— ¿Que tal lo llevas?

— ...

— ¿No vas a responder?

— ...

— Haz lo que quieras, pero tu arrogancia, puede acabar por costarte algun dia la vida

— ...

— Las palabras tienen mas peso del que crees, aunque sean sordas. — Una sonora carcajada, que acabó en un largo suspiro, inundó la sala — De todas formas, no vas a salir de aqui, en una laaaaaaaarga temporada... Y ademas... Nadie parece haber notado tu desaparición.

Aquella voz era distante, pero sobretodo, nublada y distorsionada; se acercaba lentamente a conjunto con una sombra tambien irreconocible. El unico atisbo de luz que habia en la sala, entraba por una pequeña rendija con rejas ubicada varios metros por encima de su cabeza. A conjunto con los distorsionados pasos, la persona de figura borrosa, se puso de cuclillas delante mia.

— Que ganas de inflarle la cara a hostias. ¿Cuanto tiempo llevo aqui abajo? ¿Cuanto ha pasado del incidente del Shukaku? Y lo que mas me molesta de todo. ¿Que pintan estos aquí y porque me han cogido a mi?. — Unos frios dedos acariciaron sus labios encontra de su voluntad, parecian llevar algo entre ellos. — Morder. Te arrancaria los dedos de un mordisco si tuviera fuerzas, pero no siento apenas mi cuerpo; y mucho menos, siento la fuerza para si quiera mover una mano. Siento a la par que escucho unos grilletes hacer ruido, es todo lo que puedo hacer como gesto de moverme, y tras ello, mis fuerzas se evaporan. —Una pastilla se deslizo por desde los dedos hasta el fondo de su garganta para posteriormente, caer agua de manera incesante.

— Cof cof cof... — El agua caia por la garganta sin fuerzas, cayendo parte de agua dentro de sus pulmones y casi provocandole la asfixia.

— Bueno, ha sido un placer, nos veremos el proximo dia — La borrosa figura se puso en pie, y se marcho tras un fuerte estruendo de una puerta acompañado del sonido de varios cerrojos.

— E-Espera... A-Ayudamé...

— Todo lo mas que recuerdo, es gatear a duras penas, para finalmente; desplomarme contra el suelo, y volver a perder el conocimiento por mas drogas.

— Buenos dias, princesa ¿dormiste bien?

Un gruñido seguido de un balbuceo es lo máximo que pude llegar a articular

— ¿Como dices? No te escucho

— ¡¡Que te vayas a la mierda, pedazo de cabronazo!! — Esta vez, estaba tirado en el suelo atado por varias cadenas y grilletes; intentando liberarme, no pude hacer mas que armar algo de ruido con las cadenas. Tras ello, cayó un espada justo a mi rostro clavandose en el suelo del idiota que no dejaba de molestarme dia tras dia.

— Cierra la boca un rato, hazme el favor — Puso su pie en un lateral de mi cara, obligandome a ser incapaz de levantarla un centimetro del suelo. ¿Por que? ¿Por que a mi? ¿Y por que puñetas estoy aqui?. Es lo único que no dejaba de repetirme dia tras dia.

¿Cuanto ha pasado ya? ¿Medio año? No, más. Senti pasar el calor y el frio bajo esta asquerosa celda, mientras lo poco que podia hacer era reptar por el suelo. Hecho de menos a mis conocidos... No son muchos, pero se sentia bien estar con ellos.

— Tranquilo chaval, no te queda mucho aquí ya. El Purgador ya te ha examinado asi como el Absoludor te perdonado por todos tus crimenes. Una pena, al final vas a sernos útil y todo, me hubiera gustado volver a ver al Ejecutor en acción.

¿Purgador? ¿Absoludor? ¿Ejecutor?... ¿De que demonios habla? Mi cuerpo todavia sigue dolorido y no se que es lo que planean finalmente hacer conmigo. Me siento tan debil por culpa de esos productos que me obligaban a tomar dia tras dia. Dia y noche, pasaban ante mis ojos, a veces podia ver o sentir brevemente que tocaban mi cuerpo, pero al instante perdia el conocimiento. No quiero que pasen mas dias y noches, solo quiero que el sol, mi sol, baje al hozironte, se alze la luna, y nunca mas vuelva a levantarse el sol.

Pero se ve dificil, sobretodo, tras el ensordecedor ruido de una explosión, seguido de una nube de humo.