Este foro utiliza cookies

**Sarutobi Hanabi** · 4/03/2018, 22:38

El bandido se había lanzado con todo su ímpetu a por el shinobi y Riko, en un alarde de valentía, no había retrocedido ni un centímetro. Sino que había aprovechado todo su tiempo en ejecutar una técnica para detener a su rival. Sin embargo, en ese tiempo el hombre ya se había desplazado hasta una distancia suficiente como para rebanarle el pecho.

Y así lo hizo. Un movimiento horizontal de la hoja de metal carcomido le abrió una herida en el pecho de un lado a otro. La herida no era profunda pero era grande y esta vez no se había librado de la brutalidad de un arma tan poco afilada. Entre la sangre y el dolor, su capacidad de mantenerse en combate había disminuido dramáticamente.

Pero su enemigo no parecía tener ganas de mostrar compasión, aún con los pies clavados en el suelo se dispuso a lanzar otro ataque con su espada teñida de carmesí. Volvió a dirigirse a por el hombro del shinobi, con un aura que dejaba clara su intención de arrancarle el brazo aún con un arma que ni pincha ni corta, solo despedaza.

Riko · 9/03/2018, 15:04

Riko en una acción no demasiado inteligente, decidió que lo mejor era tratar de inmovilizar a su rival con una de sus técnicas, pero no tuvo en cuenta la velocidad del hombre por lo que recibió un tajo en el pecho, que a pesar del poco afilado del arma penetró en la carne provocando una herida muy fea y que comenzó a sangrar al momento.

El peliblanco se llevó la mano diestra a la herida, tratando en vano de frenar aquella hemorragia y evitar un dolor que era mayor a cualquier otro que había sufrido antes.

Al menos su técnica había acertado y el hombre ahora se encontraba clavado al suelo por su técnica pero, ni corto ni perezoso, lanzó otro golpe, ahora al hombro del Senju que como pudo se alejó de la trayectoria del arma soltando un grito de rabia.

Fuera del alcance del hombre hizo otra serie de sellos, con los ojos inyectados en sangre, deseaba destruirle y lo iba a intentar.

— ¡Suiton: Bakusui Shōha!

Y una inmensa ola surgió de la boca de Riko tratando de engullir a su oponente.

PV:

118/150

–

- 15

–

- 2

–
CK:

51/180

–

- 60

–

**Sarutobi Hanabi** · (Última modificación: 12/03/2018, 00:18 por Inuzuka Nabi.)

Riko, una vez recuperado de sus errores de calculo, se alejó lo suficiente como para que la katana no pudiese hincarse en su carne más. Llevado por un acceso de ira levantó un muro de agua de varios metros de altura y anchura que avanzaba implacable arrastrando consigo no solo al hombre, que había sido incapaz de esquivarlo, sino toda la vegetación que ofreciera demasiada resistencia.

Con esa fuerza, era capaz incluso de arrancar arboles que se acumulaban dentro de la masa de agua hasta que esta perdiera fuerza y los dejase caer al suelo. Tal vez el shinobi no había calculado la magnitud de su ataque, tal vez no le preocuparan demasiado los daños medioambientales, pero Shin Fu podía tener una opinión distinta. En el tiempo que había estado desaparecido había soltado a los caballos y tras poner el cuerpo inerte de la kunoichi encima de uno de los caballos los había alejado a los dos del lugar, ya que si querían impedirles la huida serían las primeras victimas. Y él no estaba para comprar caballos nuevos.

La primera idea que cruzó su mente al ver la enorme ola aparecida de la nada trayendo en su dirección troncos de arboles arrancados fue que había tenido suerte de que le asignasen niños y no ninjas adultos y poderosos.

La ola avanzó llevándose todo lo que podía y lo que no podía por lo menos lo movía, dejándolo o trasladado o torcido. La formación superficial de tierra donde vivían las plantas más pequeñas había sido arrancada sin compasión dejando la mitad de raíces al descubierto y charcos de barro por todas partes, incluido el propio camino.

El hombre desapareció de su vista en el mismo instante en que lanzó la técnica, ya que la ola solo dejaba ver la destrucción que dejaba a su paso y nada más. La mujer inconsciente también había desaparecido en la corriente de agua como cualquier rastro del anterior paisaje.

Riko tendría que hincar una rodilla en el suelo para recuperar el aliento, aún así sería capaz de observar desde su posición la caída de su creación al final de su recorrido. Al caer haría un buen boquete en el suelo y el agua restante se dispersaría en todas direcciones, incluyendo hacia el pobre y abandonado carromato que no le había hecho daño a nadie. Al principio, el agua embarrada chocó contra el lateral del carro, transportándolo hasta uno de los limites del camino y ahí podría haber quedado todo, pero uno de los troncos arrancados entró en escena, chocando violentamente contra ese mismo lateral para después seguir su camino como si nada.

La rueda que había recibido el golpe, sencillamente, se independizó del resto del artefacto, dejándose llevar por lo que ahora solo era una suave corriente de agua. A los caballos solo les llegó una pequeña capa de agua que les remojó las pezuñas. Uno de ellos bajó la cabeza para comerse una de las plantas que iban flotando ni corto ni perezoso.

Shin Fu, montado sobre un caballo y llevando las riendas del caballo donde estaba Koko, se acercó al carromato en silencio, se quedó unos segundos ahí parado, simplemente mirando el destrozo.

Riko · 16/03/2018, 12:47

Riko, una vez lanzó su técnica cegado por la ira, se arrepintió al instante. Vio la masa de agua alzarse y avanzar engullendo al hombre que era su objetivo, pero también vio cómo arrasaba todo lo que pillaba en su camino, provocando un desastre que bien se podría atribuir a la fuerza de la naturaleza y se llevó las manos a la cabeza.

— ¡JODER, JODER, JODER, JODER!

Una vez se calmó todo echó a correr hacia el cliente, que se encontraba sobre uno de sus caballos mirando en silencio lo que acababa de pasar.

— ¡Lo siento, lo siento! — Dijo el peliblanco una vez llegó al hombre. — He perdido el control, no sé que me ha pasado, de verdad que lo siento, ¿estáis bien? ¿Y la mercancía? ¿Y los caballos? — Preguntó, entre reverencias que significaban lo siento.

**Sarutobi Hanabi** · 21/03/2018, 22:01

— ¡Lo siento, lo siento! He perdido el control, no sé que me ha pasado, de verdad que lo siento, ¿estáis bien? ¿Y la mercancía? ¿Y los caballos? —

Shin Fu no contestó al momento, se bajó del caballo ignorando a Riko y se acercó a su carro cojo hundiendo sus pies en la tierra que ahora era barro. La estructura de madera también empezaba a hundirse a medida que el suelo absorbía el agua superficial. Tenían que sacarlo de ahí antes de que fuera demasiado tarde pero el hombre se encaró con Riko con una expresión de enfado que no parecía ir con su persona.

— ¿Que lo sientes? ¡¿Que lo sientes?! ¡Me cago en todo lo cagable! ¿Eres siquiera minimamente consciente de lo que acaba de pasar? ¡Acabas de alargar todo esto por lo menos dos días más! ¡Tenemos un puto carro solo con una rueda y la otra se ha ido camino atrás! Bueno, ¡si es que a esto se le puede llamar camino! Porque lo has dejado hecho un PUTO PANTANO.

Dejó de gritar para respirar lenta y profundamente un par de veces en un intento de calmarse. Despues volvió a dirigirse a Riko.

— Mira, de momento, busca la rueda y traela. Con suerte, mañana a primera hora podremos retomar el viaje, siempre que el carro se pueda arreglar, sino...

Tras decir eso se acercó a la parte trasera a buscar todo lo que tenía que pudiese ser útil para la reparación de emergencia. Si le faltaba madera siempre podía coger del bosque, pero si le faltaban clavos iban apañados.

Riko · 2/04/2018, 15:08

— ¿Que lo sientes? ¡¿Que lo sientes?! ¡Me cago en todo lo cagable! ¿Eres siquiera minimamente consciente de lo que acaba de pasar? ¡Acabas de alargar todo esto por lo menos dos días más! ¡Tenemos un puto carro solo con una rueda y la otra se ha ido camino atrás! Bueno, ¡si es que a esto se le puede llamar camino! Porque lo has dejado hecho un PUTO PANTANO.

Riko hundió la cabeza, sabía que aquella bronca era merecida, había perdido el control en un momento dado y había provocado exactamente lo que Shin-Fu le echaba en cara, para pasar por allí tendrían que esperar a que el fango se secase probablemente y eso si eran capaces de arreglar el carromato.

— Mira, de momento, busca la rueda y traela. Con suerte, mañana a primera hora podremos retomar el viaje, siempre que el carro se pueda arreglar, sino...

— S-Si... — Diría con la voz entrecortada y rápidamente salió a la carrera en la dirección en la que se había ido la rueda que le faltaba al carro.

El peliblanco caminaba con un atisbo de lágrimas en sus ojos, no por la bronca que acababa de recibir, si no por el hecho de que no había sido capaz de controlarse cuando la furia se había apoderado de él y todo lo que aquello había acarreado, sin duda alguna tendría que hablar con su tía de aquello cuando volviese.

**Sarutobi Hanabi** · 5/04/2018, 20:59

No tardaría en encontrar la pieza del carro que había sido arrastrada por su tsunami, no estaba tan mal como podría haber parecido en primera instancia, pero la parte que unía la rueda con el carro parecía torcida, desencajada. Ah, y estaba cubierta de un barro fresco casi totalmente, la única razón que tenía para creer que era la rueda que buscaba eran los huecos que dejaban los radios de la misma.

Cuando volviese se encontraría con Shin intentando sacar tanto barro de los alrededores como le fuera posible con el objetivo de volver a poner sobre suelo firme el vehiculo. Claro que mientras quitaba, de forma poco eficaz, el barro con sus manos maldecía en murmullos a todos los shinobis.

Si tenía alguna idea maravillosa para arreglar el entuerto, este era su momento.

Riko · 6/04/2018, 00:00

Poco tiempo pasó hasta que, en un punto del pantano que se había creado en la zona, le pareció distinguir lo que estaba buscando, la rueda perdida del carro y que tenía que llevar a Shin-Fu para intentar arreglar el carromato y poder continuar el viaje cuanto antes.

— Mierda...

La rueda estaba cubierta de barro y, al fijarse más detenidamente, vio cómo la zona que se anclaba al carro estaba algo torcida y desencajada, por lo que se puso a rezar porque aquello no fuera un impedimento tan grande como para impedir que volvieran a ponerse en marcha. En cuanto pudo inició la marcha, haciendo rodar el círculo de madera delante suyo para que no le fuera muy difícil de transportar.

Cuando llegó a su destino vio como su cliente se esforzaba por limpiar el barro de los alrededores del carro de forma no muy eficiente aunque, siendo sincero, entendía que estuviera algo preocupado y aquello era lo único que podía hacer.

— Esto... Fu-san, he... he encontrado la rueda, ¿quiere que me ocupe yo de quitar el barro? Puedo crear copias mías y entre todos iríamos mucho más rápido mientras usted trata de arreglar el carro, ¿le parece?

**Sarutobi Hanabi** · 6/04/2018, 19:18

— Esto... Fu-san, he... he encontrado la rueda, ¿quiere que me ocupe yo de quitar el barro? Puedo crear copias mías y entre todos iríamos mucho más rápido mientras usted trata de arreglar el carro, ¿le parece?

El hombre paró ante la interrupción de Riko, y ambos fueron testigos de como el barro volvía a rellenar el poco hueco que había creado Fu con sus manos y poco a poco seguía tragándose el carromato, que cada vez estaba más hundido en el hueco que había entre camino y bosque que ahora no era más que una gran charca de barro.

— No, lo mejor será que ambos nos centremos en sacar el carro de aquí primero, sino no podré arreglar nada. Además, deberíamos movernos de aquí por si deciden volver.

El hombre parecía haberse resignado a enfadarse en un momento tan delicado como ese, ya no solo se jugaba su mercancía, sino también su vida y la de dos niños con más poder del que podían controlar. Las cosas no podían salirse de madre y él era el único adulto por esos lares.

Riko · 9/04/2018, 13:42

— No, lo mejor será que ambos nos centremos en sacar el carro de aquí primero, sino no podré arreglar nada. Además, deberíamos movernos de aquí por si deciden volver.

Riko asintió con calma, no estaba en posición de llevar la contraria a su cliente, por lo que se limitaría a hacer lo que éste le pedía y así poder continuar con su camino lo antes posible.

— ¿Hacia dónde deberíamos mover el carro? — Preguntaría mirando a su alrededor viendo que la cosa no estaba mucho mejor en prácticamente ningún lado.

Aquella técnica había empantanado todo el bosque y no era capaz de ver ninguna zona en la que pudieran ponerse a arreglar el carro más cómodamente y la única alternativa que se le ocurría consistía en dejar el carro allí abandonado y llevar la mercancía y a Koko a cuestas, pero, desde luego, no era una buena idea.

**Sarutobi Hanabi** · 11/04/2018, 14:40

— ¿Hacia dónde deberíamos mover el carro? —

— A donde haya menos barro. De momento, subirlo de nuevo al camino, que sera menos probable que se hunda.

La afabilidad del hombre parecía haber desaparecido por completo, estaba serio y hablaba con sequedad, sin dar a entender nada más que lo que había dicho. Miró los alrededores y con el pie fue inspeccionando los niveles de hundimiento que había.

— Empuja de detrás del carro y yo intentaré dirigirlo hacia el camino. Con suerte, con MUCHA suerte, conseguiremos sacarlo entero sin perder otra rueda por el camino.

Con tres ruedas aún se veía posible el seguir adelante, pero con dos no llegarían ni a la vuelta de la esquina, así que había que tener cuidado, si Riko volvía a hacer magia ninjastica y se pasaba de empujón podía acabar mal. Con una primera misión fallida tras explotar las mercancías de un pobre comerciante autónomo.

Riko · 11/04/2018, 14:53

— A donde haya menos barro. De momento, subirlo de nuevo al camino, que sera menos probable que se hunda.

Aquello era algo obvio, lo único que el peliblanco buscaba era una indicación de... ''hacia atrás'' o '' hacia la izquierda'', pero al parecer el hombre había perdido todo el humor que podía tener y ahora no iba a responder demasiado amistoso, por lo que el peliblanco esperó a que Shin-Fu le dijese lo que hacer.

— Empuja de detrás del carro y yo intentaré dirigirlo hacia el camino. Con suerte, con MUCHA suerte, conseguiremos sacarlo entero sin perder otra rueda por el camino.

Riko asintió enérgico y se colocó detrás del carro, realizó un selló y dos clones idénticos a él aparecieron uno a cada lado suyo dispuestos a mover aquel carro.

— ¡Voy!

Y tras avisar de que iba a empezar a empujar, lo haría, primero suavemente, tratando de regular la fuerza que él y sus clones hacían para dar con el punto justo y necesario para mover el carro sin pasarse y provocar aún más daños.

**Sarutobi Hanabi** · 11/04/2018, 15:16

El carro ni se movía, Riko no era famoso por su enorme fuerza, siendo tres podrían sacar el carromato, pero deberían dejarse hasta la última pizca de sudor en ello porque parecía que el barro estaba dispuesto a pelear por lo que era suyo.

No se trataba de aplicar poca fuerza y esperar que saliese adelante, sino de detenerse justo cuando saliese del barro para no mandarlo al otro lado del camino al pasarse de tirar fuerza.

Por su parte, Shin Fu esperó esos segundos que Riko estuvo empujando sin emplear toda su fuerza en silencio.

Riko · 11/04/2018, 15:21

Tal y como el peliblanco sospechaba, si para tirar del carro habían hecho falta dos caballos, entre tres Rikos deberían emplearse a fondo para sacarlo del barro por lo que, tras una primera toma de contacto, los tres se coordinaron en silencio y a un gesto del auténtico genin empujaron con todas sus fuerzas para que el vehículo saliera del barro, aunque tenían muy en cuenta que no podían pasarse para no mandar el carro a la mierda.

— Joder como pesa... — Susurró uno de los clones.

No tenían otra que seguir empujando hasta que consiguieran su objetivo y, por supuesto, evitar más daños en el carro.

**Sarutobi Hanabi** · 11/04/2018, 15:37

Después de unos segundos de arduo empuje, las ruedas empezaron a ceder al movimiento y el barro les permitió tirar adelante. Estuvieron así un rato hasta que encontraron suelo de verdad y ya empezaron a tirar como harían normalmente, con la ausencia de una de ellas.

Gracias a la atención de Riko y de Fu en que no se pasase de largo pudieron detenerlo poco después de sacarlo. Después de echar un vistazo a los alrededores que aunque en menor medida, seguían cubiertos de barro.

— Me voy a arrepentir de esto, pero... ¿no podrías limpiar esto un poco? O al menos la rueda. Este barro es una maldita pesadilla.