Lazos carmesíes

[Himura Ren]

— ¿Hana? ¿Vamos? ¿O quieres hablar algo más? — Preguntó desde la puerta, al ver que no la seguía.

[Himura Hana]

— ¿Eh? No, nada. ¿Vamos a cenar? — contestó levantandose aprisa y dejando el peluche en la cama.

Le dedicó una sonrisa débil que a todas luces podía ver que era forzada. Hana tenía el don de mostrarse como quisiera ante cualquier persona excepto delante de Ren. Ante ella perdía todos sus poderes y se mostraba como era.

[Himura Ren]

Ren le devolvió una sonrisa del mismo estilo, la dejó pasar, pero antes de que pudiera alejarse demasiado la tomó de una mano. Miró a esta, y le acarició el dorso con el pulgar; después la miro a ella directamente con un rostro de preocupación y aquella debil sonrisa. Se acercó lentamente hasta ella y le dio un dulce beso en los labios mientras le acariciaba una mejilla. Se separó con lentitud, y sería posteriormente cuando abriria los ojos para mirar a Hana.

— ¿Mejor? — Susurró.

Si Hana asentía, volvería a cogerla de la mano e irían a cenar.

[Himura Hana]

Sin embargo, Hana no la dejó alejarse. Le devolvió el beso con otro beso y la agarró de la cintura, pegando sus cuerpos y separandose solo lo justo para poder mirarse a los ojos.

— Quiero que todo salga bien. Y para ello, quiero que estés bien. Si hago o digo algo que te moleste. Dimelo. — le pidió con un semblante triste

[Himura Ren]

Ren volvió a acariciarle la mejilla algo más relajada, esta vez, aunque seguía viéndose algo afectada.

— Serás la primera en saberlo como antes. Si no, no hubiéramos tenido esa conversación — pasó entonces a darle un beso de nuevo, pero esta vez en la frente mientras le acariciaba nuevamente una mejilla.

Su estómago rugió entonces, rompiendo la magia del momento y haciendo que Ren riera avergonzadamente.

— Será mejor que comamos algo pronto

[Himura Hana]

Hana asintió y siguió a Ren abajo, algo más relajada. Cuando llegaron al comedor la mesa estaba puesta pero no había nadie ni comida servida. Hana iría directamente a sus asientos habituales sin soltar a Ren.

Podrían oír de la cocina como Lily insistía a Saori en llevar ella los platos. Estaba mucho más energética que en toda la semana que habían estado con ella, en la que apenas había hablado.

[Himura Ren]

Bajaron las escaleras cogidas de la mano, pero cuando llegaron al comedor no había nada todavía preparado. Se escuchó algo de actividad en la cocina, incluida la pequeña Lily que parecía más activa que nunca; aunque eso para Ren era algo desconocido, al no haber pasado tiempo a penas con ella por el momento. Se sentó junto a Hana en los asientos que establecieron por el simple hecho de usar los mismos, y no porque estuviera pactado o hablado.

— Dijiste que en unas semanas vendría un comerciante, ¿verdad? — dijo Ren rompiendo el silencio, y echándose un poco encima de la mesa, con los brazos también en esta y ligeramente cruzados. — Lily apenas tenía un par de colores, y no sé realmente si tendrá muchas libretas. ¿Crees que tendrá algo así a la venta?

[Himura Hana]

Hana volvió poco a poco en sí, tener a Ren cerca siempre disipaba sus preocupaciones incluso sin que hiciese nada en especial.

— Hay bastantes niños en el pueblo, seguramente traiga todo tipo de cosas para ellos. ¿Quieres comprarle? Creo que también necesitaría algo de ropa. Apenas tiene un par de vestiditos que ha donado la gente. — contestó Hana poniendose a planear al instante

[Himura Ren]

— De la ropa ocúpate mejor tú. Tienes mejor ojo que yo para ello, yo me visto con lo primero que me encuentro en el armario — añadió con una débil risa. — Yo le compraré algunos lapices de colores y alguna libreta o similar. Debería mirar si tiene también algo para mantener el filo de las armas, como algún aceite o piedras de afilado; ya que las espadas necesitan ser revisadas de vez en cuando. No quiero llevarme un susto cuando una de ellas este oxidada o similar. No creo que pueda permitirme otro par en una buena temporada, y tampoco son nuestra prioridad.

[Himura Hana]

Hana suspiró ante las palabras de Ren.

— Tú también tendrías que comprarte ropa. No me puedo creer lo poco que te trajiste. ¡No puedes seguir usando la ropa de repuesto de Yukiko cada vez que rompes algo! — protestó regañandola.

Entonces le abrazó el brazo, preocupada.

— ¿Crees que a Lily le gustará la ropa que yo le compre? Tal vez le gusta más tu estilo de vagabunda. — no había ni pizca de maldad en su tono.

[Himura Ren]

— ¿Que tiene de malo mi ropa? Es simple y práctica, me haces quedar peor de lo que realmente es. Simplemente no me gusta usar una ropa tan femenina, y este tipo de cosas me quedan bien — añadió apoyando la cabeza en una de sus manos. — Igualmente compraré un par de prendas también para mí, no creo que cueste demasiado la ropa que me compre para mí.

[Himura Hana]

Hana resopló contra su brazo.

— No te pido que te vistas más femenina, pero un pelin, un poquitin, una mijilla más elegante y menos samurai renegada que vive sola en el monte puliendo su espada día y noche sin beber ni comer para afianzar su espíritu al de la hoja, pues estaría bien. — esta vez sí se rio por lo bajo al finalizar su descripción

[Himura Ren]

Suspiró ya un poco molesta, y le desvió la mirada.

— Vaaaaaaaaaaaaaaaaaaale... Ya veré que es lo que me pongo; pero tampoco puedes quejarte durante un buen tiempo, si ir con ropa así es lo mejor y más cómodo mientras estamos trabajando. Además, con esa ropa parezco más un... Una aprendiz, o yo qué sé, si es ropa relativamente normal. Es más tradicional, pero ya está.

[Himura Hana]

Hana soltó un bufido viendo que Ren era tan densa como de costumbre.

— ¿Y cuando vengan las fiestas del pueblo y todas vayan bien elegantes tú irás con tu ropa de leñadora? ¿Ni siquiera te interesa vestir algo elegante para impresionar a tu novia? — infló los mofletes y giró la cara, mirando a cualquier sitio menos a Ren