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**Sama-sama** · 20/01/2016, 10:59

Todos los participantes y visitantes fueron notificados del día y la hora en la que se celebraría la primera ronda del Torneo de los Dojos. Los participantes fueron reunidos en un punto de reunión a la salida de la ciudad y fueron conducidos hacia el estadio.

Era un edificio enorme, construído enteramente por vigas de madera y piedra, muy cuidadas. Se notaba que era nuevo, no sólo por la perfección de su estructura y la evidente falta de daños, propios de un lugar donde se combate, sino además evidente por el olor a fresno y a barniz que despedían las paredes cuando les fue cedida la entrada.

Les hicieron un tour muy rápido para que se hicieran a la idea del terreno donde iban a pelear. Por dentro, el estadio parecía todavía más amplio de lo que lo hacía por fuera. La arena era de hierba verde y tierra clara, suelta. Habían dispuesto, para hacer más animados los encuentros, dos pilares cilíndricos, de cinco metros de ancho y tres de alto, separados por tres metros, de piedra. Había un círculo pintado blanco en el centro de ambos pilares, en los que era obvio que tendrían que colocarse los combatientes cuando les tocara pelear.

A ambos lados del estado habían dos gradas que abarcaban casi toda la circunferencia, de bancos de madera ascendentes. Y en perpendicular con los cilindros, dos grandes muros de roca con una estancia hueca elevada. Según les habían explicado, en una de ellas se alojarían los tres kage, el dueño de los dojos y su seguridad. En la otra, los señores feudales y nobles invitados, también con su seguridad.

Los participantes fueron separados y conducidos a través del interior del estadio alrededor de la circunferencia por un pasillo de madera. A cada uno le tocó una puerta. Una sala, con otra puerta más, más grande, y un banco para tomar asiento. Era obvio que cuando la puerta se abriera, llegaría el turno de uno o de otro.

Aquél rato probablemente se les hizo interminable. A unos más que otros, porque tenían varias peleas por delante, y no podían ver el transcurso de las mismas.

Pero finalmente...

—¡Uchiha Nabi! ¡Hanaiko Daruu! —anunció una voz—. ¡Os toca!

La puertas de piedra se abrieron, y llegó la hora de pelear.

**Amedama Daruu** · 23/01/2016, 19:46

Allí estaba él, sentado en la bancada de la salita del interior del estadio. Él, que había empezado por tomarse aquél torneo sólo como una oportunidad de conocer habilidades nuevas y disfrutar de unos cuantos retos. Allí estaba él, de pronto deseándose vencedor del encuentro que iba a tener lugar, y que le enfrentaría a un compañero de su villa o a un homólogo de las otras dos. Incluyendo de la que para él era nueva.

Takigakure. Aquella aldea, diciéndose bajo el yugo de aquella otra, aquella que había utilizado el Kyuubi y que sin quererlo se había clavado el filo de su propia espada. Todo le resultaba extremadamente sospechoso, incluso habría podido jurar que había sido la propia Taki la que habría acabado con Kusagakure en venganza. ¿Pero qué interés tendría Takigakure de ocultarlo si de verdad había sido tan mala persona Moyashi Kenzou?

Daba igual. Al fin y al cabo era un genin, y su papel en ese momento era el de participante de un torneo de sparring.

Conocía a algunos participantes. Además de a su amiga y vecina, Ayame, claro. A Yota lo había conocido hacía nada. Había un pelirrojo que había ido a la Academia con él, estaba seguro, pero no recordaba su nombre. Y había un rubio que le resultaba extrañamente familiar, aunque no recordaba de qué.

¿El de la torre de madera? No, ese se llamaba Blame, y era de Kusa. ¿Habría muerto Blame con todos los demás, a todo esto? Recordaba lo que le había advertido Seremaru, ¿y si había tenido algo que ver?

—¡Habaki Karamaru, Sasagani Yota! ¡Os toca!

El primer combate. Cuando escuchó el nombre de Karamaru, supo que era alguien de su villa. Pero sólo lo conocía por el nombre. Y no sabía dónde lo había oído. ¿Qué tal le iría al bebemeados, también?

Prefería que ganase Karamaru, pero sólo porque representaba a su villa.

Pasó el tiempo y siguió dándole vueltas al aspecto de aquél rubio. Aquél rubio tenía que haberse cruzado con él en algún momento, ¿pero cuándo? ¿Quién era?

—¡Uchiha Nabi, Hanaiko Daruu! —anunció de nuevo el comentarista. Y las puertas de piedra se abrieron, y le cegó la luz y el calor del público.

«Uchiha Nabi, Uchiha Nabi... ¿De qué me suena ese nombre, joder?»

Hoy era el día de cosas que le suenan a Daruu pero que no recuerda. Y ahora estaba demasiado nervioso como para ponerse a divagar en ello y pelear al mismo tiempo, así que supuso que averiguaría la identidad del tal Uchiha Nabi y la de aquél rubio al mismo tiempo más adelante. Salió por las puertas abiertas y el público le recibió con un entusiasta grito.

Miró alrededor intentando localizar a su madre, pero había tanta gente que era una misión imposible. Caminó a la plataforma con las rodillas temblándole como si fuera la primera vez que fuese a pelear contra alguien.

«Tranquilízate, Daruu, joder... Será como cualquiera de tus entrenamientos en la Academia. Si te han traído aquí es porque puedes al menos rivalizar con ellos. Venga, no será tan malo, venga...»

Saltó y aterrizó en el círculo de piedra que le correspondía, y esperó a su rival.

«Uchiha... Nabi. No, no sé quién es. Definitivamente. Será un dejavu de esos.»

**Inuzuka Nabi** · 24/01/2016, 16:02

¿Un asiento? ¿En serio? ¡¿Como demonios voy a estar sentado cuando en cualquier momento voy a tener que salir ahi y combatir con un extraño?!

En sus pensamientos no habia rastro de nerviosismo ni miedo, sino de ansia e impaciencia. Queria salir ya y queria tener un combate digno, que cuando acabe pueda pensar, he llegado a mi limite, he tenido una confrontación digna. Dios que ganas tenia, estaba harto ya de esperar. Habian pasado dos eternidades mientras daba vueltas inquieto por la pequeña habitación, ni siquiera se habia planteado sentarse en el banco. De hecho tenia que usar toda su concentración en no activar el sharingan ya. ESTABA MUY TENSO.

Repasaba mentalmente sus posibles enemigos, Juro y Kazuma, eran un objetivo pendiente, ese amigo de toda la vida con el que nunca te planteas pegarte hasta que estais en un torneo donde la cosa no es opcional ni elegible. Conociendolos a los dos, probablemente no fueran combates tan interesantes. Eri, ni de coña, habia una parte de él que queria medir fuerzas con ella, otra parte que estaba acojonada porque aún recordaba el ostion que se llevo, pero la mayor parte se negaba en rotunda a pelearse con ella. Era como coger tu ordenador nuevo y darle una ostia contra el suelo para ver si se rompe.

Despues estaban los locos de la noche de los templos, dios, que locura habia sido esa. Solo habia uno al que queria encontrarse de esos, aquel maldito Uchiha, ojala le tocara contra él. Su sangre de Uchiha hervia con solo pensarlo. Habia pasado relativamente poco tiempo desde el anuncio de un tal Yota y un tal Karamaru, el nombre de Yota era demasiado común para el gusto del rubio. Entonces una voz liberador resonó como una musica celestial en los timpanos de Nabi.

—¡Uchiha Nabi! ¡Hanaiko Daruu! —anunció una voz—. ¡Os toca!

Sí, sí, sí, sí. Espera, Hanaiko Daruu... Sa... oj, él.

Como para olvidar al maldito Amegakuriense que le soltó "POS ZI KIZIERA TE REBENTABA LA VOKA". Sí, aquel maderero cabrón. ¡Era perfecto, joder! Cada celula de su cuerpo ardia en deseos de comenzar aquella batalla. Tanto, que no pudo aguantar más su sharingan, que apareció en sus ojos incluso más impacientes que antes. La luz exterior entró al abrirse la puerta, pero poco la importó al Uchiha, que salió al ruedo con el publico aclamando en busca de sangre.

Él no oia nada, todos sus instintos estaban centrado en encontrar con su vision a aquel muchacho. Tenia que ser el que él recordaba. Y así era. Su rostro mayormente impenetrable dibujaba una pequeña sonrisa de disfrute. Estaba realmente ansioso por ese combate. ¿Cuanto hacia que no tenia una batalla digna? De hecho ¿alguna vez la habia tenido? Desde que se habia vuelto Genin no habia tenido un enfrentamiento shinobi como Itachi-sama manda.

De un salto se plantó en su puesto encima del pilar más cercano. En el otro se encontraba un muchacho de pelo mal peinado de color azabache. Parecia nervioso o desconcertado. Era lo normal, estaban en su primer torneo, ante miles de trillones de gente y los kages. Pero él solo podia pensar en como despellejar a su rival.

¡Hanaiko Daruu! ¡Espero que estes a la altura de lo que me prometiste! Seria una lastima que esta pelea fuera un fiasco. Pase lo que pase, espero que al menos demos un buen espectaculo. Y si nuestras fuerzas estan muy desigualadas, ¡podemos intentar un duo comico!

Dios, se estaba desquiciando. Si no empezaban a pegarse pronto igual se ponia a bailar. Tal vez le dieron el alta demasido pronto del centro psiquiatrico.
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**Amedama Daruu** · (Última modificación: 25/01/2016, 18:55 por Amedama Daruu.)

Increíble sorpresa que el destino le había aguardado: el rubio desconocido que le sonaba de algo correspondía con el nombre que le sonaba también de algo. Sin embargo y por desgracia no podía recordar el momento exacto en el que se habían encontrado ni lo que habían estado haciendo.

—¡Hanaiko Daruu! ¡Espero que estes a la altura de lo que me prometiste! Seria una lastima que esta pelea fuera un fiasco. Pase lo que pase, espero que al menos demos un buen espectaculo. Y si nuestras fuerzas estan muy desigualadas, ¡podemos intentar un duo comico!

Ahora estaba claro que le sonaba de algo porque habían estado juntos en alguna ocasión. Pero, ¿quién era? La única posibilidad era que se tratase del genin con el que compartió una estrepitosa caída en el Valle del Fin. Sí, ¡claro! ¡¡Claro que era él!!

Daruu chocó su puño derecho contra su palma izquierda en un gesto que indicaba que acababa de caer en la cuenta de algo.

—¡Claro, ahora te recuerdo, Nabi! —dijo el muchacho—. Pero... ¿de qué promesa me hablas?

No recordaba ningún detalle más. Además... ¿No había algo diferente en Nabi?

—Oye... Te recordaba con más barba. ¿Te has afeitado? —Daruu se cruzó de brazos, confuso.

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**Inuzuka Nabi** · (Última modificación: 25/01/2016, 22:21 por Inuzuka Nabi.)

No podia ser. Despues de ese magnifico dia de colegueo y amistad en estado puro que habian compartido, el muy arbol de Amegakuriense ese, no se acordaba de él. Y no tenia ningún reparo en soltarselo en la cara. Que durante todo ese tiempo no habia tenido ni idea de quien era. ¿Donde habian quedado todas aquellas horas invertidas en una bonita relación Uchiha-Arbol?

No has tenido suficiente con olvidarte de mi sino que ademas has olvidado todo lo que me dijiste. No esperaba que fueras de esos, Hachiko Daruu. Poco despues de encontrarnos me soltaste que podrias matarme sin que yo tuviera tiempo siquiera a reaccionar. Estoy esperando, Hachiko.

Hizo el sello tradicional de comienzo de combate y esperó a ver la reacción de su rival, aún con aquella sonrisa desafiante en los labios.

—Oye... Te recordaba con más barba. ¿Te has afeitado?

Tú antes tenias más ramas, ¿has pasado un mal invierno?

Estaba descontrolado. Esperaba que Daruu le devolviera el gesto para empezar a pelear ya y matarlo o morirse, la cuestión era desahogar su Uchiha interior.

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**Amedama Daruu** · (Última modificación: 26/01/2016, 10:39 por Amedama Daruu.)

—No has tenido suficiente con olvidarte de mi sino que ademas has olvidado todo lo que me dijiste. No esperaba que fueras de esos, Hachiko Daruu. Poco despues de encontrarnos me soltaste que podrias matarme sin que yo tuviera tiempo siquiera a reaccionar. Estoy esperando, Hachiko.

«Mira quién está hablando de memoria», pensó Daruu. Hachiko. Le había llamado Hachiko Daruu. La única que hasta ahora había confundido su nombre era Ayame. ¿Estarían emparentados? «No, espera, este tío es de Uzushio».

—Tú antes tenías más ramas, ¿has pasado un mal invierno?

Daruu rió la gracia, pero se puso muy serio de golpe, como si acabase de recordar algo. «¡Pues claro, es Nabi! ¡Nabi Nabi! ¿Cómo he podido olvidar a Nabi?»

—¡Ahora lo recuerdo! Nos caímos por el Valle del Fin. Luego tú intentaste atravesar una cascada. ¡Y encontramos una cueva! Y luego, y luego... No recuerdo que pasó luego. Quizás dentro de un rato.

Suspiró.

—Bueno —dijo—. Lo que sí que recuerdo es que yo no te dije que no te daría tiempo a reaccionar si intentase matarte. No te daría tiempo a volver a Uzushiogakure a explicárselo a tu kage, es decir, que ganaría yo. Eso es lo que dije. También dije que seguro que soy mejor que tú. Y sigo manteniéndolo.

Le miró a los ojos. A aquellas cosas rojas, sedientas de sangre.

—No había visto un sharingan antes, pero esa cosa me da un poco de repelús. Eso, y que pareces impaciente. Relájate, hombre.

El público se mantenía en silencio, intentando escuchar de qué demonios estaban hablando los dos shinobi que se supone que deberían estar pegándose ya. Lo más probable es que desde allá arriba no se pudiera oír nada.

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**Inuzuka Nabi** · (Última modificación: 26/01/2016, 22:09 por Inuzuka Nabi.)

Era imposible. Como shinobi predilecto de Uzushiogakure y como profundo adepto a la no violencia le era imposible pegarse con alguien que ni siquiera tenia una posición ofensiva. Estaba ahí de chachara sin más. Soltandole lo primero que le venia a la mente como si no estuvieran en un maldito torneo. Le dejó hablar y relajó la posición, sin embargo, sus ojos rojos seguian clavados en el muchacho.

No era que no pudiera atacarle si no le habia atacado antes él o algo por el estilo. Pero es que hacer cualquier iniciativa sobre un shinobi que esta comentandole su vida y ni siquiera habia hecho el sello de comienzo de combate era como atacarle fuera de la legalidad permitida por el torneo. Aunque con cada palabra que soltaba el moreno tenia más ganas de pegarle.

Hace un minuto ni te acordabas de mi y ahora te declaras, de nuevo, mejor que yo. Supongo que la lluvia, aparte de las pulgas, tambien os quita la vergüenza.

Se llevo la mano a la cara, escuchando como seguia hablando el muchacho.

—No había visto un sharingan antes, pero esa cosa me da un poco de repelús. Eso, y que pareces impaciente. Relájate, hombre.

Si no es que no me guste estar aqui plantado como un arbol, de verdad. Pero no sé, algo de seriedad, que se supone que tenemos que enfrentarnos o algo.

No le hacia ninguna gracia tener que empezar un combate unilateralmente, pero si la cosa seguia así, su sangre y su impaciencia ademas de su logica, se sobrepondrian a su paciencia y formalidad.

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**Amedama Daruu** · 27/01/2016, 13:33

—Si no es que no me guste estar aqui plantado como un arbol, de verdad. Pero no sé, algo de seriedad, que se supone que tenemos que enfrentarnos o algo.

A pesar de la aparente tranquilidad de Nabi, en el fondo Daruu sabía que se moría por empezar. Y tanta impaciencia comenzaba a ser deliciosa para un muchacho que acababa de descubrir el placer de molestar a los demás. Además, si su oponente se ponía nervioso y él permanecía en calma sólo le supondría un poco más de ventaja, ¿no? «En el fondo, esto es como una receta de cocina... Antes de encender el fuego, tienes que preparar bien los ingredientes».

—Me gustan los árboles. Y tengo debilidad por echar raíces en un abrir y cerrar de pétalos.

Daruu deslizó la mano hacia su portaobjetos y cerró el puño en torno a algo que Nabi no pudo ver. Se lo guardó en el bolsillo de la chaqueta, a buen reguardo, y sacó la mano con sólo el dedo índice extendido. La mostró a Nabi y esgrimió su mejor sonrisa. «Las buenas recetas llevan su tiempo, y no se pueden hacer en un aprieto».

—Mi madre me dijo el otro día que si me había encontrado con un Uchiha rubio es que no era un Uchiha de verdad. De modo que no debes suponerme ningún reto. Así que para hacer las cosas más interesantes, porque está visto que si no no tienes ninguna oportunidad...

Analizó a su oponente y recordó lo que sabía sobre él. Sobre sus ojos no sabía casi nada, sólo que se supone que eran peligrosos. Sobre sus técnicas, era bien sabido que los Uchiha usaban el Katon: él estaba en ventaja, así que el dato era de lo menos relevante. Recordaba, por el apretón de manos inicial que se habían dado, que el muchacho estaba en posesión de un mecanismo oculto que en aquella ocasión llevaba en la manga derecha. Estaría atento, aunque bien podría llevarlo ahora en la izquierda si se había adelantado a los acontecimientos, con lo cual debía estar doblemente preparado para cualquier cosa. Aquella espada era amenazadora. Cualquier katana, por cuchillo enano que parezca, le parecía amenazadora. Tenían filo y punta y cortaban igual de bien.

—...un buen ninja debe saber evitar sufrir daños para no hacer peligrar el cumplimiento de su misión. Por eso... Si me haces un solo rasguño, por pequeño que sea... Me rendiré. ¿Trato hecho?

La gente en el estadio, ajena a la conversación, cada vez gritaba más alto y agitaba más las manos.

—¡VAAAMOS JODER, QUEREMOS VER SANGRE!

—¡¡QUE SE PEGUEN DE UNA VEEEEEZ!!

—¡NO HE PAGADO PARA VER ESTO!

—¡LA ENTRADA ERA GRATUITA, SUBNORMAL!

—¡A QUE TE REVIENTO, PAYASO!

—¡ORDEN, ORDEN O ME PONGO A CORTAR CUELLOS!

Daruu abrió los brazos en una invitación formal.

—Vamos, valiente. Los tienes en ascuas.

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**Inuzuka Nabi** · 28/01/2016, 21:04

De repente su combate se habia resumido en una pelea de chistes sobre arboles. Y Daruu tenia ventaja, si la cosa seguia por ese rumbo probablemente se viera arrinconado o tropezando con las raices de algún sauce boxeador. Ergo, no podia batirse en duelo comico arbolico. Por suerte, el moreno metió la mano en su portaobjetos y movió algo de ahi hasta el bolsillo de su chaqueta. Por tamaño pocas cosas podian ser. ¿Una semilla? ¿Un pepino? Bah, tampoco importaba donde estaba qué.

—Mi madre me dijo el otro día que si me había encontrado con un Uchiha rubio es que no era un Uchiha de verdad. De modo que no debes suponerme ningún reto. Así que para hacer las cosas más interesantes, porque está visto que si no no tienes ninguna oportunidad...

Espero que no me juzgues como Uchiha, sino como shinobi. Me gustaria pensar que no soy un Uchiha más para ti. Juzgame por mi, no por mi sangre.

El vacileo de aquel Amegakureño no conocia limite alguno. De hecho, estaba empezando a salir del terreno destinado al enfrentamiento y a conquistar el mundo de lo inmenso que era.

—...un buen ninja debe saber evitar sufrir daños para no hacer peligrar el cumplimiento de su misión. Por eso... Si me haces un solo rasguño, por pequeño que sea... Me rendiré. ¿Trato hecho?

¿Tanto confiaba en sus habilidades? Bueno, en cualquier caso, mejor enfrentarse a alguien que se lo tiene muy creido que a uno que es todo negativismo como Juro. Extendió los brazos dandole carta blanca para empezar él el combate. En ese momento supo que habia algo que no encajaba, pero ya que más daba. De una forma u otra iban a acabar a ostias.

Antes de nada, si por un casual muy casual resultaras vencedor de este combate. Prometeme ganar el torneo. Como minimo.

Sin darle tiempo a responder, con un movimiento de muñeca sacó su kunai oculto y acumuló un poco de chakra para que el destello resultante cegara momentaneamente al Hachiko. Una vez finalizada esa treta, le lanzó el kunai al pecho y realizó una serie de sellos acabada en el del tigre. Una bola de fuego de metro y medio de diametro salió de los labios del Uchiha en dirección al Amegakureño. No habia sido muy novedoso, pero tampoco era tan mala estrategia. O sí. Pero como decia él, la vida es una tombola, tombola, tombola.

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**Amedama Daruu** · (Última modificación: 29/01/2016, 21:50 por Amedama Daruu.)

—Antes de nada, si por un casual muy casual resultaras vencedor de este combate. Prometeme ganar el torneo. Como minimo.

Daruu entrecerró los ojos. «Qué raro. ¿Se ha calmado de golpe o pretende algo? De cualquier mane... ¡AH!»

Nabi no había esperado a que pudiera responder, sino que había sacado un kunai para atacarle. Pero era extraño, movía la muñeca como si estuviera intentando cegarle con el brillo. No le causaba más que una leve molestia, como cuando molestas a alguien con el reflejo de una lámpara en tu reloj. «¿Qué está haciendo?»

Cerró los ojos, molesto por el destellito, pero no era tan tonto como para no ver el kunai que se dirigía ahora hacia su pecho. Se limitó a dar un pasito a la izquierda para esquivarlo.

Inmediatamente después, Nabi realizó una serie de sellos. Daruu se preparó para contrarrestar el ataque con uno propio y flexionó las rodillas por si la extensión del ataque le permitía esquivarlo y...

Fiiuuuuuuu.

La bola de fuego se fue haciendo más pequeña a medida que se acercaba a él, y sólo quedó en una llamita que se desvaneció en el aire justo cuando iba a tocarle.

Daruu rompió a reír.

Muchas voces del estadio se sumaron a la carcajada.

—¡Claro, claro! Si todos los participantes son como tú, seguro que gano... —se mofó. Algo dentro de él le hacía sentir lástima, pero no pudo evitar seguir sonriéndo tras dejar de reír—. Lo siento tío, de verdad. Pero ha sido mala suerte. De todas formas deberías probar tus capacidades antes de lanzar técnicas tan lejos a lo loco.

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**Inuzuka Nabi** · (Última modificación: 30/01/2016, 15:43 por Inuzuka Nabi.)

Y de repente, nada habia salido como él habia esperado. Nada habia llegado a su destino. Miro hacia abajo. Ups. Pues parecia que no habia calculado las distancias como debiera. Bueno, ni habia sopesado que hubiera distancias. Dios, en que estaba pensando. No supo como actuar ante tal situación. Así que rompió a reir, dando significado en vida a la expresión reir por no llorar.

Al fin y al cabo solo soy un gennin. Tengo que pulir los detalles.

La verdad es que no tenia mucho más que decir, habia sido terriblemente... terrible. Así que cuanto antes pasara todo, mejor.

Te cedo el turno, joven Daruu.

Se abrió de brazos como habia hecho anteriormente el Amegakureño.

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**Amedama Daruu** · 1/02/2016, 10:41

Nabi miró hacia abajo, utilizando un ábaco imaginario a destiempo. Unió su risa a la de Daruu y a la del resto del estadio al darse cuenta de que había metido la pata hasta el fondo. Al menos tenía sentido del humor.

—Al fin y al cabo solo soy un gennin. Tengo que pulir los detalles. Te cedo el turno, joven Daruu.

Se abrió de brazos, como había hecho Daruu hacía apenas unos minutos.

Pero Daruu no estaba por la labor. Se cruzó de brazos y apoyó la barbilla en uno de sus dedos índice, arqueado en pose pensativa. «¿Que debería hacer? Antes parecía bastante impaciente. Si juego con esa baza...». ¿Decían las normas algo de un límite de tiempo para terminar el combate? No, no lo decían. «Y si no me retiro, puedo hacer malabares con el desgaste».

Bostezó.

—Me aburro, tío. Te recuerdo el reto: si me das un golpe, si me haces un sólo rasguño, tú ganas. Yo he venido aquí a jugármelo todo, no a pelearme con críos que no saben usar una regla.

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**Inuzuka Nabi** · 1/02/2016, 23:53

La actitud pasota de Daruu estaba hilando cosas en la mente de Nabi. ¿Por que un gennin de la aldea más sangrienta del mundo no parecia tener ningún tipo de intención de empezar el combate? Despues de la actuación más ridicula que se iba a ver nunca jamas en ese torneo, ¿por que? Solo habia una respuesta posible.

—¡Tienes miedo!

Una sonrisa picaresca se posó en los labios del Uchiha. Casi podia oler el fetido aroma a la cobardia en el aire.

— ¿Crees poder hacerlo peor que yo? ¡Venga, Daruu, echale huevos! Ademas, es obvio que no me vas a poder superar. Ni en el combate ni en el ridiculo. Así que relajate, dejate de concursos estupidos, vamos a divertirnos. Bueno, tú intenta no morir.

Intentaba picarle un poco, aunque el tono de Nabi era uno bastante desenfadado y sin hostilidad aparente, ni desaparente. ¿Iban a empezar el combate en algún momento? ¿Les echarian por charlatanes? Él ya habia hecho el ridiculo, así que perder por no empezar a pegarse no sonaba tan mal.

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**Amedama Daruu** · 2/02/2016, 00:31

Nabi pareció meditar durante unos instantes. Su yo más sensible a las provocaciones se parecía haber echado a un lado. Ahora se encontraba ante un Nabi reflexivo, que barajaba posibilidades. Lástima que sus pretensiones fueran imposibles: no iba a poder provocarle a él, no ahora. Era un copiota, la táctica la había diseñado Daruu. Qué poco original.

—¡Tienes miedo!

Daruu soltó una humilde risita.

—Esto... no.

Nabi esgrimió una tétrica sonrisa. «Si no me hubiese caído por una catarata con él, diría que entre esos ojos y esa expresión da algo de miedo. Pero sólo es un farol».

—¿Crees poder hacerlo peor que yo? ¡Venga, Daruu, echale huevos! Ademas, es obvio que no me vas a poder superar. Ni en el combate ni en el ridiculo. Así que relajate, dejate de concursos estupidos, vamos a divertirnos. Bueno, tú intenta no morir.

Daruu suspiró y se acercó al borde del cilindro. Apoyó la mano sobre la roca y se sentó sobre el borde, donde empezó a balancear las piernecitas como si todo aquello fuera un juego.

—Palabrería barata para un cobarde que no sería capaz ni de pegar a alguien atado e indefenso. A lo mejor es eso, que te pegaban tus papis y necesitas a alguien inferior al que maltratar.

Daruu estaba estirando mucho de la cuerda.

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**Inuzuka Nabi** · (Última modificación: 2/02/2016, 21:24 por Inuzuka Nabi.)

Daruu reaccionó ante la feroz acusación de Nabi, la tensión se olia en el ambiente, junto al miedo del moreno y su fetido intento de enmascararlo. Pero nada escapaba a la avispada mirada del Uchiha, que apenas habia necesitado unos segundos para descubrir la razón tras la actuación del Amegakuriano.

—Esto... no.

"Esto... no." ¿Podia haber alguna respuesta más dubitativa y más sospechosa? Pues claro que no. Estaba claro, como el dia claro que estaban disfrutando en aquella maravillosa mañana de primavera en aquel estadio lleno de gente esperando ver sangre y visceras, Daruu tenia miedo. No un miedo a lo desconocido, ni a resultar herido fisicamente. Sino un terror a hacer un combate estupidamente ridiculo. Como habia hecho él.

Como un Deja vú en vida, el moreno se acercó al borde del cilindro y se sentó. Bueno, de perdidos al acantilado. El rubio le imitó y se sentó en su cilindro, con los brazos apoyados en las piernas y curvado hacia delante. De repente, movido por la locura de su villa, el Hachiko soltó un montón de tonterias sin sentido.

—Palabrería barata para un cobarde que no sería capaz ni de pegar a alguien atado e indefenso. A lo mejor es eso, que te pegaban tus papis y necesitas a alguien inferior al que maltratar.

— ¿Qué? ¿Qué? ¿Que clase de educación os dan en tu aldea? ¿Pegarias a alguien indefenso? ¿Qué clase de valentia hay en eso? Y mis padres no me pegaban, porque murieron cuando yo era un niño. ¿Estás bien, Hachiko Daruu?

Tenia que haber un sentido tras esa sarta de oraciones ilogicas. Joder, era obvio. Queria provocarle para que fuera Nabi el que empezara el combate y así poder evadir su miedo a cagarla. Avispado y tramposo Daruu.

— Hace tiempo, lei en un libro que hay gente que tiene una cosa llamada Sindrome del Espejo, o algo así. Basicamente, me dices eso porque eres tú el que ha tenido un padre que le pegaba y eres tú el que es un cobarde. Pensaba que eras más directo, Hachiko Daruu. Si tienes un problema, tienes que decirlo, yo estoy aqui para apoyarte.

El joven vigilaba atentamente las reacciones de su no muy estable rival, en cuyo corazon parecia estar aflorando una rabia descontrolada y una bravuconeria ya más propia de él.

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(Sharingan Activated)

¤ Hitai-Ate [Cuello]
¤ Kodachi [Atada en la cintura]
¤ Mecanismo oculto de kunai [Debajo de la manga derecha] (Con Kunai en su interior)
¤ Shuriken x3