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Operación Tambor de Raijin - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Bosque (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-bosque) +--- Foro: Arrozales del Silencio (https://ninjaworld.es/foro-arrozales-del-silencio) +--- Tema: Operación Tambor de Raijin (/tema-operacion-tambor-de-raijin) |
RE: Operación Tambor de Raijin - Sagiso Ranko - 17/04/2022 "Piedad..." Ranko dudó por un instante, y por otro instante la voz de su madre resonó en su cabeza No te contengas. Con un gruñido de frustración, Ranko le asestó un golpe en la cabeza con el dorso de la mano [-17PV]. Buscaba noquearla, no matarla directamente. Si moría por colaterales en el campo de batalla, pues... La castaña se giró luego hacia su clon, y la vio con la cabeza rodeada de agua. "¡Suiton!" pensó con calma y rapidez, casi al mismo tiempo que su clon. Éste soltó su wakizashi al tiempo que la original lo envainaba. Ambas hicieron sellos y dieron una patada en el suelo. "¡Chidanryūkan!" Dos esferas de tierra se elevaron y se adhirieron a los puños del clon, quien le lanzó un puñetazo doble, intentando romper las esferas contra su rostro. [-17PV por puñetazo, -10PV por esfera]. Mientras tanto, dos esferas se adherirían a los tobillos de la Ranko original, quien los lanzaría con dos fuertes patadas hacia la suitonera, mientras corría hacia ella, buscando darle en el torso [-20PV por esfera]. RE: Operación Tambor de Raijin - Narrador - 17/04/2022 Nao recogió el ninjatō de su adversario, y de un movimiento limpio y seco, puso fin a su sufrimiento. Luego, queriendo sacar más partido a aquella rápida muerte —y probablemente tratando de aumentar sus probabilidades de supervivencia—, saqueó el cadáver. Nao encontró una serie de objetos interesantes que añadir a su propio arsenal. Mientras tanto, Lyndis escogió la vieja confiable: cuando te enfrentas a un elefante, lo mejor es ir a por las patas. Su gran adversario ya estaba de rodillas, pero eso no bastaba para la kusajin. De un grácil pero contundente movimiento, ejecutó una patada giratoria al muslo del hombretón, que dio una vuelta sobre el aire y cayó sobre el encharcado suelo de cabeza. No estaba muerto —quizá diese problemas en el futuro—, ni tampoco inconsciente, pero desde luego no parecía en condiciones de hacer nada más que gruñir de dolor. Al menos, por un tiempo. Sagiso Ranko, a la vez, decidió mostrar piedad al mismo tiempo que ser contundente. Pero tuvo un momento de duda. Un solo instante. A veces, eso era la diferencia entre acertar o fallar un golpe. Entre recibir un kunai o esquivarlo. Entre vivir o morir. Quizá fue al ver la duda momentánea en el semblante de Ranko. Quizá fue porque tardó demasiado. Quizá fue porque lo interpretó cómo debilidad. Pero algo cambió en la determinación de la raitonera. Un rayo cayó del cielo cuando Ranko se aproximó a noquearla, como una señal de los Dioses. No, no de los Dioses… … del único Dios. De Kurama. Sin pensarlo, la kunoichi aprovechó la luz del relámpago para reflejarla en la hoja de su tantō —que justo acababa de desenvainar un centímetro—, cegando a Ranko por sorpresa (Iaido: Nikkou). Ranko se encontraba en mitad del golpe para noquearla, pero notó que su mano hendió solo aire. Había fallado. Había fallado y todo estaba a oscuras. Todo sucedió demasiado deprisa. Oyó un grito. Alguien empujándole. De pronto, un dolor terrible en el hombro izquierdo (120PV, hemorragia). Cuando recuperó la visión, se encontró a Takagi Ryo frente a ella. Le sonreía. —Estás bien, ¿verdad? —Entonces el chico se dio cuenta, y Ranko también, de que el joven kusajin tenía un boquete abierto en el pecho. El Chidori Eiso de la adversaria le había dado de lleno cuando trató de evitar que su Capitana se comiese el golpe. Cayó en los brazos de Ranko, pálido, muy pálido. Se dio cuenta de pronto de lo que iba a suceder y su rostro se congestionó como un niño pequeño a punto de llorar. —T-tengo miedo —No. Estaba aterrado. En un instante, Kobayashi Sakumi estaba al lado de ambos y posó sus manos, iluminadas de una tenue luz verde, en el pecho del chico. Él apenas pudo balbucear unas palabras—. ¿V-viviré…? No preguntó a la médico. Preguntó a Ranko. Su Capitana. La persona por la que se ha sacrificado. Sakumi miró a a a Ranko con lágrimas en los ojos, y negó con la cabeza. La herida es demasiado terrible para sus conocimientos, los órganos están demasiado dañados. De hecho, apenas le quedan unos segundos antes de perder la consciencia. Apenas unos segundos más antes de morir. Lo último que va a escuchar de este mundo son las palabras de Ranko, de su Capitana. Necesita irse con esperanza. Necesita pensar que va a sobrevivir. ¿Cuál será la respuesta de ella? Lydnis, no tienes demasiado tiempo a celebrar tu primera victoria. El clon de Ranko desapareció en una nube de humo nada más la original recibir un tajo brutal en el hombro. La raitonera responsable de esto chilla de euforia, y aunque permanece temerosa por las consecuencias inmediatas, permanece allí. Muy cerca de Ranko. Demasiado cerca de Sakumi. Parece cansada por la ejecución del ninjutsu, pero supone un puto peligro. Al mismo tiempo, ves que la kunoichi que se había estado enfrentando al clon de Ranko avanza hacia Nao. ¿Qué haces? Nao, acabas de darte cuenta de una cosa. De pronto, la División de Combate de Largo Alcance acaba de concentrar sus ataques a larga distancia a un punto muy concreto del ejército enemigo. Decenas y decenas de bolas de fuego caen en cascada hacia el noroeste de tu posición. Lo malo es que eso os deja un poco desprotegidos. Si bien hasta ahora os habían estado protegiendo de los ataques a distancia del enemigo, ahora… Bueno, ves una roca de diez metros de diámetro volando en el cielo hacia vuestra dirección (120PV). Calculas unos diez segundos antes de que os alcance. Ya son ocho. Nadie parece que lo vaya a parar. Una kunoichi enemiga —que momentos antes se había estado enfrentando al Kage Bunshin de Ranko— se dirige hacia ti. ¿Qué haces? RE: Operación Tambor de Raijin - Sagiso Ranko - 17/04/2022 "¿Piedad?" La sensación de ser ahogada se fusionó con la de ser atravesada por una lanza. ¡No te contengas! ¡Ranko! La voz de su madre, ya suya propia, le regañaron en su mente. Ella no cayó, aunque sentía la sangre correr, con un leve olor a chamuscada y la hormigueante y familiar sensación del relámpago en su cuerpo. Quien cayó fue Ryo. "No..." Lo depositó con cuidado en el suelo mientras Sakumi se le acercaba. La pregunta de su compatriota le hizo temblar, mas no dudar. Ya no más. —Kusagakure vivirá por ti. —le dijo Ranko, con una dulzura extraña. Sintió la mano de Kintsugi en su hombro, y su voz en su cabeza. Con mi sacrificio sirvo a Kusagakure Dejó a lo que quedaba de vida de Ryo a cargo de Sakumi y, tan rápido como pudo, ignorando a duras penas el dolor, hacia la raitonera. Si no reaccionaba a tiempo, Ranko la tomaría del cuello con la derecha. —¿¿Piedad?? Luego, tomándola de la pechera con una muy adolorida mano izquierda, Ranko la levantaría [Fuerza 70] y la azotaría contra el suelo [-27PV]. —¡Toma la piedad de Hakuto! —si la lograba derribar, le lanzaría una patada descendiente, golpeándole la cara con el talón [-21PV]. Si la chica seguía consciente, repetiría la patada. Y si después de ello seguía consciente, la volvería a levantar para azotarla de nuevo. "Si lo hubieras hecho antes... Si lo hubieras hecho antes... Si lo hubieras hecho antes..." se repitió sin cesar. No podía dejar que sucediera de nuevo. Giró para ver a la kunoichi acuática correr hacia Nao. Sin más tiempo para actuar, gritó. —¡Lyndis! ¡Ella se convierte en agua! ¡Detenla! RE: Operación Tambor de Raijin - Akamatsu Nao - 17/04/2022 Tras apoderarse del loot de su víctima y recuperar su kunai, pensó que quizá perdió valiosos segundos con ello y pudo haber ayudado en las rencillas a su alrededor. Pero un shinobi no se lamenta por sus errores, sino que los arregla. Su mente procesó todo en milésimas de segundo; Ranko lanzó una advertencia pero al castaño no podía importarle menos siendo que la kunoichi que corrió hacia él era la menor de sus preocupaciones. «¡No me miren a mi maldita sea!» Escupió su pincel, tomándolo en vuelo con la diestra, dibujando de inmediato en el pergamino que había dejado cerca de su pie en el suelo, sosteniendo la respiración mientras tiraba al suelo la bomba de humo recién robada del cadáver, esperando desconcertar a su atacante e interrumpir su carga. «Debo creer.» Si salía según lo planeado, desde el humo, un enorme ave saldría volando hacia arriba, esperando así quedar fuera de la línea de de ataque frontal de la chica del copo de nieve en caso de que ella lanzase un ataque hasta su posición. La flanquearía volando por encima, ignorándola por completo. El campo era un caos mucho más desconcertante del que esperaba. Mientras siguieran tan dispersos, aquello les iba a costar más vidas y sangre. Con toda todo el aire que tenía, con toda la fuerza de sus cuerdas vitales, gritó. —¡ATAQUE INMINENTE DESDE EL AIRE! ¡DISPÉRSENSE O INTERCEPTEN DE INMEDIATO!— Aquello no sonaba a petición, sino a orden. Él no tenía ninguna autoridad, pero aún así tomó la decisión de hacerse escuchar con todo el ímpetu que tenía. «Por favor...» Rogaba, que escucharan su voz. No podía hacer más que cuidar de su propia seguridad y eso le frustraba, no podía ponerlos a todos a salvo, incluso forzando su cuerpo a extraer más chakra del que podía soportar, no podía. Siempre creyó que todos tenían un lugar, algo que aportar con lo que pudieran hacer. Siempre creyó que podía apoyar aunque no fuera un ninja poderoso. Pero en ese momento, se culpó por su impotencia. No deseaba que lo vieran como alguien a quién necesitaban cuidar, siendo que ellos eran los que más necesitaban resguardarse ahora mismo. Temía especialmente por Sakumi, la chica a quién él se había ofrecido a proteger. ¿Podría ella reaccionar? Sólo podía creer y tener fe en que escucharan su voz; siendo que con suerte esto también hiciera a los enemigos replegarse. Ellos también estaban en la línea de impacto y también tendrían heridos. Si no intentaban ayudar a sus camaradas, al menos tendrían la pizca de sentido común de esquivarlo o detenerlo ellos mismos. Por mucho que ellos sirviesen a Kurama, los seguía viendo como iguales a ellos, como seres que sienten miedo y pasión. «Debo creer, que ellos son tan humanos como nosotros.» Pero el joven de la lluvia no iba a dejar todo a manos de la suerte. Mientras el hablaba, en la nube de humo que había dejado atrás un pequeño gato de dos colas se había escabullido, dirigiéndose a la kunoichi que previamente había intentado acercarse. El felino no le haría ningún daño, simplemente, le acariciaría pegándose a ella y desaparecería si esta no se daba cuenta de su presencia. Debía estar atento a su alrededor. Aunque los peleadores a su alrededor teóricamente eran los que luchaban a melé, ahí arriba era un jugoso blanco también. Aún esquivando la gran roca, nada le garantizaba que más proyectiles vinieran pronto. Estado de Nao - PV: 190/190 - CK: 118/200 -36 – -25 – -? –AGOTAMIENTO - Daños: - - AO: 1 RE: Operación Tambor de Raijin - Zhaoren Lyndis - 17/04/2022 Ranko ordenó proteger sin pestañear a Lyndis cuando pudo ver algo entre su ciega furia de venganza. Giró la cabeza en su dirección, y antes de que pudiera acercarse, una nube de humo apareció de golpe, finalmente ver un ave con el joven encima de este salir volando de allí. El cielo pareció oscurecerse momentáneamente, y la voz del amejin redirigió otra vez su atención, para poder ver el por qué de ese momentáneo anochecer. Una gigantesca piedra se dirigía hacia ellos, y apenas había margen de error. Visto que Nao parecía a salvo, Lyndis cogió carrerilla y comenzar a saltar sobre unas piedras que sobresalían intentando alcanzar la mayor altura posible. Con el último salto, flexionó por completo las rodillas, y ejerció toda la fuerza que podía en estas para saltar contra la roca. — ¡Konoha Daisenpū! — Gritó Golpeó varias veces la piedra con sus piernas, hasta el punto de buscar quebrarla por completo en los pedazos que hicieran falta. Aquello ralentizaría brevemente su caída, cosa que aprovecharía para golpear una última vez uno de los escombros en los que se partió, en dirección a la nube de humo que se había formado segundos antes. Lyndis caería finamente con todos los escombros, los más pesados y grandes tocarían el suelo antes que ella, y luego pequeñas piedras caerían sobre su cuerpo junto a una nube de arena y polvo que formaría todos los escombros, y de entre ellos, solo se pudo escuchar un fuerte grito que pedía un nuevo contrincante. RE: Operación Tambor de Raijin - Narrador - 18/04/2022 Sagiso Ranko golpeó una sola vez a la kunoichi que tenía agarrada antes de que cayese inconsciente. Estaba terriblemente malherida y ser levantada y tirada con violencia contra el suelo era más de lo que podía superar. ¿Inconsciente? Estaba muerta. A su alrededor reinaba un único dios y no era Kurama ni la Alianza, era el caos de la guerra. Tenía una kunoichi del copo de nieve siendo atacada por la espalda por un shinobi de Uzushiogakure a la derecha, un shinobi sin bandana intentando rescatar lo que quedaba de otro que tampoco tenía bandana en frente y ni siquiera parecían conocerse. Los escenarios de ese tipo la rodeaban. ¿Cuan rápido se había vuelto la guerra en un combate sin orden? De su derecha llegó un shinobi de Kurama volando, pero siendo lanzado por uno de Kusa de una patada (20 PV) y estando ya fuera de combate. Al mismo tiempo, se daría cuenta de que tenía detrás de ella a un par de metros a la kunoichi médica, desesperada por cerrarle el corte que tenía. — Sagiso-san, por favor, dejeme tratarle esa herida. —le dijo, habiendo abandonado al pobre subcapitan de la división que ya estaba en el otro barrio. Si Ranko se acercaba, Sakumi la curaría, parando la hemorragia tan rápido como pudiese. Pero cada segundo parada, era un segundo que otra podía salir herida, cómo... Lyndis, tu salto hacia la piedra fue completamente impresionante. No solo los ninjas de tu lado se impresionaron y envalentonaron viendo como le hacías trizas, varios de los de Kurama vieron que eras un peligro. Entre ellos, la Hozuki que acababa de recular de ir a por Nao solo para observar tu acción. Sin pensarselo demasiado convirtió el agua del suelo encharcado en pequeñas bolas que se movieron hacia ti mientras caías y no tenías un punto de apoyo. Una, dos, tres, hasta diez bolas se dirigieron hacia ti (100 PV + Contusión). Cada bola impactaría como una bala de cañón en miniatura. Después, emprendería una carrera hacia ella, dispuesta a rematarla con un kunai en mano. Nao, desde las alturas tienes un tapiz mucho más colorido de la situación. Ambos ejercitos han chocado por completo, mezclandose en una escaramuza muy caotica en el centro y manteniendo las divisiones de largo alcance atrás lanzando todo tipo de técnicas al cielo y apoyando a las demás. Ya no solo tendría que vigilar los proyectiles enemigos, sino también los aliados. Y nadie parecía preocupado por él, todos suponían que sabía lo qué hacía. (Inteligencia 60) Por suerte, Nao tenía el control para poder manejar el vuelo mientras observaba los suelos. El ave sobre el que estaba montado se movía tal y cómo él quería que lo hiciese, no con total suavidad y sinergia, pero lo suficiente para mantenerse a salvo. (Percepción 30) Sin embargo, no tenía la vista tan aguda como para distinguir con precisión desde los cielos. Podía ver el punto donde se estaban acumulando los ataques de su división de largo alcance. Y podía ver que aún así, parecía que el ejercito de Kurama avanzaba en ese punto sin demasiado problema. Si se acercaba más podría ver qué pasaba, quien o qué estaba causando tal avance. RE: Operación Tambor de Raijin - Akamatsu Nao - 18/04/2022 Nao se vio agradecido de que Lyndis pudiese destruir la piedra, pero también sabía que ahora ella estaba expuesta y, a diferencia de él, no tenía un maravilloso pájaro de tinta para montar y moverse por el aire. «Necesitamos una pequeña pausa.» No podía usar chakra, pero eso no significaba que no tuviera opciones para al menos darle una ventana de oportunidad a su compañera, siendo que la kunoichi del copo de nieve bajo él ahora si era la peor amenaza. Tomó un kunai con una mano y su bomba de sonido con la otra, lanzándolos hacia abajo en una trayectoria cruzada para intersecarse a medio vuelo mientras el se llevaba las manos a las orejas antes de que chocasen. Su plan era hacer estallar la bomba para interrumpir cualquier acción de los que estuvieran debajo de él, ya sea amigos o enemigos, pues salvo por él mismo, no podía comunicar su plan en tan escasos segundos. Sin embargo, esperaba que esos momentos pudiesen servir para poder reacomodarse y reagruparse. Debía confiar en sus compañeras. Aunque él no fuese designado ahí directamente para pelear sino para informar, una sensación horrible en su pecho le invadía diciéndole que tenía recursos para ayudar a sus camaradas y no lo estaba haciendo. Esperaba estar tomando la decisión correcta y no arrepentirse, realmente deseaba confiar en la fuerza de Ranko, Lyndis y Sakumi. Sin más, volaría entonces a la zona donde la división de largo alcance concentró sus esfuerzos. «Los atacantes de corto alcance se han mezclado también con los de alcance medio, lo cuál nos ha acorralado. Además, tengo un pésimo presentimiento.» Se diría mientras volaba, pues no era normal que estuvieran teniendo esas dificultades y nadie parecía estar informando de lo que estaba sucediendo.«Sagisō-san, Zhaoren-san, Kobayashi-san, ¡resistan! Por favor, por favor...» Afiló su mirada. Que pudiera montar en un águila no significaba que tuviera la vista de una, pero eso no le impediría cumplir con su cometido. Si algo más grande estaba en camino, debía alertar a todos. Estado de Nao - PV: 190/190 - CK: 128/200 +10 – Aunque el kunai no ha sido lanzado a un enemigo, lo considero acción ofensiva indirecta. Regenero acorde a eso. AGOTAMIENTO - Daños: - AO: 1 RE: Operación Tambor de Raijin - Zhaoren Lyndis - 18/04/2022 Apenas pudo defenderse de aquellos impactos, los primeros la golpearon directamente y a mitad de proceso consiguió alzar los brazos para no recibir todo el daño directo en el torso, por lo que recibió el daño repartido por todo el cuerpo; brazos, torso, piernas... Tocó el suelo, gruñendo y enfadada para mirar a quien originó la técnica, quien corrió como alma que llevaba el diablo con un kunai en la mano, dispuesta a rematarla. Lyndis sacó pecho y valentía, gritando como una bestia ante la invitación de la mujer. Pero a varios metros entre ambas, un ensordecer sonido detendrían en seco a ambas, obligando a que la ogresa se llevara las manos ante el fortísimo y agudo sonido entre gruñidos. RE: Operación Tambor de Raijin - Sagiso Ranko - 19/04/2022 "¿Desde el aire?" Ranko alzó la mirada un instante, sólo para ver a su novia darle una tremenda serie de patadas a una roca gigantesca. Con una dolorosa sonrisa, Ranko se movió ligeramente para evitar los pedruscos, y luego dio un salto hacia atrás para evitar un ¿Cuerpo? lanzado. Sakumi se le acercó, y Ranko asintió, permitiéndole curarle, no sin antes hacer un sello y crear un clon más. —Deprisa, Sakumi-san. —le dijo, ofeciéndole su hombro, sin embargo mantuvo la mirada en derredor, atenta y lista para defender a la médico y a sí misma. La Ranklon, sin embargo, apretó los dientes y salió corriendo hacia Lyndis y su agresora. Al parecer a la ogresa se le había olvidado lo que Ranko le dijo. —¡Con relámpago! ¡Con rel-! Una bomba de sonido estalló en el aire, y ambas Rankos se taparon los oídos. Ranklon alzó la vista y vio a una de las bestias de Nao alejarse. ¿Escapaba? "No. Incluso aquella vez, Nao era mucho más decisivo que yo. Debe de tener un plan." Ranko gritaría, aunque no sabría si alguien le escucharía, pues los oídos le zumbaban todavía. —¡Mantengan la posición! ¡Resistan! Ranklon buscaría recuperarse tan rápido como fuera posible, aunque no sabía si podría hacerlo a tiempo. Haría algunos sellos y daría una patada al suelo mientras corría, levantando tres esferas de tierra, adhiriéndolas a sus piernas. Luego lanzaría dos patadas, arrojando dos de las esferas hacia la mujer agua. [-20PV por esfera] RE: Operación Tambor de Raijin - Narrador - 19/04/2022 Nao, tu plan es todo un exito. La bomba sonora ensordece a todos los presentes siendo tú la única excepción. Tal vez alguno de los ninjas de la Alianza quiera matarte después porque le has reventado un timpano, pero siendo que todos habían recibido el mismo aturdimiento todo estaría bien... o no. Dejando ese breve trazo del campo de batalla atrás, te centras en la gran obra de arte que eran los dos shinobis de Kurama que estaban barriendo con el ejercito de la alianza. Mientras uno mitigaba los ataques a distancia, el otro directamente repartía puñetazos a diestro y siniestro. El fuego de supresión paró por un segundo y fue todo lo que necesitó Yuki Hakai para sacar su as bajo la manga. Desde el cielo era mucho más impresionante de lo que debió de ser desde el suelo. Los campos encharcados oscuros y tetricos se transformaron en una hermosa patina blanca de hielo y del centro de la misma surgió una enorme bola de nieve, encima de la cual había una segunda bola más pequeña y encima de ésta una tercera todavía más pequeña. En la que estaba más alta, casi a la par en altura con Nao, se dibujaría una sonrisa, aparecería una nariz y se hundirían unos ojos. Parecía estar mirandole a él directamente. Y empezó a nevar. Y empezó a sentir como se le helaba la sangre en las venas. La sonrisa del muñeco de nieve no era una que trajese un alegre día de nieve. Era una sonrisa sádica. Hakai no había sido estupido, primero habían forzado su avance para superar a la división de cuerpo a cuerpo y cuando llegó a la de medio alcance, la congeló en el sitio. Los que estaban más cerca del muñeco, habían quedado completamente congelados por él. Los que estaban algo más alejados, habían visto sus piernas atrapadas en el hielo, sin la Fuerza suficiente para destrabarse. Antes de que él mismo pudiese dar la advertencia, su sello de comunicación se encendió. — A absolutamente todas las unidades, ha aparecido Hakai con un guardaespaldas. Ha entrado por el centro de la formación e inutilizado gran parte del Escuadrón de Media Distancia mientras su ejercito intenta coger nuestros flancos. Todas las unidades cercanas, id a por él. Detenedlo o ralentizarlo con cualquier medio necesario. Nao podría ver que a pesar de todo, su escuadrón era el que mejor estaba llevando la situación en las cercanías. El resto seguían con más escaramuzas que personas había. Si informaba ahora a Ranko e iban de inmediato, entrarían a combatir a Hakai, entrarían solos. Si esperaban, igual se les podía unir alguien más, pero para entonces las personas atrapadas por el hielo serían cuerpos que contar más tarde. Sagiso Ranko, te detienes a que te sanen. Una buena idea viendo que la sangre ya está llegando a tus sandalias y mezclandose con el agua de los arrozales. Las plantas lo agradecerán, la sangre es buen abono. Tu cuerpo, no tanto. Sakumi está esmerandose en apañar la hemorragia tan rápido como puede, pero la bomba sonora interrumpe a todos y tras el aturdimiento y algo mareada todavía, retoma el trabajo, algo más lenta que antes. Ahora mismo, tienes una hemorragia leve. Sakumi necesitará algo más de tiempo ininterrumpido para detener del todo la hemorragia. Ranklon, te recuperas y de inmediato procedes a encargarte del peligro inminente. Esa Hozuki que se ha colado y ahora pretendía rematar a una muy lastimada Lyndis. Ésta, aún recuperandose de la bomba y con la mirada puesta en su objetivo, no reacciona a la primera esfera que le impacta de lleno, pero consigue licuarse para la segunda. Sin embargo, no vuelve a solidificarse ni parece tener las fuerzas para hacerlo, se queda en un estado semi transparente en el suelo, inconsciente. Lyndis, para cuando vuelves en ti ves a tu archienemiga ser explotada en agua por dos proyectiles provinientes de Ranklon. No parece haber más enemigos en las cercanias, pues parece que a vuestro alrededor, el ejercito de la Alianza va ganando terreno gracias a vuestra actuación. Varios ninjas a vuestro alrededor estan todavía peleando, pero todos parecen tener la situación bajo control y estar obligando a retroceder a los ninjas del copo. Todas veis, sentis y notais... que empieza a nevar. RE: Operación Tambor de Raijin - Akamatsu Nao - 19/04/2022 Los ojos del genin estaban bien abiertos, siendo que tuvo la suerte, de observar todo en primera fila. Observó a la abominación de nieve, pero aquello no le causaba temor. No. A quién debía temer era a la persona que era capaz de crear a ese monstruo. «Sólo dos siluetas, irrumpieron entre miles de shinobi. Dos servidores de un demonio.» Las órdenes llegaron de inmediato, y él, sintiéndose algo más recuperado, voló raudo y con cuidado hasta la zona donde estaban sus compañeras, que por ahora parecía estar más despejada. «El hielo mortal abrazó a todos, quitándoles el aliento. Un hombre de nieve, quería jugar con todos ellos...» Pensaba en como plasmar aquello en un emaki. Siempre pensó en vivir historias, en ver cosas fantásticas, pero no sabía si le agradaba la que él estaba viendo. Recordó entonces una de las últimas pláticas con su abuelo. "Yo sólo pinto lo que he visto con mis propios ojos, así que no puedo dibujar el final de esa historia."
Nao haría volar al ave extremadamente bajo, acercándose a Ranko mientras sacaba algo de su portaobjetos. —Sagisō-san, extienda su mano por favor, usted lo necesita — Le diría justo para lanzarse la píldora estimuladora de sangre. —Además, tenemos nuevas órdenes de la General Sarutobi— Le indicaría a su líder y a la médica. Avanzaría hasta la kunoichi misteriosa; parecía que había logrado detenerla antes de que Lyndis sufriera más daños. Alzó una ceja. «¿Convertirse en agua, huh?» Le parecía ahora mismo una gelatina, pero no tenía tiempo para repensar demasiado en ello. Había tenido una contingencia planeada, pero ahora ya no sería necesaria. Quizá corrió un riesgo y desperdició energías, pero no le importaba mientras supiera que ningún otro integrante de su escuadrón había muerto. Bajó del ave, y tras cerciorarse de que la kunoichi no se moviera, plantó su mano sobre ella, siendo que varios símbolos de sellado salieron a su alrededor «Necesitamos economizar chakra. Si nosotros realmente somos los que estamos en mejores condiciones, realmente la cosa está más jodida de lo que pensé.» Intentaría entonces dibujar una nueva ave, aprovechándose del cuerpo inerte. —El tal general Hakai del ejército de Kurama ha aparecido al noroeste y tiene un guardaespaldas. Ellos dos rompieron el las filas de la División de Corto alcance y repelieron los ataques de la División de Largo Alcance, y casi toda la División de Medio Alcance a sido inutilizada. Nuestras órdenes ahora mismo son enfrentar a Yuki Hakai; detenerlo o ralentizar el avance — Afiló la mirada. —Puedo llevarnos directamente a él volando. Todos los que estaban en el piso fueron atrapados por una técnica de hielo de gran alcance. Zhaoren-san puede venir conmigo, y así Kobayashi-san puede ir con Sagisō-san — Hizo una pausa. Pensó las cosas. »Siendo franco, no creo que recibamos apoyo de otros escuadrones si vamos a enfrentarlos en este preciso momento. Sagisō-san, usted y Zhaoren-san han recibido bastante daño. No quiero hablar con mis emociones, pero le pido considere su seguridad. De una u otra manera, estoy listo para partir en cuanto usted lo ordene. Los dos shinobi a los que se iban a enfrentar no eran para nada como los que se enfrentaron, eran lo que él consideraba leyendas. Lo vio con sus propios ojos; ese poder era el de los ninjas capaces de acabar con decenas si se lo proponían. Era en estos momentos, cuando en las historias aparecía un grupo de héroes valientes dispuesto a detener a los sirvientes del demonio, pero Nao no podía escribir lo que no había visto. «Y no sé si viviré, para contar el final...» Estado de Nao - PV: 190/190 - CK: 128/200 Regeneración Dividida Extraigo -36CK – absorbiendo el chakra de la Hōzuki. Y si es posible, saber la reserva disponible.AGOTAMIENTO - Daños: - AO: 1 RE: Operación Tambor de Raijin - Sagiso Ranko - 19/04/2022 —Gracias, Sakumi-san. Podrás... Podrás decirle a tu madre "Te lo dije", como una heroína... —Ranko sonrió, adolorida, aunque el ardor iba disminuyendo, así como lo hacía la cantidad de sangre que se le escapaba. —¿Estás bien? —le preguntaría Ranklon a Lyndis al llegar a ella, deshaciendo la última esfera, sin quitar los ojos de la gelatina que era la mujer. Le recordó a las alas de agua de Aotsuki Ayame. Ambas luchadoras sintieron una leve y fría brisa. "¿Nieve?" pensaron. Luego llegó Nao, quien le dio una píldora a Ranko. Ella asintió y se la llevó a la boca antes de escuchar lo que el Amejin tenía qué decir. El general estaba a la vista. Su misión lo estaba. Y Nao podía llevarlos a él. Sería algo mucho más peligroso que luchar contra ninjas de exploración o de ataque inicial. Pero iban juntos, y detener al Conejo Blanco y a la Ogresa de Kusagakure al mismo tiempo no sería fácil. O al menos no debería serlo. Sintió su sangre pulsar con más fuerza, y sus energías recuperarse. —Caeremos sobre ellos. —dijeron ambas Rankos. La original sonrió y le hizo un gesto al clon para que se acercara. La original habló —. Sakumi-san, continúa con mi hombro, por favor. Tengo una idea para crear una apertura inicial. E-es algo un poco tonto, lo vi en un manga, pero funcionará si lo hacemos bien. Lyn-chan, ¿Qué tan bien puedes arrojar una lanza o un fūma shuriken? Ranko le dio a Ranklon su sello explosivo. —Si tienen algo similar, dénmelo. Y elevémonos tan pronto como sea posible. Nao-san, Lyn-chan, les explicaré en el camino para no perder tiempo. —dijo el clon, segura de sí misma. RE: Operación Tambor de Raijin - Zhaoren Lyndis - 20/04/2022 Cuando el molesto sonido dejo de ser un inconveniente, Lyndis fue a seguir con la ofensiva, pero el amejin ya se había adelantado a ello, quien retenía a aquella mujer con algún tipo de fuinjutsu. Instintivamente, miró a su alrededor, por si quedaba alguien más que pudiera darles problemas, pero el resto de los combates estaban demasiado lejos de ellos en aquel momento. Su cuerpo empezó a perder musculatura, y el color rojizo se desvaneció de su cuerpo también. — Estoy bien, tan solo tengo el cuerpo un poco entumeci- — un escalofrio recorrió su espalda, y pronto pasó a estar en todo su cuerpo presente hasta que un pequeño copo de nieve cayó sobre la punta de su nariz. No tuvo que torcer demasiado su cuerpo para ver como un colosal ser se alzaba en la batalla; estaba formado en su totalidad de nieve, con un ligero y suave tono blanco que contrastaba con la expresión de enfado. Era algo cómico, y sonaba un poco estupido, pero el descenso de la temperatura en su alrededor junto a los gritos de quien intentaba alejarse, solo lo volvian una escena bizarra y algo dantesca. — S-Sera una puta broma ¿no? — Dijo esbozando una sonrisa de incredibilidad, mientras respiraba pesadamente intentando estabilizar su cuerpo. Se apresuró en agruparse con el resto, para evaluar la situación, y Nao no tardó en traer las nuevas noticias. Sonaba francamente horrible, pero Ranko afirmó tener una idea mientras la chica se centraba en terminar de curar sus heridas. — Uhm... No creo que algo mucho mejor que tú, y además siento todo el cuerpo adormecido por aquellos impactos de agua — añadió rotando sus hombros sobre si mismos, mientras hacia una mueca de disgusto al no sentirse cómoda del todo. — Pero haré lo que me pidas, dame algo que golpear y será suficiente. Ese helado gigante, pero sobretodo quien haya sido capaz de crear algo así tiene que ser peligroso. Me gustaría poder recuperar algo de mis fuerzas antes de cruzarmelo, pero tu estas en un estado mucho peor » En cualquier caso, te escucho con esa idea — su instinto le decía que seguramente sería algo peligroso, pero eso solo hacía que tuviera más ganas de intentarlo RE: Operación Tambor de Raijin - Narrador - 20/04/2022 Sakumi apenas pudo asentir a las palabras de Ranko, acabando de tratarle la hemorragia y pasando a curarle las heridas con el chakra verde tan caracteristico de los jutsus médicos (+24 PV + hemorragia curada). Tenía los ojos vidriosos, aguantandose el nerviosismo y el llanto de haber tenido que ver a su subcapitan morir ni cinco minutos tras empezar el combate. Todas podeis ver como Nao se acerca a la Hozuki inerte y tras aplicarle un Fuinjutsu le extrae el chakra que le quedaba, pasando de gelatinosa a completamente liquida y desapareciendo en los charcos de los alrededores. Ahora hay dos pajaros de cuatro metros cada uno esperando las ordenes de Nao. Mientras decidían el plan a seguir, la guerra seguía, los lamentos se reproducían y los cadaveres se amontonaban. Cada segundo perdido era una vida menos a salvar. RE: Operación Tambor de Raijin - Akamatsu Nao - 21/04/2022 Para la sorpresa de Nao, al extraer el chakra de aquella masa gelatinosa, esta terminó de deshacerse, siendo que su técnica también se desvaneció. No pensó que quedase tan poco chakra en su interior y en parte era molesto porque ya no podría aprovecharla tanto como quería. «Bueno, muerta también me sirve.» Era un enemigo menos que ya no despertaría. Nao entonces subiría de nuevo a sus aves, esperando que subiesen los demás y se acomodaran, aunque le escamaba porque no podía llevarse al clon de Ranko y tampoco podía crear otra ave. —Lo lamento, Sagisō-san. No dispongo de nada que pueda serle realmente útil — Se excusaría. —Nos llevaré entonces. ¡Sujétense! Inmediatamente, cuando todos subieran a las aves, emprendería el vuelo directamente hasta donde Yuki Hakai y su matón personal se encontraban. Observaría al cielo, observando la nieve por muchos instantes. Hace mucho que no sentía el frío en su piel, pero aquello no era una nieve nostálgica con la cuál pudiese recordar los buenos momentos de sus amadas montañas donde creció de niño. «Esto no se siente correcto.» Aquello era un infierno gélido creado por los sirvientes de un demonio. Estado de Nao - PV: 190/190 - CK: 148/200 +20 –AGOTAMIENTO - Daños: - AO: 1 AO CANCELADA |