Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
—Bueno, ¿no esperarías que iba a dejar para más tarde lo que podemos hacer ahora, no? Ya me has mostrado tu corazón, pero todavía tienes que enseñarme de qué eres capaz. Por mucha tierra que te eches encima, estoy segura de que no has aprobado el examen de graduación haciendo trampas.
Pues la verdad es que por unos instantes lo pensó, el genin no confiaba de sobremanera en sus capacidades, pero no hizo falta. Recordaba cómo el examen no fue gran cosa, Itona había hecho un trabajo decente. Tras acabar los dos el té helado marcharon al Jardín de los Cerezos. Ya ahí la maestra parecía que estaba oteando la zona, buscaba algo.
—Humm... ¡Ah, ahí! —Acto seguido salió corriendo.
—¡Espéreme Junko-sensei! —El kazejin la siguió todo lo rápido que podía y se dio cuenta de que ella no estaba corriendo a su máxima velocidad.
Llegaron a una plaza circular cerca del sendero principal, rodeada de bellos cerezos. En el centro de esta plataforma se encontraba la Uzumaki.
—¡Venga, Takumi! Si sólo ha sido una carrerita. En la Academia te han enseñado a batirte en duelo, ¿no?
—¿¡Ehh!? ¿Batirse en duelo? A ver si... Pero no se si voy a poder hacer algo contra usted.
—¡Anda ya! ¿No serás un gallina, no? —picó la sensei, guiñándole un ojo mientras le sacaba la lengua con gesto infantil—. ¡Échale bemoles! Será un duelo amistoso, a primera sangre, como mandan las tradiciones. ¡No te haré daño! Bueno, no mucho, jijiji
La Uzumaki se colocó en guardia, con su único brazo sano alzado y dispuesto en una postura marcial. Sus ojos estaban fijos en Takumi, esperando a que el muchacho se colocara en su lugar —a unos cinco metros del centro de la plaza, y a diez de Junko— y realizase el consabido Sello de la Confrontación para dar comienzo al duelo.
—¿Qué se hace primero de nada? —preguntó Junko, formando el Sello de la Confrontación con su mano diestra y realizando una leve inclinación de cabeza.
—¡Anda ya! ¿No serás un gallina, no? ¡Échale bemoles! Será un duelo amistoso, a primera sangre, como mandan las tradiciones. ¡No te haré daño! Bueno, no mucho, jijiji —«Ayyy... Esa risa me da mala espina...»
—¡Entendido Junko-sensei! —Exclamó Takumi antes de colocarse en su sitio, a cinco metros del centro frente a su maestra.
—¿Qué se hace primero de nada? —Le interrogó la Uzumaki mientras formaba el Sello de la Confrontación con su única mano e inclinaba levemente la cabeza.
El genin respondió con el mismo sello y con otra inclinación de cabeza, siguiendo las normas de los combates amistosos. Su corazón latía con fuerza, sabía que no iba a poder hacerle frente a la chūnin pero se iba a esforzar para hacerlo lo mejor que pudiera, quería demostrar que había venido desde tan lejos para convertirse en un gran shinobi.
—¡Prepárese Junko-sensei, no le voy a dar cuartel! —Dijo a la pelirroja, mientras una confiada sonrisa se le dibujaba en la cara.
Inmediatamente sacó de su portaobjetos un pergamino pequeño, lo abrió y aprovechando el humo de la liberación ancló sus hilos de chakra a Mono. Entonces de un humo que ya se estaba disipando salió disparada hacia Junko una marioneta de aspecto simiesco, con sus brazos hacia atrás buscando encajar un corte en su tren inferior.
- PV:
90/90
–
- CK:
100/110
–
-10
–
Regeneración dividida
–
- Daño provocado: 16PV por corte.
- Acciones ocultas:
- Bandana (en la frente)
- Portaobjetos básico (en la parte delantera izquierda del cinturón) [4/10]
Pergamino Pequeño
Kunai x2
Veneno común
- Marioneta Básica
¤ Ippan no Fūinjutsu ¤ Técnica de Sellado General - Tipo: Apoyo - Rango: C - Requisitos:Fūinjutsu 15 - Gastos: 10 CK (sellado de objetos y armas), 5 CK (liberar) - Daños: - - Efectos adicionales:
Sella objetos y armas en pergaminos
(Fūinjutsu 30) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en pergaminos. Además, puede guardar gases venenosos, líquidos...
(Fūinjutsu 60) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en cualquier tipo de recipiente (preguntar a un administrador para saber qué recipiente podría ser válido, solo es posible sellar 1 objeto), y en su propio cuerpo (1 por cada 10 de Inteligencia)
- Sellos: Buey → Serpiente → Tigre → Jabalí → Carnero (mantenido durante unos segundos) - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: (ver descripción)
Técnica estándar de fūinjutsu, que utilizan muchos shinobi con diferentes niveles de maestría en técnicas de sellado. Los ninjas con un nivel de maestría bajo son capaces de sellar objetos y armas, normalmente de tamaño pequeño o mediano, y únicamente en pergaminos. Los ninjas de nivel medio son capaces de sellar muchos tipos de sustancias distintas en pergaminos. Los ninjas de nivel alto, en su propio cuerpo o incluso en recipientes.
La técnica no funciona instantáneamente. Para sellar objetos en un pergamino, se ha de abrir ese pergamino. En el caso de querer guardar algo en el propio cuerpo, no es necesaria tanta preparación. Para guardar cosas en un recipiente externo, se ha de disponer de uno válido (obviamente). En cualquiera de los tres casos, se ha de estar a menos de tres metros de donde se va a sellar el objetivo, y a menos de diez del objetivo. Una vez realizados los respectivos sellos, se mantiene el último y el objetivo se deshace en una masa de chakra, que viaja a velocidad moderada hasta introducirse dentro del lugar donde se desee sellar. Entonces aparece la marca deseada, y el sellado se completa.
Se ha de remarcar que esta técnica de sellado no dispone de una clave para nada complicada. Los sellos podrán ser rotos y su contenido liberado por cualquier practicante de fūinjutsu con suficiente maestría (15, 30 ó 60).
¤ Kugutsu no Jutsu ¤ Técnica de las Marionetas - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos:Kugutsu Butai 10 - Gastos: Coste de activación de la marioneta (divide regen. de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Permite controlar una marioneta - Sellos: - - Velocidad: - - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo (clavar los hilos), 15 metros de longitud
Exclusivo estilo de Ninjutsu. Esta técnica utiliza hilos de chakra para controlar marionetas. Dado que la mayoría de los marionetistas usan sus manos para manipular sus armas, si estas se encuentran dañadas la técnica puede ser neutralizada. Y debido a que los movimientos de la marioneta se basan en los mecanismos que se han instalado en el interior, lo que interfiere con dichos mecanismos pueden paralizar completamente la marioneta.
La capacidad del usuario con respecto al número de marionetas que es capaz de utilizar estará determinada por la siguiente fórmula: se pueden usar Destreza/10 marionetas, con un máximo de 10 (una por cada dedo).
La Uzumaki ensanchó su sonrisa cuando vio a su pupilo prepararse para la inminente batalla. El marionetista liberó a su artilugio de guerra sacándolo de un pergamino —«así que sabes algo de técnicas de sellado, no está mal, Takumi»— y le adhirió unos hilos de chakra para controlarla. Claro que Junko no había sido capaz de verlos, pero en su corta experiencia se había enfrentado a algún que otro especialista en Kugutsu Butai y sabía a qué se atenía.
Flexionó las rodillas y esperó la acometida. La marioneta de Takumi se lanzó a por ella con una de sus cuchillas en ristre, y la respuesta de su sensei fue empuñar un kunai de su portaobjetos con su únic mano. La Uzumaki esperó, paciente, a que aquel constructo lanzase su ataque para bloquearlo con precisión; los filos de acero chocaron y unas tímidas chispas saltaron en el aire. Junko ejecutó entonces su contraataque, saltando hacia un lado para darle una patada a la marioneta de Takumi con su pierna derecha.
La chūnin detuvo sin dificultad la acometida de Mono, incluso había quedado bonito con unas ligeras chipas saltando de la confrontación de sus aceros. Cómo se esperaba de un shinobi experimentado, por mucho que le faltara una extremidad, reaccionó rápidamente con un contraataque; tras un salto su pierna derecha se movió hasta dar una patada en el costado de la marioneta. «¡Mierda! Tengo que tener más cuidado, si no Mono va a acabar destrozado en nada.» Pese a ser una patada normal el kazejin dudaba que la marioneta aguantara más de dos o tres golpes de ese estilo sin convertirse en astillas.
Tras encajar el golpe estabilizó a su marioneta, la cual del golpe se había desplazado un par de metros, y dirigiéndola rápidamente con sus hilos hizo que rodeara a la Uzumaki desde su derecha. Buscaba encajar un golpe con sus cuchillas en la parte izquierda de la espalda, dónde le faltaba el brazo y le podía ser más complicado defenderse.
- PV:
90/90
–
- CK:
100/110
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+5
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Regeneración dividida
–
- Daño provocado: 12PV por penetración.
- Acciones ocultas:
Junko notó el tacto duro de la madera ofreciendo resistencia en su espinilla, y eso la hizo sonreír. No recordaba la última vez que había combatido y, aunque Takumi se trataba de un simple genin —su alumno, para más señas— al que la chūnin no planeaba apalizar de forma abusona, se sentía bien volver al ruedo. Estaba lejos de su pico de forma y de hecho dudaba que pudiera volver a llegar a ser tan fuerte como antes de lo sucedido durante la Revuelta de Zoku... Pero, para Junko, la vida se trataba de saber aprovechar las pequeñas alegrías. Y ella lo intentaba con todas sus fuerzas.
—¡Bien! ¿Intentando atacarme por mi flanco débil, eh? —exclamó, jubilosa, cuando vio a aquella marioneta tratar de rodearla por el costado izquierdo—. ¡KYYYA!
Con aquel peculiar grito de guerra, Junko se agachó rápidamente para dejar que las cuchillas del constructo pasaran sobre su coronilla, rasgándole apenas un par de hebras de pelo. Luego se incorporó, aprovechando el impulso para sacudirle otra patada a la marioneta, mandándola un par de metros más allá y haciendo saltar astillas.
—¡Alehop!
Takumi apenas fue capaz de captar el veloz movimiento de su único brazo, que restalló en su dirección como un látigo, mandando a volar aquel afilado kunai directo hacia el joven genin.
- PV:
220/220
–
- CK:
250/250
–
- Daño provocado: 17 PV/patada (a Mono), 8 PV/corte superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración (a Takumi)
- Acciones ocultas:
—¡Bien! ¿Intentando atacarme por mi flanco débil, eh? ¡KYYYA! —La chūnin en un instante esquivó con facilidad el golpe y contraatacó con otra patada directa a la marioneta del kazejin, alejándola unos metros. —¡Alehop!
El segundo golpe dejó a la marioneta para el arrastre, aún seguía en pie pero no le quedaba ni media patada. Mono estaba astillado por todas partes, sus dos piernas parecían haber dejado de ser funcionales y uno de los brazos estaba parcialmente separado del torso, limitando su funcionalidad. «Mierda... Es muy rápida. Mono no aguantará ningún golpe más, suerte que me queda un as bajo la manga.»
Mientras el marionetista divagaba en su mente, buscando la manera más adecuada de proceder observó de milagro que el brazo de la Uzumaki realizó un veloz movimiento, disparando el kunai directo hacia Takumi.
—Aaa... ¡Aayyy! —Al genin únicamente le dio tiempo a gritar mientras se cayó de culo, buscaba esquivar el kunai y esa fue la forma más rápida con la que su cabeza le permitió actuar. —Ufff, estuvo cerca, suerte que lo esqui... —Y en ese instante un pequeño reguero de sangre le recorrió la frente, bajando por el lado izquierdo.
«Joder, parece que no aprendo... Tengo que tener más cuidado y prestar más atención a la batalla, parece que ha sido un corte superficial en la cabeza pero si llego a tardar un poco más se me podía haber clavado de lleno.» Se recompuso lo más rápido posible y acto seguido mandó a su marioneta de vuelta a su sensei.
—¡No se piense que me voy a dar por vencido Junko-sensei! —Gritó mientras hacía volar la marioneta pegada al suelo, pero esta vez no atacaría directamente, si no que a medio metro de Junko elevaría a Mono para buscar cortarla con sus garras de abajo hacia arriba.
- PV:
82/90
–
-8
–
- CK:
105/110
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+5
–
Regeneración dividida
–
- Daño provocado: 8PV por corte.
- Acciones ocultas:
—¡No espero que lo hagas! —le contestó la sensei, poniéndose en guardia.
Los ojos claros de Uzumaki Junko siguieron el movimiento de aquella marioneta mientras Takumi la dirigía hacia ella. «¿Otro ataque directo? ¡Eso no funcionará!» Esperó al momento justo, y entonces, cuando aquel constructo de madera dirigía sus cuchillas hacia el estómago de la chūnin en un ataque ascendente, ella se echó hacia atrás de un rápido salto. Las navajas de Mono cortaron el aire, y a cambio la marioneta recibió un puñetazo directo en su centro de masa que terminó por destrozarla completamente.
Las astillas volaron por el aire, Takumi notó cómo su marioneta se estremecía a través de los hilos de chakra, y finalmente cayó al suelo. Aunque los daños no eran tan graves como para resultar irreversibles, estaba claro que el marionetista no podría seguir usando a su mejor aliado durante ese entrenamiento... Y que probablemente iba a tener que pasar un buen rato reparándola después.
—¡No te despistes, Takumi! —la voz de su sensei le taladró los oídos—. ¡KYAAAA!
¿Cuándo se había colocado a su lado? Takumi podría jurar que sólo unos momentos antes, Junko se encontraba a unos sanos diez metros de él. La agilidad de la Uzumaki en velocidad punta de carrera era demasiado para los sentidos poco entrenados de Takumi, que apenas percibió una sombra antes de recibir una patada en la espalda que buscaba tirarlo de boca contra el suelo.
Parecía que el ataque iba a conectar, pero la pelirroja se apartó con gracilidad y conectó un puñetazo que hizo que Mono de desbaratara en un montón de astillas. La marioneta cayó al suelo, estaba completamente inutilizada, tendría que pasar a su otra estrategia.
—Mierda, tengo que tener mas cui... —No pudo acabar la frase, pues la voz de la Uzumaki le penetró los tímpanos.
—¡No te despistes, Takumi! —«¿Eh? ¿Pero dónde está?» —¡KYAAAA!
Para el momento en el que Takumi se dio cuenta de lo que estaba pasando recibió una patada en la espalda que lo llevó de morros contra el suelo, cosa que aprovechó el kazejin para tras la caída dar una aparatosa voltereta en el suelo y alejarse lo más que pudiera de su maestra. Estaba algo dolorido, pero ya alejado se recompuso lo más rápido que pudo y se puso mirando hacia ella mientras jadeaba. «Es muy rápida... No he podido ni verla, es como si se hubiese teletransportado...».
El genin con la situación de quedarse sin su principal medio de combate procedió a sacar un par kunai de su portaobjetos y conectó a sendas anillas dos hilos de chakra. Acto seguido dirigió sus filos hacia la chūnin, uno por la izquierda y otro por la derecha, haciendo un arco con cada uno.
- PV:
67/90
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-15
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- CK:
83/110
–
-22
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Regeneración dividida x2
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- Daño provocado: 36PV por penetración en caso de golpear los dos kunai, si sólo golpea uno 18PV.
- Acciones ocultas:
- Bandana (en la frente)
- Portaobjetos básico (en la parte delantera izquierda del cinturón) [4/10]
Pergamino Pequeño
Kunai x2
Veneno común
- Marioneta Básica
¤ Chakura no Ito ¤ Hilos de Chakra - Tipo: Apoyo - Rango: C - Requisitos:Kugutsu Butai 20 - Gastos: 11 CK por conexión (divide regen. de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Permite mover objetos, articulaciones o incluso una persona entera (ver descripción) - Sellos: - - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo (clavar los hilos), 15 metros de longitud
Técnica que se utiliza generalmente por los miembros de esta brigada para enseñar a sus alumnos a controlar sus marionetas en la batalla. Cuando un alumno adquiere suficiente experiencia es capaz de usar los hilos para más cosas que manejar marionetas básicas, como mover objetos de posición, o las extremidades de un enemigo para hacerlo tropezar o desviar un ataque (el hilo desaparece cuando se ha realizado el movimiento en este último caso). Dado que estos hilos están constituidos a partir de chakra muy concentrado, son visibles para el ojo común.
(Kugutsu Butai 40) El usuario puede desplazar a una persona de sitio voluntariamente, o involuntariamente si su Poder es mayor que la Fuerza del objetivo.
La Uzumaki no atacó inmediatamente, sino que observó a su alumno que torpemente se revolcaba por el suelo —su agilidad y su destreza eran insuficientes para realizar una maniobra tan apurada justo después de haber sido golpeado—, buscando poner desesperadamente más tierra de por medio. Estaba claro que aquel muchacho confiaba mucho en sus capacidades de combate a media y larga distancia, acostumbrado como estaba a pelear usando su constructo, pero Junko iba a enseñarle una lección: a veces, cuando la batalla se torna desfavorable, un buen ninja tenía que adapt...
—¡Eh, cuidado con eso!
¡El muy jodío había usado su control con los hilos de chakra para atacarle con dos kunais desde la lejanía! Junko no pudo evitar sonreír: desde luego que no se había equivocado calando a Takumi. Aquel chico tenía madera, y no sólo buen corazón, sino también una sesera que le funcionaba.
La sensei se limitó a agacharse con rapidez, casi besando el suelo, para dejar que ambos cuchillos pasaran sobre ella y terminaran chocando entre sí, produciendo un eco metálico. Entonces, aprovechando su posición de velocista, Junko salió disparada hacia Takumi; éste la vió, al menos, mejor que la vez anterior... Como una silueta que se le acercaba a la carrera buscando conectarle una patada voladora en el pecho.
Como era de esperar la Uzumaki esquivó sin mucha dificultad sendos kunai agachándose, dejando que los aceros chocaran entre ellos dejando un eco metálico. Pese a que no le supuso un gran problema evitar el ataque parecía que no se esperaba este escenario.
—¡Eh, cuidado con eso!
—¡Ya le avisé de que iba a ir con todo! —Respondió en tono jocoso el genin.
Pero la actitud burlona acabó pronto, en el momento que vio como su sensei iniciaba una carrera hacia él. Pudo apreciar una silueta, casi cual sombra, que se aproximaba y buscaba conectar una patada voladora. «No... ¡No, no, no!»
Takumi intentó esquivar el golpe echándose a un lado, pero la velocidad de la chūnin superaba con creces a la de su alumno y el golpe conectó en el lado izquierdo del cuerpo, entre el pectoral y el hombro.
—¡Agh! —Dio un pequeño grito de dolor al caer un par de metros de dónde le conectaron la patada.
Acto seguido se puso en pie, sabía que no podía ganar, pero tenía que dar lo mejor. Junko sabría parar en el momento adecuado y el kazejin tenía que demostrarle que podía convertirse en un gran shinobi. Ya recompuesto, mientras jadeaba sonoramente, ideó un plan para pillar desprevenida a su maestra. Los kunai seguían conectados por los hilos de chakra y se habían quedado detrás, por lo que los dirigió con un leve movimiento de dedos hacia la espalda de su contrincante, uno hacia su espalda y el otro hacia sus piernas.
- PV:
52/90
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-15
–
- CK:
85/110
–
+2
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Regeneración dividida x2
–
- Daño provocado: 36PV por penetración en caso de golpear los dos kunai, si sólo golpea uno 18PV.
- Acciones ocultas:
Junko advirtió un leve movimiento en los dedos de la mano de su alumno; los kunais, los hilos de chakra. Dos mas dos. La Uzumaki se volteó rápidamente para intentar ver venir el ataque que esperaba desde la retaguardia, donde había dejado fuera de su campo de visión el arma de su oponente como una maldita novata. Cargó chakra en las piernas para intentar evadirlo en cuanto sus veloces ojos confirmaran la dirección del ataque, pero entonces...
... se dio cuenta de que había hecho la cuenta un segundo más tarde de lo que necesitaba. La chūnin se apartó de un salto, sí, evitando que aquellos puñales se le clavaran en la espalda. Pero uno de ellos le rozó las costillas, por el lado derecho, rasgando su chaleco militar. Cuando la kunoichi aterrizó, a un par de metros de su posición inicial, Takumi pudo ver una gran sonrisa en su rostro.
—¡Yeha! ¡Eso es! —vitoreó Junko—. Eso es lo que quería ver. Sabías que no tenías posibilidad de ganar, estabas mordiendo el polvo a base de bien y tus opciones eran limitadas. Pero has mantenido la calma y has buscado una forma de ganar. ¡Gran trabajo!
La sensei se acercó a su alumno y le ofreció su única mano buena para ayudarle a levantarse.
—No importa lo que veas u oigas por ahí, Takumi. Lo que marca la diferencia entre la vida y la muerte para un ninja es saber no darse por vencido —le regaló aquel consejo—. Va, recoge tus kunais, ¡te has ganado una invitación a almorzar!
Y por fin uno de sus ataques conectó, no fue más que uno de los kunais rasgó a la pelirroja el chaleco militar, pero había conseguido al menos hacer algo. «¡Por fin joder!» Al aterrizar la chūnin en el suelo el kazejin pudo ver una gran sonrisa en ella, no parecía que el combate fuera a continuar.
—¡Yeha! ¡Eso es! Eso es lo que quería ver. Sabías que no tenías posibilidad de ganar, estabas mordiendo el polvo a base de bien y tus opciones eran limitadas. Pero has mantenido la calma y has buscado una forma de ganar. ¡Gran trabajo!
Takumi mientras jadeaba, este enfrentamiento le había dejado agotado, había dado lo mejor de sí mismo. La Uzumaki se acercó a él y le ofreció su mano para levantarse.
—No importa lo que veas u oigas por ahí, Takumi. Lo que marca la diferencia entre la vida y la muerte para un ninja es saber no darse por vencido.
—¡Muchas gracias Junko-sensei! —Agradeció la perla de sabiduría de su maestra con una reverencia, una vez levantado con la ayuda de esta última.
—Va, recoge tus kunais, ¡te has ganado una invitación a almorzar!
—E... ¿Enserio? —Una gran sonrisa se le dibujó de oreja a oreja, tenía mucha hambre después de la pelea. Sus kunai volaron hacia su portaobjetos, dirigidos por los hilos de chakra plateado y ya con los aceros guardados miró a los ojos a Junko. —Muchísimas gracias de verdad, siendo sincero esto me ha dejado hambriento.
—Pues no se diga más. Conozco un sitio de buffet que está para morirse, ¿te gusta el sushi? Hacen un sushi buenísimo con pescado de las Islas del Té —explicó la sensei mientras Takumi recogía sus utensilios y los restos astillados de su marioneta—. ¡Ah! Pero primero...
Ni corta ni perezosa Junko realizó algunos estiramientos —siempre había que estirar después de combatir, so pena de contracturarse—, esperando que su pupilo la siguiera. Si alguien hubiera pasado por allí en ese mismo momento, podría haber jurado que aquellos dos ninjas estaban en mitad de una clase de yoga al aire libre.
—Pues no se diga más. Conozco un sitio de buffet que está para morirse, ¿te gusta el sushi? Hacen un sushi buenísimo con pescado de las Islas del Té.
—No lo suelo comer a menudo pero no es algo que me disgust... —No pudo acabar la frase.
—¡Ah! Pero primero... —La maestrá le cortó y comenzó a hacer una serie de estiramientos, sin avisar ni nada.
«Es peculiar esta sensei que me han asignado, pero no se... Tengo una corazonada de que va a salir bien.» El kazejin sin cuestionar nada comenzó a imitar los estiramientos que la Uzumaki estaba realizando. Claro que había que estirar tras hacer ejercicio, pero antes de empezar el combate no es que hubieran hecho nada siquiera. Aunque, ¿quién era él, un genin recién llegado de un país conflictivo, para cuestionar a una chūnin natural de la Aldea, y del clan más representativo de la misma para más inri?