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**Sama-sama** · 2/07/2017, 00:40

La fecha de la primera ronda del torneo había llegado. Las gradas estaban repletas de gente de todos los países, más y menos influyentes, y los tres Kage aguardaban cada uno en un pequeño balcón reservado para ellos sólos y para su séquito. Los kage de la Hierba y la Lluvia observaban con desconfianza y recelo a la nueva líder, Gouna, que observaba con interés el terreno de juego.

Varios ninjas de Uzushiogakure se habían encargado de crear una barrera invisible que absorbería el chakra de las técnicas para que no alcanzasen a los espectadores en la grada más baja. El ring de combate era una plataforma muy amplia de madera, de treinta metros de diámetro, rodeada de un círculo de hierba. Los combatientes pelearían empezando cada uno a diez metros de distancia del otro, en el centro, y tendrían que incapacitar a su oponente, inmovilizarlo por completo o sacarlo fuera del ring para ganar.

Había dos puertas a ambos lados interiores del estadio, una para cada participante que entrara en el ring. Pero si uno se adentraba, descubriría enseguida que se trataba de unos pasillos con varios pares de puertas a los lados. Dentro habían pequeñas habitaciones de preparación con suficiente espacio, iluminación y un banco para que cada participante esperase su turno. Las habitaciones estaban insonorizadas y en cuanto alguien entraba dentro sólo se desbloqueaba cuando era debido.

A los participantes se les había reunido en silencio fuera del estadio media hora antes, sin permiso para hablar entre sí, y cada uno había sido conducido por un guardia hasta su correspondiente sala de espera, uno a uno detrás de otro mientras otro guardia vigilaba. De esa manera, no podrían saber contra quién iban a enfrentarse ni en qué cubículo estaba cada uno, por razones de seguridad.

La espera se hizo eterna. Pero finalmente...

Las puertas de dos cubículos se abrieron, y la voz del público reclamó desde el exterior la presencia de dos shinobi...

Riko · 3/07/2017, 13:58

Había llegado el día, todos los que iban a participar en el torneo se encontraban allí, un rato antes de que los combates empezaran, bajo unas estrictas normas, que les impedían hablar entre ellos, por lo que lo único que se podía escuchar en el lugar era la brisa del viento. Riko miraba a su alrededor, buscando caras conocidas y pudo vislumbrar unas cuantas, pero también se fijó en varios desconocidos, y lo único en lo que podía pensar es que no quería que le tocara contra nadie que conociera.

Fijó su mirada al suelo, justo en el instante en el que, como si de presos se tratase, un guardia se les iba llevando de uno en uno hacia el interior, escoltándoles. Cuando su turno llegó, no alzó la mirada, simplemente avanzó, hasta que, a la altura de una puerta el guardia se detuvo y lo animó a entrar.

La habitación era lo que podía considerarse sobria, apenas un banco para que esperasen sentados y poco más por lo que la espera se le iba a hacer extremadamente rápida, por lo que esperaba que su combate no fuera de los últimos.

¿Cuánto tiempo llevo ya esperando?

Le parecía que llevaba horas, y el aburrimiento le estaba matando, tumbado en el banco mirando al techo y con las manos en el pecho, mientras tarareaba una melodía que, sin saber por qué, no podía quitarse de la cabeza.

— Des-pa-cito ninoninoninoninoninooooooooooo...

Al fin, la puerta de su cubículo se abrió, lo que el Senju tomó como la señal de que era su turno por lo que salió al exterior, con calma. Una vez fuera, pudo ver a toda la gente que había acudido hasta allí para asistir a los combates, el estadio estaba lleno de gente ansiosa por disfrutar de buenos combates. Riko avanzó hacia lo que parecía que iba a ser el ring, una plataforma de madera, por lo que el peliblanco se colocó en posición y esperó a que su oponente hiciera acto de presencia.

¿Quién será?

Karamaru · 3/07/2017, 23:20

La fecha de aquel día se sabía desde hace mucho y cada vez que se iba acercando más y más el momento el tiempo parecía ir más despacio. Los minutos pasaban a ser horas, las horas días. Pensar que hacía tan poco tiempo el calvo se tomaba se té del desayuno, pero para él se sentía que no desayunaba en años.

Estaba sentado y encerrado, golpeando la punta de sus dedos contra las rodillas tratando de calmar el nerviosismo. Se hablaba a si mismo, se daba confianza, se preguntaba qué vendría, quién vendría, qué haría. Lo cierto es que ya había visto varias veces caras conocidas no solo aquel día, si no en toda su estancia en el valle. Pero en ningún momento decidió hablar, se aisló por un tiempo, pero el aislamiento llegaría a su fin en el momento en el que pisara la arena y se encontrara cara a cara con su rival.

Allá vamos, deséame suerte.- el aire seguramente se sentiría halagado porque alguien le hablase, porque no había nadie más allí, en ese cubículo, para que lo escuchara. Salió, vio la luz, comenzó a escuchar sonidos e inhaló profundamente antes de seguir caminando.

Su mano tapó sus ojos al golpe fuerte de la luz, su cabeza se agachó un poco al escuchar tanto grito de gente y su boca no pudo evitar mostrar una sonrisa que reflejaba la emoción que contenía en su interior. Los pasos siguieron hasta detenerse por completo, a una distancia considerable de la otra persona que se encontraba en aquel recinto.

No hacen faltas presentaciones, ¿Verdad, compañero de fiesta?- poco se esperaba el cenobita encontrarse a un conocido frente a él. El peliblanco Riko, ganador de la máscara dorada, compañero en los esquives del alcohol.

Ahora la sonrisa era más notoria, más grande, igual que la emoción y ansiedad. Estaba listo para pelear, seguramente tanta gente no había acudido para escuchar a dos compañeros de profesión hablar y recordar.

«No hay que contenerse ¿Eh, Karamaru? No puedes quedar fuera en primera ronda, tú puedes»

Riko · 4/07/2017, 02:33

Su contrincante no se hizo de esperar, y, en cuanto el peliblanco pudo diferenciar un poco la silueta, supo con certeza de quien se trataba, y un ligero sabor amargo le llenó la boca, le alegraba volver a ver a aquel chico, a fin de cuentas, había tenido una experiencia con él en la que, de seguro hubieran muerto si no hubieran huido, o al menos, eso prefería pensar el Senju antes de reconocer que habían dejado tirada a una muchacha que simplemente quería hacer amigos.

No hacen faltas presentaciones, ¿Verdad, compañero de fiesta?

Karamaru mostraba una amplia sonrisa, dejando ver que se alegraba por volver a verlo, y aunque el sentimiento era mutuo, Riko tuvo que forzar la sonrisa que le mostró.

— Cierto, cierto, esta vez no podemos huir, ¿eh? — bromeó el Uzureño, haciendo referencia a su anterior encuentro, y rápidamente la sonrisa se le borró de la cara. — Hubiera preferido no conocer a mi rival, la verdad, pero así son las cosas, ¿no? Que gane el mejor, Karamaru.

El peliblanco se colocó en posición, esperando que el Amenio hiciera lo propio, pues no le parecía correcto atacar así, de repente, y menos contra alguien conocido.

PV:
110/110
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160/160
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1 AO

Karamaru · 5/07/2017, 03:08

Que gane el mejor.- repitió el calvo dando a entender, así como entendía él, que las presentaciones se acababan y el combate comenzaba. Había llegado la hora de la verdad, Riko lo sabía tanto como Karamaru y la posición de guardia que había tomado lo demostraba.

El cenobita dio unos pocos pasos al frente para achicar distancias, aún con la guardia baja y tratando de disfrutar los últimos segundos sin adrenalina pero con mucha ansiedad. No sabía que tanto duraría en aquella arena y estaba dispuesto a disfrutar cada segundo sobre ella, porque era preciosa. Cuando estuvo a media distancia, a unos cinco metros del peliblanco, se detuvo por fin y se colocó en guardia. Pie izquierdo delante, rodillas flexionadas, torso de costado con el brazo izquierdo estirado al frente y el derecho flexionado atrás. Su mano derecha se encontraba paralela a su cara y a su misma altura.

«Las blancas Karamaru, eres las blancas. Tu turno.»

La carrera hacia delante comenzó y se pudo escuchar los gritos de la gente al darse cuenta que el combate comenzaba. El puño derecho del calvo buscaría el rostro del de Uzushio, un golpe básico y tal vez fácil de esquivar dependiendo de los reflejos del shinobi, pero la izquierda que escondía a la altura de su cintura esperaba a buscar otra zona de impacto.

Estado de Karamaru

100/100
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80/80
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Daños Causados:

0 PV
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Estados Adicionales

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Acciones Ocultas:

0
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Riko · 5/07/2017, 13:06

El espectáculo estaba a punto de comenzar, pues el calvo tomó su posición de combate y, en aquel entonces, las dudas del Senju se disiparon, estaba claro que aquel chico, que había sido compañero de aventuras con él, iba a darlo todo, por lo que él tendría que hacer lo mismo, y así sería.

Riko se mantuvo impasible, observando como su contrincante avanzaba poco a poco, y, en ese momento, un sello de la serpiente se formó en su izquierda, esperando el momento oportuno para atacar. Cuando Karamaru se encontró lo suficientemente cerca, el suelo a un par de pasos de su carrera se empezaría a resquebrajar y, de ese punto, un potente chorro de agua surgió, como queriendo tocar el cielo, y queriendo hacer volar por los aires al Amenio.

No conozco su estilo de combate, e imagino que habrá mejorado desde que nos vimos... pero si ha venido tan a lo loco al cuerpo a cuerpo... Quizás tendría que evitar que se me acerque demasiado.

El público , a su vez, parecía conforme con como se estaba desarrollando la situación, y eso era importante también. El sello de su mano se mantenía activo, y el joven se mantenía parado en la misma posición que había hecho desde el inicio, seguro desde la zona de confort que él mismo se había creado.

PV:

110/110

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148/160

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1 AO

Karamaru · (Última modificación: 9/07/2017, 03:31 por Karamaru.)

Estaba cerca del peliblanco, la derecha ya estaba preparada para golpear con toda la fuerza posible cuando un ligero sonido recorrió los oídos del calvo. Incluso había visto la situación que había lo había provocado. Un poco delante de él, el suelo se movió, se formaron líneas, y un estallido de agua salió de aquella rotura en el piso de madera. El paso en falso ya estaba dado.

Pudo llegar a poner la mano para defender su cara, pero el calvo recibió el impacto del chorro a presión en el pecho y se elevó unos centímetros del suelo antes de caer un metro hacia el lado contrario por el que corría anteriormente. Sin duda el de Uzushio había hecho algo, una forma de defenderse utilizando agua que Karamaru no pudo prever.

«Interesante...»

Seguía con el culo en el piso mirando el agua subir y subir creando una mini-lluvia alrededor mojando la madera y al calvo que no tardó en arrastarse un poco más atrás y tratar de secarse la cara con las manos. Tenía que pensar en otra forma de penetrar el agua que podía llegar a generar Riko.

«Y si lo distraigo con....»

El calvo se levantó segundos después de haber recibido el golpe, aún con el pecho un poco adolorido pero nada serio. Tuvo la suerte de que no le llegó a impactar en una zona que perjudicase de más se capacidad para respirar. Volvió a correr, pero esta vez no hacia al frente, hacia su rival. Corrió hacia un costado, y luego hacia otro, rodeaba a su contrincante corriendo en círculos alrededor de él. Dos, tres, cuatro vueltas, y volvió a incursionar en territorio hostil con la derecha cargada a la altura del hombro.

Estado de Karamaru

80/100
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-20
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80/80
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Daños Causados:

0 PV
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Estados Adicionales

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Acciones Ocultas:

0
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Riko · 9/07/2017, 16:08

La técnica disuasoria del Senju había funcionado a las mil maravillas, debido a que el calvo estaba completamente enfrascado en su carrera hacia él, no se dio cuenta a tiempo de que el suelo se resquebrajaba, y el chorro de agua que surgió se lo llevó por delante, levantándole ligeramente del suelo, pero esta técnica no era únicamente defensiva, también podía usarse de manera ofensiva.

Riko esperó, en tensión, para saber cual sería la trayectoria que seguiría el cuerpo del amenio tras el impacto del géiser, y, en cuanto ésta estuvo clara, el suelo se empezó a resquebrajar de nuevo, justo en el punto en el que Karamaru caería, llevando al mínimo las posibilidades de éste de esquivar la técnica y, como ya había pasado, un nuevo chorro de agua brotaría del suelo, tratando de hacer volar todavía más a su objetivo.

Si consigo acertar este golpe...

Y justo después de que el chorro saliera, el peliblanco llevó su diestra al portaobjetos que llevaba atado al muslo derecho.

Solo necesito ver la oportunidad adecuada.

PV:

110/110

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CK:

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-12

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1 AO

Karamaru · 12/07/2017, 02:52

No hicieron falta más que unos pocos hasta que el movimiento que el calvo esperaba tuviera lugar. Recibió el golpe en el primer round, pero ahora él era quién parecía tener la delantera al haberse adelantado al peliblanco. En su carrera, el suelo se volvió a resquebrajar, su oído había captado el sonido de manera casi perfecta, y el tobillo dio un giro brusco que siguió el resto del cuerpo. El lugar de impacto era justo donde iba a poner su pie, hubiese sido imposible de esquivar si no supiese lo que vendría.

Te tengo...- se susurró de manera rápida.

Con un ligero movimiento había podido esquivar el chorro de agua que ascendió a centímetros de su hombros, salpicándolo y mojando su ropa aún más de lo que ya estaba, pero ahora el camino se veía simple. Aún atento al suelo y a esos extraños chorros que podrían aparecer de improvisto, el cenobita tenía claro su objetivo: llevar aquel puño a la cara de su contrincante.

Lo mejor que le podía pasar en su situación, viendo el primer movimiento del de Uzu, era llevar aquel combate a espacios más cerrados, al combate cuerpo a cuerpo donde probablemente tuviera más chances y posibilidades de alejarse del agua que venía del piso.

Estado de Karamaru

80/100
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80/80
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Daños Causados:

0 PV
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Estados Adicionales

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Acciones Ocultas:

0
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Riko · 12/07/2017, 17:27

Tal y como suponía, el calvo no caería dos veces en una técnica tan fácil de prever, por lo que, con su diestra agarró dos shuriken dispuesto a lanzarlos en el momento que considerara más oportuno, mientras que la zurda, deshaciendo el sello de la serpiente, la llevó al portaobjetos de su muslo izquierdo, agarrando su hikaridama y ocultándola en la palma de su mano, hasta que vio como el amenio volvía a iniciar su carrera hacia él, con toda la intención de propinarle un fuerte golpe.

En ese momento lanzó la canica suelo, que estalló, produciendo una intensa luz que cegaría a todo aquel que no hubiera cerrado los ojos tal y como el peliblanco había hecho y, rápidamente, aún sin saber si Karamaru había caído en esta pequeña trampa lanzó los dos shuriken en dirección a su rival, pero no al cuerpo, los dos iban algo desviados, pero un hilo los unía, de tal forma que, si el amenio no los esquivaba quedaría atrapado en el hilo y con los dos shuriken clavados en su cuerpo.

Eres mío...

PV:

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1 AO revelada: Riko había unido dos de sus shuriken mediante un hilo shinobi antes de empezar el combate

Karamaru · 14/07/2017, 20:46

Finalmente había disminuido la distancia, había logrado acercarse a pocos metros suficientes para dar pocos pasos y lanzar el golpe que andaba buscando. Pero el peliblanco era inteligente y no se iba a dejar lastimar de manera fácil. En el medio de la arremetida, con Karamaru mirando fijamente los ojos de su rival, una explosión de luz se hizo presente. El calvo se sorprendió, trató de cerrar los ojos pero era tarde como para no quedar cegado.

Solo su envión lo hizo moverse para delante, incluso lanzó el puño hacia delante sin siquiera apuntar, lo había lanzado por instinto. Su carrera lo llevó a dar varios pasos al frente, incluso hasta la posición del peliblanco golpeandolo de lleno con todo el cuerpo si este no se corría.

Pero antes siquiera de sentir el cuerpo de su rival un dolor en la espalda lo invadió, uno por el que se le hizo imposible no gritar.

¡AAAAAAAAHHHH!

"La puta madre..."

Un pinchazo profundo y un corte bajo sus costillas, probablemente de shuriken o kunai, sintió en la espalda. ¿Acaso su rival se había movido a sus espaldas? ¿Pero tan rápido? ¿Cómo había sido posible? Ni una de esas preguntas pasaba por la cabeza del calvo, no pensaba, solo sentía como perdía el equilibrio, sin poder ver, y se iba hacia el suelo con o sin rival.

Estado de Karamaru

60/100
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-20
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80/80
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Daños Causados:

15 PV — Puñetazo
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Estados Adicionales

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Acciones Ocultas:

0
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Riko · 16/07/2017, 17:43

El peliblanco cada vez parecía tener más claro cómo debía actuar, todos sus movimientos estaban pensados con lógica y trataba de ejecutarlos justo en el momento debido, maximizando sus posibilidades de acierto y, nuevamente, su estrategia volvió a funcionar, aunque no todo lo bien que esperaba.

La bomba de luz explotó, cegando a Karamaru y dejándolo expuesto al impacto de los shuriken de Riko, pero, a pesar de ello, el peliblanco no valoró la opción de que el calvo continuara su carrera como si no hubiera pasado nada y, justo después de lanzar los shuriken atados, un puñetazo le impactó directamente en el rostro, haciéndolo caer.

¡AAAAAAAAHHHH!

El gritó del calvo confirmó que los shuriken se habían clavado en su carne mientras el Senju volaba a causa del golpe que acababa de recibir, aterrizando sobre su espalda.

¡Tengo que ver donde está!

Y con esta premisa el uzureño se incorporó de un salto hacia detrás impulsado por sus manos, tratando de averiguar el estado de su contrincante.

¡Ahí está!

El calvo se encontraba tirado en el suelo por lo que, sin pensarlo ni un segundo realizó los dos sellos de la técnica que quería y expelió un chorro de un líquido viscoso que buscaba el cuerpo de su contrincante, que quedaría pegado al suelo sin poder moverse, por lo que el combate estaría prácticamente hecho.

PV:

95/110

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-15

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CK:

128/160

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-18

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Karamaru · 18/07/2017, 02:24

Tras el dolor y la ceguera, se pudo sentir la satisfacción de dar el primer golpe. Su cuerpo seguía derecho por culpa de la inercia, faltaba cada vez menos para chocar contra el suelo, pero al menos en ese recorrido descendente pudo hacer el puño tras golpear alguna parte del rival.

«Puta bomba de luz, vamos Karamaru hay que levantarse rápido» el shuriken clavado en su espalda, y el corte en uno de sus lado, le hacia absolutamente difícil poder despegarse del piso con facilidad. Pudo apoyarse en sus rodillas y manos mientras recuperaba levemente la visibilidad, pensando si debía sacarse el metal o dejarlo clavado. Si el corte era lo suficientemente profundo podía dejarle con un desangrado que lo único que haría sería llevarlo a la derrota.

Tal vez, tal vez que... si...- levantó las manos del suelo, se puso de pie y comenzó a desatar su cinturón. Tomó el shuriken que colgaba cerca de su cuerpo y cortó la tela de sus ropajes en los lugares de las heridas y sobre ella puso el cinturón azul apretandolo al otro lado de su cuerpo y cubriendo ambas heridas. Ahora tenía ambos shuriken en la mano y, a pesar de tapar la salida de sangre, el dolor en el cuerpo se sentía bastante fuerte.

«Debo continuar, tu puedes»

Pero no pudo. Sus pies parecían clavados al suelo y le tomó menos de un segundo conocer el por qué. Si es que incluso lo conocía, todavía se acordaba de Eri y aquel pasillo angosto, ese líquido que había sujetado a Bonten y Kota cuando los perseguían. Y sabía con claridad, que todo estaba a punto de complicarse viendo que estaba rodeado a los cuatro lados por esa situación viscoso.

¿En qué momento Riko? ¿Tanto tiempo tarde en levantarme?- no pudo evitar sonreír.

Estado de Karamaru

60/100
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80/80
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Daños Causados:

0
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Estados Adicionales

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Acciones Ocultas:

0
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Riko · 31/07/2017, 18:59

Riko se había movido todo lo rápido que había podido porque sabía que, al acertar con los shuriken, su rival lo tendría francamente difícil para esquivar la arremetida que seguiría si no le daba tregua alguna. El Senju pudo ver como su oponente trataba de cortar la posible hemorragia que los shuriken le habían causado y, debido a esto, le fue imposible esquivar la técnica que el peliblanco ya había preparado.

Los ojos violetas de Riko se percataron de como Karamaru intentaba avanzar, sin haberse dado cuenta de que sus pies había quedado adheridos al suelo.

¿En qué momento Riko? ¿Tanto tiempo tarde en levantarme?

El uzunés en ese momento miró a su contrincante, con gesto serio, a fin de cuentas, aquel era el escenario perfectco para demostrar lo que valía y estaba metido en el combate al máximo.

— Pues al parecer sí, Karamaru, ahora, seamos conscientes de la situación, no quiero hacerte daño... — Mientras hablaba, llevo su diestra al frente, a la altura de su cara. — ... así que sería mejor si te rindieras ahora. — Y nada más terminar de hablar, comenzó a realizar una serie de sellos.

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Karamaru · 2/08/2017, 20:35

... así que sería mejor si te rindieras ahora.

El calvo rió, incluso aún teniendo su mano en la herida que le provocaba dolor y haciendo muecas con el rostro. Le había lastimado el corte y el pinchazo de las shuriken, pero sabía que todavía se podía mantener de pie, sobretodo porque si no lo hacía terminaría por pegarse al piso.

No creerás que los de Amegakure nos rendimos tan fácil, ¿Verdad?- volvió a hacer fuerza en dirección opuesta al suelo, a ver si en algún momento aquel líquido cedía. Pero parecía lejos de querer perder al monje.

Que yo sepa, aún me mantengo en pie y estoy bastante consciente. Podrás haber inmovilizado al rey, pero todavía no ganas el juego.

Si es que acaso no había jugado al Go, o al extraño ajedrez, con su abuelo cuando era mucho menor. Cuando por fin pudo separar la mano manchada de sangre de su cuerpo, logró juntarla con la otra frente a él y a la altura del pecho. Los sellos siguieron al movimiento, se preparaba al igual que lo hacía su rival.

«Necesitamos salir de este lugar Karamaru, piensa un poco ¿Vale?»

Estado de Karamaru

60/100
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Daños Causados:

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Estados Adicionales

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Acciones Ocultas:

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