20/04/2016, 16:13
El anciano parecía no tener ninguna prisa, pero accedió a que el joven de rastas hiciera esa pequeña demostración de sus cualidades para así poder ver si podía ayudarle en algo o si, simplemente era un caso perdido.
Ante la afirmativa del Señor Cheng, Riko se dirigió con paso firme y decidido hacia el hombre de madera, dispuesto a mostrar todo su potencial, no pensaba hacer el ridículo, no sólo porque el viejo y Mitsuki estuvieran mirando, si no porque, la gente que estaba en la verja no se había marchado aún, al parecer aquello no era algo que se viera todos los día y parecía ser una buena atracción.
''Está bien Riko, has hecho esto miles de veces, no tienes por qué ponerte nervioso ahora.''
Entonces el anciano volvió a hablar, instándole a no decepcionarlos. Estaban pendientes de él, y aquello, aunque lo ponía algo nervioso, también le motivaba, no todos los días alguien que tuviera tal nivel, accedía a ver lo que era capaz de hacer y ayudarle a mejorar.
Riko se plantó delante del hombre de madera y suspiró un par de veces, para olvidarse de todo lo que le rodeaba y centrarse única y exclusivamente en su objetivo, aquel pedazo de madera.
''Vamos allá.''
Y, súbitamente, comenzó con una rápida secuencia de patadas y puñetazos, a diferentes alturas y a una velocidad muy alta, y siempre esquivando todos y cada uno de los palos que tenía el tronco cruzados, aumentando progresivamente de fuerza, haciendo que, llegados a cierto punto, la madera se resintiera en cada uno de los golpes, llegando incluso a crujir de cuando en cuando.
Ante la afirmativa del Señor Cheng, Riko se dirigió con paso firme y decidido hacia el hombre de madera, dispuesto a mostrar todo su potencial, no pensaba hacer el ridículo, no sólo porque el viejo y Mitsuki estuvieran mirando, si no porque, la gente que estaba en la verja no se había marchado aún, al parecer aquello no era algo que se viera todos los día y parecía ser una buena atracción.
''Está bien Riko, has hecho esto miles de veces, no tienes por qué ponerte nervioso ahora.''
Entonces el anciano volvió a hablar, instándole a no decepcionarlos. Estaban pendientes de él, y aquello, aunque lo ponía algo nervioso, también le motivaba, no todos los días alguien que tuviera tal nivel, accedía a ver lo que era capaz de hacer y ayudarle a mejorar.
Riko se plantó delante del hombre de madera y suspiró un par de veces, para olvidarse de todo lo que le rodeaba y centrarse única y exclusivamente en su objetivo, aquel pedazo de madera.
''Vamos allá.''
Y, súbitamente, comenzó con una rápida secuencia de patadas y puñetazos, a diferentes alturas y a una velocidad muy alta, y siempre esquivando todos y cada uno de los palos que tenía el tronco cruzados, aumentando progresivamente de fuerza, haciendo que, llegados a cierto punto, la madera se resintiera en cada uno de los golpes, llegando incluso a crujir de cuando en cuando.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»