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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
Ichiro se había obstinado y propuesto a conocer un poco más de sus raíces, criado por los hermanos de su madre, prácticamente no conoció a sus padres, fueron obligados a servir a su señor feudal cuando los necesito. Su padre, era un granjero común y corriente y poco se sabía de él, ya que el muchacho quedo en manos de su familia materna.
Por otro lado su madre, era una kunoichi de lo que alguna vez fue la aldea de la niebla, había fallecido en una de las tantas guerras civiles que habían ocurrido a lo largo del país, o por lo menos eso era lo que el shinobi sabía gracias a la poca información que revelaban sus tíos, ya que estos cuando saltaba alguna charla sobre sus padres intentaban desviar el tema, o simplemente se quedaban callados.

“Convertir su cuerpo en agua” esto era lo que definía mejor a su madre y que el joven heredo directamente. Hōzuki, una familia que poco se sabía de ella, pero los dientes afilados como tiburón y los diferentes manejos de chakra que le brindaba el clan ataba fuertemente a Ichiro a sus orígenes.
Realizaba el viaje solo, con un cargamento liviano, con su ropa habitual azul y negra, su pelo al viento. Caminando entre pasadizos y cordilleras se acercaba al lugar. Los primeros avisos era un descenso de la temperatura, aunque estaban en invierno, el frio se hacía sentir todavía más en aquel lugar, y una ligera neblina que paso a paso se iba poniendo un poco más espesa.

El joven no conocía muy bien el camino, iba con cuidado observando todo a su alrededor, antes de salir en su viaje, le pregunto a algunos pobladores como llegar, muchos no sabían con determinación como, ya que nunca se habían adentrado tanto en las montañas, los escalofríos y la niebla se ponían insoportables, además se comentaba que la mayoría de las personas que llegaba al lago no regresaban jamás. Muchos de estos aldeanos les aterraba la idea de acercarse a ese lago, también comentaban que muchos espíritus de los ninjas todavía merodeaban por ese lugar no aceptando su muerte.

Finalmente el camino comenzó a transformarse en una explanada gigante, aunque Ichiro no podía ver mucho, había notado que el camino estaba menos sinuoso además que más parejo de lo que había sido en todo su recorrido. – No puedo ver nada, será mejor que espere que cambie el clima, así estoy prácticamente ciego. Pensó el shinobi mientras se subía en una piedra de 2 metros de alto y se sentaba en ella en modo zen con los ojos cerrados, y los oídos atentos por si escuchaba un ruido que sus otros sentidos no pudieran percibir.
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#2
El País del Agua una de las antiguas grandes cinco naciones, Den había escuchado muchas historia de este lugar de parte de su abuelo, desde antiguos grandes shinobis de cuando el país se encontraba en sus ciudades en auge hasta la aldea escondida entre la neblina. Pero todo eso es historia, actualmente el país se encuentra hundido no literalmente, bueno en parte si, aquellos que tienen la oportunidad de visitar este país podrán apreciar que su gloria y magnificencia han caído al olvido o por lo menos es lo que puede apreciar Den en su travesía por el país.

*Cuando el abuelo me conto sobre este lugar parecía ser más interesante pero parece que en este lugar a caído al olvido*

Den había empezado a incursionar por distintos lugares del País del Agua pero lo que veía en estos paramos lo decepcionaba, lo único que le resultaba interesante eran las historias de los pobladores sobre fantasmas que habitan en la neblina y en las aguas que inundan los antiguos edificios de lo que alguna vez fue una aldea.
El nuevo objetivo de Den era comprobar si los rumores y leyendas contadas por los pobladores tienen algo de cierto yendo a investigar los alrededores del lago. Mientras se ponía en marcha la neblina parecía hacerse más densa a medida de que acercaba, parecía que perderse por estos lugares puede ser muy fácil pero a Den no le preocupaba la poca visión ya que en cualquier momento podía hacer uso de sus habilidades, aunque no veía la necesidad de hacerlo que solo se limitaba a seguir el sendero hacia el lago.

— Espero ya estar cerca, no quiero seguir deambulando por este lugar —

Den se estaba empezando a aburrir del lugar ya que no parecía sentir nada raro y además de que aquel lugar no parecía tener algo especial o atrayente como para seguir ahí, por lo que empezaba a considerar marcharse del lugar.
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#3
Había pasado algún tiempo mientras Ichiro seguía “meditando” sobre la roca en su esperanza de que la niebla se disipara, no fue nula, aunque esta había bajado su densidad un poco, por lo que dejaba ver hasta un metro o un metro y medio a su alrededor. Se reincorporo a su misión personal, se paró y puso sus manos tras la cabeza para tronar su espalda, bajo nuevamente poniéndose en cuclillas, saco una cantimplora con su mano derecha y a continuación la llevo a su boca para beber unos sorbos de agua, al mimos tiempo observaba lo poco que se podía ver en sus cercanías.

El frió del viento que soplaba no parecía alterar la neblina y esto lo desesperaba un poco, tras terminar de beber, guardo sus cosas y bajo de la piedra donde estaba para empezar a deambular de nuevo por lo que era el lago. Estaba un poco frustrado ya que el lugar no ofrecía mucho más que el manto de bruma que lo cubría.

No camino muchos metros, ya que detuvo su marcha en seco al escuchar unos pasos que se aproximaban en su dirección. Cambio su ritmo, a lento y suave, mientras se acercaba a donde provenían los pasos. No estaba muy seguro de quien era, o si lo estaba imaginando, pero al convertirse el viaje en algo tan plano, intento comunicarse con el autor de los sonidos.

- Quien está ahí?

Pregunto el ingenuo shinobi sin saber si era un enemigo, ignorando que poca gente simplemente recorría ese lugar. Su voz hizo eco en todo el predio. Llamando la atención de todo ser vivo o “no” que estuviera en la zona.
Ichiro necesitaba encontrar “algo” sino todo el trabajo que había pasado habría sido en vano. Se siguió acercando al lugar esperando una contestación de algún tipo.

Aunque no olvidaba los consejos que le habían dado los viejos residentes en la periferia del lugar, era un sitio muy complicado y arriesgado, más para una persona de su edad y masa muscular. Quizás era uno de los “fantasmas” o “muertos vivientes” que tanto nombraban, aunque parecían más mitos y leyendas que algo real.
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#4
Den aún se encontraba deambulando por el camino de tierra bajo sus pies el cual seguía prácticamente a siegas por la poca distancia de visión que dejaba la neblina, pero no era algo que le preocupase sino que le daba tiempo a pensar sobre como el país del agua paso de tener una de las grandes aldeas shinobis a tener un lago. La idea de que se pueda perder todo de un momento para el otro era algo que Den empezaba a tener en mente.

Mientras seguía caminando hacia su destino una voz lo hizo para repentinamente, aquella voz pidió que se identificase. *¿Sera un aldeano?, ¿un fantasma?, aunque pensándolo bien este lugar es perfecto para realizar una emboscada*

Den no sabía cómo responder por lo que se tomó unos segundos para reevaluar la situación pero al se le ocurrió algo. Justo después de tronarse los dedos Den le respondió al desconocido — Solo estoy de paso… no te hare daño, solo voy a la antigua aldea — Un vago intento de intimidación fue lo que se le ocurrió a Den solo por si las dudas, si aquella persona solo fuera un aldeano seguramente se iría y si no debia de ser algo más.

— Soy Hyuga Den…¿Y tú quién eres? — Diría Den con un intento de voz firme intentando

*Espera un momento y si no es solo uno… debo de asegurarme*

— Byakugan — susurro, para poder echar una mirada a su alrededor y así poder confirmar que aquella persona se encontraba sola. Las venas alrededor de los ojos de Den se hincharon, pasando de tener una visión muy limitada de su alrededor a poder observar a su alrededor.

Den podía apreciar que aquella persona efectivamente se encontraba sola, por lo que dejó de desconfiar de este lugar. Tras haberse asegurado de que no había nadie más en los alrededores desactiva la técnica de su clan ya que confía en que va a estar bien.

Den:
  • PV 100
  • CK 100 - 15 = 75
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