6/04/2016, 23:50
Vaya, quien iba a decirlo. Los gorilas, o mejor dicho, los monos de feria acabarían resultando ser unos simples bufones que se amilanaban ante el menor de los bufidos y en poco tiempo los neutralizaríamos con excesiva facilidad. Pude ver como el de Amegakure estaba en su salsa, disfrutando de cada segundo, casi que podía notar como la adrenalina inundaba todo su ser, bajo aquella capa de escamas.
Pero Shinzo se encargaría de desequilibrar la balanza.
Cuando Kaido se abalanzó a por los dos inútiles que quedaban en pie, el tipo de la máscara se echó a correr hacia nuestra posición, osea hacía mí y Eri. Sus ojos estaban clavados en los de la kunoichi y esta salió por patas en dirección contraria. Todo el valor que había reunido de buen principio parecía haberse esfumado en menos de lo que canta un gallo.
Pero no iba a permitir que se saliese con la suya. No señor.
Aunque ciertamente lo pareció en el momento que pasó pro mi lado sin hacerme caso alguno el mismo tiempo que volteaba mi cabeza, son una sonrisa pícara dibujada en mis labios
-No tan deprisa, gatito feroz-
Antes de que me sobrepasase había toma mis precauciones. Una nueva telaraña había sido hilada y pegada en su vientre. Él no lo había notado, claro, pero cuando se tensó, tiró del villano con fuerza haciendo que cayese de culo, dejándome a mí detrás suyo y a Eri, que realizó una pequeña cabriola delante de él.
-Vaya, vaya, vaya... Si resulta que el gran y temible Shinzo es un gatito inofensivo y si eso no fuese suficiente pretende meterse con una chica- me frené para soltar una carcajada completamente forzada -Ven aquí si eres lo suficientemente hombre, ¿O acaso eres una nenaza que necesita escudarse bajo esa máscara?-
Aquel imbécil estaba sacando lo peor de mi mismo y en cierto modo estaba lamentando que Eri tuviese que oír mis bravuconadas, no me sentía orgulloso de ello, pero así actuaba cuando me sacaban de quicio de aquella forma. Activé el mecanismo oculto de mi mano zurda y agarre el kunai con la mano diestra, dispuesto a pelear.
Pero Shinzo se encargaría de desequilibrar la balanza.
Cuando Kaido se abalanzó a por los dos inútiles que quedaban en pie, el tipo de la máscara se echó a correr hacia nuestra posición, osea hacía mí y Eri. Sus ojos estaban clavados en los de la kunoichi y esta salió por patas en dirección contraria. Todo el valor que había reunido de buen principio parecía haberse esfumado en menos de lo que canta un gallo.
Pero no iba a permitir que se saliese con la suya. No señor.
Aunque ciertamente lo pareció en el momento que pasó pro mi lado sin hacerme caso alguno el mismo tiempo que volteaba mi cabeza, son una sonrisa pícara dibujada en mis labios
-No tan deprisa, gatito feroz-
Antes de que me sobrepasase había toma mis precauciones. Una nueva telaraña había sido hilada y pegada en su vientre. Él no lo había notado, claro, pero cuando se tensó, tiró del villano con fuerza haciendo que cayese de culo, dejándome a mí detrás suyo y a Eri, que realizó una pequeña cabriola delante de él.
-Vaya, vaya, vaya... Si resulta que el gran y temible Shinzo es un gatito inofensivo y si eso no fuese suficiente pretende meterse con una chica- me frené para soltar una carcajada completamente forzada -Ven aquí si eres lo suficientemente hombre, ¿O acaso eres una nenaza que necesita escudarse bajo esa máscara?-
Aquel imbécil estaba sacando lo peor de mi mismo y en cierto modo estaba lamentando que Eri tuviese que oír mis bravuconadas, no me sentía orgulloso de ello, pero así actuaba cuando me sacaban de quicio de aquella forma. Activé el mecanismo oculto de mi mano zurda y agarre el kunai con la mano diestra, dispuesto a pelear.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
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