20/04/2016, 17:32
Mientras los golpes de Katomi cesaban brevemente en fuerza y velocidad, Len pensaba que su idea habia calado con la esperanza de poder incharse a comer dulces nuevamente; aunque simplemente la manera de dirigirse hacia la chica de cabellos blancos, es lo que habia realmente importado. Replicó casi como farfullando, mientras Len esbozaba una sonrisa sincera y calmada para posteriormente, aceptar su invitación.
— Si que estoy algo cansada... supongo que está bien con el entrenamiento por hoy. Aunque debería tomar una ducha antes de ir a comer. Si me esperas en la entrada, termino rápido y vamos a tomar algo. — Respondió al joven que no tardo en aceptar sin pendarlo.
— ¡Genial! ¡Por supuesto que te espero Nee-chan!— Un ligero rubor se dibujó en sus mejillas por la emoción.— ¡Te espero en la entrada del edificio! — Tal vez el tambien hubiera debido entrenar, es posible, de hecho era su intención despues de preguntar sobre aquella extraña marca, pero ya tenia excusa para todo el dia asi que por mas que alguien le insistiera en que hiciera sus ejercicios, lo máximo que iba a conseguir era escucharlo refunfuñar.
Una ola de calidez baño su corazón en el momento que Katomi le propuso ir a comer algo juntos; la soledad con la que convivia, para el era simplemente algo horrible y desesperante, tras la perdida de su único ser querido, lo que casi mas detesta en el mundo, es llegar a una casa, que tiene las luces apagadas casi siempre sin nadie mas que él para dar calor al pequeño hogar. Recogió algunas cosas suyas que todavia estaban por el suelo, y salio fugaz por la puerta lleno de alegria y vivacidad mientras extendia una mano despidiendose de Katomi para reencontrarse con ella nuevamente en un breve tiempo.
Una vez en la entrada del edificio, Len esperaba algo impaciente contando el dinero de su monedero, sentado en uno de los varios bancos que habia en la planta baja. Movia los pies hacia delante y atras, que le colgaban por su reducida estatura sin perder su sonrisa junto al brillo de sus ojos.
— Si que estoy algo cansada... supongo que está bien con el entrenamiento por hoy. Aunque debería tomar una ducha antes de ir a comer. Si me esperas en la entrada, termino rápido y vamos a tomar algo. — Respondió al joven que no tardo en aceptar sin pendarlo.
— ¡Genial! ¡Por supuesto que te espero Nee-chan!— Un ligero rubor se dibujó en sus mejillas por la emoción.— ¡Te espero en la entrada del edificio! — Tal vez el tambien hubiera debido entrenar, es posible, de hecho era su intención despues de preguntar sobre aquella extraña marca, pero ya tenia excusa para todo el dia asi que por mas que alguien le insistiera en que hiciera sus ejercicios, lo máximo que iba a conseguir era escucharlo refunfuñar.
Una ola de calidez baño su corazón en el momento que Katomi le propuso ir a comer algo juntos; la soledad con la que convivia, para el era simplemente algo horrible y desesperante, tras la perdida de su único ser querido, lo que casi mas detesta en el mundo, es llegar a una casa, que tiene las luces apagadas casi siempre sin nadie mas que él para dar calor al pequeño hogar. Recogió algunas cosas suyas que todavia estaban por el suelo, y salio fugaz por la puerta lleno de alegria y vivacidad mientras extendia una mano despidiendose de Katomi para reencontrarse con ella nuevamente en un breve tiempo.
Una vez en la entrada del edificio, Len esperaba algo impaciente contando el dinero de su monedero, sentado en uno de los varios bancos que habia en la planta baja. Movia los pies hacia delante y atras, que le colgaban por su reducida estatura sin perder su sonrisa junto al brillo de sus ojos.