NinjaWorld
Los heraldos del Remolino - Versión para impresión

+- NinjaWorld (https://ninjaworld.es)
+-- Foro: País del Fuego (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-fuego)
+--- Foro: Valle de los Dojos (https://ninjaworld.es/foro-valle-de-los-dojos)
+---- Foro: Nantōnoya (https://ninjaworld.es/foro-nantonoya)
+---- Tema: Los heraldos del Remolino (/tema-los-heraldos-del-remolino)

Páginas: 1 2 3 4


Los heraldos del Remolino - Tsukisame Takumi - 25/03/2020

El sol asomaba fuertemente desde hacía poco entre las montañas del Valle de los Dojos y en Nantōnoya, la residencia de los representantes de Uzushiogakure para el Torneo de los Dojos, un joven shinobi se despertaba para comenzar sus entrenamientos diarios. El despertador sonaba fuertemente y Takumi alargó la mano para apagarlo cuanto antes, tampoco era cuestión de despertar las demás personas que dormían aquí. «Ayyyy... Es muy pronto pero necesito entrenar, si no me esfuerzo al máximo Junko-sensei me va a matar.» Tras recoger sus gafas de la mesita de noche se sentó al borde de la cama, abriendo y cerrando continuamente sus adormecidos ojos y miró hacia la ventana que se situaba encima de un escritorio, apreciando la tenue luz que se colaba por las rendijas de la persiana. Se dirigió hacia la ventana y levantó la persiana, recibiendo una bofetada lumínica que le hizo cubrirse los ojos ligeramente con su mano y, tras unos segundos hasta acostumbrarse a la luz, abrió la ventana. Inspiró profundamente y el aire fresco inundó sus pulmones.

Ahhhh... —Suspiró con una cara de felicidad y se dio unos pequeños golpes en sendas mejillas. —Bueno, es hora de ponerse a entrenar, tengo que dar lo mejor de mí.

Después de vestirse, hacer la cama y ventilar ligeramente la habitación se puso en marcha a la zona de la cocina para desayunar. «¿Me hago un té negro... o mejor uno rojo? Aunque también quiero probar el té verde que aún en la Aldea no lo pude comprar... Ay por qué tanta variedad...» No lo admitiría, pero estaba nervioso, mucho. No es que fuera idea suya apuntarse al torneo, pero su maestra le insistió en que sería una buena manera de mejorar y conocer a diversos shinobis y kunoichis de la propia y de otras villas; además una oportunidad de oro de posicionarse como un buen ninja ante los Señores Feudales y gente pudiente de todo Ōnindo. Y esto último es lo que le preocupaba más, el kazejin pese a entrenar mucho con la Uzumaki, sentía que no avanzaba lo necesario y no quería dejar en mal lugar a la Aldea que le había acogido. Al fin y al cabo estaba allí representando a Uzushiogakure no Sato, era una especie de "mensajero" del Remolino y de la calidad de sus shinobis y kunoichis; y esto pesaba sobre sus hombros de sobremanera.

Venga... —Comenzó a susurrar mientras bajaba las escaleras, repasando su horario en aquel día. —Tengo que entrenar hasta la hora de comer, después descanso dos horas a lo sumo y me pongo a entrenar otra vez hasta la hora de cenar... No puedo fallar, ni a la Aldea, ni a Junko-sensei, ni a Itona...«Tengo que demostrar al viejo antes de que se muera de que entrenarme no fue una pérdida de tiempo.»


RE: Los heraldos del Remolino - Sasaki Reiji - 26/03/2020

La rutina de cada día seguía siendo la misma incluso en el valle de los dojos. Al menos la primera parte del día. Levantarse antes de que saliera el sol, entrenar, ducharse y luego desayunar.

Y después... Después normalmente tocaba trabajar. Pero allí no estaba la forja de mi padre, ni había una forja para mi donde pudiera dar rienda suelta a mis habilidades. ¿El torneo? Era el lugar perfecto para mostrar el acero de los Sasaki al resto de las villa y señores feudales. Quizás alguno quedase tan embelesado con mis armas que quisiera comprar todo tipo para su ejército.

Unos luchaban por la gloria de su patria, otros por la se uno mismo. Yo quería ponerme a prueba, ver cuánto había mejorado, si el entrenamiento había dado sus frutos. Pero también mostrarle al mundo la fuerza y el poder de las armas que hacía mi familia.

Aquel día no había sido diferente al resto de mis días normales. Me había levantado, había entrenado, me había limpiado el sudor y ahora estaba en la cocina preparándome un té, había traído de sobra en mi mochila, y de diferentes tipos. Como le había dicho a Eri, era imposible elegir.

Mientras calentaba el agua, apareció por la puerta un chico con gafas al que no conocía de absolutamente nada, pero si estaba allí... Debía de ser un Shinobi de uzushiogakure.

Buenos días.

Fue lo único que se me ocurrió decir. Las relaciones sociales nunca habían sido lo mío debido a mi pasado, aunque últimamente estaba mejorando bastante gracias a cierta samurái que no había podido acompañarme.

Era una lastima, si la hubiesen dejado participar, habría ganado el torneo casi seguro.

¿Quieres té?

Aún con todo, no parecía la mejor manera de comenzar una conversación.


RE: Los heraldos del Remolino - Tsukisame Takumi - 26/03/2020

Takumi seguía enfrascado en sus pensamientos y en el momento que cruzó la puerta una voz inesperada le sobresaltó.

Buenos días.

El genin dirigió su mirada hacia dónde venía aquella voz, un chico de su edad aproximadamente, con el pelo azabache anudado en una larga coleta y con unos de un intenso verde esmeralda. Tenía que ser otro ninja de la Aldea.

¡¿Eh?! —Se sobresaltó un poco, no se esperaba que nadie más estuviera levantado a esas horas y el chico que estaba frente a él parecía ya muy despierto. —Ho... Hola b-buenos días.

El marionetista no es que fuera muy social, pero tenía un ligero miedo al relacionarse con otros shinobis y kunoichis, al fin y al cabo no dejaba de ser un refugiado en esas tierras y le aterraba tener conflictos con sus "compañeros de trabajo" por estos temas.

¿Quieres té? —Le preguntó.

Pues la verdad justo venía a por un té para desayunar y comenzar a entrenar. —Dijo con una ligera sonrisa mientras se rascaba el cogote nerviosamente. —Ay disculpa mis formas, que ni me he presentado. Me llamo Tsukisame Takumi, es un placer. —Se acercó su compañero shinobi que acababa de conocer y le ofreció la mano.


RE: Los heraldos del Remolino - Sasaki Reiji - 30/03/2020

Pues la verdad justo venía a por un té para desayunar y comenzar a entrenar.

Bueno, pues tampoco había sido un mal comienzo del todo. Quiero decir, quizás no había sido el mas apropiado del mundo, pero por lo menos tampoco había sido el mas desastroso, como cuando me encontré con Yuuna...

Ay disculpa mis formas, que ni me he presentado. Me llamo Tsukisame Takumi, es un placer.

Acepte y estreche la mano del chico.

No te preocupes Tsukisame-san, nos hemos saltado ambos las formalidades. Yo soy Sasaki Reiji.

Mi madre se habría tirado de los pelos, por que ella era una fanática de lo formal, aunque a veces no lo pareciese. En casa era todo... Demasiado, era demasiado. Quizás por eso, aprovechando que no estaba, se me olvidaba un poco.

Iba a preparar té de más, para que fuese cogiendo la gente que quisiese cuando se levantasen, como eres el primero... Te dejo elegir el tipo, ¿Que té prefieres? He traído casi de todos...


RE: Los heraldos del Remolino - Himura Hana - 30/03/2020

Como todos los shinobis y kunoichis, Hana tenía una rutina, una rutina que su sensei la había obligado a romper, diciendo que no podía entrenar por la mañana y por la tarde todos los días, sin apenas descansar para nada más que comer y cenar. Así que aquella mañana tocaba descansar. Eri había mantenido una vigilancia sutil pero constante sobre ella desde su encuentro con ella y Datsue en el puente.

Pero las noches eran el peor enemigo de Hana, el silencio y el insomnio la obligaban a pensar una y otra vez a lo sucedido con Ren, a todas las posibles acciones que podría haber tomado, las decisiones que la habían llevado allí. La mayor parte del tiempo solo se echaba la culpa en vano, una y otra vez, porque ya no podía hacer nada por cambiar nada.

Por suerte, ya podía disimularlo mejor. Estaba más seria de lo normal, pero no llevaba tantas ojeras y había conseguido fingir una sonrisa con cierta credibilidad. Para ella no era raro el fingir estar bien, llevaba haciendolo desde que era ninja, sin embargo, antes sonreía honestamente.

Aquella mañana forzosamente libre se levantó exactamente a la misma hora de siempre, se vistió como si fuese un día normal, aunque sin recogerse el pelo, se planteó varias veces desobedecer a su sensei, se resignó varias veces a que la pillaría y la mataría y entonces bajó a la sala común. No había nadie, era salvajemente pronto. Aún tenía el estomago cerrado, así que se dirigió a uno de los asientos que se encontraban de espaldas a la zona de cocina y se sentó.

Tras darle varias vueltas a qué hacer con un día libre sin recurrir a Ren, se acurrucó y el sueño aprovechó para pegarle una puñalada trapera, devolviendola a sus sueños inquietos.

Hasta que unas voces la sacaron de su breve descanso, podía oirlas con claridad, estaban justo detrás de ella, en la zona de cocina de la sala común y ella estaba en uno de los sillones tan próximos. Para cuando estuvo del todo despierta, los chicos ya habían avanzado en la conversación. ¿Como demonios iba a saltar ahora? Aparecer como si nada sería raro. Al menos conocía a uno de los chicos, Reiji-san. Pero el otro, ni le sonaba.

Ahora sentía la necesidad imperiosa de asomarse por encima del sillón, para ver qué aspecto tenía el otro interlocutor. Lentamente, asomó la cabeza por encima del respaldo, e igual de lentamente la bajaría cuando hubiese cogido una imagen clara.


RE: Los heraldos del Remolino - Tsukisame Takumi - 31/03/2020

No te preocupes Tsukisame-san, nos hemos saltado ambos las formalidades. Yo soy Sasaki Reiji. —Se presentó. —Iba a preparar té de más, para que fuese cogiendo la gente que quisiese cuando se levantasen, como eres el primero... Te dejo elegir el tipo, ¿Que té prefieres? He traído casi de todos...

¡¿En serio?! ¡Muchas gracias Sasaki-san! Pues... Esto... —Volvía la gran duda de Takumi todas las mañanas, pero esta vez no podía estar pensando durante media hora ya que otra persona estaba esperando ante su indecisión. —Creo que tomaré un té verde, si tienes de sobra claro, tampoco quiero dejarte sin existencias.

El kazejin quería continuar con la conversación, al fin y al cabo estaba conociendo a un compañero shinobi y no estaría de más forjar un mínimo de compañerismo, pero la ansiedad social le invadía. ¿Cómo continuaba la conversación? Estaba claro que si estaba ahí iba a competir en el torneo, sería estúpido preguntarle por eso. Pese a que varias dudas le asaltaban internamente por fuera parecía impasible, con una gran calma. Y por estar tan distraído no se percató de que una cabeza se elevaba por encima del respaldo de un asiento cercano. Esta "espía" pudo observar al marionetista claramente: un joven de piel tostada, pelo negro alborotado y con unas lentes redondas que cubrían sus azules ojos.


RE: Los heraldos del Remolino - Sasaki Reiji - 1/04/2020

¡¿En serio?! ¡Muchas gracias Sasaki-san! Pues... Esto... —Hasta él tenía dudas. ¿Cómo no? Si todos los tés eran maravillosos . —Creo que tomaré un té verde, si tienes de sobra claro, tampoco quiero dejarte sin existencias.

Ah. El clásico pero confiable té verde. Siempre sabias que estaba ahí y siempre sabías que te iba a gustar. El té verde era una apuesta segura por todos lados.

Pues marchando té verde para todo el mundo. —Dije mientras rebuscada en la mochila que tenia a mis píes el tarro con té verde. —No te preocupes por las existencias, he traído por lo menos un té distinto para cada día y la cantidad suficiente para hacer té para todos.

Vamos, esa era mi intención, hacer té para todos. Ya que me levantaba casi seguro de los primeros, y que iba a desayunar té, no me costaba nada dejar para los demás que se fuesen levantando después.

Mi idea es dejar té hecho todas las mañanas para que conforme os vayáis levantando todos toméis un poco si queréis.

La verdad es que tampoco sabía muy bien como continuar la conversación. Los dos estabamos allí para lo mismo y ambos nos dedicábamos a lo mismo. Preguntarle qué hacía por allí o a que se dedicaba, era una tontería.


RE: Los heraldos del Remolino - Himura Hana - 1/04/2020

En su rápida exploración reconoció a Reiji, el chico herrero, y un desconocido moreno, de piel y de pelo, y gafas. Igual de rápidamente se volvió a ocultar, intentando procesar lo que había visto. Lo cual se convirtió en algo más complicado de lo que ella pensaba, ¡si es que solo había atisbado a grandes rasgos a los dos interlocutores.

Creo que tomaré un té verde, si tienes de sobra claro, tampoco quiero dejarte sin existencias.

Pues marchando té verde para todo el mundo. No te preocupes por las existencias, he traído por lo menos un té distinto para cada día y la cantidad suficiente para hacer té para todos.

¡Yo también quiero uno! — le salió impulsivo, a un tono más alto del que esperaba.

Después solo le quedó dar la cara, se volvió a asomar, ahora manteniéndose, arrodillada sobre el sillón y apoyando los codos sobre este.

Bu-buenos días, chicos.


RE: Los heraldos del Remolino - Tsukisame Takumi - 2/04/2020

Pues marchando té verde para todo el mundo. —Comentó rebuscando en su mochila. —No te preocupes por las existencias, he traído por lo menos un té distinto para cada día y la cantidad suficiente para hacer té para todos.«Joder, eso es ser previsor y lo demás son tonterías...»

»Mi idea es dejar té hecho todas las mañanas para que conforme os vayáis levantando todos toméis un poco si queréis.

Pues me salvas la vida, porque creo que he traído de menos. Te debo u...

¡Yo también quiero uno! —Una voz sonó a sus espaldas.

¡¿Ehhhh!? —Buscó de donde venía la voz y se encontró a una chiquina rubia y de ojos marrones asomada por el respaldo del asiento. Tenía que ser una comàñera de la Aldea, pero a Takumi no le sonaba de nada.

Bu-buenos días, chicos.

Ho... ¿Hola? —Levantó ligeramente su diestra a modo de saludo, mientras con la otra se subía las gafas que casi se le caen del sobresalto.


RE: Los heraldos del Remolino - Sasaki Reiji - 4/04/2020

Pues me salvas la vida, porque creo que he traído de menos. Te debo u...

No creía que tener preparado té para todos y para toda la duración del torneo fuese algo tan sumamente importante como para salvarle la vida a nadie. Sin embargo, antes de que terminara la frase...

¡Yo también quiero uno!

Yo conocía esa voz. Claro que la conocía.

¡¿Ehhhh!?

Una chica rubia y bajita con la que ya había tenido contacto antes apareció de repente asomando su cabeza tras el respaldo de un asiento en el que parecía haber estado todo aquel rato. Un diez en ocultación.

Bu-buenos días, chicos.

Ho... ¿Hola?

Buenos días Hana-chan, no te preocupes, hay té de sobra para todo el mundo.

Repetí. La ocultación bien, pero en recabar información le ponía una cuatro con nueve. Parecía haber ignorado la mitad de las cosas que yo había dicho.

Parece que vosotros tampoco os conocéis, ¿Por que nos os sentais y os presentais adecuadamente mientras termino de preparar el té?

Yo por lo menos ya conocía el nombre de ambos, aunque no sabía mucho de ninguno. Por no decir nada.


RE: Los heraldos del Remolino - Himura Hana - 5/04/2020

Buenos días Hana-chan, no te preocupes, hay té de sobra para todo el mundo.

¡Buenos días, Reiji-san! Gracias, si quieres otro día lo hago yo. No tengo ni idea de hacer té, pero puedo intentarlo. — se ofreció alegremente la rubia.

Parece que vosotros tampoco os conocéis, ¿Por que nos os sentais y os presentais adecuadamente mientras termino de preparar el té?

Vale, yo soy Himura Hana, encantada. — saludó al de gafas con un ligero asentimiento de cabeza para después volver a girarse a Reiji. — Reiji, ¿te acuerdas aquello que encargue a la herrería? Pues necesito otro, pero en rojo, a poder ser.

Después se desvanecería tras el sillón, sentándose normalmente y esperando que el desconocido hiciese lo propio en otro de los sillones.


RE: Los heraldos del Remolino - Tsukisame Takumi - 6/04/2020

Buenos días Hana-chan, no te preocupes, hay té de sobra para todo el mundo.

¡Buenos días, Reiji-san!«Se conocen ya parece.»Gracias, si quieres otro día lo hago yo. No tengo ni idea de hacer té, pero puedo intentarlo.

Parece que vosotros tampoco os conocéis, ¿Por que nos os sentáis y os presentáis adecuadamente mientras termino de preparar el té?

Vale, yo soy Himura Hana, encantada. —Saludó al marionetista y volvió a hablarle a Reiji. —Reiji, ¿te acuerdas aquello que encargue a la herrería? Pues necesito otro, pero en rojo, a poder ser. —Parecía que aparte de conocidos eran amigos.

Que Takumi no fuera nativo de la Aldea y que tampoco fuera la persona que más saliera de su casa le llevaba a no conocer a ninguno de sus compañeros. Pensándolo bien había conocido a más shinobis de otras aldeas que de Uzushiogakure, conociendo de esta última solo a un genin llamado Hiroki con el cual había realizado una misión hacía unos meses ya.

La kunoichi desapareció tras el respaldo en el que estaba apoyada y el kazejin fue hasta un asiento cercano a la rubia, mientras esperaba a que el de los ojos esmeralda acabara el té que les había ofrecido.

Encantado de conocerte Himura-chan. —Comentó a la kunoichi con una leve sonrisa. —Me llamo Tsukisame Takumi.

El de gafas esperaba que no le costara mucho sacar conversación con ellos, al fin y al cabo eran compañeros de trabajo y estaban todos ahí por el torneo. Pero a este paso con sus habilidades sociales actuales dudaba que le fuera fácil hacer amigos de la propia Villa.


RE: Los heraldos del Remolino - Sasaki Reiji - 8/04/2020

Reiji, ¿te acuerdas aquello que encargue a la herrería? Pues necesito otro, pero en rojo, a poder ser.

Si, me acordaba. Pero el problema no sería conseguir los materiales en algún pueblecito cercano. El verdadero reto consistía en lograr que algún herrero de la zona me prestase un rato sus herramientas y su fragua.

Pero ¿Que era imposible para un herrero legendario cuando hablábamos de crear armas? Nada. Seguro que encontraba la forma de hacerlo aunque fuese de otra manera. Por que yo iba a ser leyenda.

Terminé de preparar el té mientras ellos se preparaban y serví tres tazas. El resto lo dejé en la tetera por si el resto de los combatientes de Uzu bajaba a por un buen desayuno.

Luego, fu repartiendo las tazas hasta que sólo quedo la mía, me senté en una silla que había frente a donde estaba sentada Hana a tomar mi desayuno.

Puedo hacer otra, va a ser complicado estando aquí, pero nada imposible para un herrero con mi fama. —Contesté entonces a la pregunta de Hana—¿Que hiciste con la otra?¿La has perdido?

Aunque quizás solo quería tener mas de una.


RE: Los heraldos del Remolino - Himura Hana - 8/04/2020

Encantado de conocerte Himura-chan. Me llamo Tsukisame Takumi.

Me alegro de conocerte, Tsukisame-san. Así que tú también participas en el torneo, suerte entonces. Solo espero que no nos encontremos los uzujin en la primera ronda. — contestó sonriente, esperando sinceramente que Takumi tuviese suerte y que no se encontrasen.

En el horizonte del torneo, pegarse con desconocidos estaba bien, ganase o perdiese, pegarse con conocidos era diferente. Primero, porque no querría hacer daño a ninguno de los presentes, ni a ninjas de su villa, ni a nadie que supiese que era buena gente. En cambio, si eran desconocidos, por lo que a ella respecta, podían ser asesinos de gatos, entonces sí podía pegarse con facilidad. Y segundo, que ella era tan inconsciente como para ir pregonando sus habilidades, por lo que cualquier conocido suyo sabría perfectamente qué jugadas podía y no podía hacer.

Puedo hacer otra, va a ser complicado estando aquí, pero nada imposible para un herrero con mi fama. ¿Que hiciste con la otra?¿La has perdido?

¡No! No. No es para ahora, ya me imagino que aquí lo tendrás complicado, es para cuando volvamos. Además, no querría echarte trabajo a la espalda, tienes que entrenar y prepararte para tus combates. — alzó las manos con las palmas hacia Reiji para detenerle en sus pensamientos.

Decidió cambiar de tema rápidamente para evitar que el herrero volviese a cuestionar su perdida.

Y ¿cómo lo lleváis? ¿Estáis entrenando mucho? Yo ahora debería estar haciendo algo de entrenamiento físico, porque mi resistencia seguía a niveles de academia, pero Eri-sensei me ha mandado a descansar.

Datsue la había avisado sobre compartir información en tiempos de torneo, aunque a ella no le importaba perder, tampoco quería seguir enfadando a su sensei hasta acabar sellada en una tetera. Pensando en teteras, se acercó el té que le había ofrecido Reiji a la boca para soplarle un poco mientras contestaban sus compañeros.


RE: Los heraldos del Remolino - Tsukisame Takumi - 9/04/2020

Me alegro de conocerte, Tsukisame-san. Así que tú también participas en el torneo, suerte entonces. Solo espero que no nos encontremos los uzujin en la primera ronda.

Muchas gracias. —Dijo con una ligera sonrisa. —Ya, no me gustaría tener que enfrentarnos entre compañeros.

Puedo hacer otra, va a ser complicado estando aquí, pero nada imposible para un herrero con mi fama. ¿Que hiciste con la otra?¿La has perdido?

¡No! No. No es para ahora, ya me imagino que aquí lo tendrás complicado, es para cuando volvamos. Además, no querría echarte trabajo a la espalda, tienes que entrenar y prepararte para tus combates. —Dijo mientras levantaba sus manos y luego cambió de tema. —Y ¿cómo lo lleváis? ¿Estáis entrenando mucho? Yo ahora debería estar haciendo algo de entrenamiento físico, porque mi resistencia seguía a niveles de academia, pero Eri-sensei me ha mandado a descansar.

Bueno... Llevo menos de seis meses siendo genin y no he podido combatir nunca con ningún shinobi, que no sea mi maestra claro. Pero Junko-sensei se ha esforzado en entrenarme desde comienzo de año. —Se quedó un segundo callado. —¿Y vosotros participasteis en el anterior torneo? De esas aún vivía en Kaze no Kuni pero llegó información incluso hasta allí, ¿esta edición será más calmada?


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.