Ojos ardientes

[Himura Ren]

— Ya has ido a la Capitana de los Pucheros, Almirante de las Sonrisas y Comodora de la Siesta — añadió Ren con una risa alejándose del lugar, en dirección a las escaleras para ir a su habitación.

Ahora que sabía que había una herrera, estaba incluso más animada por la idea.

[Himura Hana]

— Ya has oido, ahora soy la Comodona de la Siesta. — dijo Lily poniendo los brazos en jarra con orgullo.

— Saori, me has dicho que ya habías arreglado el vestido que te dí. ¿Por qué no cambias a Lily mientras yo ordeno lo que traigo en la cesta? — le pidió amablemente mientras iba a la cocina con la cesta.

— Geez, qué poca paciencia teneis. Ni siquiera se lo he probado. Vamos, Lily. Tienes que ponerte guapa para salir del pueblo.

— ¿Eh? Nadie me había dicho eso. — protestó yendo tras Saori a regañadientes.

Después, Hana se iría a la cocina, Ren a su cuarto y Lily al suyo. Hana subiría a la habitación cuando acabase, pero ella realmente no iba a cambiarse. Su vestido blanco con corsé marrón era perfecto para todas las situaciones.

— ¿Estás ya? — preguntó cuando ya había entrado.

[Himura Ren]

Ren por su parte pasó a ponerse algo más tradicional otra vez, con un kimono azul, un obi negro, un haori del mismo color y unas sandalias normales de madera. Entre sus manos tenía las dos espadas que solía portar; estaba de espaldas a la entrada, por lo que cuando escuchó a Hana hablarle se volteó con estas todavía sujetas.

— Si, es solo que estaba pensando en llevármelas por si acaso. Pero... No sé, no termino de tenerlo claro. Si las llevo da la sensación de que tal vez tengamos algo que nos puedan robar, pero si no, nos verán que estamos desprotegidas. Y bueno... Con eso no tenemos que usar ninjutsu.

[Himura Hana]

Hana suspiró al verla manoseando sus espadas.

— Hablas de mis peluches, pero cualquier día querrás dormir con tus katanas. Solo vamos a dar un paseo, ¿hace falta llevar una espada más grande que yo? — dijo suspirando. — Pero tienes razón, algo deberíamos llevar por protección. Pero desde luego, no dos. Dame una que te la sello en el cuerpo y así la tienes a mano y no tienes que ir como si fueses una loca de los samurais. — dijo extendiendo la mano.

[Himura Ren]

— Y nadie se equivocaría si viera eso — respondió refiriéndose a lo último; le dio la uchigatana a Hana para posteriormente ir a guardar la otra donde las guardaba, cerca del cabecero de la cama.

Tras ello, se sentó en la cama y metió ambas manos dentro de su ropa para quitarse un poco de esta de la zona del pecho.

— Por cierto, ¿Saori ha dicho algo sobre lo de anoche? ¿Reconoció los ojos o has visto algún comportamiento o comentario raro por su parte?

[Himura Hana]

Cogió la katana e hizo los sellos en cuestión. Poco a poco, la espada se deshizo en hilos de chakra que fueron a la zona que Ren había revelado. Al finalizar, sobre la piel de Ren solo quedó un kanji negro, el kanji de "Hana". Hana sonrió orgullosa.

— Hala, ya está. ¿Podrás sacarla? Nunca te he visto usar Fuin. — preguntó con curiosidad. — Saori no vio nada, por suerte. Ya le he dicho a Lily que si vuelve a tener miedo o rabia, venga directamente a nosotras. Pero no creo que una niña tan pequeña pueda controlarse tanto.

[Himura Ren]

— Se algo de fuinjutsu. No mucho, pero aprendí más o menos lo mínimo — respondió, mirándose al pecho y colocando la mano extendida sobre el sello, concentrándose en ello momentáneamente. — Mmmm... El sharingan suele manifestarse ante situaciones excesivamente duras y demás... A mí me pasó en una rabieta cuando estuve con la depresión de no verte ni saber tras lo de los torneos...

Lentamente, y con un brillo emitido desde el sello, fue sacando la espada, sosteniéndola desde el mango. Después hizo un suave giro de muñeca con esta en la mano y se quedó observando el filo.

— Sabemos que es huérfana, así que... Tal vez fueron a por su familia al ser Uchiha y ella consiguió escapar in extremis... Si consiguieron sus padres fingir la muerte de Lily, le daría más tiempo para escapar y de miradas indiscretas... Si no... Esperemos que lo que sea que buscaban lo consiguieran y no tengan que ir por ella.

[Himura Hana]

Hana se sentó en la cama, que era la unica pieza de mobiliario en la que se podía sentar, cuando Ren sacó el tema espinoso. Había evitado pensar demasiado en ello porque los datos que tenía no eran nada agradables.

— ¿Puedes no sacar la espada? ¡Ahora tengo que volver a sellartela! — protestó cuando ya la tenía fuera.

Durante el proceso había estado demasiado ocupada observando la figura de Ren sacandose majestuosamente y con brillitos una enorme katana del pecho. Pero antes de nada, el tema del origen de Lily era complicado.

— Antes de saber que era Uchiha ya tenía claro que algo tendría que ver con kunoichis. Ya has oído a Saori. Lily apareció aquí sabiendo solo su nombre. Todos estos meses que ha estado aquí apenas ha hablado con Saori y lo mínimo. Nadie la conoce, ni aquí ni en los pueblos cercanos y nadie la vio llegar. Simplemente, apareció. Ahora sabiendo que es Uchiha, seguramente fue teletransportada o algo así, el Sharingan hace cosas muy locas. Pero, ¿de donde? ¿Saben siquiera sus madres donde está? Han pasado meses y nadie ha venido a por ella. ¿Murieron en la guerra? Además, Lily no llevaba nada ninja ni ningún simbolo. Es raro, ¿no? Una Uchiha sin el simbolo de su clan ni de ninguna villa. — soltó todo lo que tenía en mente para compartirlo con Ren.

[Himura Ren]

— Algo me suena haber oído sobre que el sharingan es capaz de hacer cosas así, así que... Supongo que es una posibilidad, que hicieran algo así para alejarla del lugar... Suponiendo que eran buscadas como dije antes, espero que no supieran nada sobre la pequeña Lily — después alzó la cabeza y se reclinó un poco hacia atrás tras darle de nuevo la espada a Hana. Entonces, le dedicó una extraña mirada a Hana, alzando las cejas con cierto tono de incredulidad. — ¿En serio, Hana? ¿Una Uchiha sin ningún objeto que demuestre que es una ninja, ni el emblema de su clan? ¿Dónde habrás podido ver eso antes?

[Himura Hana]

Hana hizo un ademan con la mano restandole importancia a lo que decía Ren.

— Ya, pero tú eres la excepción. ¿Has visto a Akame o Datsue? Ambos llevaban el simbolo del clan en toda su ropa. Seguro que incluso en la ropa interior. Tú es porque eres huerfana y ahora una proscrita. Dudo mucho que eso se dé a menudo dentro del clan. — explicó Hana todavía pensativa sobre todo aquel follón.

[Himura Ren]

— Solo conozco a ese tal Datsue porque alguna vez has hablado de él y ahora es el actual kage de Uzushiogakure. ¿Debería sentirme celosa? — esbozó una leve sonrisa. — ¿Por qué llevarías algo así si es como llevar una diana a la espalda, cuando son tan buscados? ¿Honor por su clan o algo así supongo, no? Uuuhm... No había caído en eso, podía haberlo llevado en su momento cuando lo descubrí...

Se ensanchó ligeramente su sonrisa mientras miraba al techo.

— Jé, aunque la idea de una peligrosa y fugitiva ninja de uno de los más grandes y poderosos clanes suena guay también, ¿no crees? — Le dedicó una mirada ligeramente orgullosa y picara.

[Himura Hana]

Hana se llevó una mano a la cara, suspirando ante la respuesta de Ren. Esa chica era completamente incapaz de sentir el peligro, en vez de eso, todo le parecía guay y cool.

— No te preocupes, si quieres te puedo coser uno de esos simbolos en TU ropa interior. Y lo llevan porque es un simbolo de poder. Sí, un niño Uchiha podría estar en peligro, pero un adulto Uchiha es el peligro. — explicó levantandose para volver a sellarle la espada en el pecho a Ren. — Y sí, suena guay. Ahora no te vuelvas a sacar la espada para enseñarla.

[Himura Ren]

— Si por ti fuera, me obligarías a sacarme la "espada" en cualquier sitio — respondió dejándose llevar sin mas, ligeramente molesta y reajustándose la ropa. — Bueno, pues entonces podemos salir cuando queráis

Se acercó a una pequeña cómoda para coger una bolsa donde tenía parte de su dinero, para guardarla en uno de los bolsillos interiores de su kimono, cerca de su pecho.

[Himura Hana]

— ¿Ya quieres que nos vayamos? — dijo acercandose por detrás y abrazandola por la cintura. — Pensaba aprovechar este ratito de intimidad para darle las gracias a mi fiel guardaespaldas. Pagar por el viaje, ya sabes. — le susurró poniendose de puntillas para llegar a su oido.

[Himura Ren]

Ren volteó la cabeza ligeramente hacia un lado, encorvándola también un poco hacia atrás., mirándola de reojo con el mismo tipo de sonrisa que le estaba dedicando Hana.

— ¿Oh? ¿Y esto tan repentino? Me encantaría, pero sabes que nos están esperando abajo, pensaran que algo raro ha pasado si tardamos tanto en bajar

En parte le agradaba y aceptaba la idea, pero no quería que las pillaran de forma tan brusca y rápida. Aunque Hana ya sabía al menos algo que la encendía lo suficiente como para nublarle o hacer perder el juicio.