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Operación Trombón de Fûjin - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Rayo (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-rayo) +--- Foro: Costas de las Olas Rompientes (https://ninjaworld.es/foro-costas-de-las-olas-rompientes) +--- Tema: Operación Trombón de Fûjin (/tema-operacion-trombon-de-fujin) |
RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Suzaku - 21/06/2022 —Cállate, imbécil. Aquella contestación, y el visible enfado de Umi pillaron por sorpresa a Suzaku. Las dos hermanas solían picarse a menudo, pero rara era la vez que se insultaban o se respondían de aquella forma tan cortante. Sabía que a su hermana no le caía nada bien Uchiha Datsue, ni él ni ningún otro Kage anterior a él, ¿pero a tanto llegaba su frustración? No era el mejor momento para ponerse así con chiquilladas. ¡De hecho era el peor! Y que tuviera que ser la hermana pequeña la que se diera cuenta de algo así... —Espera... espera —le dijo Umi, cuando la alcanzó en la pared del acantilado. Jadeaba, sujetando en la mano la misma cuerda que las había mantenido unidas en su travesía por el mar hasta la playa—. Atémonos entre tú y yo con esto. Y atemos luego el hilo a la cuerda. De esta forma no tendremos que preocuparnos de sujetar el hilo y estaremos aseguradas las dos. Espero. —Buena idea —asintió la pelirrosa, mientras procedía a atar con toda la firmeza que fue capaz el hilo shinobi a la cuerda, y Umi las ataba a ambas. Tan sólo esperaba no terminar cayendo de alguna manera... Y que cayeran las dos—. ¡Vamos, no nos podemos quedar atrás! ¿O quieres que Uzukage-sama vuelva a regañarte? —La picó, con una sonrisa maliciosa antes de volver a emprender el ascenso hasta la cima. RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Natsu - 21/06/2022 ¿Pero había que subir o no? porque eso de ahora si y ahora no era un poco demasiado confuso. Pero la orden fue clara. Debíamos esperar a que nos volviesen a indicar que podíamos proceder con la operación de escalado. Mientras tanto, Hayato obró el milagro y sustrajo un hilo shinobi. Alcé el pulgar. — Es perfecto — rebusqué en mi portaobjetos hasta que encontré lo que estaba buscando. — Con estos dos amiguitos podremos unir ambas partes del hilo para poder escalar. Un par de kunais que iban a cumplir con el, peligroso cometido de hacer de punto de unión entre Hayato y yo.. Vi como la gente empezaba a subir a medida que iban discutiendo los unos con los otros y Neiru y Hana volaban, vigilando que nadie tropezase con aquella pared. Tan solo esperaba que pronto llegásemos a tierra firme y uniforme para poder centrarme en destrozar a nuestro enemigo y no en ver si el siguiente paso iba a ser el del tropiezo mortal. RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Datsue - 22/06/2022 «Al fin», pensó, cuando se incorporó por encima del acantilado y pisó suelo firme. Aún sabiendo que tenía sus métodos para librarse de una caída mortal, mirar abajo le causaba cierto vértigo. Miró a su alrededor, con ojos analíticos. La explanada que les conducía a las murallas no le gustaba un pelo. Estaban demasiado expuestos, y la vía de escape a sus espaldas era complicada, cuanto menos. Si Uchiha Datsue fuese el defensor de aquella improvisada fortaleza, aniquilaría a los enemigos que apareciesen donde estaban ellos como le viniese en gana. «No es hora de improvisar. No es hora de dudar. Sabíamos las circunstancias cuando confeccionamos el plan. La noche es nuestra aliada; la oscuridad nuestra fiel amante». O eso quería pensar. Tras asegurarse que todos y cada uno de sus ninjas habían escalado el acantilado, miró al frente y entrelazó las manos sobre la boca. Entonces, emitió la señal que habían acordado con el espía infiltrado: El sonido de un búho real. RE: Operación Trombón de Fûjin - Narrador - 24/06/2022 No era hora de improvisar. No era hora de dudar. Eso era algo que todos los uzujin tenían presente en mayor o menor medida o, al menos, algo que debían tener presente todos y cada uno de ellos. Incluso los más novatos se esforzaron en mantener la calma y el silencio, haciendo que durante varios segundos lo único que pudiesen escuchar fuese su propio respiración y el sonido de las olas en la distancia. Pocos instantes después, todos pudieron escuchar el canto de un búho seguido de un segundo canto proviniendo del guardia. El plan estaba en marcha y la puerta estaba a punto de abrirse en cualquier momento. Tardaron apenas unos pocos segundos. Unos pocos segundos a los que muchos podrían llamar sin dificultad alguna los segundos más tensos de sus vidas, pero la espera no fue demasiado larga, por suerte, pues tras esos pocos segundos... ¡una bomba de luz cayó justo frente a Datsue! El flash de luz fue tan potente que cegó a todos los genin, al Uzukage y a varios ninjas diez metros a la redonda. Ni siquiera Hana, que estaba volando, consiguió escaparse del flashazo. En cambio, lo que sí pudo ver la genin fue quien lo hizo. Se trataba de su capitana, Tsuta Neiru. Datsue en medio de la confusión por el flashazo sentiste un pinchazo en el costado. No, más que un pinchazo sentiste una jodida puñalada que se quedó a escasos milímetros de perforar algún órgano importante (50 PV). Pasaron varios segundos durante los que nuestros protagonistas no pudieron ver nada, solo escuchar. Pudieron escuchar a algo o alguien caer cerca suyo directamente contra el suelo. Se trataba de Himura Hana, quien había empezado a caer en el instante en el que Neiru canceló su técnica. Luego, pudieron escuchar las voces de algunos de sus compañeros que no habían sido cegados. — ¡Nos atacan! ¡Desde el cielo! —Gritaban. Además de escuchar, pudieron sentir. Sintieron como sus piernas empezaban a hundirse en el barro que rápidamente se endureció, atrapándolos (Poder 50) y entonces, cuando la luz cegadora y el ardor en los ojos empezó a convertirse en puntitos y manchas de colores, todos ellos pudieron ver como dos enormes esferas de lava (100 PV cada una) empezaban a caer del cielo muy lentamente como dos enormes meteoritos directamente sobre ellos. También pudieron ver a Tsuta Neiru, su capitana, sobrevolar los proyectiles mientras se dirigía directamente hacia la fortaleza. No recibió ningún ataque por el camino, pero eso no era importante de momento. ¡Tenían que hacer algo! Y tenían que hacerlo pronto. Eso sí, si el Uzukage planeaba hacer algo para ayudar como el escudo que era, se daría cuenta rápidamente de que estaba muy, muy mal. Su vista estaba nublada, su cuerpo se sentía débil y se encontraba realmente mareado. Algo andaba mal. A sus costados pudieron varios ninjas que definitivamente no estaban allí antes del flash de luz. Probablemente se trataban de los que los habían atrapado en el barro, pero parecía demasiado exhaustos como para ser un peligro, de momento. RE: Operación Trombón de Fûjin - Himura Hana - 24/06/2022 A Hana le hubiese encantado decir que se había confundido. Que Neiru había errado el tiro de la bomba de luz. Pero ¿por qué iba a lanzar una bomba de luz ahora? Estaban solos, a punto de entrar sigilosamente en el lugar. No había ninguna otra opción que la obvia. — ¡Es Neiru! ¡Es una traidoraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh! — gritó a pleno pulmón para caer completamente cegada contra el suelo. Se había llevado las manos a los ojos para frotarselos, totalmente fulminados por el destello, lo cual hizo todavía más contundente el golpe contra el suelo. Esa perra había cancelado la técnica, haciendola caer a toda velocidad y golpeandose contra la dura roca. No había podido amortiguar la caida, completamente cegada, así que quedó sin aliento planchada contra el suelo. Apenas pudo ponerse de rodillas, frotandose los ojos, cuando el suelo se convirtió en un denso barro que atrapó toda la parte inferior de su cuerpo. No habían siquiera entrado en el lugar y ya estaban en una emboscada y ella completamente atrapada. — ¡Chicos! ¡No puedo moverme! Una traidora. Su capitana, Tsuta Neiru, era una traidora. Ni siquiera había estado con ella tanto tiempo, casi ni habían hablado, pero la idea la ponía enferma. Su traición ardía en su pecho más que ningun golpe que pudieran darle. ¿Cómo podía haber hecho algo así? Toda la ilusión que había sentido cuando la había hecho volar se estampó a tanta velocidad como había hecho ella. De repente, todo era mucho más oscuro que antes. Pero no había tiempo para ahondar en el dolor de su corazón. Se sobrepuso a todo eso tan rápido como pudo, encadenando cuatro sellos para hacer una contención de emergencia. Si los demás no podían detener el meteorito, al menos habría un muro de seis metros de altura y cuatro de largo para parar lo que cayese (80 PV de defensa). El muro aparecería frente a ella con su más que reconocible espiral en la pared. Una vez volviese a ver intentaría localizar a sus compañeros y ver si estaban bien, a saber qué había hecho Neiru después de cegarles. RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Suzaku - 25/06/2022 Umi y Suzaku llegaron a la cima del acantilado algo más retrasadas que el resto de sus compañeros de escuadrón. Ahora estaban rodeados por la noche y el más absoluto silencio. Suzaku respiraba entrecortadamente, aún recuperándose de la travesía por el océano y la posterior escalada vertical. Tal y como les habían anunciado, no parecía haber nadie esperándoles allí arriba... por ahora. Y el tenso silencio que no tardaría en verse roto por el canto de un búho, al que le respondió otro en la distancia. Era la señal. Las puertas estaban a punto de abrirse. Sin embargo, lo que pasó fue algo muy diferente. Algo que, con toda probabilidad, ninguno de los allí presentes podría haber previsto. Suzaku aulló de dolor cuando la oscuridad de la noche se vio desgarrada por el súbito resplandor de una estrella que acuchilló sus ojos. Confundida, aturdida, y sin saber muy bien lo que estaba ocurriendo, la pelirrosa se revolvió de forma salvaje, buscando a Umi con sus manos. Fue entonces cuando escuchó el grito de Hana, justo antes de que terminara cayendo al suelo, cerca de su posición: —¡Es Neiru! ¡Es una traidoraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh! —¡Traidora! —rugió Suzaku, llena de rabia. —¡Nos atacan! ¡Desde el cielo! —Oyó decir a alguien en la distancia. No reconoció su voz, pero no le importó en ese momento. Entre lágrimas de dolor, Suzaku se obligó a abrir los ojos. Sus iris se bañaron en el color de la sangre cuando el Sharingan se iluminó en la noche. Pero, aún con esas, seguía teniendo aquellas molestas motitas de luz enfrente. —¿Pero qué...? —Una repentina rigidez en las piernas le obligó a mirar hacia abajo. La tierra, cargada con chakra, los había inmovilizado a todos. Era algún tipo de técnica. —¡Chicos! ¡No puedo moverme![/sub] —La voz de Hana volvió a sobresaltarla. Aquel denso lodazal la había pillado aún arrodillada en el suelo. —[color=hotpink]¡Yo... tampoco! —comunicó, intentando tirar de sus piernas con todas sus fuerzas. Pero era inútil. Aquel lodazal era demasiado fuerte. Prácticamente los habían pegado al suelo—. ¿Umi, estás bi...? Pero su pregunta se vio interrumpida cuando sus ojos fueron testigos del infierno cayendo sobre la tierra: Lenta, pero de forma inexorable, dos enormes soles constituidos enteramente por lava caían sobre ellos desde el cielo. «No puede ser...» Pensó, aterrada y petrificada. Todo pareció paralizarse a su alrededor y Suzaku dejó de escuchar. Sólo el frenético latido de su corazón ocupaba sus tímpanos. ¿Cómo iban a hacer frente a algo así? La silueta de la traidora, Tsuta Neiru, sobrevoló los dos meteoritos y se dirigió a toda velocidad contra la fortaleza. No sufrió ningún ataque por el camino, lo que sólo confirmó sus sospechas. Pero no había tiempo para pensar demasiado en ella. Cerca de ella, Himura Hana levantó un enorme muro de tierra que buscaba contener el poder de los dos meteoritos. Pero todos sabían que no sería suficiente. «¿Qué puedo hacer yo?» Se preguntaba Suzaku, desesperada. Repasaba una y otra vez su artillería, pero su abanico de posibilidades estaba muy reducido en aquellas condiciones: No conocía demasiadas técnicas a distancia, y las que sí conocía no eran demasiado potentes. «Si tan sólo dominara el Goukakyuu no Jutsu de los Uchiha...» Volvió a lamentarse, apretando los puños. Al final, se decidió. No las tenía todas consigo, pero... ¡cualquier cosa que hiciera sería mejor que nada! —Veamos si el fuego puede con la lava... —Suzaku entrelazó las manos en varios sellos, y tras tomar una buena bocanada de aire colocó el dedo índice y pulgar en forma de anillo frente a sus labios. Exhaló una bandada de bolas de fuego que ascendieron en el aire, sobrevolando el muro de tierra de Hana y buscando encontrarse con aquellos inmensos soles de lava (50 PV en total). RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Natsu - 26/06/2022 Tan solo recordaba que había llegado hasta arriba el último y alcancé a ver la silueta de Hana y Neiru todavía sobrevolando las cabezas de los demás. Todos y cada uno de los presentes esperando la siguiente orden o instrucción que tuviera que dar el Uzukage. Entonces llegó el jodido fogonazo que lo cambio todo. Todos perdimos la visión de forma súbita. «¿En qué momento nos han pillado?» Tan solo alcancé a escuchar los gritos de alarma. Todos y cada uno de ellos apuntaban a la autoria de la traición de Neiru. No tenía sentido. Pero, ¿y si era cierto? Ahora debíamos tomar una decisión, y hacerlod e forma rápida aunque antes había que lidiar con esas grandes bolas de ¿lava? que amenazaban a nuestra integridad física. La huida noe ra un plan viable, puesto que habíamos sido atrapados por una trampa de doton en los pies, así que había que contrarrestar con fuerza bruta. Miré a Suzaku que se había adelantado. Chasquee la lengua y mire a la otra Uchiha del escuadrón mientras que observaba de reojo el muro que trataba de levantar Hana. — ¡Eh, tú! Umi, ¿verdad? unamos nuestros Gokakyos y carguémonos esas rocas Se uniese a mi idea o no yo llevaría a cabo la ofensiva mientras el sharingan iluminaba aquella fría noche en mis orbes azabache. Una secuencia de sellos que hice lo más rápido posible y luego de mis fauces surgió una bola ígnea de 5 metros de diámetro. — ¡Katon: Gōkakyū no Jutsu! RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Datsue - 27/06/2022 «No es momento de dudar. No es momento de improvisar. La noche es nuestra aliada; la oscuridad nuestra fiel amante». En esas estaba pensando cuando el búho amigo respondió a su llamada. Entonces se produjo un flash, y la oscuridad se convirtió en una perra traicionera. Y entonces se oyó una acusación de traición, y la noche se volvió fría y desconfiable. Y entonces él emitió un aullido de dolor cuando un filo le penetró por un costado, apenas detenida por sus costillas, y todos y cada uno de sus planes cayeron como un púgil al recibir un knock out. Braceó a ciegas en busca de su agresor, pero, entonces… Entonces sintió que sus pies, ¡los pies de todos sus ninjas!, se hundían bajo el fango de un pantano que les inmovilizaba. Y entonces, ¡solo entonces!, las dudas asomaron en su cabeza como un enjambre de abejas enfurecidas. Tenía que haberlo previsto. Tenía que haberlo visto venir. Tenía que haber cancelado la misión en cuanto no oyó más de la Operación Tambor de Raijin. Tenía… Tenía… ¡Tenía! Cuando sus ojos lograron enfocar, dos esferas de lava se precipitaban hacia él y todos sus ninjas. Se mareó, al principio pensó que producto del miedo que le había emponzoñado el cuerpo como el peor de los venenos. Luego se dio cuenta que se trataba de algo más literal. En resumen, estaban en la más absoluta mierda, y fue en ese momento cuando también lo supo. Les habían tendido una emboscada, pero ellos seguían contando con una sorpresa de su lado. Era imposible que los espías de Kurama hubiesen llegado a averiguarlo. Había sido extremadamente cauto en aquel aspecto. Solo Uchiha Raito lo sabía de antemano. Luego Neiru, pero ya aislada en un barco. Era el momento de mostrar la carta. Sus orejas crecieron hasta convertirse en dos cuernos negros. Su pupila se volvió estrellada, acompañada de tres aspas y un iris dorado. Las marcas de sellado se dibujaron por un cuerpo más musculado, más monstruoso, con la boca serrada y una cola de arena. Saltó, y sus pies de despegaron del suelo con la facilidad de un elefante tras pisar un chicle. Cinco, ocho, hasta diez metros de altura. Vio a una figura colarse entre las esferas de lava, que recibían ataques ígneos de sus ninjas. También a ninjas exhaustos en los flancos de su ejército. Enemigos, todos ellos. «No. Cadáveres»
Pero antes de ocuparse de ellos, tenía que lanzar un mensaje. Tomó dos senbons de su portaobjetos. ¡Dos senbons! Los imbuyó de electricidad. Los lanzó (20 PV cada uno, 121 de Poder). Uno a cada bola de lava, trazando una línea dorada a su paso. ¡¡¡Zzzzzzssssssssssssssssssttttt!!!
Era una broma de mal gusto. Un chiste mal contado. ¿Cómo iba la arma ninja más pequeña e insignificante del mundo penetrar aquellos dos gigantescos ninjutsus? Datsue no tenía la certeza. Shukaku no tenía todas las papeletas. Pero aquellos senbons iban imbuidos del poder más primitivo y feroz. De la inclemencia del desierto; de la venganza Uchiha. No buscaba humillar. No era un bofetón en medio de un combate de boxeo para reírse del oponente. Simplemente era un mensaje. No, ya no un mensaje. Una sentencia. —¡¡¡NINJAS DE KURAMA!!! ¡¡¡UN MINUTO!!! —rugió, apoyándose en la cima de un muro de Doton, con la voz gutural de Shukaku vibrando en su tráquea—¡¡¡UN MINUTO PARA RENDIRSE!!! ¡¡¡UN MINUTO PARA HUIR!!! Carisma 120 + 9 (Senju) + 20 (Poder > 100) = 149 »U os mandaré al mismo lugar al que envié a vuestro General Bakudan. ¡¡¡OS COLGARÉ DEL PUTOÁRBOL MÁS ALTO CON VUESTRAS PROPIAS ENTRAÑAS MIENTRAS TODAVÍA RESPIRÁIS!!! »¡¡¡Y OS SELLARÉ EL ALMA PARA QUE SUFRÁIS TODA UNA ETERNIDAD!!! »¿¡No me creéis!? ¡Pensadlo otra vez! ¡SABÉIS QUIEN SOY! ¡Y HEMOS HECHO COSAS PEORES! RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Umi - 28/06/2022 Suzaku ató con fuerza el hilo shinobi a la cuerda. Viéndolo así, Umi dudó que en caso de caída el hilo no acabase cortando la áspera fibra, pero tenían que confiar en algo, y si no era en eso... —¡Vamos, no nos podemos quedar atrás! ¿O quieres que Uzukage-sama vuelva a regañarte? —molestó Suzaku una vez más. —Te estás ganando que te tire yo misma por el barranco —espetó Umi como respuesta—. Y estamos atadas. Cuando caiga contigo, aún te meto una buena. Fuera como fuese, ambas volvieron a arrancar con la escalada, esta vez a un ritmo más regular. Afortunadamente, el hilo y la cuerda fueron suficientes y consiguieron llegar arriba con duro esfuerzo. Umi se esforzó en no mirar atrás. Sabría que le entraría vértigo, y entonces le temblarían las piernas hasta que terminase la misión. Datsue emitió la señal. La señal fue correspondida. Y hasta ahí duró el plan, que fue interrumpido por el súbito fogonazo de un abonba de luz sorpresa. Umi no tuvo tiempo de decir nada, tan sólo de taparse los ojos y gemir de dolor. Cuando sus compañeras alarmaron sobre su incapacidad de moverse, ella intentó, claro, mover las piernas. Pero estaban atrapadas bajo el barro. No pudo hacer otra cosa. Fue instintivo. Podría haberse librado del barro con el Kaenka, quizás, pero eso hubiera implicado dejar a los demás a la suerte de esas dos gigantescas esferas de piedra fundida, de las que fue advertida por los gritos de algunos genin que no habían tenido la mala suerte de verse cegados por completo. Había una opción mejor. —¡¡¡Suiton: Suishōha!!! —Umi escupió un torrente de agua hacia arriba, intentando, con la ayuda de sus compañeros, destruir el ataque enemigo, o al menos mitigarlo lo suficiente como para que no resultase una amenaza contra sus vidas. No solo esto, sino que esperaba que, al caer, el agua pudiese licuar un poco el barro en el que se hundían y todos pudiesen sacar sus piernas. Luego, Umi sintió un revulsivo, y no supo lo que pasó realmente con aquellas esferas, porque su vista no estaba todavía exactamente recuperada. Pero sí vio crecer algo en su pecho al escuchar la voz de Datsue, entremezclada con aquél aullido gutural, aquél desafío. Era poder. Era poder absoluto. ¿Sentía admiración? No, nadie podría sentir admiración en ese momento. Sentía... terror. La cuestión es... si Umi sentía terror, y aquél monstruo estaba de su lado... ¿qué sentiría el enemigo? Tragó saliva. Las piernas le temblaban. Y ni siquiera había mirado al acantilado. «Envié volando a este hombre por una cristalera.» RE: Operación Trombón de Fûjin - Narrador - 30/06/2022 A pesar de la confusión por la repentina emboscada, el escuadrón número 42 reaccionó rápida y eficazmente contra el ataque del ejército de Kurama. Hana creo un enorme muro de roca que podría, quizás, detener parcialmente el ataque. Suzaku y Natsu utilizaron sus mejores técnicas de fuego para combatir la lava, mientras que Umi optó por una opción más táctica, utilizando una técnica de agua para intentar cumplir dos propósitos a la vez. Datsue, por su parte, no vio aquellos dos enormes meteoritos como un problema que resolver, sino como una oportunidad. Una oportunidad de dictar una sentencia. El Uzukage saltó incluso antes de que cualquiera de sus subordinados lanzase una técnica, prácticamente volando por encima del campo de batalla a la vez que sacaba dos diminutas agujas que cargó de una muy pequeña cantidad de electricidad cada uno antes de lanzarlas directamente contra las esferas de lava. Entonces sucedió lo impensable. Ambas agujas chocaron contra las enormes estrellas que se cernían sobre ellos, desestabilizándolas y haciéndolas explotar casi por completo. Tan solo unas pequeñas esferas de lava del tamaño de un puño quedaron de lo que antes fueron dos jodidos meteoritos, y rápidamente esas dos esferas fueron eliminadas por el fuego de Suzaku, que terminaron de deshacerse fácilmente de lo que quedaba de lava. La gran bola de fuego de Natsu, al no encontrarse con nada, continuó de largo y golpeó con fuerza la espalda de Neiru, que salió despedida por los aires en una bola de fuego. La técnica de Umi subió... y bajó sin chocar con nada ni con nadie, pero los ninjas se darían cuenta mientras el agua caía como lluvia sobre ellos de que, efectivamente, el barro se había licuado un poco (Poder 40). El Uzukage aterrizó sobre el muro con el símbolo de Uzushiogakure que, por suerte, no tuvo que detener ninguna técnica, y, por si el mensaje no les había quedado claro al ejército de Kurama, se los dijo alto y claro. — ¡¡¡NINJAS DE KURAMA!!! ¡¡¡UN MINUTO!!! —Rugió más fuerte que un trueno, haciendo temblar hasta al más valiente de los soldados—¡¡¡UN MINUTO PARA RENDIRSE!!! ¡¡¡UN MINUTO PARA HUIR!!! El campo de batalla pareció detenerse durante unos momentos. Nadie se atrevió a lanzar una sola técnica más. »U os mandaré al mismo lugar al que envié a vuestro General Bakudan. ¡¡¡OS COLGARÉ DEL PUTOÁRBOL MÁS ALTO CON VUESTRAS PROPIAS ENTRAÑAS MIENTRAS TODAVÍA RESPIRÁIS!!! Incluso sus propios ninjas parecieron haberse paralizado. »¡¡¡Y OS SELLARÉ EL ALMA PARA QUE SUFRÁIS TODA UNA ETERNIDAD!!! En aquel momento, los miembros del escuadrón 42 jurarían haber escuchado el sonido de algunos soldados tirar las armas al suelo. Eso si podían escuchar algo más que a su Uzukage en aquel momento, y entonces... »¿¡No me creéis!? ¡Pensadlo otra vez! ¡SABÉIS QUIEN SOY! ¡Y HEMOS HECHO COSAS PEORES! Cuatro rayos láser de color azul chocaron contra el símbolo de Uzushiogakure, destrozando completamente el muro, haciéndolo añicos. Entre los escombros, todos los ninjas pudieron ver un montón de rayos del mismo tipo que viajarían hasta cada uno de los genin a velocidad vertiginosa, uno para cada uno (16 PV). Cada proyectil por separado no había parecido la gran cosa, pero debían recordar que unos pocos de ellos habían sido suficientes para destrozar el muro de Hana, y definitivamente serían suficiente para mandarlos por los aires, lo que podría ser bueno, porque estarían liberados del barro si no habían salido ya.. o malo, porque tenían el barranco justo detrás de ellos. Frente a Datsue, mientras caía, un joven apareció fruto de una técnica de movimiento instantáneo justo frente a él. — Así que fuiste tú quien mató a Bakudan. —Le dijo apenas aparecer, intentando con todas sus fuerzas contener su ira—. ¡ERES HOMBRE MUERTO, UCHIHA DATSUE! Falló. RE: Operación Trombón de Fûjin - Raiden - 30/06/2022 Frente al Uchiha, un chico apareció flotando a escasos centímetros del suelo sin darle la más mínima importancia al hecho de que estaba completamente rodeado de Uzujin, aunque la mayoría de ellos estaba atrapado en el barro sin tener la más mínima posibilidad de salir de allí. Se trataba de un chico relativamente delgado y pálido, pero con una fuerte musculatura que mostraba con confianza con un chaleco blanco sin nada debajo. Los ojos del chico, antes azul eléctrico, se habían tornado anaranjados y afilados y como si de dos pinchos más en su cabello azul que siempre está en punta, dos orejas de zorro hechas de chakra crecieron en su cabeza, anaranjadas también. Aquel joven no parecía asustado en lo absoluto, pues había algo. No. Alguien que le daba fuerzas, alguien mucho más grande que Uchiha Datsue, cualquier otro ninja e incluso más grande que él mismo. Raiden abrió los brazos. — ¡TODO EL MUNDO! —De un bramido, él también llamó la atención de sus ninja, pero no pareció tener del todo mismo efecto intimidatorio en los Uzujin—. Detrás de mí. Nadie caerá mientras yo esté en pie. Los ninja que antes estuvieron a punto de rendirse antes volvieron a tomar sus armas, decididos. Quizás fue por ver aquel brillo que caracterizaba a su dios, o quizás fue la confianza que tenían en su general, pero en cuanto ese chico apareció la duda abandonó los corazones de los ninjas de Kurama. Nadie huiría mientras el general se mantuviese en pie. — Mi nombre es Raiden, General del ejército del señor Kurama. —Diría entonces, poniéndose en guardia—. Hoy seré vuestro rival. Tras el general, el combate había vuelto a estallar mientras el escuadrón 42 y el Uzukage se veían completamente aislados de este. RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Datsue - 1/07/2022 Por unos segundos, creyó que los tenía. Por unos segundos, creyó realmente que con tan solo su lengua —su arma más poderosa, bien era cierto— podría ganar aquella batalla sin lucharla. La puesta en escena con los senbonbs había sido buena; el discurso posterior había tenido garra. Entonces vio cuatro láseres viajar en su dirección, y el muro sobre el que se sostenía y sus ilusiones se vieron cortadas como mantequillas. Datsue cayó, no de manera tan elegante como hubiese querido, casi perdiendo el equilibrio al apoyarse encima de un trozo del muro derruido para no verse ralentizado por el barro. Frunció el ceño, extrañado. Su cuerpo no terminaba de responderle bien. Le habían envenenado, de eso estaba convencido. Pero un ninja se le había presentado de golpe y tenía cosas más urgentes de las que preocuparse. O eso pensaba, hasta que el chico se puso hablar. Aprovechó el momento para llevarse un par de píldoras a la boca. Una estimuladora de sangre y un antídoto. «¡JAAAJIAJIAJIA! ¡Otro Generalucho! ¡Mi hermano debe estar desesperado, ya contrata a cualquiera! ¡JIA JIA JIA! ¡A este ritmo vamos a coleccionarlos!» Datsue no estaba tan alegre. No, un General era un problema, y en sus condiciones, uno de los gordos. No obstante, no podía dejar que la preocupación asomase a su rostro. Debía seguir mostrándose fuerte, incluso cuando seguía sintiéndose enfermo y débil por el veneno. Debía seguir mostrándose majestuoso e irreductible, incluso cuando la vida le había enseñado a golpes que él no era, ni mucho menos, invencible. Por sus enemigos. Por sus ninjas. Sus ninjas eran lo más importante. Sin ellos, estaría perdido. —¿Mi rival? —Datsue masticó aquellas palabras como si supiesen a mierda—. Veo que tu señor no te lo ha contado. Lo que significa enfrentarte a mí. Iba a mostrárselo: las aspas de sus ojos giraron y giraron en un remolino hipnótico hasta convertirse en cuatro tréboles dorados alrededor de una estrella, donde el único carmesí existente provenía de la sangre derramada por ambos orbes. El Mangekyō Sharingan, la técnica ninja más aterradora de todo el puto universo. Con él, sería capaz de subyugar al mismísimo Kurama en su verdadera forma con una sola mirada. —Verás, Raiden —dijo mientras el manto de Susano’o, la protección de un verdadero Dios, empezaba a formarse a su alrededor—. Tú hubieses sido un digno rival para mí hace años. Un buen rival, incluso —le concedió, cuando la última placa de la armadura terminó por recubrir su torso. Al contrario que el Susano’o de cualquier otro Uchiha, aquel no era un ente gigantesco, sino una armadura turquesa perfectamente ornamentada que cubría todo su cuerpo—. Si me hubieses pillado cuando salí del vientre de mi madre, quizá incluso hubieses tenido una oportunidad. Colocó con una mano la máscara Tengu sobre su rostro, ocultando su cara monstruosa con otra demoníaca. —¿Ahora? Ahora me servirás para limpiarme los dientes y dar ejemplo a los tuyos. RE: Operación Trombón de Fûjin - Himura Hana - 2/07/2022 Hana estaba arrodillada con solo barro pegadizo a su alrededor. Sus compañeros estaban con ella, intentando zafarse en vano de su encierro involuntario. Todos, excepto Datsue. Su Uzukage saltó sobre su muro hacia los meteoritos, sin un atisbo de duda, y con dos meros senbon destruyó ambos proyectiles. No era otro nivel, era otro plano de existencia. Cayó sobre el muro de Doton de nuevo, como si aquello que acababa de hacer fuese lo normal para él, cuando ellos tendrían que haber usado poderosas técnicas para pararlos y él lo había hecho con dos senbon. Hana no podía despegar los ojos del brillante Carisma que desprendía Datsue, como una polilla hacia la luz. No reaccionaría cuando éste acabase porque hubiese acabado, se habría quedado embelesada durante minutos enteros si no llega a ser por el fuerte impacto que destrozó su muro de doton. ¿Qué estaba pasando? ¿Donde estaban? Para cuando volvió a procesar la información normalmente ya tenía uno de los proyectiles encima suyo. A pesar de que el haz de luz que le había golpeado en el abdomen no le había hecho demasiado daño, la mandó volando más allá del barranco. En el aire, vio la perspectiva del lugar, del que podría ser su último lugar. Sería ironico que la matase lo mismo que la había hecho volver, una estrella demasiado brillante para poder apartar la mirada de ella. Sin embargo, la ironia tendría que esperar. Reaccionó tan rápido como pudo e hizo una cadena de tres sellos, extendiendo la mano hacia el suelo, donde ya no había pantano. Un chorro de lava salió disparado sin cortar contacto con su palma y adheriendose al suelo. Se impulsó para volver de nuevo al campo de batalla, parandose un segundo a comtenplar la situación y recuperar el aliento. — ¿Estáis todos bien? RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Natsu - 2/07/2022 En aquel lugar todo avanzaba a la velocidad del sonido, qué digo, de la jodida luz. Me sentía como el primer dia en la academia pero en aquella situación un error o un paso en falso era el equivalente a un viaje de ida hasta el Yomi. El Uzukage se avanzó a todos nosotros y con una simple técnica se deshizo de las dos esferas de lava que nos amenazaron. Mi sharingan, y de hecho, el ojo normal pudo ver la influencia de Shukaku en aquel manto de chakra. «Ya empezaba a echarte de menos» Se me dibujó una sonrisa bobalicona durante unos pocos segundos. Los segundos ne los que un tipo que se presentó como Raiden se dispuso a atacarnos a los más débiles. Aquella iba a ser la forma en la que iba a tratar de joder a Datsue y la expedición que quería asestar un golpe al terror que Kurama tenía pensado para Ōnindo.. Varios láseres de puro chakra salieron sobrevolando el ambiente y cada uno de ellos buscaba una de sus débiles victimas. Obviamente, uno de esos era yo y por si no fuese suficiente con aquel lodo que nos tenía presos y con la movilidad reducida por completo sentía que aquel Gokakyo me había fundido buena parte de mis reservas de chakra así que poc pude hacer más que recibir el inevitable impacto que me hizo volar hacía atrás un par de metros. — Pensé que sería más doloroso. — dije a medida que me iba levantando, esta vez libre de ataduras, observando como la chica rubia ejecutaba una técnica también rara. «¿Tu también con la lava?» RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Umi - 2/07/2022 Umi no tuvo tiempo para reaccionar, ni para ver siquiera qué había pasado exactamente. Sólo un resplandor azulado y un golpe electrizante en el pecho que despegó sus pies del barro y la mandó a volar hacia atrás... junto con su hermana Suzaku, que aún estaba atada a ella por la cintura. Pronto se vio descendiendo a toda velocidad, y el barranco rocoso frente a ella, dando vueltas. —¡¡Suzaku, el kunai!! —La Uchiha agarró la cuerda y tiró de ella hacia abajo, para hacer que Suzaku se moviera de forma pendular acercándose a las rocas. |