Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
29/09/2016, 17:16 (Última modificación: 29/09/2016, 17:16 por Uzumaki Eri.)
— ¡Pero, Eri, espera! ¡Que te olvidas a Jura!
''¡Que se vayan él y Jura a tomar viento fresco!''
Su interior estaba ardiendo, sus manos, cerradas en puños; se hallaban rebosantes de sudor, y sus zancadas, cada vez más largas, resonaban por casi toda la villa. Sabía que si lograba concentrar chakra médico en uno de sus tacones sería capaz de destrozar la acera en la que se encontraba caminando. Sin embargo, las pisadas de Nabi la seguían y un aleteo de alas lo acompañaba, hasta que un golpe seco la hizo despegar sus puños y un calor proveniente de su cabeza se había instaurado en ella.
Suspiró.
No tenían remedio.
— Traicionado por Jura, esto tiene que ser una señal del destino. Juro me matara para quedarse con Eri, maldito Juro, siempre supe que acabaría apuñalandome por la espalda.
— No la llames Jura, por favor. — Respondió al cabo de unos segundos mientras tomaba a la gallina y la dejaba en el suelo justo antes de darse la vuelta y tenderle la mano al rubio. — Vamos a buscarla un nombre mejor. — Cedió, apenada de que el Uchiha siempre acabase igual por su culpa.
Pero antes de aceptar su mano, se terminó levantando por su cuenta de un salto para volver a dirigirse a la de cabellos azules.
— ¿No serás medio animal? Todos te prefieren a ti antes que a mi. ¿Es porque soy pelirrojo?
La gallina se acercó a picotear los dedos de los pies de Nabi para intentar argumentar en el debate que se llevaba a cabo entre los dos humanos, sin éxito alguno.
— No soy medio animal, ni tu eres pelirrojo, ¿o es que la caída te ha afectado al cerebro...? — ''¿Más de lo normal?''
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Eri, inconsciente como ella sola, optó por intentar argumentar contra Nabi, el dios de la discusión absurda. Era una pelea que llevaba perdiendo desde que se conocieron y las posibilidades de remontar tal guerra no estaban muertas porque nunca habían vivido.
— No la llames Jura, por favor. Vamos a buscarla un nombre mejor.
— No soy medio animal, ni tu eres pelirrojo, ¿o es que la caída te ha afectado al cerebro...?
La peliazul se giró para encarar al muchacho, quien por algún motivo desconocido, tenía el pelo rojo.
— Pero ¿cómo puedes decir algo así aunque sea verdad? Si Jura es su nombre, cualquier otro nombre solo sera un nombre falso y putrido que no hara justicia a la gallina.
Jura estaba en el suelo tranquilamente intentando picotear los pies de Nabi sin exito alguno, el pelirrojo iba moviendolos de vez en cuando para que no acertara sin querer. Los argumentos de la peliazul se venian abajo uno tras otro.
— Pero si yo siempre he sido pelirrojo, ¿estás bien, Eri? ¿Te ha picado Jura en algún lugar delicado? ¿Cuantos dedos ves?
Su preocupación por Eri iba en alza conforme la muchacha decía una tras otra un montón de locuras sobre el nombre elegido por el mismo Dios Nabi para Jura y el pelo que siempre había sido rojo y tenía sobre su cabeza. Su mirada cambió a una realmente preocupada mientras alzaba un dedo ante la kunoichi.
— Pero ¿qué nombre sugieres para Jura que sea mejor que Jura? ¿Juri, Jure, Juru? ¿Yura, Yuro, Yuri? Yuri no suena bien.
— Pero ¿cómo puedes decir algo así aunque sea verdad? Si Jura es su nombre, cualquier otro nombre solo sera un nombre falso y pútrido que no hará justicia a la gallina.
—Ya... — Contestó casi con inercia, intentando hacerle caso omiso, pero era realmente difícil para ella, y seguramente bastante fácil para los demás, algo de carisma le faltaba al rubio... Pero para ella era imposible de ignorar.
O casi imposible.
Y es que cuando el Uchiha siempre, de toda la vida, vaya, de nacimiento incluso - aunque no lo sabía, solo era una suposición - había sido rubio. De repente sus genes Uchihas habían pasado a ser Uzumakis, ya ves tú, lo normal en Uzushio.
— Pero si yo siempre he sido pelirrojo, ¿estás bien, Eri? ¿Te ha picado Jura en algún lugar delicado? ¿Cuantos dedos ves?
— Creo que estoy empezando a alucinar. — Alegó llevándose la mano derecha al ojo derecho, sujetándose la cabeza con fuerza, sin mirar al dedo que estaba poniendo Nabi frente a ella para que la peliazul le dijese cuántos dedos veía. ¡Uno! ¡Veía uno! Así que bien sí que estaba.
— Pero ¿qué nombre sugieres para Jura que sea mejor que Jura? ¿Juri, Jure, Juru? ¿Yura, Yuro, Yuri? Yuri no suena bien.
— Jura está bien... Sí... Solo no se lo digas a Juro... Se podría cabrear. — Mencionó con toda la lógica del mundo mientras le dirigía una mirada llena de pena al ave que picoteaba los pies del chico sin piedad. — Creo que, bueno, lo mejor será que me vaya, estoy un poco mareada. — La chica dejó escapar una débil sonrisa.
Demasiados contratiempos para un solo día.
''Todavía no me acostumbro al nuevo Nabi...''
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
La peliazul sudó olimpicamente del mágico y chakroso cambio de look que tan magistralmente había dispuesto para sorprenderla, pero Nabi le restó importancia, total, hace unos minutos le quebró el corazón en mil pedazos. Esa ignoración era mejor que un Okasho en pleno kokoro.
Mientras Eri flipaba consigo misma, el Uchiha se dedicaba a tirar al aire a la gallina y a cogerla antes de que tocara el suelo, ésta solo intentaba zafarse meneando sus alas, pero Nabi no la dejaba.
— Jura está bien... Sí... Solo no se lo digas a Juro... Se podría cabrear. —
Ese chiste, esa gracia tan bien colocada de Eri provocó que el rubio, que tenía una destreza envidiable se tropezara consigo mismo y cayera de cara a un mini charco de barro.
— ¿Juro enfadado?
Por un breve instante, hubo un cortocircuito en el cerebro de Nabi, que trataba de imaginarse la escena del moreno enojado. Luego recordó que cuando recopiló algo de información sobre Juro, escuchó que era un torturador de perros y que violaba comadrejas albinas. Así que a lo mejor sí era capaz de enfadarse, la próxima vez que lo viera se lo preguntaría.
— Creo que, bueno, lo mejor será que me vaya, estoy un poco mareada.
Se levantó rápidamente, recuperando su compostura y agarrando al animal que se había quedado atrapado en el barro. Sabía que no podía presionar a una joven moza que puede darte un puñetazo y mandarte a Takigakure sin pasar por el señor que regala dinero en la puerta, porque si no te pagan por entrar en esa villa, es inexplicable que alguien sea de allí.
— Pues nada, aquí tienes a Jura, dale de comer tres veces al día y lavarla una vez al mes por lo menos. Y la mitad de los huevos son mios, ¡y su carne tambíen! Pero lo demás es tuyo.
Dio media vuelta, dispuesto a irse. Pero tras un par de pasos, volvió a girarse.
— ¡Y la próxima vez vamos a por un helado! ¡O a por pollo! ¡O UN HELADO DE POLLO!
Nabi cayó al suelo de cara a un mini charco de barro cuando, de forma instantánea, preguntó sobre un Juro enfadado. No entendía aquella reacción, pero cuando quiso agacharse y ayudarlo a levantarse, el rubio cual rayo se levantó de nuevo, recuperando su pose y tomando al animal que, misteriosamente, se había quedado atrapado también en el charco de barro que hasta hacía unos pocos segundos no existía en el panorama.
Puede que llevase allí todo el tiempo, pero Eri no había caído en su presencia. El charco tenía menos carisma que Nabi.
— Pues nada, aquí tienes a Jura, dale de comer tres veces al día y lavarla una vez al mes por lo menos. Y la mitad de los huevos son míos, ¡y su carne también! Pero lo demás es tuyo.
— Pero... Si yo no quiero a la gallina... — Mumuró mirando de forma penetrante a la gallina que ahora reposaba en sus manos mientras veía la espalda del Uchiha alejarse. Los ojos de la chica viajaron por el plumaje del ave mientras intentaba analizar lo que acababa de decir el muchacho.
''¿Tengo de verdad que hacerme cargo de una gallina?''
Pero antes de que desapareciese de su campo de visión, Nabi dio la vuelta y volvió a hablar:
— ¡Y la próxima vez vamos a por un helado! ¡O a por pollo! ¡O UN HELADO DE POLLO!
No pudo evitar sonreír, con una de sus radiantes sonrisas que parecía que el fondo que la acompañaba estaba lleno de flores rosas emanando de su espalda. Levantó su mano izquierda para moverla de forma suave mientras decía:
— Vale.
Cualquiera que lo escuchase diría que fue una afirmación un tanto seca, pero lo que trataba de transmitir era una promesa para volver a verse, y eso es lo que acababa de hacer Eri mientras envolvía a Jura entre sus brazos, daba media vuelta, y se marchaba a paso ligero. Esperando que, por muy difícil de soportar que fuese, ese día prometido llegase pronto.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100