Normalmente cuando uno viaja debe salir de su tierra, es la idea de viajar después de todo, moverse a otro sitio. Amegakure era muy conocida por su clima tormentoso, constantes aguaceros y cielos nublados. Mogura no estaba del todo acostumbrado a eso y llevaba un paraguas para combatir esa situación. Ahora cuando estuviese marchando hacía el país del fuego, puntualmente a ver el torneo de los dojos, no necesitaría un sombrero, porque allá no llueve tanto como en la aldea, pero allá había sol y él no estaba acostumbrado tanto a eso.

Podría ser mal para la salud dejarse dar de lleno por tantos rayos solares, será mejor cubrirse con algo. Pensó en su momento el shinobi. Un sombrero fue una solución rápida y eficiente, todo el mundo podría llevar un sombrero por lo tanto no resaltaría como un rarito entre la multitud, ya de por si era un ninja fuera de su lugar, no le correspondían mas miradas de las necesarias.

No esperaba nada asombroso mas allá de lo que pudiese llegar a ver en la arena, no quería ninguna situación extraña o hecho que revolucione su vida, solo unas pequeñas vacaciones de su oficio como ninja. ¿Podría resultar de otra manera?