Se trata de una kunoichi de una belleza realmente resaltada. Mide metro setenta y pesa alrededor de sesenta kilos. Aunque de cuerpo atlético, sus músculos no llegan a destacar, su proporcionalidad es realmente perfecta. Tiene unas cuervas bien pronunciadas, y pese a que a veces no le termina de agradar, unos generosos pechos. Su piel es tersa y firme, de un tono vivaz y cálido, y que está totalmente inmaculada. Bueno, no está del todo virgen, tiene algún que otro tatuaje que se realizó antes de sufrir la inmortalidad. Una calavera, numerosas ramas de espino, nubes con caretos, una constelación de la misma índole, e incluso una serpiente adornan su cuello, brazo y parte del torso.

Su cabellera es de un tono rojizo mas intenso que los ojos de un Uchiha, la cual siempre lleva desaliñada en un peculiar peinado asalvajado. Algo corto, termina con algunos mechones algo mas largo, se podría decir que casi escalonado en el sentido ascendente. No suele llevar maquillaje alguno, normalmente ni en ocasiones especiales. Así mismo, lo único que suele usar de cosmética es pintauñas de color carmín, acompañando a su tono de pelo.

Sus ojos son de un tono negro intenso, como un pozo de petróleo sin explotar. Dentro de una mirada que casi refleja el alma, son una tarjeta de visita que difícilmente se olvidan. Sus labios no son demasiado carnosos, pero tampoco quedan en el olvido. El global de su rostro refleja una belleza difícil de digerir, y no en el mal sentido... a muchos le quita hasta el aliento. Sus facciones son finas y suaves, lo que le da un encanto envidiable.

Su vestimenta suele estar constituida por una camisa interior negra de tirantas, sencilla pero ergonómica. Sobre ésta lleva una camisola de color rojo, la cuál modificó cortando la manga izquierda, así como parte de la restante. Ésta mencionada camiseta roja tiene en el centro un dibujo realmente mono, una calavera sonriente casi gatuna. Su brazo derecho está recubierto por un trozo de armadura, una hecha a base de placas de acero pulido que en algunos puntos tiene tonos rojos, así como pelaje de color blanco. Ésta armadura llega desde el hombro hasta completar un guantelete, cubriendo el 100% del mencionado brazo. En la parte del hombro, tiene grabado el símbolo de la aldea, Amegakure. En el brazo izquierdo sin embargo empuña tan solo un guantelete, de parecida similitud al diestro, pero llegando solo hasta la muñeca. Bajando, llegamos a un pequeño cinturón negro, que da seguridad a una falda de cuadros de tonalidades similares al cinturón. Ésta falda tiene alguna que otra cadena que cuelga desde el mencionado cinturón, así como tiene algún que otro redoble de filigranas de tono negro. Bajo ésta falda, lleva siempre una ropa interior negra, que termina cubierta por unas medias largas de tono oscuro, que está rota en algún que otro punto. En el muslo derecho tiene agarrado por medio de tiras el portaobjetos, negro y realmente ocioso. Por último, unas botas negras bien robustas hacen la función de tobilleras ninja. Éstas tienen numeroso remaches de metal, cremalleras, así como pequeños bolsillos interiores. Ésto fue un agregado por parte de la chica, buscando darle cobijo a su bien mas preciado.

¿Quién iba a fiarse de dejar en casa lo mas preciado entre sus pertenencias?

Mentalmente Aiko es una chica madura, que siempre piensa y medita sus acciones, así como las repercusiones que éstas podrían acarrearle. Evidentemente, ésto es de lo mas normal, sobre todo teniendo en cuenta su verdadera edad. Pero ésto no quita que de vez en cuando le guste disfrutar del riesgo y el dolor. Si, tal y como suena, con el paso del tiempo y alguna que otra mala experiencia, la chica llegó a tener un cercano sentimiento al placer al experimentar intenso dolor. Obviamente, siempre tiene en cuenta sus limites, y no se expone mas de lo que debiere... después de todo, un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Con recelo, mantiene consigo en todo momento un pequeño dibujo que fue el último regalo de su padre, al cuál aún no olvida. Aunque sabe que gran parte de su tortura eterna es debida a éste retrato, no puede dejar de lado su procedencia, así como su significado. Desprenderse de esa maldición sería como renegar a su padre, lo cuál es imperdonable. La plastificó para poder tenerla consigo en todo momento, pues en Amegakure el tiempo podría haberle jugado una mala pasada. La guarde donde la guarde, siempre la vigila con ahínco, es mas importante que su vida.

Su personalidad es bastante extrovertida, casi nunca se muerde la lengua. Siendo sinceros, normalmente es de las chicas que hacen callar a cualquier persona, capaz de sacarle colores a un camaleón. Aunque tampoco es que lo haga adrede, normalmente esa faceta se la guarda para personas con las que tiene algo de confianza, no con cualquiera. Por otro lado, suele ser bastante lanzada a la aventura, no suele dejar hueco sin explorar. Es mas curiosa que un saco de gatos, y aun consciente de ésto, nunca suele admitirlo. Es como un goloso que tiene una tienda de gominolas, jamás admitirá que está condenado a fracasar en el negocio.

Uno de sus mayores dones es su gran capacidad para integrarse en cualquier grupo, es una chica que fuera de su estética tan abrupta y llamativa, tiene la capacidad de caer bien a cualquier persona. Ni tan siquiera los mas tradicionales podrían negar una buena charla o un abrazo de ésta. Ahora, por las malas es mejor esconderse, pues como bien se dice... mas sabe el diablo por viejo que por diablo. Tiene una capacidad de maldad que escapa al peor de los infiernos. Suerte que ésta faceta sea la mas difícil de ver entre las que la chica posee. Es como un tierno y dulce bombón, relleno del mas tétrico y potente picante.

Además de gastar su tiempo en ser extremadamente social, suele invertir gran parte de éste en leer, o escuchar música. Le encanta el género metal, así como el dubstep. Le encantaría tener mas tatuajes, pero es algo que se le escapa de las manos a causa de su letal tortura eterna. Ni una sola cicatriz marca su cuerpo por mas de unas horas. Así pues, su pasión por los tatuajes ha quedado un poco estancada, pero sigue fascinandola.

¤ Adaptación social (coste de 1 punto)

¤ Bendición de Amenokami (coste de 1 punto)

¤ Atractivo natural (coste de 1 punto)

¤ Ventaja genética (coste de 3 puntos)

¤ Tortura eterna

¤ La curiosidad mató al gato (otorga 1 punto)

¤ Poco original (coste de 2 puntos)
«Sacrifica la segunda evolutiva»

¤ Masoquismo (otorga 2 puntos)