8/06/2016, 05:11
—¿Te refieres a lo de su sustituta? —alegó ella, aunque con cierto resquemor al resto del asunto. Pero Kaido era consciente de que todo iba más allá. Él y toda la aldea, en realidad—. Sí, claro que me he enterado, se lo reveló a toda la aldea después de todo ese incidente que hubo con los samurai.
—¿Y qué piensas de todo el asunto? —preguntó él, con mirada inquisitiva. Y razón tenía de observarle con semejante complicidad, por el hecho de que no se trató sólo de que Yui tuviera un doble; si no que ésta había provocado una catástrofe supuestamente necesaria limpiando del mapa a la extinta aldea de la Hierba. Y casualmente se encontraba delante del medio utilizado por la Yui falsa para cometer tal fin...
La Jinchuriki de la Lluvia.
—personalmente creo que ha sido un riesgo dejar a su doble durante tanto tiempo, ¿no crees?... al final, el poder se le terminó subiendo a la cabeza y no hay nada más peligroso que eso. Y bueno, Kusagakure terminó pagando los platos rotos, lamentablemente —dijo tras una sonrisa pícara y desvergonzada, como si aquello no hubiese sido una tragedia. O como si Ayame no tuviese nada que ver con ello.
No obstante, lo suyo no era por juzgar. De hecho, se trataba de pura curiosidad, quizás, y Ayame podría leerlo perfectamente, a pesar de que las formas con la que el tiburón lo comentaba no eran desde luego las más apropiadas ni las más comprensivas para la pobre Ayame. No importaba que el tiburón supiera la verdad, era un tema demasiado peligroso para discutirlo en un lugar público y no haría mención de ello de forma directa. Tampoco se le veía disgustado por ello, aunque sería muy probable que a ella no le importase en lo absoluto la opinión de un simple conocido como era Kaido.
—¿Y qué piensas de todo el asunto? —preguntó él, con mirada inquisitiva. Y razón tenía de observarle con semejante complicidad, por el hecho de que no se trató sólo de que Yui tuviera un doble; si no que ésta había provocado una catástrofe supuestamente necesaria limpiando del mapa a la extinta aldea de la Hierba. Y casualmente se encontraba delante del medio utilizado por la Yui falsa para cometer tal fin...
La Jinchuriki de la Lluvia.
—personalmente creo que ha sido un riesgo dejar a su doble durante tanto tiempo, ¿no crees?... al final, el poder se le terminó subiendo a la cabeza y no hay nada más peligroso que eso. Y bueno, Kusagakure terminó pagando los platos rotos, lamentablemente —dijo tras una sonrisa pícara y desvergonzada, como si aquello no hubiese sido una tragedia. O como si Ayame no tuviese nada que ver con ello.
No obstante, lo suyo no era por juzgar. De hecho, se trataba de pura curiosidad, quizás, y Ayame podría leerlo perfectamente, a pesar de que las formas con la que el tiburón lo comentaba no eran desde luego las más apropiadas ni las más comprensivas para la pobre Ayame. No importaba que el tiburón supiera la verdad, era un tema demasiado peligroso para discutirlo en un lugar público y no haría mención de ello de forma directa. Tampoco se le veía disgustado por ello, aunque sería muy probable que a ella no le importase en lo absoluto la opinión de un simple conocido como era Kaido.