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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#15
La dama de piel canela respondió como cualquiera habría esperado. Pues según lo que Kaido creyó leer de sus gestos faciales sólo decía una cosa: estaba evidentemente cabreada. Tan cabreada que la vena de la frente le saltó ansiosa y sus mejillas se tensaron en los costados, lo cual acentuó esa mirada asesina que le arrojó al azulado tiburón.

El escualo respondería como quien se siente victorioso tras un intercambio de palabras. Porque él había ganado la puja tras el evidente cabreo que envolvió a la kunoichi de Takigakure, y lo demostró con su tan particular sonrisa, soberbia y despreocupada; tan insultante como las palabras que le había dedicado a su más reciente enemiga hacía un minuto atrás.

Ah, tuviste que hacerlo. Tuviste que hacerlo —respondió ella con fingida resignación—. Para eso siempre llevo conmigo a mis dos fieles compañeros —y cuando alzó sus brazos, fingiendo hablar con uno de ellos; el gyojin por poco se va en carcajada—. ¿Qué dices? ¿Que quieres resolverle su duda a nuestro marítimo socio? Sí, creo que lo está pidiendo a gritos.

«Y además está loca como una cabra. Y luego el fenómeno soy yo»

En todo ese tiempo Kaido no le había quitado la mirada. Y por tanto, contempló como la mujer se le acercó con actitud machorra hasta quedar muy cerca de su posición. Entonces adoptó lo que podría pensar ella era su gesto más intimidante, aunque el tiburón era el menos indicado para sentirse afligido o preocupado por semejante tontería y no respondió de ninguna forma a lo que suponía él era una evidente petición por parte de Anzu a recibir unas cuantas patadas en el culo y llevárselas de recado al hueco boscoso del que había salido ella y toda su gente.

Se quedó tranquilo con las manos en los bolsillos y su risilla picarona transitándole los labios.

No he podido participar en el Torneo, así que llevo unas semanas de lo más aburridas. Tu comentario ha sido muy gracioso, así que me gustaría oírlo otra vez —siseó, amenazadora—. Venga, sardina de mierda, alégrame el día.

Se podría decir que el pez picó la carnada. Le acercó el rostro a las adyacencias de su oído y repitió, pausadamente: —Venga, sorda: que si eres... ni-ño o ni-ññññ

Alargó la eñe por un par de segundos tras la evidente interrupción de Ayame, quien se había cruzado entre los dos y pidió; cautelosa, que se detuvieran. Kaido frunció el ceño, tan cabreado como Anzu, porque ahora su compañera de aldea le intentaba arruinar la diversión. Y no supo si patearle el culo a ella por entrometida o entender su punto, pues era cierto que se encontraban en territorio neutral, muy lejos de casa; y en un evento cuyo propósito era todo menos irse a las tierras lluviosas de la Tormenta con más enemigos de la cuenta.

—Disculparme una puta mierda. Ella ha tocado los cojones primero con sus chistesitos de pescado, así que si no le gusta que le paguen con la misma moneda; bien puede ir yéndose a tomar por cucu.
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Mensajes en este tema
Yota, Ayame, Anzu y Kaido - por Uchiha Akame - 31/03/2016, 00:06
RE: Yota, Ayame, Anzu y Kaido - por Umikiba Kaido - 19/04/2016, 16:40


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