18/04/2016, 15:39
Mogura había lanzado sus cartas, no sus mejores cartas pero las que tenía en el momento. Tendrían que pagar su comida y el arreglo de la pared, eso le correspondía a él, pues fue quien fallo el golpe. Sacudió ligeramente una bolsa donde llevaba su dinero y miró la torta de frutilla.
Ya que... paguemos y vayámonos...
Contestó a la interrogante de Tatsuya para luego darle un bocado a la torta. Esto provocaría que su ánimo subiese un poco y estuviese mas despreocupado por unos segundos, segundos que usaría para empezar a armar una pequeña torre con los ryos.
Esto sería por mi bebida... después esta la de Riko... y la de Tatsuya...
Una a una las monedas doradas iban sonando y la estructura subía. Miró nuevamente la pared tratando de calcular vagamente el posible costo de la mano de obra y materiales que se necesitaría para repararla, sintió que el efecto de la torta de frutilla estaba bajando, por lo que le dio un bocado mas sin dejar de mirar el muro. Colocó unas monedas más sobre la mesa.
¡Plok!
Un pedazo de muro, que intentaba mantenerse en su lugar, había caído al piso. Mogura resignado hizo sonar la torre de monedas agregando un par mas. Realmente no ya no estaba de tanto humor para seguir peleando, el dueño del local tenía una actitud que le estaba cerrando el apetito y siendo un negocio gastronómico no estaba nada bueno.
El pago por mi bebida, la de Riko-kun, Tatsuya-kun y el arreglo de la pared. Dije que iba a pagar por lo que bebiéramos, y tengo intenciones de mantener mi palabra, los daños en la mampostería fueron ocasionados a causa de mi torpeza por lo que me corresponde la indemnización.
Ciertamente estaba manejando un vocabulario un tanto formal, como cuando trataba con un adulto que no conocía, cosas que había aprendido de su abuelo, si bien estaba intentando cambiar un poco esas cuestiones cuando conocía a gente que parecía tener una edad similar a la suya, con el ánimo que llevaba en ese momento y la situación en general...
Terminemos esto de una vez así podemos retirarnos.
Agregó finalmente mirando a Tatsuya, quien había dicho que pagaría por la comida.
Ya que... paguemos y vayámonos...
Contestó a la interrogante de Tatsuya para luego darle un bocado a la torta. Esto provocaría que su ánimo subiese un poco y estuviese mas despreocupado por unos segundos, segundos que usaría para empezar a armar una pequeña torre con los ryos.
Esto sería por mi bebida... después esta la de Riko... y la de Tatsuya...
Una a una las monedas doradas iban sonando y la estructura subía. Miró nuevamente la pared tratando de calcular vagamente el posible costo de la mano de obra y materiales que se necesitaría para repararla, sintió que el efecto de la torta de frutilla estaba bajando, por lo que le dio un bocado mas sin dejar de mirar el muro. Colocó unas monedas más sobre la mesa.
¡Plok!
Un pedazo de muro, que intentaba mantenerse en su lugar, había caído al piso. Mogura resignado hizo sonar la torre de monedas agregando un par mas. Realmente no ya no estaba de tanto humor para seguir peleando, el dueño del local tenía una actitud que le estaba cerrando el apetito y siendo un negocio gastronómico no estaba nada bueno.
El pago por mi bebida, la de Riko-kun, Tatsuya-kun y el arreglo de la pared. Dije que iba a pagar por lo que bebiéramos, y tengo intenciones de mantener mi palabra, los daños en la mampostería fueron ocasionados a causa de mi torpeza por lo que me corresponde la indemnización.
Ciertamente estaba manejando un vocabulario un tanto formal, como cuando trataba con un adulto que no conocía, cosas que había aprendido de su abuelo, si bien estaba intentando cambiar un poco esas cuestiones cuando conocía a gente que parecía tener una edad similar a la suya, con el ánimo que llevaba en ese momento y la situación en general...
Terminemos esto de una vez así podemos retirarnos.
Agregó finalmente mirando a Tatsuya, quien había dicho que pagaría por la comida.