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RE: (I) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 23/03/2019
En cuánto dio con Comadreja, prácticamente le obligó a espabilar y desechar cual fuera su intención de emborracharse hasta mearse los pantalones. Tenía mucho que contar. Y, desde luego, así lo hizo.
Le habló de casi todo, al menos de las cosas importantes. También trató de hacérselo saber a Muñeca, pero la cría no estaba siendo muy colaborativa que digamos en pro del éxito de aquella importante misión. Kaido estaba empezando a sentirse mentalmente fatigado por tener toda la responsabilidad de armar aquél plan él solo, no sólo por el enorme peso que eso suponía, sino también porque se trataba de un rol inusual para él. El gyojin solía ser la contingencia. El puño de hierro que azotara al enemigo. No el estratega, ni el jodido planificador. Ahora tendría que ser todas esas cosas, y eso le comía bastante la cabeza.
—¿Tú que averiguaste?
RE: (I) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 23/03/2019
Comadreja iba asintiendo ante la información obtenida por Kaido. No era mucha, pero al menos tenían ya a un guardia que les ayudaría a colarse en la prisión, así como a moverse por allí. Eso era bueno, muy bueno.
—Pues yo averigüé mis cosillas también… —dijo con una sonrisilla, sacando pecho y pavoneándose por sus logros. Tenía las mejillas encendidas y balbuceaba un poco con ciertas palabras—. La prisión tiene un curioso método para mantener a raya a sus presos, ¿sabías? Ellos le llaman el silbato corrector. Porque cuando un preso se pasa de listo, ellos silban y le corrigen. ¡Como si fuesen niños de parvulario, vamos!
Rio con fuerza, en esa carcajada tonta que nace más del alcohol que te inunda las venas que por la gracia en sí del chiste.
—Sí, sí. Ellos colocan una cosa en cada preso. Algún tipo de jutsu raro, no me preguntes el nombre porque no se acuerda ni su creador de él. Entonces, cada vez que tocas ese silbato especial que ellos tienen, tú oyes… Pues eso, un silbido. ¿Inofensivo, verdad? ¡Ja! No para los presos. A los presos se les activa ese cosa que tienen puesta y se retuercen como si les estuviesen abrasando con aceite hirviendo.
»Eso me recordó a ti, Muñeca. A lo que le hiciste a aquel soldado en el palacio de Gabbra Takuya.
Muñeca se limitó a fruncir el ceño y a farfullar algo ininteligible.
RE: (I) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 23/03/2019
«Con que para eso es el silbato. Ya me preguntaba yo para qué querrían uno dentro de una jodida prisión. Y el regalo especial, tiene que ser el sellado. Ahora todo tiene más sentido»
—Bien. ¿Pudisteis cerrar algo respecto al otro guardia? —indagó—. con Tokore ya tenemos asegurada la entrada de uno de nosotros. Podrá cargarme mientras estoy convertido en agua sin ningún problema, o llevar a Muñeca mientras use el henge. Pero no a los dos. Por eso es importante tener al segundo polizón para tener mayor libertad de movimiento ahí dentro.
RE: (I) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 23/03/2019
Comadreja bufó. ¿Qué si había podido cerrar algo con el otro guardia? Pero, ¿por quién le tomaba? ¿Por un principiante?
—Estás hablando con Comadreja, Kaido. No hay nada en esta putrefacta ciudad que no pueda conseguir —dijo herido en orgullo—. Aunque para seros sinceros, no me fío mucho de él. No es que piense que nos la va a jugar —aclaró—. Pero el tipo es algo nervioso, ¿me entendéis? No puedo aseguraros que aguante la presión.
RE: (I) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 23/03/2019
—Bien. Será mi guardia, entonces. Tú te quedas con Tokore —le dijo a Muñeca—. tenemos cuatro días antes de la infiltración, tened eso en cuenta. Si me disculpan, marcho a dormir, que sobornar a esa maldita mujer no ha sido fácil. Hasta mañana.
Claro que, Kaido tendría que hacer algo primero.
Esperó hasta la hora oportuna y ejecutó el Gentoshin. Quería hablar con Kyutsuki.
RE: (I) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 23/03/2019
¿Cómo decirlo de forma breve? Digamos que el Gentoshin… no funcionó.
No, porque como Muñeca le recordaría al día siguiente, Dragón Rojo solo se reunía los Mizuyōbi de cada semana. La propia Kyūtsuki así se lo había informado en su momento, antes de salir de la cueva.
Kaido tuvo que esperar tres días hasta poder realizar el contacto. Justo el día anterior a la infiltración. Tenía poco margen de maniobra. La reunión, que juntaba a todos los integrantes de Dragón Rojo en la cueva, cada uno sentado en su respectivo asiento y la mayoría sin estar realmente allí, comenzó con el informe semanal.
Kyūtsuki había hecho progresos en su misión especial. Esa de la que Kaido ya sabía. Money hizo un repaso de los ingresos generados por el grupo, principalmente conseguidos gracias al omoide. También dijo que tenía una idea para conseguir una inyección de capital —Kaido creyó saber qué idea era esa—, y dijo que estaría encantado de dar más detalles una vez hubiese atado los últimos flecos.
Ryū dio la palabra a Kaido. Todos estaban deseando saber si había hecho algún progreso en su empresa.
RE: (I) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 23/03/2019
La impertérrita y ambigua figura de Kaido ocupando su asiento atinó la mirada en cada uno de los presentes, uno a uno, hasta finalizar en Kyutsuki. Luego atisbó a Ryu, y empezó su discurso.
—Mañana a la noche Muñeca y yo nos infiltraremos finalmente en la Prisión del Yermo. Tenemos un par de guardias bajo soborno para facilitar la entrada. Creemos tener la suficiente información acerca del funcionamiento de este agujero subterráneo como para poder movernos ahí dentro sin que nos descubran mientras menos encontramos a Zaide. Y hablando de él —volvió a mirar a la enmascarada—. ¿en qué nivel de la prisión lo encontraste? y... ¿lograste atisbar qué número le tatuaron en el antebrazo?
Está de más decir que Kaido no conocía al hombre, ni podría reconocerlo sin Muñeca. No podía arriesgarse a tener que tenerla siempre cerca y entonces no poder avistar a su víctima. Necesitaba una forma de dar con él y el número tatuado era la mejor opción.
RE: (I) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 23/03/2019
La silueta negra salvo por los colores del arco iris que de vez en cuando se reflejaban en ella asintió.
—Le encontré en el nivel dos —respondió Kyūtsuki—. Y tenía el número 4948.
RE: (I) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 24/03/2019
El recién adquirido Dragón Rojo no respondió de inmediato. Tuvo que meditar aquella información. ¿Nivel dos? ¿hablaba en serio? pensaba que a un hombre como Zaide le tendrían en el último nivel.
Pensar que para cualquier otro aquello sería una buena noticia. Para Kaido, no. ¿Por qué? porque eso le decía que Zaide no era considerado un hombre tan peligroso como realmente era, y eso daba cierta ventaja a su favor. Le era incluso hasta conveniente, porque habría estado manteniendo el perfil bajo durante la forzada desintoxicación a la que se vio sometido. Aunque de parte y parte le sería mucho más sencillo llegar hasta ahí que al último piso.
—Bien. Solicito una reunión extraordinaria con alguno de vosotros al alba de Tsuchiyōbi. Si no establecemos contacto entonces —se hizo un silencio incómodo—. es que no hemos logrado salir de ahí con vida.
El gyojin era consciente del riesgo y lo había asumido con valentía. Morir había sido siempre una enorme posibilidad.
—Pregunta curiosa: ¿alguna novedad de mi cadáver? ¿lo han encontrado? —indagó, preocupado. ¿Por qué? porque a diferencia de lo que le había sugerido Kyūtsuki, no estaba haciendo mucho por no dejarse ver ahí afuera. Ya se había encontrado con dos uzujines y no les había matado a ninguno de los dos. En un principio porque creyó que la enemistad latente entre ambas aldeas y el odio mutuo que generó los enfrentamientos tras el examen de Chunin serían suficientes como para que su nombre fuera disuadido a la hora de alguna conversación entre ellos con sus antiguos camaradas. Para él no era una posibilidad. Así como no la era una reconciliación entre naciones. Pero todo en este mundo es posible, ¿verdad?
RE: (I) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 24/03/2019
Los integrantes del Dragón Rojo asintieron ante la primera petición de Kaido. El que más y el que menos —Money entraba en este último grupo—, estaba ansioso por conocer el desenlace de su misión.
—Esta vez aseguraros de que esté muerto de verdad —pidió Ryū, con su característica voz grave.
El holograma de Muñeca se encogió. Luego fue Kyūtsuki quien intervino.
—Encontraron tu cadáver, sí. Y creemos que Amegakure ya te da por muerto. Todo ha salido según lo planeado.
—Bueno, todo todo… —por primera vez en mucho tiempo, Muñeca hablaba en una de las reuniones. Miró a Kaido por un instante, con duda, pero luego miró a su padre y se obligó a continuar—. Kaido-kun no ha estado haciendo caso a eso de pasar desapercibido. En todo el viaje nos encontramos mínimo con dos ninjas de Uzu. Creo que Jōnins. Y Kaido-kun… fue a hablar con ellos… a cara descubierta.
Pasaron muchas cosas al mismo tiempo. Otohime se llevó una mano a la cara y negó con la cabeza. Money estalló a carcajada limpia. Shaneji mencionó a la madre de Kaido en no muy buenos términos. Hasta Kyūtsuki, que no era más que una silueta sin rostro, se la notaba confusa y sorprendida aún llevando puesta la máscara. Fue la primera en hablar:
—¿Para qué coño he perdido yo el tiempo transportando el cadáver a la Hierba, Kaido? ¿Me lo puedes explicar?
RE: (I) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 24/03/2019
La cabeza de Kaido se torció a ver a Muñeca, casi al unísono que ella. ¿Así se lo iba a pagar? ¡¿yéndose de boca floja?!
«¡Hija de puta!»
Cuando Kyūtsuki le recriminó, no obstante, no tuvo más remedio que ser totalmente sincero.
—Al primero de ellos no lo pude evitar. Se trata de Uchiha Datsue, quien habría sido alguna vez un jounin de Uzushiogakure. El Matakages, el Intrépido. Tiene tantos motes como tú de rostros Kyūtsuki. Pero sí, me dejé llevar y tuve que confrontarlo por un par de asuntitos que dejamos sin resolver. La segunda nos pilló desprevenidos río abajo en nuestra ruta hacia el País del Viento porque alguien tuvo que bajarse a mear por enésima vez. De todas formas, no sé por qué hacéis tanto drama —replicó, convencido—. si hay alguien en quien confío que no podrá tumbar la treta de mi muerte ese es Datsue. Tened en cuenta que las relaciones entre Uzushiogakure y Amegakure están como están es por su culpa. Y digamos que los amejines le odian tan recíprocamente como lo hace él. No van a encontrarse sino para matarse entre sí.
O eso creía él. Que se odiarían por siempre. Que después de la captura de Ayame, no iba a ser posible que Yui y el resto de líderes cerraran esas heridas con una jodida fiesta de sake y hierbas. ¿Verdad?
RE: (I) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 24/03/2019
Esta vez, fue Shaneji quien no se pudo contener.
—¡¿Ah, sí?! ¡Las relaciones están como están, ¿no?! Por eso las tres Villas han firmado la paz y hasta están construyendo juntitas unas vías para el felopedil!
—Ferrocarril —le corrigió Otohime.
—¡Lo que sea esa puta mierda! Subestimaste a las Villas, hermano de agua. ¿¡Te dije que eran unas blandas o no te lo dije!? —¿Por qué narices no le hacían caso? ¡Si él nunca se equivocaba!
—Y no era tan difícil llevar puesta una máscara —comentó Kyūtsuki, que todavía no se creía que hubiese hecho el viaje en balde. El propio Kaido había asesinado a un crío para nada.
RE: (I) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 24/03/2019
Hubo, de pronto, un cúmulo de sensaciones que ni el propio dragón tatuado en su brazo logró contener.
Ira, confusión, somnolencia. Se sintió de pronto tan estúpido y avergonzado como no lo había estado nunca antes. Quería destruir todo a su alrededor y lo único que se lo impedía era que explotar de rabia desharía la concentración que mantenía la técnica con la que estaba comunicándose. Eso no le impidió sin embargo maldecir en su interior como si alguien le fuera a cortar la lengua pronto y no pudiera espetar malas palabras por el resto de sus días.
Preguntas azotaron su cabeza y dejaron de pronto la infiltración en un segundo plano. ¿Cómo fue posible una Alianza? ¿Por qué? ¿cuál razón habría sido el desencadenante de que estas tres ententes dejaran de lado sus diferencias?
Tenía que ser algo de peso. Algo verdaderamente importante.
—No. No lo era. Lo que sí era difícil es que estos hijos de puta firmaran una alianza, y ahora a bote pronto me decís que han alcanzado la paz —los puños estaban a punto de explotar en miles gotas de agua, y una vena hinchada le alcanzó la barbilla—. ¿cómo es posible? ¿cómo... ?
RE: (I) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 24/03/2019
Fue Shaneji quien le respondió.
—¡Porque son unas cagadas, por eso! ¡Juuuuujujujujujuju! ¡Se veían que como siguiesen así iban a tener que derramar sangre, y estas Villas no han visto guerra, Kaido! ¡No saben lo que es! ¡Y le tienen miedo! ¡Pánico! ¡Tu antigua Kage la primera, por lo que se ve! ¡Le intentan secuestrar a su Jinchuuriki y lo primero que hace es agachar la cabeza ante Hanabi y el resto! ¡Juuuuuuujujujujujuju!
Nada describía mejor a Shaneji que el ser un tipo caótico. Tan solo en su corta intervención, había pasado de la indignación, el cabreo, y el puro deleite por sus palabras.
—Sea como sea, no sirve de nada lamentarse por algo que ya no podemos cambiar —dijo Ryū—. Tenemos que dar por hecho que Amegakure sabe que estás vivo, y que van a intentar poner remedio a eso. —Remedio a que siguiese con vida, quería decir—. Kaido, Muñeca, otra cosa. Esta vez, quiero ver con mis propios ojos que está muerto. Traedme su cabeza, ¿entendido?
—Sí, papá…
RE: (I) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 24/03/2019
Kaido agachó la cabeza, abatido y confuso.
¿Habían secuestrado a Ayame? ¿Pero quién, si no fue ninguna aldea enemiga? ¡Mierda! quería seguir exprimiendo información pero el líder cortó de raíz del asunto, pidiendo a su vez una confirmación clarísima de la muerte de Zaide.
Pero para eso, primero, tendría que encontrarlo. O no habría cabeza alguna que cortar.
. . .
Alba de Raiyōbi. Los primeros haces de luz atizaron su rostro, y le obligaron a despertar. Sus ojos aguamarina quedaron perdidos en el trecho de aquél cuartucho, mientras que en su mente, invadida nuevamente por la conciencia, afloraba el millón de cosas que tendría que tener en cuenta durante su próxima misión: estaba a punto de intentar asesinar a un Uchiha de mucha más experiencia que la suya, con una jodida cría que en cuanto tuviera la oportunidad, podría querer deshacerse de él —quedó convencido luego de que le vendiera a su padre—. y a la vez teniendo que cumplir con el encargo del noble. Era una situación jodidamente difícil, y un logro que estaba sólo al alcance de los grandes.
¿Lograría él serlo? ¿lograría convertirse en el titán que siempre soñó ser?
Pronto, queridos lectores, lo averiguaremos pronto. Muy pronto (II)