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(D) Cuando el campo huele a flores - Versión para impresión

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RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 22/03/2017

El Uchiha entró en la vivienda siguiendo a Kotetsu, que tras un primer vistazo aventuró que estaba vacío. Akame no parecía tan seguro. Nada más pasar ambas piernas por el arco de la ventana, cayendo al otro lado con un ágil salto, el gennin activó su Sharingan. Sus ojos se tiñeron de sangre, dos aspas negras rodearon a cada pupila, y el Uchiha paseó la mirada por la estancia. Lo primero que le llamó la atención fueron los dos maniquíes, de modo que mientras Kotetsu se dirigía a revisar el baño, Akame se acercó a las figuras y las descubrió.

«¿Dónde estás, pequeño ladronzuelo? No puedes esconderte de mi Sharingan...»

Revisaría rápidamente bajo la cama y el escritorio, posibles lugares donde esconderse. No obstante, todo parecía indicar a que aquel tipo se había largado hacía rato. «Maldito seas, Haskoz-kun... Si no hubieras formado tanto escándalo, podríamos haberle pillado». De nada valía lamentarse.

Parece que el pájaro ha volado de su nido.

El Uchiha cruzó la estancia con dos rápidos pasos y abrió la puerta para dejar a Haskoz entrar.


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 22/03/2017

Cuando Akame descubrió la primera figura, lo que se encontró no pudo sorprenderle más: se trataba de una especie de maniquí, una marioneta de madera de metro y medio de alto y con las formas inequívocas de una mujer. Una peluca rubia le cubría la cabeza, y estaba vestida con un bañador azul oscuro, abierto por la espalda, y un pantalón del mismo color con agujeros en los laterales. Lo que más destacaba de su rostro, de facciones suaves y blancas, era un lunar cerca del ojo izquierdo.

Cuando destapó la siguiente, esta vez algo más pequeña, se encontró de nuevo con otro maniquí. Otro títere. De peluca rosada y más corta, con el flequillo corto y recogido hacia la izquierda. Vestía con un jersey ancho de mangas largas, de un color morado, que ocultaban también las inequívocas —y generosas— formas de una mujer. Bajo la cintura, unas mallas de color oscuro.

Ambas tenían los ojos cerrados, aparentemente dormidas. A Akame le resultaron familiares. Demasiado familiares...

Cuando se recompuso por lo que acababa de ver, Akame examinó también el escritorio —tras no encontrar nada bajo la cama—. Al apartar la cortina que había sobre la pared, descubrió que ésta ocultaba un tablón de corcho, con numerosas fotos en ella…

Fotos de Noemi, paseando por el Jardín de los Cerezos. De Noemi, practicando con una katana. De Noemi, besando a un chico en una plaza. Un chico cuyo rostro no se veía, pues esa parte había sido quemada. Más y más fotos aparecían de ella. Pero no solo de ella. Akame también pudo ver que Eri aparecía en muchas de aquellas fotografías. Eri, corriendo hacia el Edificio de la Uzukage. Eri, cogida de la mano de un chico rubio mientras se subía a un barco. Un chico rubio al que no se le veía la cara, pues esa parte había sido quemada.

Todas aquellas fotos compartían algo: parecían haber sido sacadas a distancia, de manera furtiva. Algunas ni siquiera estaban bien enfocadas.

Por otra parte, Kotetsu, que había sugerido mirar en el baño, no se encontró a nadie en éste si decidía finalmente seguir su propio consejo. Estaba vacío, tan limpio que brillaba y nada que destacase por irregular o extraño.


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 25/03/2017

El baño estaba completamente vacío y pulcro. De hecho, yacía tan limpio que daba la impresión de no haber sido usado nunca. Aquello sumado a lo ordenado de la habitación le hacía pensar que aquel muchacho debía de ser una de esas personas adictas al orden y la limpieza.

Tampoco está en el baño, Akame-san —confirmo en cuanto salió del cubículo.

Para cuando Kōtetsu se acerco hacia donde se encontraba Akame, este tenía la mirada fija en una especie de mural compuesto por docenas de fotos un tanto malas: muchas estaban desenfocadas o demasiado lejos. Todas eran de chicas, pero en ninguna aparecían mirando a la cámara como debía ser, como si las hubiesen retratado a escondidas. Lo más raro era un par de imágenes que estaban quemadas en donde debía de aparecer el rostro de alguien más, como si hubiese intentado borrar con fuego aquello que no le gustaba.

Parece que nuestro sospechoso tiene un pasatiempo interesante —reconoció el Hakagurē, observando aquel mural por sobre el hombro del Uchiha—. Aunque… ¿Es normal coleccionar fotos de este tipo?

Incluso para un chico de campo como él, desentendido de las costumbres de la ciudad, era evidente que había algo extraño y un tanto perturbador en la forma en que se manifestaba aquella colección.


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 27/03/2017

«La puta madre...»

Akame observaba todas aquellas pruebas con el rostro desencajado. O, al menos, lo más desencajado que podía estar el suyo; que, en términos de una persona común y corriente, podía equivaler a cejas alzadas, boca torcida y pómulos sobresalientes por la sorpresa. No sólo el Hozuki era —presuntamente— un ladronzuelo de cuidado. También un siniestro pervertido...

La voz de su compañero Kotetsu le sacó de sus adentros. Akame se volteó para encararlo y dirigir una mirada de determinación. Intuía que el chico de piel café sabría digerir aquello —él mismo lo confirmó con su pausado comentario momentos después—, pero sabía que a Haskoz no le causaría el mismo efecto. Por eso mismo se acercó a Kotetsu, tomándolo del brazo con firmeza.

No podemos dejar que Haskoz-kun vea esto. Está saliendo con Noemi-san —le susurró, mientras buscaba con la mirada al aludido—. Ya has visto cómo se ha puesto por el supuesto robo de las invitaciones. Imagina cómo se tomará esto... Podría echar a perder toda la misión —agregó, convencido.

»Ya nos encargaremos de este maldito cuando lo encontremos.

Sin perder más tiempo, se dirigió hacia la entrada haciendo aspavientos.

¡Parece que nuestro amigo ha escapado! —anunció, mirando a Haskoz—. Por la ventana, me atrevería a decir. ¿Alguna idea de a dónde podría haber ido, Haskoz-kun?

El posicionamiento de Akame podía parecer casual, mas no lo era. En aquel momento estaba plantado junto a la entrada, firme, interponiéndose —disimuladamente— entre su compañero Uchiha y el interior de la vivienda.


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 29/03/2017

Uchiha Haskoz, impaciente, ya estaba desenvainando la katana cuando su primo lejano se dignó a abrirle la puerta.

¡Al fin! —exclamó, tratando de no perder el más mínimo segundo y entrar en la casa. Sin embargo, la figura de Akame se lo impedió:

¡Parece que nuestro amigo ha escapado! —anunció, mirando a Haskoz—. Por la ventana, me atrevería a decir. ¿Alguna idea de a dónde podría haber ido, Haskoz-kun?

Haskoz chasqueó la lengua y reculó, fastidiado. Hubiese sido demasiado bonito encontrarse con el ladrón en casa.

Pues no sabría qué decirte… Tampoco es que lo conozca tanto. Oye, ¿algún rastro de las invitaciones? —trató de apartarle hacia un lado y colarse en la vivienda para buscarlas él mismo—. Porque si no están podría significar que… podría significar que… —Se quedó petrificado: invitaciones para una fiesta donde se honraba a Aizen-myo, la deidad de la fertilidad y el amor; Chokichi, que se abalanzaba sobre Noemi nada más verla; Chokichi, que robaba sus invitaciones. Haskoz tan solo tuvo que sumar dos más dos para…—. ¡Noemi! —estalló, agarrando a Akame por el cuello de la camisa—. ¡Se ha ido a por Noemi! ¡Seguro!


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 2/04/2017

Luego de la pobre demostración de autocontrol que había atestiguado en la puerta, A Kōtetsu no le costó mucho el darle crédito a los temores de Akame. Si de verdad aquella chica era la querida de Haskoz, a aquel no le produciría ningún tipo de gracia el saber que alguien, que parecía ser su enemigo, estuviese al pendiente de ella de una forma tan poco usual y mal interpretable.

Entiendo, es necesario evitar que nuestro compañero vea esto.

Mientras el pelinegro se dirigía hacia la entrada, el de piel morena acomodo de la mejor manera posible aquella especie de mural. Eran demasiadas fotos como para quitarlas todas, por lo que se limito a cubrirlo con la cortina que tenía como función mantenerlo oculto. Con un poco de suerte, su compañero de misión no repararía en aquellas inocentes cortinas y en lo terrible de lo que yacía tras de ellas.

"Pero puede que una o dos nos sirvan como evidencia cuando reportemos este suceso." penso mientras que, en secreto, tomaba las dos fotos que estaban en mejores condiciones y que parecian ser la mas valiosas.

El lugar está limpio —respondió mientras se ponía detras de Akame, bloqueando junto a este el pasillo—. De hecho, esta demasiado limpio y ordenado. Pareciera que esto fue planeado con bastante conciencia.

De pronto al de ojos melíferos le sobrevino un poderoso ataque de pánico, que al parecer estaba acompañado por una macabra revelación. Agarro a su lejano pariente por el cuello de la camisa y comenzó a zarandearlo como si quisiese despertarlo de una pesadilla.

Espera, Haskoz-san, no entiendo lo que estás diciendo —exclamo mientras trataba de sujetar al pelinegro antes de que le hiciese daño tanto movimiento—. ¿Qué tiene que ver esa persona que nombras con todo esto?


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 5/04/2017

Akame no pudo evitar suspirar de alivio cuando su compañero espadachín le dio la razón. «Gracias a los dioses que Kotetsu fue asignado a esta misión. No sé si yo sólo hubiera sido suficiente voz como para contener la impulsividad de Haskoz-kun...». Sonrió.

Poco después su pariente lejano tuvo una extraña y oportuna revelación. Akame arqueó una ceja; encajaba demasiado bien con el siniestro mural que habían visto dentro del apartamento, incluso aunque Haskoz no lo sabía. Por eso mismo, no le costó en absoluto darle la razón a su compañero.

Sí, tiene sentido. Si pretende conquistar a Noemi-san, ¿qué mejor manera que invitandola, en solitario, a una lujosa fiesta ofrecida por uno de los nobles más ricos del país? —Akame se dio cuenta de lo estúpido que sonaba nada más decirlo. Evidentemente, el tal Chokichi no había llegado tan lejos en su razonamiento.

Estoy de acuerdo, creo que encontraremos a nuestro ladrón merodeando por los alrededores de la casa de Noemi-san...


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 12/04/2017

Te lo explicaré por el camino —respondió a Kotetsu, que no entendía qué tenía que ver Noemi en todo aquello.

Sin prestar mayor atención a los detalles de la casa —algunos semi-cubiertos hábilmente por el cuerpo de Kotetsu—, Haskoz cruzó la habitación y salió al exterior, descendiendo por la pared cual insecto y dirigiéndose al Barrio de los Pétalos.

Mientras tanto, reveló a Kotetsu como su novia —Noemi—, le había indicado que el tal Chokichi se la había intentado ligar. Eso y que ahora le robaba unas invitaciones para una fiesta VIP… pues solo había que sumar dos y dos. Y más siendo Noemi de la que estaban hablando.

Cuando llegaron al Barrio de los Pétalos, en seguida se dieron cuenta de que allí se respiraba un aire distinto. No era que fuese más o menos puro, no. Sino que todo era mucho más… ostentoso. Los humildes edificios de pisos eran ahora sustituidos por grandes chalés unifamiliares. Las vallas —o la ausencia de éstas—, por enormes y largos murales. Y la sencillez y el utilitarismo había dado paso al lujo y a las figuras de piedra extravagantes decorando las entradas de las casas.

Tras un breve rato deambulando por las anchas calles del barrio, Haskoz se detuvo frente a la entrada de una mansión, y es que la palabra casa le quedaba demasiado pequeña. Enorme, estratosférica, a la que se llegaba a través de un caminito de piedra que partía en dos un cuidado y colorido jardín. Los enormes portones de la entrada estaban abiertos, y dos jóvenes —rozando la treintena—, parecían custodiarla. Uno era de pelo largo, recogido en una sencilla cola de caballo y con una lanza entre sus manos. El otro, con una larga coleta que le llegaba hasta la cintura, no parecía poseer ningún arma.

Ambos eran rubios y de piel blanca como la leche.


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 12/04/2017

Creyendo en la prontitud de cumplimiento de la promesa de Haskoz, Kōtetsu le siguió atreves de las calles de Uzushio. Mientras andaban, le aclaro el papel que representaba cada uno en aquel embrollo que amenazaba con truncar la misión. En pocas palabras, se trataba únicamente de una especie de triangulo amoroso de aquellos que tan comunes son en la flor de la juventud.

No me gustaría caer en el papel de aquel que se queja y critica, pero me causa verdadero malestar el que algo tan infantil perjudique algo tan serio como nuestra empresa.

Claro, después de todo el era el chico nuevo; un muchacho de campo que poco o nada sabía sobre cómo funcionaban las cosas en aquella aldea. Además de que, dada la situación, se sentía como el que menos rango y derecho a criticar tenia, pues aquello chicos se habían ganado cierto grado de prestigio al haberse graduado de la academia, y para él aquello debía tenerse muy en cuenta…, a pesar de la situación.

Esto se parece más a la casa en donde me hospedo.” Pensó el Hakagurē en cuanto llegaron a una de las zonas más ricas de la aldea.

De pronto se hizo consciente del lugar en el cual vivía su compañero peliblanco, y lo comparo con el lugar donde se suponía que vivía su querida. En aquel momento no pudo evitar hacer una pregunta que le parecía tan necesaria como incomoda.

Haskoz-kun… ¿Estás seguro de que esa chica, Noemi, es tu novia? Es que la diferencia que parece haber en su nivel social es penosamente evidente.


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 14/04/2017

Akame siguió a sus compañeros por las calles de Uzushiogakure, silente, sumido en sus propios pensamientos. Temía que Haskoz estuviese en lo cierto y aquel gualtrapas de Chokichi hubiese sido tan estúpido como para robar las invitaciones e intentar regalárselas a Noemi; la misión se les estaba yendo de las manos. Akame sentía que ya no estaba en control de la situación —ni por asomo— y eso le reconcomía las entrañas. Odiaba andar dando tumbos, a ciegas, en la oscuridad. Apretó los dientes. Si sus sospechas se confirmaban, quizás sería él quién le diese un escarmiento al Hozuki, y no Haskoz.

Cuando por fin llegaron a la zona más acomodada del Remolino, Akame ya había pensado en varias formas de castigar al atrevido aspirante a gennin. Muchas de ellas no serían aprobadas por Shiona, pero tal vez otras...

De repente, la voz de Kotetsu le sacó de sus pensamientos. Tan absorto como estaba en ellos, el Uchiha no pudo evitar soltar una carcajada ante la ocurrencia de aquel muchacho; luego, esperó ansioso la reacción de Haskoz, que no se tomaba a bien ese tipo de puyas.

Espero que al menos su casa esté tan patas arriba como la tuya. Eso ayudaría a equilibrar la balanza... —agregó, jocoso, el Uchiha.

Sea como fuere, allí estaban. Y dos guardias de apariencia extrañamente familiar a la de la propia Noemi custodiaban la entrada. Akame enarcó una ceja, escéptico.

Supongo que conoces a los guardias de Noemi-san, ¿no?


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 20/04/2017

Haskoz-kun… ¿Estás seguro de que esa chica, Noemi, es tu novia? Es que la diferencia que parece haber en su nivel social es penosamente evidente.

Haskoz inspiró hondo por la nariz, contó hasta tres y dejó escapar el aire lentamente. Los guardias, algo alejados, parecían no haberse enterado de la pregunta.

Ya ves. Como te lo estarás imaginando… No, no fue nada fácil. De familia rica, bien posicionada socialmente ¡y aun por encima guapa! —exclamó, como si aquello fuese el mayor pecado que cualquiera pudiese cometer—. Vaya que me lo pensé, sí. Demasiados defectos… Pero dicen que el amor supera todo tipo de obstáculos, ¿no? —preguntó, socarrón—. Supongo que fue eso lo que pasó.

Espero que al menos su casa esté tan patas arriba como la tuya. Eso ayudaría a equilibrar la balanza...

¡Ja!, para ser tu primer chiste no está nada mal —le rebatió, nada acostumbrado a que él fuese el objeto de las bromas. Tenía que reconocer que era más divertido hacerlas que recibirlas.

Además, lo cierto era que Haskoz no tenía ni idea de cómo era la casa de Noemi en su interior. Noemi le había prohibido, rogado y pedido —no necesariamente por ese orden—, que no se acercase ni loco a su mansión. No le había contado porqué, aunque al Uchiha se le ocurrían varias opciones. Una de ellas, como perspicazmente había mencionado Kotetsu, era la tremenda diferencia social y económica que había entre ellos. Lo más probable era que tuviese miedo o vergüenza por lo que opinarían sus padres de saber que andaba con un plebeyo como él.

Supongo que conoces a los guardias de Noemi-san, ¿no?

Un ataque de tos invadió a Hakoz de pronto.

Ehm… ¡Ejem! Bueno, estos precisamente no. Creo que van cambiando dependiendo del día, ¿sabes? Cosas de ricos…

Como ya no podía recular —Noemi tendría que entender que aquello era asunto de Estado—, recortó la corta distancia que lo separaba de la entrada y, sin andarse con rodeos, preguntó:

¿Han visto un muchacho pelirrojo, de cabellos rizados… —alzó una mano a la altura de su cuello—, y esta estatura, más o menos, pasar por aquí?

Los guardias, con gesto serio, le miraron inquisitivos. Fue el de la lanza el primero en arrancar a hablar.

¿Quién pregunta?

Uchiha Haskoz.

¿Uchiha…?

…Haskoz.

Ambos guardias intercambiaron una mirada que el gennin no alcanzó a descifrar. Luego, tras unos momentos de incertidumbre, el guardia volvió a hablar:

No. Por aquí no ha pasado nadie de esas características.


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 21/04/2017

Pese a lo difícil que era el alcanzar su fibra sentimental, sin duda alguna, las palabras de Haskoz lograron conmoverlo…, solo un poco. Ya se había dado cuenta que estaba siendo bastante sarcástico, pero también noto la verdad que aquella actitud orgullosa escondía.

Está feliz de haber entablado una relación con ella, pero no es algo que le sea fácil expresar.

Mostrándose tan dudoso como determinado, el Uchiha de cabellos blancos se acerco hacia los guardias apostados en la entrada de la mansión. Kōtetsu le siguió, pero quedándose lo suficientemente lejos como para no llamar la atención. Desde su posición apenas si podía escuchar con claridad, pero le basto para entender que no habían visto al muchacho que andaban buscando. No pudo evitar el dejar escapar un suspiro, pues parecía que habían perdido la única pista que tenían.

¿Deberíamos de decirles que retengan a aquel muchacho en caso de que pasase por aquí en otro momento? —pregunto con suma discreción a Akame—. Después de todo sus intenciones para con la chica que vive aquí parecen ser un tanto… nocivas.

Dada las circunstacias, comenzaba a pensar que lo mejor seria ir directamente al edificio del Kage e informar del contratiempo que se les habia presentado. Claro, sabia que habria consecuencia: Un buen dia de castigo como minimo. Pero decidio que debia de confiar en sus compañeros, al menos durante un poco mas... Al menos hasta donde alcanzara su paciencia.


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Akame - 21/04/2017

El Romeo Paisa que por momentos parecía tener por compañero se adelantó, dispuesto a demostrar que Kotetsu se equivocaba, para entablar conversación con los imponentes guardias. Akame no sabía si eran ninjas o no, pero desde luego no hacía falta más que un vistazo para darse cuenta de que no se trataba de dos gualtrapas cualesquiera. Entonces deseó que al menos algo saliese bien en su gran primera misión.

Caminó tras Haskoz con temple y seguridad —o, al menos, eso intentaba aparentar—. Quería apoyar a su camarada, demostrarle a él, y a los guardias, que aquel chico de pelo blanco y ojos amielados no estaba solo... O eso era lo que podía pensarse. En realidad Akame se había colocado allí, justo detrás de su primo lejano, para no perder detalle de la conversación. Por muy irresponsable, desordenado y ligón que fuese su compañero Haskoz, había demostrado ser un shinobi con recursos y muy hábil. Akame siempre se sorprendía con la facilidad que aquel chico tenía para hacer bailar una conversación a su son.

No parecía que fuese a ser una de aquellas veces. Kotetsu le expresó discretamente sus temores, y el Uchiha asintió. No podían irse de allí tan fácilmente, con las manos vacías y...

Disculpe —intervino el de Tanzaku, sacando el pergamino que les acreditaba como shinobis en misión oficial—. Nuestra visita se debe a que estamos en una misión encargada personalmente por la Uzukage. Es de gran importancia que encontremos a este individuo...

Calló un momento, pensativo. Estuvo a punto de darle la razón a Kotetsu y pedir ese encargo a los guardias, pero entonces se le ocurrió otra idea. Una mucho más atrevida.

¿La señorita Sakamoto Noemi se encuentra aquí?


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Uchiha Datsue - 22/04/2017

El guardia tomó el pergamino que le ofrecía Akame y lo abrió, con el ceño fruncido. Sus ojos se movieron de un lado a otro, rápidos como centellas, leyendo la diminuta letra escrita en tinta. A medida que leía, su ceño se iba arrugando más y más.

Curioso —le pasó el pergamino a su compañero, haciendo caso omiso a la primera pregunta de Akame.

El segundo guardia leyó con detenimiento el encargo y alzó las cejas al terminar.

Muy curioso —enrolló el pergamino, sin todavía devolvérselo a su dueño, ni tampoco contestar a la pregunta.

Fue entonces cuando el Uchiha, viendo que no le estaban saliendo las cosas como quería, decidió cambiar súbitamente de estrategia:

¿La señorita Sakamoto Noemi se encuentra aquí?

Los guardias intercambiaron otra mirada. En esta ocasión fue el de la coleta larga quien habló:

Primeramente, no es de vuestra incumbencia si la señorita Sakamoto Noemi se encuentra o no en sus aposentos. Y segundo… —extendió la mano, devolviéndole el pergamino a Akame—. Es curioso, muy curioso, que seáis los segundos chicos en preguntar por la señorita Noemi en el día de hoy.

»Sí. Un joven con la apariencia que describís pasó por aquí hace escasos minutos. También preguntó por ella, y lo que es todavía más intrigante… Decía venir en nombre del señor Kopidou, para entregarle una invitación a la señorita Noemi. La misma invitación que se supone vosotros tenéis que repartir. Decid, ¿qué es todo este enredo?


RE: [Misión Rango D] Cuando el campo huele a flores - Hanamura Kazuma - 22/04/2017

Aquello ya resultaba indignante, pues a pesar de que lo deducido por sus compañeros tenia lógica, no esperaba que aquel muchacho pelirrojo mentecato como para atreverse a cometer aquella locura. Sin embargo, así había sucedido, había ido a buscar a aquella jovencita y ahora el guardia exigía respuesta ante lo irregular de la situación.

Lamento tener que admitir que esto no es un enredo —El peliblanco se adelanto para hablar, siendo presa de su sinceridad y determinación—. Nos ha sido encargada la misión oficial de entregar las mentadas invitaciones, y el joven al cual buscamos las… las ha robado antes de que comenzáramos a repartirlas.

Sostuvo la mirada de los guardias con sus grises ojos, sin parpadear y mostrándose firme y decidido. Necesitaba dejar claro lo delicado de la situación.

Como comprenderán, aquel chico ha cometido una falta considerable, por lo que nuestra prioridad es detenerlo.

»Le hemos estado siguiendo la pista al muy truhan durante un rato y eso nos ha traído hasta aquí, pues tenemos motivos para creer que quiere involucrar a la señorita que aquí vive en sus nocivos planes.


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