Pero si este cree que soy tarado. ¿En serio pensó que creería algo así? Si Datsue no era rubio..... a no ser....

Sí, la duda estaba hecha. Datsue podría ser un Uchiha fracasado y Karamaru ni enterarse. O tal vez eso era una mentira, era lo más probable, pero el calvo no se podía permitir no dudar. Pero si se llegaba a enterar completamente de que el rubio le había mentido, se daría cuenta que no todos los de Uzu son de fiar. O tal vez sí, uno tiene que entender que los secretos de la familia se deben de ocultar con el mayor cuidado posible.

Y era ese hecho, el hecho de que durante toda la conversación el Uchiha le hubiese ocultado ese secreto, el que le hacía pensar al monje cada vez más de que era algo importante. Algo de lo que el quisiera enterarse, pero nunca interfiriendo en una buena posibilidad de amistad.

Pareces un respetable shinobi, así que te voy a creer, pero de verdad que no importa si eres calvo o no.

Gracias, supongo. He de admitir que todos mis conocidos de Uzu también son respetables. Tú, Kazuma, Yota....

Karamaru dio un largo silencio y tras el suspiro prosiguió.

...el otro Yota...

Perdió su mirada en el suelo y para cuando quiso volver a levantarla ya se encontraba en las puertas de los dojos. Ese lugar lo conocía, no sabía cómo pero su camino en línea recta había servido. O tal vez no fueron tan en línea recta como habían pensado.

Parecía ser el momento de la despedida, y el rubio también lo entendía. Hora de decir adiós.

Sí, puedo encontrar mi camino a casa. Gracias por este tiempo, me gusta conseguir amistades con las personas, más si son de tierras lejanas. No se si lo llamarás amistad, pero no puedes negar que ya dimos un paso para conseguirla por lo menos.

Supongo que adiós, saluda a Kazuma de mi parte si lo llegas a ver por tu aldea.

Karamaru dio un saludo militar un poco más amigable y comenzó a caminar para una de las calle principales. Solo había dado unos pasos cuando no pudo resistir la tentación de dejarle un mensaje más claro a Nabi.

Algo ocultan. Los Uchihas, ya son dos los que me cruzo y ambos evitaron hablar de cierto tema. Pero entiendo la importancia de su asunto, espero que cuides bien lo que sea que sea ese secreto.

Parece importante.

Y así como había dado media vuelta para hablar, dio otra para retomar su camino y alejarse del Uchiha. Ya era tiempo de volver a la habitación del hotel, seguro que allí todos se llevarían una sorpresa. Verían a un hombre totalmente ensangrentado entrar al establecimiento. No iba a ser fácil convencerlos de que huésped de ellos.

La cara extraña que puso el calvo ante el hecho que se acababa de inventar el Uchiha le hizo sospechar que no se lo había acabado de tragar, tal vez porque ya conocía a otro de los suyos, tal vez porque sonaba algo estrafalario o tal vez porque sabía que le ocultaba algo más importante. Era indiferente, aunque no le creyese al cien por cien, la duda estaba ahí. La duda siempre está ahí.

Gracias, supongo. He de admitir que todos mis conocidos de Uzu también son respetables. Tú, Kazuma, Yota.... ...el otro Yota...

Eso sí era nuevo.

— Conociste al viejo Yota... Ya veo.

No iba a decir nada más, porque no tenía nada más que decir sobre el tema. Todo el rollo de los Yotas no era su conversación favorita, y no le apetecía nada hablarlo con un extraño al que acababa de conocer.

Sí, puedo encontrar mi camino a casa. Gracias por este tiempo, me gusta conseguir amistades con las personas, más si son de tierras lejanas. No se si lo llamarás amistad, pero no puedes negar que ya dimos un paso para conseguirla por lo menos.

Supongo que adiós, saluda a Kazuma de mi parte si lo llegas a ver por tu aldea.

Apenas llevaban dos horas juntos y aquel muchacho ya lo consideraba algo cercano a una amistad, desde luego no iba a ser por la actitud de Nabi, ni por su entusiasmo, ni por su iniciativa. Básicamente era gracias a Karamaru y a su amabilidad tan exagerada como sus ganas de hablar y formar lazos. Estúpido y amable Karamaru.

— Te considero un compañero de otra villa y no tengo ningún problema con saludar a Kazuma de tu parte. Pero debo pedirte discreción sobre lo que hemos hablado, no cuentes el secreto que he compartido contigo, me traería problemas.

Finalmente, dio un breve saludo, que Nabi imitó y empezó a andar en una dirección. Parecía ser el final de su encuentro, hasta que al llevar un par de pasos, se detuvo y el rubio que iba a empezar a caminar se paró, esperando lo que fuera que fuera a hacer o decir el Amegakuriense.

Algo ocultan. Los Uchihas, ya son dos los que me cruzo y ambos evitaron hablar de cierto tema. Pero entiendo la importancia de su asunto, espero que cuides bien lo que sea que sea ese secreto. Parece importante.

— Ocultamos más de lo que crees. Poco a poco, Karamaru. Poco a poco.

Él retomo su camino y Nabi empezó el suyo. No esperaba que le soltara eso antes de marcharse, tal vez era más interesante y perspicaz de lo que había pensado en primera instancia.