Nivel: 34
Exp: 152 puntos
Dinero: 2240 ryō
· Fue 40
· Pod 100
· Res 60
· Int 60
· Agu 80
· Car 40
· Agi 60
· Vol 60
· Des 100
· Per 80
Daruu respiró hondo varias veces e hinchó el pecho como un palomo antes del mejor cortejo de su vida. «¿Pero qué dices tío? Tú, Amedama Daruu, que te has enfrentado a un capitán pirata loco en una isla desierta, que te has colado en la guarida de unos extremistas Hozuki, que te has enfrentado a un interrogatorio injusto frente a un kage extranjero, que te enfrentaste a una megalómana en el mundo ilusorio de un sello maldito... ¿tú tienes miedo... de pasar la noche a solas con una chica? Tío, que tienes... ¿cuántos años? ¡Venga hombre!» Convencido, caminó con determinación hacia la ducha, arrojando su ropa a un lado y a otro.
Cinco minutos más tarde, lloraba refugiado bajo en chorro de la ducha.
«Que me va a decir que no, que al final no va a querer, que ya verás que tú te estás haciendo muchas ilusiones...»
Veinte minutos más tarde, Daruu salió del baño. Había cambiado su ropa de viaje a una mucho más cómoda y, sobretodo, mucho más adecuada para las temperaturas primaverales de Notsuba: un yukata de manga corta, verde, atados con un cinturón negro; también vestía unos pantalones negros y unas cómodas sandalias de paja. Se había recogido el pelo en una coleta media bastante corta, para estar más fresco.
—¿Qué tal estoy? —Sonrió a Ayame, con las piernas temblando.
Nivel: 32
Exp: 71 puntos
Dinero: 4420 ryōs
· Fue 30
· Pod 80
· Res 40
· Int 80
· Agu 40
· Car 50
· Agi 110
· Vol 60
· Des 60
· Per 100
Aquellos fueron los veinte minutos más largos de toda su vida. Mientras escuchaba el rumor del agua al otro lado de la puerta, Ayame se dedicó a vaciar su equipaje y guardarlo con cuidado en el armario empotrado de la habitación, a excepción de la ropa que se pondría después del tan ansiado baño. Aquello no le llevó más que unos pocos minutos, por lo que el resto del tiempo se entretuvo estudiando meticulosamente una página en concreto de la libreta que siempre llevaba consigo, mordisqueando la punta del lápiz y garabateando de vez en cuando en la misma.
Para cuando la puerta del baño volvió a abrirse, Ayame cerró la libreta, la dejó sobre la cama y, tras coger la ropa que habría de ponerse después, se levantó con una sonrisa en los labios.
—¿Qué tal estoy? —preguntó un confiado Daruu... al que le temblaban las piernas.
El muchacho se había recogido el cabello en una pequeña coleta y había cambiado habitual indumentaria de shinobi a una mucho más cómoda e informal: con un yukata de color verde y manga corta que llevaba atado a la cintura con un cinturón negro. En la parte inferior de su cuerpo, unos pantalones negros y unas sandalias de paja.
—Estás guapísimo —le respondió, con una risilla divertida y un beso en la mejilla—. Es tu turno de esperarme —añadió, justo antes de cerrar la puerta tras de sí.
Ella tardó un poco más que su pareja, y no fue tanto porque solía demorarse duchándose sino porque gran parte del tiempo se lo pasó estirándose de los pelos bajo el chorro de agua caliente. ¡¿Pero cómo podía estar tan nerviosa con una tontería así?!
Cuando salió del baño, Ayame también se había vestido con una camiseta de color azul tirantes que se entrecruzaba detrás del cuello y una falda negra con un gracioso vuelo que la hacía oscilar con cada paso que daba. De hecho, a Ayame le gustaba tanto aquella prenda que dio un par de vueltas sobre sí misma sólo para ver como flotaba a su alrededor. A modo de calzado llevaba unas sandalias también oscuras, pero no eran las típicas calzas de goma de kunoichi que solía llevar: aquellas sandalias estaban confeccionadas con finas tiras de cuero que se entrelazaban con sus pies.
La pobre muchacha, roja hasta las orejas, buscó con la mirada a Daruu, esperando su reacción.
Nivel: 34
Exp: 152 puntos
Dinero: 2240 ryō
· Fue 40
· Pod 100
· Res 60
· Int 60
· Agu 80
· Car 40
· Agi 60
· Vol 60
· Des 100
· Per 80
Daruu pasó la mayor parte del tiempo que Ayame estuvo duchándose en estar igual de nervioso fuera del baño que dentro. Se paseó por la habitación, toqueteó las sartenes, abrió y cerró la nevera vacía y se asomó hasta tres veces de la ventana. Luego, optó por tirarse en la cama a comprobar la suavidad de las sábanas, e imaginarse a Ayame junto a él tampoco fue tranquilizador. No mucho después la chica salió del baño, vestida también con un flamante atuendo primaveral.
Daruu sólo esperaba que no se le hubiera notado mucho el sonrojo ni la boca abierta.
—Eh... estás... muy guapa. Más que... más que aquella noche en el Valle de los Dojos. ¿Te acuerdas? —apartó la mirada, azorado, acariciándose la nuca—. Al menos ya llevas la frente al descubierto. —Volvió a mirarla, sonriendo—: es una de las cosas más bonitas de tu carita.
Se levantó y tras dudar un poco, volvió a besarla.
Nivel: 32
Exp: 71 puntos
Dinero: 4420 ryōs
· Fue 30
· Pod 80
· Res 40
· Int 80
· Agu 40
· Car 50
· Agi 110
· Vol 60
· Des 60
· Per 100
—Eh... estás... muy guapa —balbuceó Daruu.
—D... ¿De verdad...? —respondió ella, más sonrojada que los cerezos de Uzushiogakure.
Aunque, si le hubiesen preguntado, no habría podido negarlo: desde que había sabido que saldrían juntos de viaje había escogido cuidadosamente las que creía que eran las ropas que mejor le sentaban. ¡Y menos mal que parecía haber acertado!
—Más que... más que aquella noche en el Valle de los Dojos. ¿Te acuerdas? —añadió, apartando la mirada, azorado, acariciándose la nuca.
Sí, por supuesto que se acordaba. Aquella había sido una de las primeras citas que habían tenido... y también uno de sus primeros viajes, aunque aquel hubiese sido para asistir como participantes del torneo.
—Al menos ya llevas la frente al descubierto —Volvía a mirarla, con una encantadora que hizo palpitar su corazón con fuerza—: es una de las cosas más bonitas de tu carita.
Ella se llevó los dedos a la frente, como siempre hacía cada vez que alguien mencionaba su luna. Aunque antes de que pudiera decir nada, Daruu se había levantado y, sus labios acariciaron los suyos, titubeantes.
—Y... ¿tienes algo pensado? —murmuró, con una risilla—. ¿O nos vamos a la aventura?
Nivel: 34
Exp: 152 puntos
Dinero: 2240 ryō
· Fue 40
· Pod 100
· Res 60
· Int 60
· Agu 80
· Car 40
· Agi 60
· Vol 60
· Des 100
· Per 80
Daruu se rascó la nuca, inocente.
—¿Me has visto cara de tsuchijin? —rio—. No, por supuesto que no tengo nada pensado. No he venido aquí en mi vida. —Se acercó a ella y la cogió de ambas manos, balanceándolas con ilusión—. ¿Qué pasa, no te gusta la aventura? —Se separó de ella un momento, rebuscó en su mochila en busca de su cartera —que convenientemente era negra con orejas de gato—, y luego se dirigió hacia la puerta.
»¡Vamos! —la apremió—. Tengo ganas de conocer la ciudad. ¿Todavía tienes la llave por ahí? Mira que se nos olvida y nos quedamos encerrados...
Nivel: 32
Exp: 71 puntos
Dinero: 4420 ryōs
· Fue 30
· Pod 80
· Res 40
· Int 80
· Agu 40
· Car 50
· Agi 110
· Vol 60
· Des 60
· Per 100
—¿Me has visto cara de tsuchijin? —contestó Daruu, con una carcajada. Ayame había estado a punto de comentar que quizás él había estado allí antes, pero la respuesta del muchacho se le adelantó—: No, por supuesto que no tengo nada pensado. No he venido aquí en mi vida.
Daruu la tomó de las manos, balanceándolas con un gesto tan ilusionado como contagioso.
—¿Qué pasa, no te gusta la aventura?
—Bueno... lo que no me gusta es perderme... —respondió ella, con una risilla nerviosa, mientras Daruu se separaba momentáneamente de ella para sacar de su mochila una curiosa cartera con orejas de gato—. ¡Qué monada! —se le escapó.
—¡Vamos! —la apremió, mientras se dirigía a la puerta—. Tengo ganas de conocer la ciudad. ¿Todavía tienes la llave por ahí? Mira que se nos olvida y nos quedamos encerrados...
Ayame, que había tomado un pequeño bolso de su mochila, le mostró cómo guardaba en él la llave.
—Lo que nos faltaba para terminar de montar el espectáculo: perder la llave y no poder disfrutar de esta magnífica suite —dijo, mientras se colgaba el bolso cruzando su pecho y seguía los pasos de Daruu. Cuando salieron, Ayame se aseguró de cerrar la puerta con llave y volver a guardarla. Pero el ver la cartera de Daruu le había recordado algo, y la muchacha no tardó ni medio minuto en sacar la suya y ofrecer un par de billetes a su pareja—. Me has recordado algo que no había pagado mi parte de la suite. Toma, esto es tuyo.
Nivel: 34
Exp: 152 puntos
Dinero: 2240 ryō
· Fue 40
· Pod 100
· Res 60
· Int 60
· Agu 80
· Car 40
· Agi 60
· Vol 60
· Des 100
· Per 80
—Oh, es verdad —dijo Daruu, y tomó los billetes de Ayame, aunque no sin cierta reticiencia. Se puso todo rojo de vergüenza. Le hubiese gustado invitar él a todo el viaje, pero tenía que reconocer que pagar toda la estancia él solo era demasiado para un simple chunin de Amegakure.
Los muchachos montaron de nuevo en el ascensor y bajaron a la primera planta. Allí, cruzaron el vestíbulo, y al menos Daruu intentó evitar cualquier contacto de miradas con el recepcionista.
Una vez en las calles de Notsuba, Amedama miró hacia un lado, luego hacia otro. Se encogió de hombros, tomó la mano de Ayame y comenzó a caminar en una dirección aleatoria. La que más le gustó tras echar una ojeada a ambos lados de la calle. Se integraron en la marea de gente que recorría las calles cercanas al hotel, y de nuevo, Daruu tomó un giro evitando la muchedumbre.
Acabaron en una bonita y pequeña plaza con una fuente en medio, de piedra. Dos estatuas, con forma de peces, emitían sendos chorros de agua a lado y a lado.
—La verdad es que... no se me ocurre nada más que hacer. Pasear —dijo Daruu, encogiéndose de hombros—. Pero al mismo tiempo, estoy a gusto no haciendo nada. Con... contigo.
Nivel: 32
Exp: 71 puntos
Dinero: 4420 ryōs
· Fue 30
· Pod 80
· Res 40
· Int 80
· Agu 40
· Car 50
· Agi 110
· Vol 60
· Des 60
· Per 100
—Oh, es verdad —respondió Daruu, que tomó los billetes no sin cierta reticencia.
Aunque Ayame no estaba dispuesta a dejar que se negara a que le pagara su correspondiente parte; después de todo, era un viaje de los dos. Y él ya la había invitado a comer anteriormente.
Como si de dos vulgares bandidos se trataran, los dos salieron del hotel tratando de evitar cualquier contacto directo con cualquier persona que se encontrara en aquel momento en la recepción. Una vez en la calle, y sin ningún destino concreto en mente, caminaron cogidos de la mano por las calles de Notsuba. A Ayame no se le escapó el detalle de que, como un gato callejero, Daruu siempre la conducía por los caminos menos transitados, siempre huyendo de las asfixiantes multitudes.
Al final sus pasos los condujeron hasta una plaza bastante bonita, con una pequeña fuente en el medio con dos estatuas que representaban a dos peces que lanzaban chorros de agua hacia lados complementarios.
—La verdad es que... no se me ocurre nada más que hacer. Pasear —dijo Daruu de repente, encogiéndose de hombros—. Pero al mismo tiempo, estoy a gusto no haciendo nada. Con... contigo.
—Es agradable... —asintió ella, aspirando el aire fresco con una relajada sonrisa—. Poder caminar así, sin ningún tipo de preocupación... sólo como dos civiles sin temas de ninjas en la cabeza —se rio—. Oye, ¿de verdad no me vas a contar nada hasta mañana? —le pinchó, con un puchero.
Nivel: 34
Exp: 152 puntos
Dinero: 2240 ryō
· Fue 40
· Pod 100
· Res 60
· Int 60
· Agu 80
· Car 40
· Agi 60
· Vol 60
· Des 100
· Per 80
Daruu rio.
—Te he dicho que no. —Se detuvo un momento, y agarró a Ayame por los mofletes, tonteando con ella—. Además, son también cosas de ninja. Y acabas de admitir lo agradable que es caminar sin ellas en la cabeza. —Le sacó la lengua—. ¿No?
Se sentó al borde de la fuente y señaló detrás de Ayame, en lo alto. Un enorme edificio se alzaba por encima de los otros. Por lo demás, podría haber pasado como otro dojo más.
—El palacio del Señor Feudal es enorme —dijo—. Qué rabia. Un grupo de cabrones que por nacer ya tienen derecho a poseer un pedazo de mundo como si fueran la gran cosa, salvo posar au orondo culo sobre una pila de oro y sangre. Al menos los kages se lo han tenido que ganar antes.
Nivel: 32
Exp: 71 puntos
Dinero: 4420 ryōs
· Fue 30
· Pod 80
· Res 40
· Int 80
· Agu 40
· Car 50
· Agi 110
· Vol 60
· Des 60
· Per 100
Pero, tal y como esperaba, él se rio en respuesta:
—Te he dicho que no. —Daruu detuvo sus pasos y la agarró por los mofletes. Ayame, pillada por la sorpresa, no pudo hacer otra cosa que mirarle con el ceño fruncido mientras seguía jugueteando con sus mejillas—. Además, son también cosas de ninja. Y acabas de admitir lo agradable que es caminar sin ellas en la cabeza. ¿No? —añadió, sacándole la lengua.
Y Ayame se retiró sacudiendo la cabeza.
—¡Jo, no es justo! ¡Con eso de que son "cosas de ninja" me dejas aún más intrigada que antes! ¡Moriré de la expectación! —dramatizó.
Pero Daruu no debía estar escuchándola, o la ignoraba deliberadamente. Se había sentado en el borde de la fuente y ahora señalaba tras su espalda. Cuando Ayame se giró, quedó ante sus ojos el edificio más despampanante de todo Notsuba: un auténtico palacio construido en piedra maciza que aún así conservaba las tradicionales siluetas de los dojos que lo rodeaban. Era como ver a un rey intentando hacerse pasar por un plebeyo.
—El palacio del Señor Feudal es enorme —dijo Daruu—. Qué rabia. Un grupo de cabrones que por nacer ya tienen derecho a poseer un pedazo de mundo como si fueran la gran cosa, salvo posar su orondo culo sobre una pila de oro y sangre. Al menos los kages se lo han tenido que ganar antes.
Ayame suspiró por la nariz y apoyó las manos sobre las caderas, meditativa.
—Es injusto. Tanta gente pasando hambre y en las calles y ellos... —murmuró en voz baja, antes de sacudir la cabeza—. Pero es lo que hay, esta es la sociedad en la que vivimos, y poco podemos hacer por cambiarla. Por mucha rabia que nos dé. Por otra parte, la presencia del Daimyo le da estabilidad al país, poder, favores con los shinobi... y protección frente a otros invasores.
»Además, de ellos depende gran parte de nuestro sueldo —añadió, con una carcajada.
Nivel: 34
Exp: 152 puntos
Dinero: 2240 ryō
· Fue 40
· Pod 100
· Res 60
· Int 60
· Agu 80
· Car 40
· Agi 60
· Vol 60
· Des 100
· Per 80
—Bueno, sí —admitió Daruu, encogiéndose de hombros, y sin embargo añadió—: pero, pensemos por sólo un momento, ¿y si no fuera así? ¿Qué han hecho esos mandamases para merecer preservar el cargo hereditario de por vida?
Daruu se levantó un poco y se acercó a Ayame. Inclinó la cabeza en su hombro, y muy despacio, al oído, dijo:
—¿No serían los kage mejores candidatos para gobernar el país de forma directa? Estos son sólo sanguijuelas.
Nivel: 32
Exp: 71 puntos
Dinero: 4420 ryōs
· Fue 30
· Pod 80
· Res 40
· Int 80
· Agu 40
· Car 50
· Agi 110
· Vol 60
· Des 60
· Per 100
—Bueno, sí —respondió Daruu, encogiéndose de hombros. Sin embargo añadió algo más a su argumento—: pero, pensemos por sólo un momento, ¿y si no fuera así? ¿Qué han hecho esos mandamases para merecer preservar el cargo hereditario de por vida?
Ayame le miró de reojo, casi con prudencia, cuando Daruu se incorporó un poco y se acercó a ella. Inclinó la cabeza sobre su hombro y entonces las palabras acariciaron su oído:
—¿No serían los kage mejores candidatos para gobernar el país de forma directa? Estos son sólo sanguijuelas.
Ayame se volvió de golpe hacia él, contemplándole con ojos como platos, horrorizados.
—¿Qué estás...? —le susurró, alarmada ante sus palabras. Pero la pregunta no llegó a completarse en sus labios. Porque, ¿cuál era la pregunta realmente? ¿Qué demonios estás planeando? ¿Qué estás insinuando? ¿Es que te has vuelto loco?—. Daruu... eso no tiene gracia...
Nivel: 34
Exp: 152 puntos
Dinero: 2240 ryō
· Fue 40
· Pod 100
· Res 60
· Int 60
· Agu 80
· Car 40
· Agi 60
· Vol 60
· Des 100
· Per 80
Daruu se apartó de Ayame, se encogió de hombros, y alzó los brazos, flexionados, con las palmas de las manos apuntando hacia arriba. Negó con la cabeza, sonriendo.
—Tranquila, tranquila —rio—. Parece mentira que pienses que yo podría hacer algo. Sólo opino, así, entre tú y yo. Soy un Amedama. —Se señaló con el pulgar y guiñó un ojo—. Tenemos la lealtad metida hasta la médula. —No obstante, por supuesto, sí que pensaba que los Señores Feudales estaban ahí nada más que para ocupar el cargo, y por supuesto, también que los Kage desempeñarían mucho mejor dicho papel. Aunque claro, si se trataba de establecer relaciones comerciales con otros países, mejor que la Señora Feudal fuera Shanise, y no Yui.
Daruu ofreció la mano a Ayame.
—¿Seguimos paseando? —dijo. Luego, ahogó un grito, y señaló al otro lado de la plaza. Había un carrito con....—. ¡Eh, mira, Ayame! ¡Algodón de azúcar! Nunca lo he probado, ¿podemos, podemos? —La cogió de ambas manos y dio un par de botes, como un niño pequeño.
Nivel: 32
Exp: 71 puntos
Dinero: 4420 ryōs
· Fue 30
· Pod 80
· Res 40
· Int 80
· Agu 40
· Car 50
· Agi 110
· Vol 60
· Des 60
· Per 100
Él se apartó, encogiéndose de hombros y alzando las manos en un gesto que pretendía ser tranquilizador.
—Tranquila, tranquila —rio—. Parece mentira que pienses que yo podría hacer algo. Sólo opino, así, entre tú y yo. Soy un Amedama. Tenemos la lealtad metida hasta la médula —añadió, golpeándose en el pecho con el dedo pulgar.
Pero Ayame entrecerró los ojos.
—Eso es, precisamente, lo que me preocupa —replicó, pensando en lo arrojado del carácter de su madre o en el momento en el que Daruu había intentado acuchillar a Uchiha Akame por la espalda.
Daruu le ofreció la mano, y ella la aceptó sin ningún tipo de reparo.
—¿Seguimos paseando? —le dijo, pero entonces ahogó un grito y señaló al otro lado de la plaza. Y cuando Ayame siguió su dedo con la mirada vio a lo lejos un carrito lleno de colores rosas y azules brillantes que vendía lo que parecían ser...—: ¡Eh, mira, Ayame! ¡Algodón de azúcar! Nunca lo he probado, ¿podemos, podemos? —preguntó, como un niño pequeño, y Ayame no pudo evitar reírse ante la inusual muestra de ilusión de su pareja.
Sin embargo, sus ojos castaños brillaban con la misma fuerza cuando ella misma respondió:
—¡Sí! ¡Yo también quería probarlos desde hacía mucho tiempo! —Para dos Amejines, que provenían de un lugar siempre húmedo, siempre mojado, la presencia de unos algodones de azúcar era tan exótica como ver palmeras en la nieve. Después de todo, el azúcar no era amiga del agua...—. ¡Vamos, vamos! —exclamó Ayame, tirando del brazo de Daruu con fuerza.
Nivel: 34
Exp: 152 puntos
Dinero: 2240 ryō
· Fue 40
· Pod 100
· Res 60
· Int 60
· Agu 80
· Car 40
· Agi 60
· Vol 60
· Des 100
· Per 80
Donde Daruu era el que pedía, ahora Ayame era la que tiraba. A la muchacha no le hizo falta demasiado esfuerzo para que Daruu, por su propio pie, corriese detrás de ella hasta el puesto de algodón de azucar. Los había de dos colores, y como Daruu conocía a Ayame muy pero que muy bien, se adelantó y pidió uno rosa y uno azul. Para ella.
Unos minutos después, ambos caminaban felices, cogidos de la mano, degustando aquella chuchería de Notsuba como críos.
—Es como morder... aumpf. —Le dio un bocado a su algodón—. Ef jomo mozded ufa nufe. —Tragó—. Pero cuando la masticas se convierte en dulzor puro. ¡Está buenísimo!
|