paso, quería conocer el museo y para eos he venido, sin ánimo de robar o agenciarme algo que no es de mi propiedad.-Explicó, indignada.-En cuanto al chico que ha salido corriendo, no tengo nada que ver con él, solo buscó mi ayuda y yo pensé que era un civil normal, al que le brindé la que necesitó, siento si he causado molestias, pero desearía irme, popu.-Terminó la kunoichi, ligeramente cabreada porque los guardias seguían tocándola.

Entonces se alejaron de ella y hablaron con el primer guardia que había hablado, quienes comenzaron a discutir sobre algo que Eri no lograba entender. Par de minutos después, habló.

-Bien, te hemos registrado y no tienes nada, puedes irte, sin embargo, queremos que nos digas lo que sepas de ese chico.- Exigió.

-No recuerdo su nombre bien, sé que empezaba con I, y no es de aquí, venía de otras tierras, siento no poder facilitar más información, ahora si me disculpan.- Eri hizo una reverencia y decidió dirigirse a la puerta, los guardias eran más estúpidos de lo que había imaginado, sin embargo tampoco sabía por qué había mentido, sabía el nombre del chico, pero, lo que no sabía era por qué había robado algo de aquel museo.

Bajó tantas escaleras como pudo y decidió sentarse en un banco de por ahí a descansar, lo que le pasase a Ichiro le traía sin cuidado, pero simplemente le gustaría saber el por qué del robo.
[Imagen: ksQJqx9.png]


—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Responder
#12
Tras escuchar las palabras de la joven el guardia más veterano saco dos posibles conclusiones, que estuviera diciendo la verdad, que no conocía el joven y no estaba relacionada en lo absoluto con su persona, en ese caso, no hubiera sido problema en dejarla ir. La segunda opción era que la muchacha estuviera entramada en el asunto, pero necesitaba pruebas para comprobar esto, porque aunque el muchacho se hubiera topado con ella minutos antes no eran suficientes evidencias, aparte de que estaba limpia y ni siquiera se había acercado a la escena del crimen.

Esto generó grandes dudas y el guardia se dirigió a uno de sus hombres. Mientras la muchacha se retiraba del museo, este le explico a su colega las sospechas y le ordeno que siguiera a la kunoichi para ver hacia donde se dirigía, quizá así podrían topar con el verdadero ladrón. También ordeno cerrar el muelle y revisar a todas las personas que intentaran salir de la isla.

Mientras tanto Eri se había sentado en un banco de lo que parecía una pequeña plaza en la ciudad. Ichiro hacia su intromisión transformado en agua de nuevo. Justo a los pies de la muchacha, el suelo comenzó a tomar la forma de la cara del muchacho, que luego de asimilarse a su rostro o casi. Empezó a platicar con ella.

- Al fin te detienes!.- Dijo la parte del suelo con la forma de la cara de Ichiro, mientras fruncía el seño, dio un suspiro. – Hace rato estaba intentando alcanzarte, pero cuando uno tiene piernas flácidas es difícil

Exclamaba mientras sacaba un brazo del piso convertido en agua, temblando como una gelatina por su composición para justificar su chiste malo.
Era verdad, el joven desde hace un momento estaba buscando a la kunoichi, se había sentido un poco mal por dejarla en aquella situación, pero sabía que no le ocurriría nada malo, o al menos eso pensaba. Esta vez había vuelto para ayudarla

- Hay muchos problemas, el puerto esta minado de guardias. El puerto y toda la ciudad. Como… el que te está observando desde la calle

El shinobi se había dado cuenta de esto por la forma peculiar de vestir del guardia, aunque iba de civil obviamente no era un ciudadano, ya que su vestimenta era cómoda y de telas caras. No para los habitantes que vivían en las casas de madera de esa pequeña ciudad.
Responder
#13
Eri negó con la cabeza, todavía con el cabreo encima. ¿Cómo no podía haberse dado cuenta? Entonces notó como de verdad había un hombre un tanto sospechoso mirando hacia donde ella y el charco se encontraban. Igualmente, ¿qué hacía Ichiro ahí todavía? Le daban ganas de pisar aquel charquito y marcharse, pero los guardias ya la habían fichado, todo por su culpa. O eso había dicho el de cabellos grises, ya que habían cerrado todas las salidas. ''Yo solo vine aquí a descansar y ser una turista más...'' Se quejó interiormente Eri.

-Felicidades, me encontraste.-Dijo con sarcasmo la joven.-Ahora, bien, ¿podrías decirme por qué robaste lo que has robado? Después de todo soy una ninja, y no debería dejarte marchar así como así, ¿me lo podrías explicar?

La pequeña kunoichi estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba con aquel chico, y es que no se lo podía seguir creyendo, ese chico, al que había ayudado, era un ladrón, y eso a ella como ninja no le dejaba buen sabor de boca. Pero tampoco tenía ganas de pelearse ahora mismo.

-Mira, es fácil, tú me lo explicas, y si eso, la devuelves luego y te vas a conseguir una espada digna, ¿vale, popu?-Dijo aún sin mirar el charco que se encontraba delante de ella, también sin perder de vista al guardia que intentaba acercarse lentamente. ''No me extraña que os hayan robado, mira que son torpes...''

Estiró sus brazos hacia delante, esperando una respuesta por parte del charquito. Quería irse de allí, incluso echaba de menos su hogar que a penas un día había dejado atrás, pero lo prefería antes de tener que lidiar con un ladrón que la había cogido cariño y ahora pretendía involucrarla. Ella se podría defender sola, lo que no quería era crear problemas para su villa.

''Echo de menos Uzu...''
[Imagen: ksQJqx9.png]


—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Responder
#14
- Bueno, la devolvería, el problema es que no la tengo más en mi poder, la eh vendido a unos piratas en el puerto.- Explico el ninja de Ame a la muchacha que seguía interrogándolo por los hechos sucedidos. Ahora estaban encerrados en una isla por las autoridades del lugar. – Mira lamento haberte involucrado, es que como ninja pensé que acabarías con todos los guardias en un santiamén!.- una sonrisa se le escapo y se puso en un tono burlesco el ninja tratando de romper un poco la tensión del momento que los estaba haciendo pasar.

– Pero bueno, pasemos a lo serio. Tampoco tengo el dinero, lo acabo de repartir entre la escuela, el orfanato y el hospital del lugar. Me pareció un poco injusto que teniendo tantos “tesoros” el resto del poblado estuviera en tan mal estado. – Acabo la oración Ichiro justificando sus hechos. –Pero no te preocupes, ahora me entregare, así te dejaran en paz.

El shinobi comenzó a desmaterializarse lentamente del agua para terminar tomando su forma original humana otra vez, giro su cabeza hacia donde estaba el seguridad vigilándolos intentando formar un cruce de miradas para que supiera que estaba ahí, y luego dio un paso para sentarse un poco echado hacia atrás en el mismo banco donde se encontraba Eri. Al estar un poco más cómodo soltó una bocanada de aire de un suspiro profundo, al parecer, estar en ese estado le consumía bastante chakra comparado con las reservas que tenía por ser un gennin.

El guardia al ver con sorpresa que el fugitivo había aparecido no espero ni un segundo en avisarle a sus compañeros.- Esta aquí en la plaza!. Alertaba al resto usando su intercomunicador. El sentinela comenzó a descender de manera rápida aunque cauteloso hacia la posición donde se encontraban los jóvenes, tanto se sintió amenazado que saco un par de Sai que tenía guardados en su cintura por si alguno intentaba atacarlos, no descartaba que alguno de los dos estuviera armado, aparte de la espada que se habían robado. – Deténganse están bajo arresto. Exclamo, aunque todavía estaba a una distancia bastante de 10 metros. No quería sorpresas de ningún tipo.

La tarde se iba y la mayoría de los habitantes comenzaban a encender las lámparas y antorchas que tenían fuera de sus casas para así recibir la noche y poder seguir iluminados. Los gritos y el movimiento de guardias acaparo la atención de todos, ya que siempre había sido un lugar bastante tranquilo.

-Está bien, está bien, tranquilo.

Dijo Ichiro mientras se paraba y abandonaba el minuto de paz que había logrado obtener al sentarse en el banco. Luego de desperezarse un poco llevo las manos a la cabeza lentamente, mientras se quedó viendo con cara de despreocupación al guardia. Al parecer estaba bastante tranquilo, aunque no quería ser atrapado, tenía que lograr que dejaran de molestar a su compañera. Quizás podía llegar a un trato con ellos, aunque con sus habilidades era más probable que escapara de nuevo. El problema no era ese, era conseguir un trasporte en el puerto para intentar volver a su ciudad natal, luego de tristemente no encontrar allí lo que estaba buscando de verdad.
Responder
#15
Eri miró confusa como Ichiro salía de su charco y se sentaba en el banco, hasta que el guardia comenzó a gritar sobre que ahí estaba el fugitivo y se acercaba hacia donde ambos se encontraban sentados.

Después de lo que le había contado Ichiro sobre que él había sido capaz de vender la espada a unos piratas en el puerto y repartir el dinero entre orfanato, hospitales, y en general con gente necesitada de Taikarune, su corazón se había ablandado un poco con ese chico, aunque todavía no acababa de creérselo ya que... ¿Piratas? ¿Con puertos cerrados? Era un tanto sospechoso, simplemente no quería tener nada que ver con problemas, pero tampoco quería que Ichiro tuviese, no antes de que probara que todo lo que había dicho era verdad. Así que suspiró por tercera vez, y se dejó entregar junto con él. Era una ninja al fin y al cabo, la ley era la ley, aunque si no era justa, no era justa. Y eso sí que no le hacía ninguna gracia a la joven.

-Disculpa.-Cuando se acercó al guardia con los brazos detrás de la cabeza.-No quisiese molestar pero...¿Era espionaje lo que estaba haciendo a mi persona, popu?- Preguntó, ahora con los brazos cruzados. Usualmente Eri era una persona tímida, pero cuando se cabreaba sacaba valor de donde no había, aunque eso le podría llevar a un gran problema, tanto a ella como al chico de cabellos grises. -Pensé que aclaramos todo antes en el museo, y sin embargo aquí ustedes han dudado de mí palabra, ¿qué ocurre con este chico? ¿Qué es lo que ha hecho, y por qué se me relaciona? ¿Por hablar con un civil que no pensaba que fuera un ladrón? ¿Qué clase de justicia es esta con los ciudadanos de a pie?-Dijo, indignada. A medida que hablaba varias personas se acercaban a escuchar, de noche, con antorchas encendidas a su al rededor. Varios guardias se acercaron por muchos lados, sin embargo el guardia con quien la joven hablaba no se había movido.

''No sé qué estoy haciendo, no quiero meter en líos a nadie más... Pero, si funciona, funciona.''

-Aun así, si quieren juzgarme, sin si quiera pruebas de un delito realizado, pueden registrarme de nuevo, tanto a él como a mí, delante de toda esta gente. Desnúdenme si quieren, más sería un juzgamiento injusto.- Terminó, levantando las manos de nuevo.
[Imagen: ksQJqx9.png]


—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.