5/04/2016, 21:52
Si el hospital había llamado la atención de Anzu, más todavía lo haría la pintoresca escena que estaba por desarrollarse. Las puertas acristaladas del edificio se abrieron con lentitud, y una figura menuda y encorvada las atravesó con paso cansado. Anzu no pudo evitar fijarse en que era nada más —y nada menos— que Ayame, la kunoichi de Amegakure que había llegado a la final. Probablemente acabasen de darle el alta después de 'arreglarla' tras su último combate con un chico del Remolino. A simple vista, Ayame parecía débil e indefensa... Pero la Yotsuki dedujo que si había llegado a la final, no podía ser ni lo uno ni lo otro. Más bien una habilidosa kunoichi con varios ases en las mangas.
Ya iba Anzu a acercarse cuando alguien le tomó la delantera. Sus ojos grises se abrieron de par en par, examinando al chico que acababa de abordar a Ayame. Es... ¿azul? En efecto, azul como el mar, corpulento y con una melena del mismo color. Qué tío más raro, ¡pero si parece un pez! ¿Quizás los que no soportan la lluvia acaban así en Amegakure? Por momentos, la Yotsuki dejó volar su imaginación; aquel individuo lo ameritaba.
Cuando la chica de Taki hubo pensado la forma de abordar a la extraña pareja, que le despertaba una curiosidad malsana, otro personaje hizo su entrada en escena. ¡Y de qué manera! Los jóvenes gennin apenas pudieron escuchar un grito ahogado antes de que alguien cayera pesadamente sobre la pobre Ayame.
—¡Me cago en...! —masculló la Yotsuki, acercándose a los dos ninjas que ahora estaban en el suelo—. ¿¡Pero qué cojones haces, loco!?
La pregunta iba dirigida —evidentemente— al gennin que parecía haber decidido tirarse por la ventana. Anzu no tardó en identificar la enseña de Uzushiogakure en la bandana del muchacho. Al final Datsue-san va a tener razón... Estos del Remolino parecen... 'especiales'.
Ya iba Anzu a acercarse cuando alguien le tomó la delantera. Sus ojos grises se abrieron de par en par, examinando al chico que acababa de abordar a Ayame. Es... ¿azul? En efecto, azul como el mar, corpulento y con una melena del mismo color. Qué tío más raro, ¡pero si parece un pez! ¿Quizás los que no soportan la lluvia acaban así en Amegakure? Por momentos, la Yotsuki dejó volar su imaginación; aquel individuo lo ameritaba.
Cuando la chica de Taki hubo pensado la forma de abordar a la extraña pareja, que le despertaba una curiosidad malsana, otro personaje hizo su entrada en escena. ¡Y de qué manera! Los jóvenes gennin apenas pudieron escuchar un grito ahogado antes de que alguien cayera pesadamente sobre la pobre Ayame.
—¡Me cago en...! —masculló la Yotsuki, acercándose a los dos ninjas que ahora estaban en el suelo—. ¿¡Pero qué cojones haces, loco!?
La pregunta iba dirigida —evidentemente— al gennin que parecía haber decidido tirarse por la ventana. Anzu no tardó en identificar la enseña de Uzushiogakure en la bandana del muchacho. Al final Datsue-san va a tener razón... Estos del Remolino parecen... 'especiales'.