16/04/2016, 22:52
Hubiese sido demasiado pretencioso de su parte esperar que las cosas sean tan sencillas como pedirle al tipo que se fuera. Había que tomar otro enfoque para poder lograr avanzar en la misión que Anzu le había asignado. ¿Qué podría hacer para convencer a ese viejo de que le dejara el puesto de guardia?
No es por eso...
Dijo por lo bajo mientras terminaba de hilar sus pensamientos para formar una idea que sea lo suficientemente creíble, se suponía que ese evento era algo "importante" y era obvio que mucha gente lo esperaba, sino no hubiese estado tan llena la plaza.
Yo he viajado de muy lejos para llegar a este lugar, señor...
Había juntado algunas ideas y las había unido con alambre en su mente y era momento de decir algo.
Siempre he querido ser un guardia en el Recital de Poesía Clásica de los Dojos del Combatiente y me dije a mi mismo que el Decimoctavo sería mi año.
Hizo una reverencia en señal de respeto con la intención de que eso ayudara de algo.
Sin esto, mi vida no habrá tenido significado alguno. ¡¡Se lo ruego!!
Dicho de esa forma sonaba como si hubiese vivido 80 años, cuando ni siquiera había vivido un cuarto de eso. Finalmente y como último recurso, deslizó por una de sus mangas una tira con monedas doradas, ryos.
Si es dinero la razón por la que se encuentra aquí, déjeme pagarle para ocupar su puesto.
Agregó extendiendo sus manos con algunas monedas. Eso era todo lo que se le había ocurrido al shinobi, recurrió a un elemento del Rakugo que conocía vagamente como un aficionado a ese arte, la actuación. Pero eso no lo haría un profesional ni nada por el estilo.
No es por eso...
Dijo por lo bajo mientras terminaba de hilar sus pensamientos para formar una idea que sea lo suficientemente creíble, se suponía que ese evento era algo "importante" y era obvio que mucha gente lo esperaba, sino no hubiese estado tan llena la plaza.
Yo he viajado de muy lejos para llegar a este lugar, señor...
Había juntado algunas ideas y las había unido con alambre en su mente y era momento de decir algo.
Siempre he querido ser un guardia en el Recital de Poesía Clásica de los Dojos del Combatiente y me dije a mi mismo que el Decimoctavo sería mi año.
Hizo una reverencia en señal de respeto con la intención de que eso ayudara de algo.
Sin esto, mi vida no habrá tenido significado alguno. ¡¡Se lo ruego!!
Dicho de esa forma sonaba como si hubiese vivido 80 años, cuando ni siquiera había vivido un cuarto de eso. Finalmente y como último recurso, deslizó por una de sus mangas una tira con monedas doradas, ryos.
Si es dinero la razón por la que se encuentra aquí, déjeme pagarle para ocupar su puesto.
Agregó extendiendo sus manos con algunas monedas. Eso era todo lo que se le había ocurrido al shinobi, recurrió a un elemento del Rakugo que conocía vagamente como un aficionado a ese arte, la actuación. Pero eso no lo haría un profesional ni nada por el estilo.