18/06/2016, 11:24
La verdad era que en aquel huerto lo que más abundaba, a parte de las calabazas, era la diversidad: frutos grandes, pequeños, maduros, aún sin madurar, brillantes, algunos abiertos por las aves que vienen a picotear que dejaban ver lo bien que habían madurado por dentro... Y eso a Eri le fascinaba y frustraba a partes iguales. ¿Cuál debería coger? ''A ver... Tengo que volver a Uzushio andando, por ello antes cogí la pequeña calabaza que encontré... Pero por otro lado, si cojo una grande, Yoko estará más agradecida...'' Sopesaba en su interior la de cabellos azulados mientras su pelirrojo compañero se acercaba.
Aunque ella estaba demasiado enfrascada en su búsqueda de la calabaza perfecta.
— ¿Y bien? — Preguntó — ¿Cuál es la que te gusta más?
— ¡Ay! — Se sobresaltó al escuchar la voz grave de su compañero, luego giró su cara en el que estaba dibujado un puchero. — No me asustes así, Yota-niisan — Le pidió, llevándose una mano al pecho de forma teatral, aunque de teatral tenía poco. — Bueno... No sé, todavía no encuentro LA calabaza. — Informó, haciendo énfasis en la penúltima palabra dicha.
Antes de que Yota pudiese contestarla, saltó cual conejo en un huerto de zanahorias y se internó en otro sector del mismo lugar, encontrando frutos medianos. Entonces tuvo una idea... ¿Por qué no llevarse dos calabazas medianas, y que una la llevase el Sasagani? ¡Era una idea brutal!
— ¡Nee, nee, Yota-niisan! — Llamó moviendo las manos. — Llevémonos dos calabazas medianas, tu llevas una y yo otra, ¿vale? — Pidió con una sonrisa pintada en sus labios.
Aunque ella estaba demasiado enfrascada en su búsqueda de la calabaza perfecta.
— ¿Y bien? — Preguntó — ¿Cuál es la que te gusta más?
— ¡Ay! — Se sobresaltó al escuchar la voz grave de su compañero, luego giró su cara en el que estaba dibujado un puchero. — No me asustes así, Yota-niisan — Le pidió, llevándose una mano al pecho de forma teatral, aunque de teatral tenía poco. — Bueno... No sé, todavía no encuentro LA calabaza. — Informó, haciendo énfasis en la penúltima palabra dicha.
Antes de que Yota pudiese contestarla, saltó cual conejo en un huerto de zanahorias y se internó en otro sector del mismo lugar, encontrando frutos medianos. Entonces tuvo una idea... ¿Por qué no llevarse dos calabazas medianas, y que una la llevase el Sasagani? ¡Era una idea brutal!
— ¡Nee, nee, Yota-niisan! — Llamó moviendo las manos. — Llevémonos dos calabazas medianas, tu llevas una y yo otra, ¿vale? — Pidió con una sonrisa pintada en sus labios.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)