28/03/2016, 18:17
Su compañero pareció comprender a la perfección el lugar que debía tomar, y no perdió tiempo en movilizarse. Tomó una posición cercana a la kunoichi, y confirmó que en esa posición seguramente estaban lejos de quedar calcinados. Obviamente, ese era el propósito desde un inicio.
Como mi profesor dijo una vez, una vez estés de espaldas al viento, escupe todo el fuego que quieras y puedas.
Esas palabras le vinieron como un rápido flash a la cabeza a la peliblanco, recordando algo que en un principio lo pareció casi un chiste, pero que poco a poco comenzó a entender con el tiempo. La experiencia es una virtud en el guerrero. Con la sonrisa aún persistente, afirmó de nuevo con la cabeza.
—Así es, desde aquí deberíamos estar seguros.—
Con la explicación que la Sarutobi dio al joven acerca de cómo debían realizar la combinación de las técnicas, el chico pareció comprenderlo. Quizás la chica se había tomado demasiada libertad interpretativa, pues aunque se había autoproclamado reina de éste salseo, no tenía realmente nociones de cómo se debía ejecutar esta combinación para tener éxito. ¿Debía chasquear antes o después de la influencia del aire? Eso era una seria duda que abarcaba su mente, pero para nada lo hizo público, ese pensamiento se lo llevaría a la tumba.
Mogura, afirmó que soplaría su técnica de futon desde la base de la nube de cenizas que habría creado para entonces la Sarutobi. La idea que a él le llegó, consistía en alimentar el fuego como si de una fogata se tratase. Pensándolo bien, tenía todo su sentido. Lo único que faltaba era que ambos sincronizasen bien, y todo saldría a pedir de boca.
—De acuerdo, me parece bien.— Contestó a la forma en que el chico actuaría frente a la técnica de la kunoichi.
Para aquél entonces, los sellos la habían llevado a culminar la serie necesaria para concentrar el chakra elemental en sus pulmones. Sin mas, tomó una gran bocanada de aire, que llenó casi al instante sus pulmones. Sin mas, la soltó, y con ello bañó en cenizas y pólvora la zona. La nube se mantuvo frente a ella y el shinobi, estática como una densa nube de humo de esas que se podían obtener en cualquier tienda, pero ésta era algo mas peligrosa.
El joven dio el listo, y fue entonces que la kunoichi chasqueó los diente, detonando la chispa que le faltaba al material inflamable. Casi al instante, el chico arremetió con su técnica elemental en la base de la técnica de la Sarutobi. Cuando ésta surcaba el agua que había entre la nube y la superficie acuosa, la ignición había empezado.
El resultado fue algo abrupto y sin precedentes. El fuego consumió al instante toda la superficie gaseosa, convirtiéndose en una vorágine de fuego sin control aparente, que se avivó mucho mas con el efecto del viento que pasaba por debajo, y como resultado creció rápidamente en alto y espesor. Sin embargo, no solo quedó en eso. Con el mismo efecto del aire, la técnica terminó consumiendo gran parte del agua que se situaba bajo ella. El vapor casi no dejaba ver bien que sucedía. pero claramente se podía deducir lo que pasaba. El fuego comenzaba a bajar, y quedó dando vueltas por un rato, creando un torbellino de fuego en el mismo agua.
Inconscientemente, la chica dio un par de pasos hacia detrás. La técnica parecía estar terminando de consumirse, por efecto obvio del agua, pero realmente había sido atroz. Una tempestad de fuego incontrolable, que había tomado la forma que le había salido en gana, devorando hasta a su principal enemiga; el agua.
—Ha sido.. increíble.—
Casi no le salían las palabras. Ante ella, el agua volvía a tomar su posición, y el fuego quedaba consumido. El vapor aún persistía, síntoma del enorme efecto calorífico de la técnica.
—¿Has visto cómo se ha transformado? HA SIDO INCREIBLE!— Comentó ahora algo mas emocionada.
Como mi profesor dijo una vez, una vez estés de espaldas al viento, escupe todo el fuego que quieras y puedas.
Esas palabras le vinieron como un rápido flash a la cabeza a la peliblanco, recordando algo que en un principio lo pareció casi un chiste, pero que poco a poco comenzó a entender con el tiempo. La experiencia es una virtud en el guerrero. Con la sonrisa aún persistente, afirmó de nuevo con la cabeza.
—Así es, desde aquí deberíamos estar seguros.—
Con la explicación que la Sarutobi dio al joven acerca de cómo debían realizar la combinación de las técnicas, el chico pareció comprenderlo. Quizás la chica se había tomado demasiada libertad interpretativa, pues aunque se había autoproclamado reina de éste salseo, no tenía realmente nociones de cómo se debía ejecutar esta combinación para tener éxito. ¿Debía chasquear antes o después de la influencia del aire? Eso era una seria duda que abarcaba su mente, pero para nada lo hizo público, ese pensamiento se lo llevaría a la tumba.
Mogura, afirmó que soplaría su técnica de futon desde la base de la nube de cenizas que habría creado para entonces la Sarutobi. La idea que a él le llegó, consistía en alimentar el fuego como si de una fogata se tratase. Pensándolo bien, tenía todo su sentido. Lo único que faltaba era que ambos sincronizasen bien, y todo saldría a pedir de boca.
—De acuerdo, me parece bien.— Contestó a la forma en que el chico actuaría frente a la técnica de la kunoichi.
Para aquél entonces, los sellos la habían llevado a culminar la serie necesaria para concentrar el chakra elemental en sus pulmones. Sin mas, tomó una gran bocanada de aire, que llenó casi al instante sus pulmones. Sin mas, la soltó, y con ello bañó en cenizas y pólvora la zona. La nube se mantuvo frente a ella y el shinobi, estática como una densa nube de humo de esas que se podían obtener en cualquier tienda, pero ésta era algo mas peligrosa.
El joven dio el listo, y fue entonces que la kunoichi chasqueó los diente, detonando la chispa que le faltaba al material inflamable. Casi al instante, el chico arremetió con su técnica elemental en la base de la técnica de la Sarutobi. Cuando ésta surcaba el agua que había entre la nube y la superficie acuosa, la ignición había empezado.
El resultado fue algo abrupto y sin precedentes. El fuego consumió al instante toda la superficie gaseosa, convirtiéndose en una vorágine de fuego sin control aparente, que se avivó mucho mas con el efecto del viento que pasaba por debajo, y como resultado creció rápidamente en alto y espesor. Sin embargo, no solo quedó en eso. Con el mismo efecto del aire, la técnica terminó consumiendo gran parte del agua que se situaba bajo ella. El vapor casi no dejaba ver bien que sucedía. pero claramente se podía deducir lo que pasaba. El fuego comenzaba a bajar, y quedó dando vueltas por un rato, creando un torbellino de fuego en el mismo agua.
Inconscientemente, la chica dio un par de pasos hacia detrás. La técnica parecía estar terminando de consumirse, por efecto obvio del agua, pero realmente había sido atroz. Una tempestad de fuego incontrolable, que había tomado la forma que le había salido en gana, devorando hasta a su principal enemiga; el agua.
—Ha sido.. increíble.—
Casi no le salían las palabras. Ante ella, el agua volvía a tomar su posición, y el fuego quedaba consumido. El vapor aún persistía, síntoma del enorme efecto calorífico de la técnica.
—¿Has visto cómo se ha transformado? HA SIDO INCREIBLE!— Comentó ahora algo mas emocionada.