28/04/2016, 15:39
Eri suspiró, claramente satisfecha con el resultado que había dado su pequeño discurso sobre la importancia de no matar, vale que fueran ninjas, vale que en algún momento sería crucial e importante el acabar con la vida de una persona, pero esa no era siempre la salida. ¡Ella era ninja médico, por el amor de Kami-sama! Y si podía salvar una vida, entonces estaba haciendo su labor de médica a la perfección, dando igual si era amigo o enemigo.
Observó a Kaido y a Yota hablar y se sintió un poco fuera de sí, la verdad es que no había hecho mucho en aquel combate. Suspiró y tomó su brazo derecho con su mano izquierda, un tanto incómoda. Ambos realmente lo habían hecho bien, de eso estaba segura.
— Andando, gilipollas.
— ¡Uy pero que rencoroso que eres Yota!
La peliazul solo pudo sonreír y seguir los pasos de ambos, sin abrir su boca esta vez.
—Os agradezco que hayáis tenido el valor de plantar cara a ese hombre. Muchos de los nuestros lo intentaron pero como podrán ver aquí la mayoría somos simples cultivadores de calabazas. ¡Pero ustedes, que portan la bandana de dos de las grandes aldeas!
»¡Gracias, os habéis desecho de un gran tormento para nuestra ciudad!
Poco a poco, los ciudadanos fueron apareciendo de sus casas y pronto pudieron ver como Kaido, Eri y Yota habían vencido a su mayor temor: Shinzo. Había gente que salía con temor al ser una mentira, quizás era todo una treta por el ''Diente de Sable'' para conseguir su dinero, otros salían aplaudiendo y bailando por dejar de dar su tan preciado salario a tal maleante, y los demás, bueno, salían con una sonrisa que Eri les devolvía, feliz.
—Gracias mis cojones, con eso no como nada —reclamó el chico con la dentadura afilada —. son mil ryos. Por cabeza.
El rostro de la joven se descompuso en una mueca de dolor, ¿de verdad les iba a cobrar? Pero antes de que pudiese rechistar, el chico habló de nuevo.
—Es broma hombre, relájate —La kunoichi suspiró y se llevó una mano al pecho, claramente más relajada—. lo único que tenéis que hacer ahora es decidir sobre lo que va a pasar ahora con vuestro atormentador. He querido encargarme de él yo mismo pero mis compañeros están convencidos de que es vuestra decisión, así que... ¿qué va a ser?
''Buen punto''
—Le llevaremos a las autoridades feudales para que sea encerrado por sus crímenes. Es lo más indicado, ¿no creen?...
-Bien... Bueno... Si eso implica que no acaben con su vida... - Susurró con un hilo de voz, claramente por la timidez de hablar en público o de juzgar una vida que no era la suya, luego sus ojos revolotearon en dirección a los carmesíes de Yota, esperando su respuesta. Aunque sabía que aquí se acabaría su pequeña aventura, quería que acabase bien, y sin su veredicto no podría macharse de allí.
Observó a Kaido y a Yota hablar y se sintió un poco fuera de sí, la verdad es que no había hecho mucho en aquel combate. Suspiró y tomó su brazo derecho con su mano izquierda, un tanto incómoda. Ambos realmente lo habían hecho bien, de eso estaba segura.
— Andando, gilipollas.
— ¡Uy pero que rencoroso que eres Yota!
La peliazul solo pudo sonreír y seguir los pasos de ambos, sin abrir su boca esta vez.
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—Os agradezco que hayáis tenido el valor de plantar cara a ese hombre. Muchos de los nuestros lo intentaron pero como podrán ver aquí la mayoría somos simples cultivadores de calabazas. ¡Pero ustedes, que portan la bandana de dos de las grandes aldeas!
»¡Gracias, os habéis desecho de un gran tormento para nuestra ciudad!
Poco a poco, los ciudadanos fueron apareciendo de sus casas y pronto pudieron ver como Kaido, Eri y Yota habían vencido a su mayor temor: Shinzo. Había gente que salía con temor al ser una mentira, quizás era todo una treta por el ''Diente de Sable'' para conseguir su dinero, otros salían aplaudiendo y bailando por dejar de dar su tan preciado salario a tal maleante, y los demás, bueno, salían con una sonrisa que Eri les devolvía, feliz.
—Gracias mis cojones, con eso no como nada —reclamó el chico con la dentadura afilada —. son mil ryos. Por cabeza.
El rostro de la joven se descompuso en una mueca de dolor, ¿de verdad les iba a cobrar? Pero antes de que pudiese rechistar, el chico habló de nuevo.
—Es broma hombre, relájate —La kunoichi suspiró y se llevó una mano al pecho, claramente más relajada—. lo único que tenéis que hacer ahora es decidir sobre lo que va a pasar ahora con vuestro atormentador. He querido encargarme de él yo mismo pero mis compañeros están convencidos de que es vuestra decisión, así que... ¿qué va a ser?
''Buen punto''
—Le llevaremos a las autoridades feudales para que sea encerrado por sus crímenes. Es lo más indicado, ¿no creen?...
-Bien... Bueno... Si eso implica que no acaben con su vida... - Susurró con un hilo de voz, claramente por la timidez de hablar en público o de juzgar una vida que no era la suya, luego sus ojos revolotearon en dirección a los carmesíes de Yota, esperando su respuesta. Aunque sabía que aquí se acabaría su pequeña aventura, quería que acabase bien, y sin su veredicto no podría macharse de allí.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)