[+18] Mas frío que un pie - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Fuego (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-fuego) +--- Foro: Valle de los Dojos (https://ninjaworld.es/foro-valle-de-los-dojos) +---- Foro: Bosque Sesgado (https://ninjaworld.es/foro-bosque-sesgado) +---- Tema: [+18] Mas frío que un pie (/tema-18-mas-frio-que-un-pie) |
RE: [+18] Mas frío que un pie - Aiko - 4/09/2017 Tan malévola o mas que la serpiente del árbol prohibido, la pelirroja se jactó de que el juego no terminaría hasta que ella así lo decidiese. Por suerte o desgracia para el joven que tenía entre manos —su presa— eso podía ser tan placentero como estresante, aunque mas bien tirando hacia lo primero. En éstos asuntos la experiencia es algo que juega a favor, y la kunoichi ya tenía unos cuantos años bien experimentados... Datsue, que escuchó con los ojos abiertos como platos las palabras de la chica, no pudo evitar querer ahora que el juego continuase. Inicialmente quería que la tortura parase, pero se lo pensó mejor. Quizás, hacia donde la chica se deslizaba cual serpiente, también le pareció mejor idea, y después de todo, el cerebro es quien decide. Sobra preguntarse donde estaba toda la sangre en ese momento para pensar. De nuevo, se mordió el labio inferior, con una mirada lasciva, y una mano que jugueteaba por sus abdominales, recorriendolos hacia arriba y hacia abajo en una suave caricia. —Te avisé que no sería justo, para ti... que me aprovecharía... Y con esas palabras, la pelirroja continuó deslazándose hacia abajo, buscando satisfacer sus ganas de jugar con el chico. No sería mas que el principio de una larga noche, donde no dejaría minuto alguno en desuso, donde jugaría con su cuerpo hasta la saciedad... RE: [+18] Mas frío que un pie - Uchiha Datsue - 8/09/2017 Una chica rubia, de mirada sugerente y figura atractiva salió de la habitación de Aiko a la mañana siguiente, lanzando un beso al aire a modo de despedida, antes de cerrar la puerta. Quien la hubiese visto alguna vez, la hubiese reconocido al instante: era la viva imagen de Sakamoto Noemi. Cruzó el pasillo, el patio y la salida a los Dojos con gesto altivo y mirada imponente, como si aquel mundo le perteneciese y el resto de la humanidad fuesen gusanos a los que tenía la bondad de permitir su mera existencia. Pero incluso aquel estado de superioridad era una forma contenida a cómo realmente se sentía. Una forma diminuta y raquítica a cómo se encontraba. Ella era mucho más que eso… … o, más bien, él. Cuando creyó estar a una distancia segura, el Henge se deshizo, mostrando a un Datsue con ojeras, chupetones en el cuello y el asomo de un arañazo al principio de la espalda. Cualquiera diría que había pasado una mala noche… hasta que se fijasen en su sonrisa, eterna y enorme, y en el brillo en sus ojos. Un brillo que reflejaba… euforia. Simple pero pura euforia. Sin ser capaz de contenerse más, hinchó el pecho, echó la cabeza hacia atrás, y con voz potente y aguda aulló: —¡AUUU, AUUU, AUUUUUUUUUUUUUUUUUU! —el aullido de un lobo a la luz de la luna. Solo que allí no había ninguna luna, ni él era lobo alguno. Pero aquel día, o, más bien, en la madrugada de aquel día, se había sentido como uno. Acto seguido emitió un quejido de dolor y se encorvó, llevándose las manos bajo el ombligo… El precio por tantas dosis de felicidad. El Uchiha sonrió. Hubiese pagado gustoso más del doble por ello. |