(D) Cuando el campo huele a flores - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Uzushiogakure (https://ninjaworld.es/foro-uzushiogakure) +--- Foro: Calles de la Aldea (https://ninjaworld.es/foro-calles-de-la-aldea) +--- Tema: (D) Cuando el campo huele a flores (/tema-d-cuando-el-campo-huele-a-flores) |
RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 6/02/2017 Y allí fue Akame, justo detrás de su compañero Uchiha, escalando con paso ágil la pared del bloque de pisos. No era la forma más educada ni normal de acceder, pero dadas las circunstancias Haskoz consideró —sin preguntar a nadie— que estaba justificado. Y Akame también, a juzgar por cómo corría pared arriba. Una ventana abierta, cuando debería estar cerrada, nunca era buen presagio. Sus temores no tardaron en confirmarse. Cruzó la ventana detrás de Haskoz y aterrizó en un mar de desorden. Era casi la misma representación del caos en el que su compañero parecía regocijarse, a juzgar por sus palabras. Akame no pudo evitar encarcar una ceja, escéptico; sabía que el Uchiha albino era un chico peculiar, pero no se imaginaba cómo tal desorden podía no ser un claro indicativo de que sus cualidades como ninja no eran las mejores. ¿Cómo demonios iba a encontrar nada en aquel basurero al que llamaba apartamento? Sin embargo y pese a todo, la cosa estaba a punto de ponerse mucho peor, tal y como constató el propio Haskoz con un grito que llegó hasta la calle, donde Kotetsu les esperaba. El espadachín no se hizo esperar, y apareció a los pocos instantes. «¡Por todos los demonios de Oonindo, esto no puede estar pasando! ¿¡Quién demonio querría robar esas invitaciones, y para qué!?» —Quietos. No os mováis, podríais echar a perder alguna pista. Akame cerró los ojos. No era momento de perder los papeles. Cuando los abrió, su mirada recorrió rápidamente la escena del crimen, iluminada por la clarividencia del Sharingan de dos aspas. El Uchiha empezó a recorrer la entrada del apartamento con paso tranquilo, revisando primero el suelo, y luego las paredes en busca de cualquier pista; una huella, un pelo, un objeto que no debía estar allí, o alguno que faltase. RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 9/02/2017 Cuando Akame ya iba a darse por vencido de no encontrar nada inusual —más allá de que a cada rincón en el que posase la mirada estuviese más sucio o polvoriento—, algo logró llamar la atención de su Sharingan. Al principio no se había dado cuenta, porque era algo casi imperceptible, pero en la segunda pasada, y mirando más de cerca, localizó un pelo junto a la entrada, justo donde habían estado las invitaciones. Un cabello grueso y medianamente largo, de diez centímetros, de color rojo y rizado. Por su parte, Kōtetsu no tuvo peor suerte… aunque no de la forma que él esperaba. Al subir por la ventana, había arrimado demasiado el hombro al marco de ésta, donde la punta de un clavo oxidado que sobresalía de la madera le raspó, haciendo un fino corte en su piel. Era un pequeño desperfecto que Haskoz se había prometido solucionar al día siguiente… Al día siguiente de cada día que se acordaba de ello. Sin embargo, el pequeño infortunio trajo con él un golpe de suerte. Kōtetsu pudo ver que junto a la punta del clavo había quedado atrapado un retazo de algodón, probablemente perteneciente a una camisa. Se veía de buena calidad, y bordado en letras rojas, se leían las siglas: "HC " RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 12/02/2017 —Ok… Hay que estarse quietos y mantener la calma —respondió a lo dicho por Akame. Si, era plenamente consciente de lo poco que serviría el entrar en pánico, pero la situación se prestaba para poco más que eso. Le parecía un giro demasiado cruel por parte del destino el que fallase en su primera misión antes de incluso comenzar. Lo peor de todo era el hecho de que no se le ocurría quien pudo haber sido la persona capaz de hacer aquello, capaz de atentar contra el trabajo de quienes mantenían funcionando la villa. “Si estuviese en mi pueblo, simplemente podría ir a fastidiar a los problemáticos de costumbre, pero aquí viven miles de personas; me sería imposible siquiera saber por dónde comenzar a preguntar” Levantó los brazos hacia su cabeza para alisar sus cabellos y tratar de centrarse un poco, pero en medio del movimiento sintió como algo afilado rajaba su piel hasta provocar que brotase el típico líquido rojo y cálido. Busco con la vista al culpable, pero solo encontró un clavo que yacía saliente del marco de la ventana. Sin embargo, en aquel palillo de metal había algo colgando, una especie de tela con un elegante bordado, como aquel que utiliza la gente para identificar sus pertenencias. Tomó el trozo de tela y lo inspeccionó con suma curiosidad, sin considerar que pudiese llegar a ser alguna pista importante. Resultaba ser suave y de buena calidad, como la ropa fina que le habían dado para que usara desde que llegó a la aldea. —¿Qué significa HC? —preguntó en voz alta mientras sostenía aquel retazo de algodón, olvidándose por un momento de todo el problema en el que estaba involucrado. RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 12/02/2017 Entre la ropa sucia tirada por el suelo, el polvo, diversos utensilios y revistas de dudosa calidad moral, el Uchiha encontró algo tras una exahustiva búsqueda. Se agachó, cuidadoso como si temiera que el suelo fuese a romperse bajo sus pies, hasta tomar entre sus dedos índice y pulgar la pista que les llevaría hasta el ladrón. O eso esperaba él. «Un... ¿Pelo?» En efecto, se trataba de un pelo; largo, rizado y cobrizo. Akame lo sostuvo a escasa distancia de sus ojos, que observaban atentos aquella pista. No podía deducirse mucho más a partir de un simple pelo, pero al menos tenía algo por donde empezar. Sonrió, miró a Haskoz y preguntó con cierta sorna escondida en su tono calmo. —La última vez que comprobé, Noemi era rubia... —entonces alzó un dedo, acusador, apuntándolo directamente al pecho del aludido—. ¡Haskoz-kun! ¿No me dirás que estás engañando a Sakamoto Noemi-san con otra chica? El Uchiha rió, divertido por su propia broma, hasta que las palabras de Kotetsu llamaron su atención. Akame se acercó hasta la ventana, donde estaba apostado su joven compañero gennin; sostenía algo en su mano. —¿HC? —preguntó el Uchiha, pensando en voz alta—. No tengo ni la más remota idea. Pero parece un trozo de tela y, a juzgar por donde lo has encontrado, diría que pertenece a una visita... Inesperada. Tal vez alguien usó la ventana para entrar sin ser bienvenido. ¿No ibas a repararla, Haskoz-kun? —increpó luego a su compañero, que había rechazado días antes su ayuda en aquella tarea para favorecer a la de Noemi. Akame se imaginaba que no habían estado arreglando la ventana, precisamente. RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 12/02/2017 —La última vez que comprobé, Noemi era rubia... —entonces alzó un dedo, acusador, apuntándolo directamente al pecho del aludido—. ¡Haskoz-kun! ¿No me dirás que estás engañando a Sakamoto Noemi-san con otra chica? Haskoz alzó una ceja. ¿Él, engañando a Noemi con otra? Se veía que Uchiha Akame estaba muy confundido respecto a su compañero de armas. Puede que fuese un tipo bromista y que no tuviese dificultad a la hora de hacer amigos o amigas… pero respecto a aquel tema, Haskoz no tenía ni la mitad de éxito con las mujeres de lo que Akame se imaginaba. Ya era una suerte que Noemi se hubiese fijado en él, vaya a saber los Dioses por qué, ¡para que se fijasen dos! No, por el momento no tenía esa suerte. —Oh —dijo, al acercarse y ver el pelo de cerca. Dependiendo de la luz y desde dónde se le mirase, el pelo tanto podía parecer rojizo como... púrpura—. Debe ser de Eri-chan. ¡BOOM! Soltada la bomba, dio media vuelta, sin siquiera comprobar que el explosivo no había acabado con la vida de nadie... o con su corazón. Lo había soltado como si tal cosa, como sin darle importancia. Incluso había empleado un sufijo diminutivo, consciente de que nunca nadie se los había oído usar, solo para darle un golpe de efecto mayor a sus palabras. Tras el bombazo, del cual Kōtetsu lo más probable era que ni se hubiese enterado, le oyó preguntar sobre el significado de HC. Haskoz se acercó a él, curioso, y examinó más de cerca la inscripción en la tela. —¿HC? —preguntó Akame—. No tengo ni la más remota idea. Pero parece un trozo de tela y, a juzgar por donde lo has encontrado, diría que pertenece a una visita... Inesperada. Tal vez alguien usó la ventana para entrar sin ser bienvenido. ¿No ibas a repararla, Haskoz-kun? —¿Eh? Oh, ya… Sí… Verás, es que me surgieron… otras cosas —explicó, sin en realidad decir nada en absoluto. Su cabeza estaba ya centrada en las siglas pertenecientes al más que probable ladrón. Unas siglas que le sonaban de…—. ¡¿Será hijo de puta?! —exclamó, de pronto. Sin dar siquiera explicaciones, corrió atropelladamente hacia la puerta de su apartamento, que abrió de un tirón. Ascendió por las escaleras del pasillo, saltándolas de tres en tres, y llegó hasta el séptimo piso… El piso al que erróneamente le había dado a Noemi como su dirección. El piso que pertenecía a… —¡ABRE! ¡ABRE HIJO DE LA GRAN PUTA, O TE TIRO LA PUERTA ABAJO! —rugió, golpeando la puerta como un toro embravecido. La alfombra de la entrada, de color gris, tenía bordadas las letras HC en color rojo… RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 18/02/2017 Con aquel par, las cosas demostraban ser un tanto extrañas; por un momento, ambos Uchiha cayeron en alguna situación hilarante a la cual Kōtetsu resultaba ajeno. Desde su propia perspectiva podía entender como alguien conservaría la calma aun con lo grave de lo ocurrido, pero le era imposible comprender como, o que finalidad tenia, el bromear durante una situación que amenazaba con tornarse, cuando menos, catastrófica. “Dicen que reírse de los problemas ayuda a mitigar su peso, pero no me creo capaz de hacerlo tal como lo hacen estos dos chicos” Lo cierto es que no tenía razón para criticarles aquella actitud, menos siendo un novato medio extranjero, pero esperaba que las risas no terminaran en llantos al final del día. Akame se aproximo a la ventana, lo suficiente para inspeccionar de cerca aquel trozo de tela. El joven llego a la conclusión de que se trataban de las iníciales de alguna persona en particular. Pronto se hizo obvio que, por el sitio en que la hallaron, se trataba de un rastro dejado por alguien que se había colado a través de la ventana. Sin previo aviso, Haskoz dejo escapar una vulgaridad que llego acompañada por un arranque de ira que le llevo corriendo hasta la puerta de su casa y por las escaleras del complejo de apartamentos hasta llegar al séptimo piso. Se paro frente a una puerta y comenzó a golpearla con un nivel de autocontrol que dejaba mucho que desear. Viendo semejante falta de disciplina, el ojos grises no pudo evitar el salir corriendo tras aquel joven furioso para evitar que hiciera cualquier cosa que pudiese comprometer la misión. —¡Espera, Haskoz-san! —grito mientras trataba de seguirle el paso—. ¡No puedes ir y montar semejante escándalo en la casa de otra persona, menos cuando estamos en plena misión! —asevero mientras lo sujetaba por los hombros, tratando de alejarlo de la ya maltratada puerta. RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 20/02/2017 Lo que sucedió a continuación cogió por sorpresa al más joven de los Uchiha. Haskoz pareció reconocer al instante aquellas iniciales y, por consiguiente, la identidad del presunto ladrón. Y es que lo de presunto no tenía demasiada relevancia para el desordenado Uchiha de pelo blanco que, como una exhalación, salió de su apartamento para subir varios tramos de escaleras. Akame oyó sus pasos, furiosos, retumbando contra los escalones mientras el muchacho seguía vociferando, presa de una ira visceral. —¿Pero qué demonios le pasa? —dijo, finalmente, poniendo su mejor cara de "no tengo ni idea de qué está ocurriendo". Kotetsu, por el contrario, pareció gravemente turbado por aquel hecho y sin perder un instante más salió a la zaga de su compañero gennin. Por puro impulso Akame echó a correr también detrás del Hagakure; tenía miedo de que, si se quedaba solo en mitad del caótico laberinto que formaban los chismes esparcidos por el apartamento de Haskoz, quizás nunca pudiese encontrar la salida. Cuando superó el último tramo de escaleras, vio —o, más bien, escuchó— a Haskoz aporreando la puerta de un apartamento con gran enfado. Kotetsu, a su lado, lo zamarreaba y le instaba a deponer aquella belicosa actitud. Akame fue hilando las piezas mientras alzaba los brazos, tratando de calmar los ánimos con su característica tranquilidad. —Calma, compañeros —sugirió, conciliador—. Es evidente que Haskoz-kun intuye algo que a los demás se nos escapaba. ¿Y bien? —fijó sus ojos, que habían recuperado su habitual tono azabache, en los del aludido—. ¿Sospechas del dueño de esta vivienda? RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 20/02/2017 Las palabras de Kōtetsu le entraron por una oreja y le salieron por otra. Ahora lo único que le importaba era tirar aquella puerta abajo, pero las férreas manos del peliblanco se aferraron en torno a sus hombros con una fuerza superior al poder de sus palabras… Nada del otro mundo, realmente. Pero Uchiha Haskoz no se caracterizaba por ser un tipo fuerte precisamente. —¡Déjame, Kōtetsu! ¡Déjame! ¡Voy a enseñarle a ese proyecto fracasado de shinobi por qué suspendió el examen! —como Kōtetsu le impedía seguir golpeando la puerta, optó por ir en dirección contraria y bajar por las escaleras, cruzándose de camino con Akame, que intentó apaciguar los ánimos. —¿Qué si sospecho del dueño? —Haskoz volvió a bajar al sexto piso, entrando en su casa y dejando la pregunta en el aire. Instantes después, el Uchiha volvió a subir por las escaleras, esta vez con un ninjato atado al cinto y un pequeño pergamino en su mano…—. Es Hozuki Chokichi. Hache, ce. Firmaba con eso en los grafitis que hacía en las mesas de clase. ¿No te acuerdas de él? Se apuntaba a todas pero terminó suspendiendo el examen, el muy cazurro. Algunos le llamábamos Hache el Manos Largas, cuando era más pequeño el Rey de los Cerdos… —no se sentía muy orgulloso de aquel mote, le constaba que a Chokichi no le había hecho mucha gracia, que digamos—. ¿Te puedes creer que…? —soltó una risita desternillante entre medias—. ¿Te puedes creer que se lanzó a por Noemi? Eso me dijo ella. Que se había confundido de piso al venir a verme y el tío se abalanzó sobre ella como un jodido buitre. Me reí, ¿sabes? ¿Qué otra cosa iba a hacer? Tomármelo con humor, claro… Pero una cosa es eso y otra muy distinta entrar en mi casa. En mi propiedad. Por ahí sí que no… Se acercó a la puerta. Esta vez no para golpearla, sino con mejores intenciones: iba a reventarla. Su mano derecha se extendió, dejando ver un sello explosivo. Un sello explosivo de clase B. —¡Y el muy cabrón se lleva las invitaciones! Ya me diréis para qué cojones querrá él las invitaciones —frunció el ceño, miró el sello explosivo que todavía tenía en la mano y farfulló:—. A ver, esto como iba… Lo cierto era que Haskoz jamás había sido capaz de colocar un sello explosivo de tan alto nivel… RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 22/02/2017 Mientras aun se encontraba analizando todo lo dicho y las implicaciones de lo mismo, el joven de ojos melíferos se retiro como una tormenta, como una de las que cesan para luego volver con aun más ímpetu y furia: Armado con un ninjato y con un sello explosivo de mediana potencia, se dispuso a negociar de forma violenta con la puerta para que esta se quitara del camino. —Entonces…, es posible que el robo de las invitaciones sea solo una travesura para molestarte, Haskoz-san —aventuro a decir con calma. »Si fuera ese el caso, no hay necesidad de llevar las cosas a extremos tan demenciales. Para cualquiera con sentido común, menos Haskoz, que parecía haberlo perdido temporalmente, resultaba aterradoramente obvio que una explosión provocada por aquel papelito no solo les alcanzaría a ellos, sino que también a las paredes. En el mejor de los casos dejaría un destrozo con un costo mucho mayor al del pago por la misión. Y en el peor, no sabían que había detrás de la puerta, y bien podían causar un gran incendio, que sería mortal para quienes allí vivían. —No estoy seguro de cómo manejar todo esto, pero creo que deberíamos calmarnos un poco y pensar en la manera más sutil de resolver las cosas, sin explosiones ni ataques de ira descontrolada, por favor. RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 27/02/2017 Pese a las detalladas señas que Haskoz estaba dando sobre aquel supuesto intento fallido de gennin, Akame no conseguía ponerle cara al tal Chokichi. No era de extrañar pues que aquel Hozuki hubiese suspendido el exámen de acceso al rango que ellos tres ostentaban; debía haber sido un chico tan pobremente dotado para el Ninjutsu y tan anodino, que probablemente apenas capturase la atención del joven Uchiha durante los primeros días del curso. Akame era observador, sí, pero no gustaba de perder el tiempo con quienes no iban a aportarle nada en absoluto... Cosa que ahora lamentaba. Vista la situación —y dada la peculiar relación que parecía tener Haskoz con aquel chico—, ahora le hubiera venido de perlas conocer un poco más a su enemigo. «Si te conoces a tí mismo y conoces a tu enemigo, ni en cien batallas serás derrotado»
Las palabras de su maestra Kunie resonaron fuertes en su conciencia, y Akame chasqueó los labios, molesto. Pese a todo, cuando Haskoz le contó cómo aquel Hozuki se había abalanzado sobre Noemi días atrás gracias a una fortuita confusión, el Uchiha no pudo evitar esbozar una sonrisilla. La borró pronto de su rostro; tenían una misión entre manos. No había lugar para el cachondeo. Akame asintió ante las palabras de su otro compañero albino. Al contrario que Haskoz, Kotetsu parecía mucho más tranquilo y reflexivo. —Estoy de acuerdo, Kotetsu-kun —concedió el Uchiha de ojos negros—. Haskoz-kun, deja eso antes de que provoques un estropicio —instó seguidamente a su otro compañero. —Podríamos echar la puerta abajo, pero eso provocaría daños en la vivienda que luego tendríamos que justificar. Además, si de verdad el ladrón está dentro, le alertaríamos sobre nuestras intenciones —reflexionó, con gesto pensativo—. Creo que lo mejor es utilizar su propia estrategia. Debe haber alguna ventana por la que podamos entrar. »Bien, escuchad. Haskoz-kun, tú podrías volver a llamar a la puerta, captar su atención, distraerle un rato. Mientras, Kotetsu-kun y yo buscaremos la forma de entrar, cogeremos las invitaciones y saldremos. Limpio y rápido —y luego agregó, como queriendo disimular el ataque de lideritis que acababa de darle—. ¿Qué os parece? RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 8/03/2017 —Está bien… Joder, ¡está bien! —exclamó, ante la insistencia de ellos por tranquilizarse. Aunque no sabía por qué. Él estaba de lo más calmado—. Lo haremos a vuestra manera. Pero cuando pillemos a ese malnacido… me lo dejáis a mí —se guardó el sello explosivo en el bolsillo, como si en algún momento hubiese presentado una seria amenaza y no un simple papelito en sus inexpertas manos, y tomó aire de forma lenta y profunda. Cerró los ojos, mientras notaba como la ira iba bajando poco a poco. No desapareció, pero si se contuvo lo suficiente como para dejar de desear tirar la puerta abajo. Sí, quizá fuese mejor de aquel modo. Ya andaba bastante mal de dinero como para meterse en más problemas económicos destrozando propiedades ajenas. —Aquí espero, pues —les apremió, impaciente—. Y no os confundáis de ventana, no vaya a ser que la acabemos liando. Recordad que es un séptimo. RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 11/03/2017 —Me parece bien —respondió, dejando escapar un suspiro de alivio—. Aunque…, luego de tanto alboroto es poco probable que quien estuviese adentro se dignara a asomarse a la puerta. El de larga cabellera blanca no era el más listo del grupo, pues no tenía idea de para que alguien querría robar un montón de entradas, pero sabía que de ser él, la persona a quien iban buscar con tanta insistencia, ya se hubiese escondido en un armario, o por lo menos se quedaría en absoluto silencio para aparentar que no había nadie en la residencia. —Entonces, te sigo Akame-san —le informo con voz amable—, desconozco este lugar y no sé en donde podría estar ubicada la ventana de la que hablan. Se quedo a la espera de que el pelinegro se pusiera en marcha, mientras observaba al de ojos melíferos y la ira que parecía dominarle de a momentos. Por un instante se planteo el avisarle que aquel sello explosivo que tenía entre manos poseía una dificultad de uso bastante elevada para unos jóvenes como ellos, pero se contuvo al pensar que aquello solo le causaría una furia aun mayor… Además de que podría inducirlo a buscar, mientras no estuviesen viéndolo, un artefacto explosivo del cual si pudiera hacer uso. RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 12/03/2017 Akame no pudo evitar ensanchar aquella sonrisa que siempre adornaba su rostro, al ver cómo sus dos compañeros aceptaban diligentemente el improvisado plan. «Quizás tengo madera de líder de equipo, después de todo...» caviló, sonriendo todavía más para sus adentros. En la Academia Akame nunca había sido el niño más popular y, en consecuencia, siempre solía quedarse para el último cada vez que elegían equipos para ejercicios de tácticas grupales. Tal vez por eso le había alegrado tanto ver que su pequeña estratagema calaba bien en sus compañeros. Con disciplina militar, el Uchiha hizo un gesto a Kotetsu y entró en el apartamento de Haskoz como Pedro por su casa. Si los cálculos no le fallaban, la vivienda de Chokichi estaba encima de la de su compañero Uchiha, lo que significaba que probablemente encontrarían una ventana por la que acceder encima de la de Haskoz. Así pues, Akame salió por la ventana rota del salón de Haskoz, pegó ambos pies a la pared del bloque de viviendas con ayuda de su chakra y comenzó a escalar. «Séptimo piso. Es esta». Si los cálculos no le fallaban, debía estar frente a la ventana de la casa del Hozuki. Se volteó para hacer un gesto a Kotetsu que pretendía indicar vía libre, y examinó la ventana para determinar si podía abrirla. RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 16/03/2017 Lo primero en que se fijó Akame era en que aquella ventana no requería ser abierta, pues ya lo estaba. De par en par, además. Lo segundo, tras quizá un breve momento de vacilación, era que no, no podía haber estado así cuando entraron por primera vez en el apartamento de Haskoz. Se hubiese dado cuenta. Lo tercero, si decidía entrar en el apartamento, era que parecía idéntico al de Haskoz… si es que un Kusareño era idéntico a otro tan solo por el hecho de compartir bandana y además de ser ambos unos lechugos… Cierto, el apartamento estaba distribuido de idéntica forma al de Haskoz. Con la cama pegada a la esquina derecha, la cocina al otro lado, una mesa en el centro y una puerta que conducía al baño a la izquierda. Sin embargo, al mismo tiempo no podían ser más distintos. Aquel chico tenía todo tan limpio y ordenado que no había ni una mota de polvo; ni una simple arruga en las sábanas, hechas; o una sola silla no alineada con las rayas del parqué. Probablemente como la habitación de Akame, hubiese pensado Haskoz, de haber estado dentro y no aporreando la puerta desde el otro lado como seguía haciendo. Pero allí no había nadie a quien entretener. El apartamento estaba vacío, salvo por dos siluetas que quizá, en un primer momento, Akame —o Kotetsu— hubiesen pasado por personas. Eran como dos maniquíes ocultos cada uno por una capa negra, de metro y medio y otro un poco más bajo. Quizá una especie de colgadores donde el joven colgaba las chaquetas, ambos al pie de la cama. A la derecha, una mesita de noche, y a su derecha, un escritorio con una cortina que cubría la pared de encima. Al otro lado de la puerta, Haskoz seguía tratando de entretener a alguien que no parecía encontrarse allí… RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 21/03/2017 Kōtetsu se limito a seguir el camino trazado por Akame en un calculado silencio. Salió por la ventana del apartamento de su compañero, lugar por el cual había ingresado anteriormente, hasta quedar de nuevo en aquella pared que le permitiría llegar hasta el siguiente piso de aquel complejo de apartamentos. Mientras subía, la situación se le hizo un tanto graciosa; jamás en su vida había entrado de manera tan furtiva a la casa de alguien, y para aquel momento ya lo había hecho dos veces, lo cual era suficiente como para hacerle pensar que tenía dotes para la infiltración. “Es curiosa la forma que pueden adoptar los imprevistos. Hasta hace unas horas pensaba en la mejor forma de distribuir las invitaciones, y ahora solo pienso en la mejor manera de colarme por una ventana.” En cuanto llegaron a la ventanilla, aventuro su cabeza adentro sin problema alguno, pues ya estaba abierta de par en par, tal como la de Haskoz. Solo que aquel marco de madera, por el cual observaba, no estaba destrozado, ni daba muestra de maltrato alguno. Dentro parecía no haber nadie, solo unas cuantas sombras regulares y el desesperado y rítmico golpeteo de la puerta. —Como era de esperarse, no hay nadie, Akame-san —aseguro en voz baja, mientras se introducía a sí mismo en el apartamento—. Quizás deba revisar el baño, por si se le ha ocurrido el esconderse allí. Al Hakagurē ni se le ocurrió el buscar algún indicio o detalle dentro de aquel espacio, pues para él, puede que por lo poco desarrollado de sus percepciones, no era más que un lugar muy vacio y ordenado. Si, le parecía un sitio donde nada estaba fuera de lugar y donde nada era sospechoso. Se permitió caminar con total tranquilidad por el centro de la habitación, un poco distraído con lo difícil de la situación que tenía entre manos. |