NinjaWorld
Los que han quedado atrás - Versión para impresión

+- NinjaWorld (https://ninjaworld.es)
+-- Foro: Kusagakure (https://ninjaworld.es/forumdisplay.php?fid=123)
+--- Foro: Calles de la Aldea (https://ninjaworld.es/forumdisplay.php?fid=126)
+--- Tema: Los que han quedado atrás (/showthread.php?tid=6839)

Páginas: 1 2 3


Los que han quedado atrás - Hanamura Kazuma - 23/03/2020

Primera Flor del 220

La aldea aún seguía de luto y el ambiente general era de angustia. No solo había muerto Moyashi Kenzou, si no que el nuevo Morikage, Aburame Kintsugi había decido abandonar la alianza de los tres grandes. Además, estaba la preocupación por el asunto del guardián traidor. A la gente le preocupaba que pudiese regresar para destruirles; de suerte que en la aldea todos comentaban en voz baja que sería de Eikyuu Juro, y que ojalá le diesen pronta muerte o captura.

Kazuma había pasado un tiempo recluido en casa, poniendo en orden sus pensamientos y evitando a la gente que le sabia discípulo de aquel que cuyas manos dieron muerte al estimado Morikage. Sin duda, comprendió que la infamia, el miedo y el desprecio se extendían como un incendio por el bosque. En poco tiempo todo el mundo sabía que él era aprendiz del guardián; y lo supo no porque nadie se lo contara, sino por los gestos y las miradas: de pronto, la gente le veía con miedo o con rabia, le evitaba y se negaba a atenderle.

«Preocupante: el malestar crece y es solo cuestión de tiempo para que busquen en quien proyectarlo», pensó, justo antes de tener un desagradable altercado con unos “patriotas” altamente intolerantes a la traición.

Puede que el sol brillase como siempre, pero la oscuridad parecía estar sobre la aldea, sobre él; de suerte que decidió a acudir a una de las pocas personas de confianza que le quedaban alli.

Ya era tarde y el crepúsculo devoraba el cielo cuando, cubierto por una capa, dio un par de golpecitos a la puerta de la tienda de armas, esperando encontrar allí a Katsue.


RE: Los que han quedado atrás - Eikyuu Juro - 25/03/2020

Si bien la Aldea había perdido su habitual esplendor, la situación en la casa de los Eikyuu no era para menos. Al fin y al cabo, su hogar era el hogar de un asesino: su hermana, la hermana de un asesino y su abuela — su dulce y pacífica abuela — la abuela de un monstruo.

No, la aldea no había organizado una caza contra la familia de Juro, pero no hacía falta. La gente sabía quienes eran: les miraban por encima del hombro, declaraban que, siendo su familia, tenían que haber sabido lo que estaba pasando. Que igual ellos no eran tan leales a Kusagakure cómo todo el mundo había esperado. Incluso habían relacionado el hecho con su padre que, tiempo atrás, se volvió loco y trató de asesinar a su familia. De tal palo tal astilla, se rumoreaba.

Una vez que la rueda empieza a girar, ya nada la detiene. Y está dispuesta a aplastar a una pobre familia que, en el fondo, ya ha sufrido bastante con la pérdida de su miembro más joven y prometedor.

Su tienda había perdido su brillo característico. La madera parecía más vieja, más gastada. Alguien, en una de las paredes (un valiente anónimo) había escrito, en pintura roja, las palabras "Traidores". Las tejas estaban que se caían. Y lo peor de todo era el silencio. Ya no había una chica riendo con confianza ante los clientes, ni una anciana paseándose por ahí, viendo a su nieta trabajar.

Ya no había rastro de nadie, porque la tienda estaba cerrada.

Kazuma llamó una vez, pero nadie le contestó. Lógico, claro esta. Tras el trato que la familia ha recibido de la gente de la aldea, nadie en su sano juicio abriría a un desconocido a aquellas horas. Kazuma pudo notar como sí había alguien en su interior: la madera había crujido segundos antes, había habido una respiración. Pero ahora, solo había silencio otra vez.


RE: Los que han quedado atrás - Hanamura Kazuma - 26/03/2020

La nada fue lo que obtuvo por respuesta. Kazuma dio un paso atrás para observar mejor la tienda, y al momento se sintió mal: aquel sitio también había pasado por mucho, también había sido castigado por los acontecimientos.

El joven se quitó la capucha y dio un par de golpecitos a la puerta, nuevamente.

Soy Kazuma —añadió esta vez, esperando que sin la capucha pudiesen identificarle desde adentro.

Por supuesto, cabía la posibilidad de que adentro no hubiese nadie; pero, ¿Qué tan probable era? ¿En que otro lugar podría estar Katsue sin que nadie le molestase? Además, tarde o temprano tendrían que verse las caras; él lo sabía y esperaba que la hermana de su sensei también.


RE: Los que han quedado atrás - Eikyuu Juro - 29/03/2020

Kazuma expresó su nombre, esperando que aquello fuera suficiente.

Silencio. Eso fue la respuesta.

Durante un largo minuto, que al chico se le harían horas enteras, no supo si la hermana de su ex-sensei le abriría la puerta. Las dudas podrían llegar a él: ¿Por qué le echaban? ¿Acaso no le consideraban una persona cercana a Juro? ¿O es que su propio sensei no lo había considerado merecedor de relacionarse con su familia y por eso su hermana actuaba así? Quizá la situación no era la mejor, pero en ese mismo momento, los malentendidos estaban a la orden del día, y la verdad, escondida tanto que esinvisibles al ojo.

La puerta se abrió finalmente, alejando esa tormenta de incertidumbre. Se abrió lentamente, sin hacer el más mínimo ruido.

De ella, salió el rostro de la mujer que el chico ya debería de conocer: su cabellera rubia estaba recogida en una coleta, pero su rostro, redondo y con cierto tono moreno, salpicado con algunas pecas, le observaba. Sus ojos azules, en otro tiempo intensos y decididos, ahora habían perdido su brillo, y estaban escondidos bajo bolsas de ojeras. Su pelo estaba enmarañado y sucio. La muchacha llevaba una ropa más que desajustada, que daba la imagen de que había cogido cualquier cosa del armario y se lo había puesto. No parecía importarle mucho la manera en la que recibir a los clientes...

... O es que igual, ni si quiera había tenido clientes en todo el día. La tienda parecía cerrada.

La gran cicatriz que partía su cara desde la mejilla a la frente, seguía igual que siempre, pero parecía más brillante e intensa ese día. Sin embargo, ella parecía tener cicatrices peores en ese momento.

Clavó su mirada, vacía, en el chico que tenía delante, sin si quiera invitarle a pasar.

— Hola — No hubo sonrisas, ni abrazos. Ni si quiera un gesto amable. La muchacha lo observó, quizá tratando de adivinar sus intenciones.


RE: Los que han quedado atrás - Hanamura Kazuma - 31/03/2020

Hola —No hubo sonrisas, ni abrazos. Ni si quiera un gesto amable. La muchacha lo observó, quizá tratando de adivinar sus intenciones.

La visión de una Katsue desolada no fue fácil de digerir, sobre todo con aquella mirada que indicaba la muerte en vida. Kazuma podía imaginar cómo habían sido los últimos tiempos respecto a su familia y la villa; pero sabía que estaba lejos de comprender aquello que ocurría en el fuero interno de la familia de Juro. Él sabía que su relación era la de maestro y alumno, acaso la de camaradas, que sabían que de un momento a otro podrían separarse; pero aquella era su familia, y las familias (aunque sean ninjas) jamás están listas para decir adiós.

Hola, Katsue-san. Quería ver como estaban, hablar un poco sobre la situación —se limitó a decir dando un paso hacia adelante, demostrando que no estaba dispuesto a marcharse tan fácilmente.


RE: Los que han quedado atrás - Eikyuu Juro - 3/04/2020

"Hablar de la situación". Sí, eran unas palabras bastante curiosas, a decir verdad.

Cuando se enteró de que su hermanito pequeño iba a ser jounin, no se lo llegó a creer: estuvo de acuerdo en el momento en que se marchó al examen chunin. Después de todo, tenía práctica y ya había actuado bastante como genin. Pero... ¿Un jounin? No, no podía ser.

Por eso mismo, cuando se enteró de que no solo obstentaba ese título, sino que, además, tenía un alumno, no pudo creerlo. Kazuma, un chico solo, marginado, separado de su promoción, y su hermano. Una extraña pareja, a decir verdad. Se había acostumbrado a verlos juntos e incluso le había invitado a casa alguna vez. Se podía decir, desde luego, que desde su primer encuentro (ese en el que se transformó en una psicópata dueña de una gran cantidad de artilugios de tortura), se habían acabado llevando bien. Muy bien.

Supuso que eso era también otra de las cosas que más le molestaba: ese chico le recordaba aún más a su hermano. Y bastante tenía ya con su casa, el taller de marionetas y las miradas de la gente.

Kazuma representaba a Juro. A lo poco bueno que había quedado de él en esa villa. Y aun así, si nada de eso hubiera pasado, si él no se hubiera hecho jounin, si el Morikage no se hubiera fijado en él para ser el guardián... quizá, si simplemente Kazuma no estuviera ahí delante, frente a ella, nada de todo aquello habría llegado a suceder.

Apretó ligeramente los puños, tras su camisa, para que el chico no la viera.

No, no podía culparle de algo así. Aunque en el fondo, no podía quitárselo de la cabeza.

— Está bien — dejo entrever un suspiro que claramente indicaba sus ánimos frente a la situación —. Pasa. No creo que quieras que nadie te vea en este lugar.

Katsue le indicó que cerrara la puerta y después, se marchó hacia el mostrador, dónde guardaban todos los utensilios a la venta de su tienda. Estaba prácticamente vacío. . Ahí, tenía una pequeña banqueta donde se sentó.

El interior era... oscuro., Casi todas las ventanas estaban cerradas, simbolizando el humor de los Eikyuu en ese momento. La tienda no solo no había sido limpiada, sino que además, estaba completamente descuidada. Su dueña no parecía haberla utilizado en estos últimos diás, y tampoco, con muchos ánimos de poner remedio a ello.


RE: Los que han quedado atrás - Hanamura Kazuma - 4/04/2020

Kazuma entro a la tienda y cerró la puerta tras de sí.

Una vez que estuvo adentro pudo ver como los tiempos difíciles también estaban afectando a la familia de Juro. Era de esperarse, el mismo estaba afectado, a pesar de que se negase a mostrarlo externamente. Vio como Katsue se sentaba, y como su postura reflejaba la desolación.

¿Cómo ha estado la abuela de sensei? —pregunto, ubicándose del lado contrario a la muchacha.

Puede que pareciese descortés, pero no tenía sentido disimular su interés o dedicarse a repartir condolencias.


RE: Los que han quedado atrás - Eikyuu Juro - 8/04/2020

Katsue miró a Kazuma, sin ninguna clase de expresión. Se encogió de hombros, mientras desviaba la mirada hacia el escaparate, vacío. Exhaló un suspiro.

— Lo lleva lo mejor que puede — suspiró la chica. A pesar de su aparente indiferencia, la voz que salía de su garganta parecía débil y rota —. Salió hace dos días a hacer la compra, y la gente la abucheó. Alguien le tiró un tomate y el golpe la tiró al suelo. Desde entonces, se ha negado a salir de casa. Por eso prefiero estar aquí. Hay mucha más paz.

Eso era mentira, claro. La razón por la que prefería estar ahí no era por apartarse de la gente, o por el ruido que hiciera su abuela: era porque no podía soportar verla llorando, débil, hundida. No era la mujer que la había criado. No era la mujer a la que tanto admiraba.

Apretó los puños. Nadie se había atrevido a hacerle nada, pero que lo intentaran. No sería un tomate lo que se llevaría el agresor.


RE: Los que han quedado atrás - Hanamura Kazuma - 8/04/2020

— Lo lleva lo mejor que puede — suspiró la chica. A pesar de su aparente indiferencia, la voz que salía de su garganta parecía débil y rota —. Salió hace dos días a hacer la compra, y la gente la abucheó. Alguien le tiró un tomate y el golpe la tiró al suelo. Desde entonces, se ha negado a salir de casa. Por eso prefiero estar aquí. Hay mucha más paz.

Ya veo… Suena como algo que la gente terminaría haciendo tarde o temprano —comento con algo de pesar.

Sin embargo, Kazuma sabia por experiencia propia que la gente anciana solía ser mucho más fuerte ante las distintas formas de la perdida. Su tutor le había dicho que entre mayor era el recorrido, mayores eran las perdidas; y que se terminaba por aprender a superar el duelo y a continuar viviendo. Así hablaba de su propia vida, cuando también decía que los jóvenes eran demasiado vulnerables a la perdida.

Y aquella era una de las cosas que a Kazuma le preocupaban con Katsue, aquel aspecto de ser demasiado dura. Generalmente, aquellos que son demasiado duros para doblarse ante la adversidad terminan quebrándose.

Y tú, ¿cómo lo llevas, Katsue-san? —termino por preguntar finalmente; pues, aunque el estado de la tienda era un mensaje bastante claro, quería escuchar lo que ella tuviera que decir.


RE: Los que han quedado atrás - Eikyuu Juro - 12/04/2020

Katsue observó al criajo que tenía delante. Que como lo llevaba, le decía. ¿Quién se había creído? Puede que hubieran compartido un vínculo parecido al aprecio, en su tiempo, pero desde luego, no había florecido lo suficiente como para que ella se pusiera a llorar en su hombro. Quizá en esos momentos, Kazuma solo buscaba ayudar, pero incluso intenciones buenas como esa quedaban truncadas cuando la furia ocupaba el escenario principal.

— Antes me gustaría saber cómo lo llevas tú, Kazuma -kun — señaló Katsue, clavando sus ojos en él. Durante un momento, el fuego que solía haber en ellos se volvió a avivar —. No te ofendas, pero nosotras somos su familia. Tú eras su alumno. No es que infravalore una relación entre maestro y alumno, pero no esperaras que confíe de buenas a primeras.

» Ya nos han interrogado, y no han sacado nada. Pero estoy seguro de que a mucha gente le encantaría que nos condenaran, aunque sea poniendo palabra en nuestra boca que no hemos dicho.


RE: Los que han quedado atrás - Hanamura Kazuma - 13/04/2020

Antes me gustaría saber cómo lo llevas tú, Kazuma-kun — señaló Katsue, clavando sus ojos en él. Durante un momento, el fuego que solía haber en ellos se volvió a avivar —. No te ofendas, pero nosotras somos su familia. Tú eras su alumno. No es que infravalore una relación entre maestro y alumno, pero no esperaras que confíe de buenas a primeras.

»Ya nos han interrogado, y no han sacado nada. Pero estoy seguro de que a mucha gente le encantaría que nos condenaran, aunque sea poniendo palabra en nuestra boca que no hemos dicho.

Es bueno ver que aun mantienes el temperamento, Katsue-san —respondió con su habitual calma.

El joven paseo sus grises ojos por la penumbra de la tienda durante unos instantes, para luego posarlos en Katsue.

No me malinterpretes, por favor… No soy un sentimental que viene a compartir lagrimas ni a secarlas: no es lo mío, no sé cómo hacerlo, no quisiera tener que hacerlo —aclaro, tajante pero tranquilo—. Juro-sensei ha hecho mucho por mí, muchísimo. Creo que sería un poco desagradecido el apartarme por la incomodidad y hacer como que no quiero saber nada de quienes ha dejado atrás.

»En fin, que lo hago porque lo he asumido como un deber y porque me satisface, no porque busque alguna forma de altruismo.

Si, para él la amabilidad bien podía coincidir con cierto grado de egoísmo, en una combinación engañosa pero donde sus partes no se excluían mutuamente. Además, también lo movía la curiosidad, el saber que había quedado del núcleo familiar de Juro.

En cuanto a mí: lo llevo con una calma resignada. La gente me señala y dice cosas; algunos son más atrevidos y se dirigen a mí con palabras rabiosas —explico como si fuera algo de menor importancia—. La vida es un poco más difícil, pero continua.

»Tambien me han hecho muchas preguntas difíciles. Parece que buscan alguna prueba de premeditación, planeamiento o intriga; aunque, obviamente, jamás hallarán algo como eso.


RE: Los que han quedado atrás - Eikyuu Juro - 16/04/2020

Katsue se cruzó de brazos, espetando al genin con la mirada. En secreto, una de las razones por las que sentía tanta rabia por él era por su aparente imperturbabilidad: ¿Cómo podía estar así de tranquilo? ¿Qué diablos tenía ese chico en la cabeza? A ella le gustaba la gente apasionada: la que expresaba sus emociones y a la que se la podía leer facilmente. Quizá era uno de los problemas que había tenido como shinobi en sus días.

De igual forma, no le gustaba. No le transmitía buenas vibraciones.

— Habría sido mucho más fácil para ti el condenar a Eikyuu Juro delante de los medios. Quizá te hubieran dejado en paz — señaló la chica. De la misma manera que ellos eran su familia y los lazos de sangre no podían cortarse tan facilmente, Kazuma no tenía ese problema —. No me malinterpretes. Te agradezco tu...lealtad a mi hermano pequeño. Que hubieras calumniado sobre él solo nos habría puesto en una peor situación.

La mujer suspiró y clavo la mirada otra vez en él. Todavía no podía confiar. ¿Quién le decía que no estaba mintiendo?

— La gente es idiota, haga lo que haga. Tienes que mirarles con la cabeza bien alta y seguir. Si ellos te tratan como una basura, tratalos tú como una mierda aún más grande — le aconsejó Katsue, aunque luego, volvió a su apareciencia pétrea — . Cuéntame, Kazuma-kun, ¿Qué harías si te encontraras con Juro?

Al fin y al cabo... ¿Dónde terminaba el deber y comenzaba la lealtad hacia la villa?


RE: Los que han quedado atrás - Hanamura Kazuma - 17/04/2020

Kazuma escucho las palabras de Katsue, quien parecía tener bastante claras sus emociones respecto a la gente. Él, por su parte, creía que la gente simplemente actuaba como le era natural. No le gustaba tener que decir que era bueno o malo, o retener el rencor por más tiempo de lo necesario. Había un viejo dicho que rezaba: “el enojo no puede permanecer por mucho tiempo en el corazón de un idiota”. Y no es que le gustase considerarse idiota, pero en general aquello le describía bien.

Encontrarme con Juro-sensei… —Atrapo aquellas palabras y las llevo a su pensamiento, quedándose en completo silencio durante poco más de un minuto—. Creo que lo primero sería escuchar lo que tenga que decir, su versión de los hechos… Seguramente esta en algún sitio aislado, flagelándose con las culpas de lo que paso.


RE: Los que han quedado atrás - Eikyuu Juro - 21/04/2020

Katsue le observó, con una expresión neutra. Sin embargo, al escuchar las últimas palabras del alumno de su hermano, no pudo evitar sonreír e incluso soltar un intento de carcajada.

Si. No puedo imaginar dónde está o lo que estará haciendo, pero se estará sintiendo así. Ese es el Juro que conocemos — dijo, aunque luego, sus labios se volvieron a endurecer, hasta formar una línea recta —. Al menos, espero que lo siga siendo.

Se dejó caer sobre el mostrador, abatida. Quizá habían sido sus últimas palabras, o la forma en la que había hablado de Juro, pero Katsue no tenía fuerzas para cuestionar a ese chico que se negaba a marcharse ya renunciar a su buena fe y a lo que sentía su deber con su maestro. Así que, se resignó a que estuviera.

Te seré sincera, Kazuma-kun. Creía conocer a mi hermano desde hace mucho. Sus primeros pasos como ninja, su inicio como genin. Yo misma le enseñé a manejar y le di sus primeras marionetas, herencia de nuestra madre. Formó equipo con dos más a los que llamó amigos, y poco a poco, empezó a abrirse a los demás. Todo iba... normal. Hasta que una noche fue llamado por el Morikage y cuando regresó, se había convertido en el guardián de la aldea — suspiró —. Desde entonces, fue como una enorme barrera entre los dos, ¿sabes? Una barrera incluso más grande que la que ocurrió cuando murió su padre.


RE: Los que han quedado atrás - Hanamura Kazuma - 21/04/2020

«Su padre…», pensó.

Kazuma había querido averiguar un poco sobre su sensei, pero la mayoría de la información era reciente e irrelevante, además de que la más importante estaba vedada para alguien con su rango. Lo que hizo entonces fue buscar su apellido. Al principio no dio con nada, hasta que en una hemeroteca de la biblioteca principal de la villa dio con algo; dio con un artículo en un viejo periódico de chismes en donde relacionaban el apellido Eikyuu con un suceso familiar bastante escabroso. Hizo cálculos mentales y llego a que había gran probabilidad de que Juro estuviese relacionado… En aquel entonces, el respeto se había impuesto a la curiosidad y no había preguntado al respecto; y ahora no pretendía que fuese diferente.

Juro-sensei me conto sobre ello —admitió—. Creo que en el fondo aquello le agobiaba demasiado: le fue impuesta una carga inmensa, tanto si se sentía adecuado como si no… Y él era bastante fuerte, al menos en su forma amable y optimista de llevarlo; pero siempre fue consciente del peligro. Y eso, creo, sería demasiado para cualquiera.

Pero aquello era como pensaba un ser humano y ellos eran ninjas. Pueden que fuesen lo mismo, pero de los ninjas se esperaban cosas distintas. Seguramente otros le rebatirían que aquello era un honor inmenso, y no faltaría quien le dijese que ellos eran herramientas, y que las herramientas no opinan o sienten sobre lo que se les impone, solo cumplen y ya. Otros estarían de acuerdo con su punto, pero resignadamente dirían que son cosas del deber, vicisitudes del oficio.

Te seré sincero, hay dos posibilidades —comenzó, haciendo acopio de fuerzas para mantener el aplomo mientras que las decía—: la primera, y la que la mayoría solo quiere ver, es que Eikyuu Juro ha traicionado a la aldea con plena conciencia; la segunda, la que nadie se molesta en ver, es que la bestia que llevaba en su interior se halla descontrolado al punto de dominarle y utilizar su cuerpo para provocar lo que paso.

»Ya sé que ambas son cosas que has contemplado, pero debo hacer la pregunta: ¿Serias capaz de hacer frente a cualquiera de las dos y sus implicaciones?


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.