3/04/2016, 16:09
No era de extrañarse que no le sonara el nombre de aquella forma de entretenimiento, quizás porque no era tan conocida en Takigakure o quizás simplemente porque Anzu ignoraba su existencia. Él tampoco sabría lo que era si no fuese porque un día escapando de sus acaramelados abuelos se metió en un teatro donde había una obra de Rakugo en marcha.
Rakugo es... por decirlo de una forma, el arte de contar historias. Una persona sentada en un escenario con un abanico y un pañuelo, realiza una comedia en la que interactúan uno o mas personajes, normalmente se diferencian con cambios en el tono de voz y movimientos de la cabeza.
Mogura daba una pequeña pero con suerte certera explicación de lo que sería el Rakugo, acompañaba sus palabras con los movimientos que uno se esperaba ver en el teatro, tomó su abanico y fingió que estos tomaban fideos de un plato imaginario que sostenía con su otra mano a su vez que simulaba ser otra persona viéndose comer el plato de ramen girando su cabeza e inclinándose ligeramente a un lado.
Supuestamente fue inventado por un monje para hacer mas llevaderos sus sermones, es divertido.
Al menos para él lo era. Miró la multitud enfrente del local, había mucha gente. Quería que algo interesante pasara en esa plaza, se sentiría decepcionado si lo unico que la gente iba a ser era decir alguna poesia que probablemente no entendería.
No entiendo la poesía, y creo que tampoco me llama el entenderla. Por otro lado... si no se pone interesante, deberíamos probar hacerlo interesante ¿no te parece?
Propuso el muchacho con una ligera sonrisa en el rostro abriendo de par en par el abanico de papel. Entonces fue cuando una vez mas su compañero de aldea estaría buscando comprar boletos para ganarse una paliza en manos de gente que no conocía.
No puedo contigo, muchacho...
Pensaba mientras miraba a Len chocar su frente con la del dueño del local. Podría ponerse su sombrero y perderse entre la multitud de la plaza junto a Anzu y dejar olvidado para siempre el cadaver de Len en la tienda, pero eso sería algo cuestionable éticamente hablando.
Len... ah... no se si vale la pena...
Susurraba al viento tomándose ligeramente la frente, como cuando uno no sabe que hacer sobre algo.
Rakugo es... por decirlo de una forma, el arte de contar historias. Una persona sentada en un escenario con un abanico y un pañuelo, realiza una comedia en la que interactúan uno o mas personajes, normalmente se diferencian con cambios en el tono de voz y movimientos de la cabeza.
Mogura daba una pequeña pero con suerte certera explicación de lo que sería el Rakugo, acompañaba sus palabras con los movimientos que uno se esperaba ver en el teatro, tomó su abanico y fingió que estos tomaban fideos de un plato imaginario que sostenía con su otra mano a su vez que simulaba ser otra persona viéndose comer el plato de ramen girando su cabeza e inclinándose ligeramente a un lado.
Supuestamente fue inventado por un monje para hacer mas llevaderos sus sermones, es divertido.
Al menos para él lo era. Miró la multitud enfrente del local, había mucha gente. Quería que algo interesante pasara en esa plaza, se sentiría decepcionado si lo unico que la gente iba a ser era decir alguna poesia que probablemente no entendería.
No entiendo la poesía, y creo que tampoco me llama el entenderla. Por otro lado... si no se pone interesante, deberíamos probar hacerlo interesante ¿no te parece?
Propuso el muchacho con una ligera sonrisa en el rostro abriendo de par en par el abanico de papel. Entonces fue cuando una vez mas su compañero de aldea estaría buscando comprar boletos para ganarse una paliza en manos de gente que no conocía.
No puedo contigo, muchacho...
Pensaba mientras miraba a Len chocar su frente con la del dueño del local. Podría ponerse su sombrero y perderse entre la multitud de la plaza junto a Anzu y dejar olvidado para siempre el cadaver de Len en la tienda, pero eso sería algo cuestionable éticamente hablando.
Len... ah... no se si vale la pena...
Susurraba al viento tomándose ligeramente la frente, como cuando uno no sabe que hacer sobre algo.