21/06/2016, 18:01
Dejandose escurrir por la espalda del coloso de carne y hueso, ya con la conciencia recuperada, el joven de cabello albino se tio un pequeño topetazo en la espalda al caer; mirando de manera vacia al techo, como la de un viejo que espera a su buena amiga la Muerte, mientras esta anda tranquilamente hacia el anciano vacio de miedo hacia la otra vida. Despues, miró fulminantemente a Katomi, como queriendo decir con la mirada, que era la culpable del estado en el que se encontraba.
— Dios, me muero de hambre, mataria por unos bollos de carne — O tal vez no, porque el chaval no era precisamente un lumbreras.
Se levantó del suelo sacudiendose el polvo, para luego acercarse hasta Katomi agitando una mano por encima de la barra alegremente, queriendo llamar tal vez a un camarero. Una señora mayor y algo "entrada en carnes" se les acerco desde el otro lado de la barra, dandole un tirón de mejillas al joven de tez blanca dejandole una marca en estas.
— Vaya vaya, pero mira quien esta de vuelta por aquí. ¿Ya has vuelto a hacer alguna de tus trastadas jovencito? Desde luego no hay quien te pueda dejar solo. — Rió ampliamente dando una carcajada mientras Len refunfuñaba al tratarle como un niño pequeño, tal vez tuviera doce años, pero ya era un genin al menos, era un avance para él. — ¿Y esta jovencita? ¿Has caido frente a los encantos del cordero de ojos azules? — Volvío a soltar una carcajada para acabar con una calida sonrisa
— A mi dame lo de siempre... Una buena bandeja de bollos rellenos de carne y demas... — Contestó ruborizado mirando a otro lado acariciandose la mejilla dolorida, tras un breve rato, vió como se levantaban algunos clientes y se marchaban, yendosé a una pequeña rinconera con mesa que habian dejado vacia. Al menos estaria algo confortable mientras procedian a reirse de él.
— Dios, me muero de hambre, mataria por unos bollos de carne — O tal vez no, porque el chaval no era precisamente un lumbreras.
Se levantó del suelo sacudiendose el polvo, para luego acercarse hasta Katomi agitando una mano por encima de la barra alegremente, queriendo llamar tal vez a un camarero. Una señora mayor y algo "entrada en carnes" se les acerco desde el otro lado de la barra, dandole un tirón de mejillas al joven de tez blanca dejandole una marca en estas.
— Vaya vaya, pero mira quien esta de vuelta por aquí. ¿Ya has vuelto a hacer alguna de tus trastadas jovencito? Desde luego no hay quien te pueda dejar solo. — Rió ampliamente dando una carcajada mientras Len refunfuñaba al tratarle como un niño pequeño, tal vez tuviera doce años, pero ya era un genin al menos, era un avance para él. — ¿Y esta jovencita? ¿Has caido frente a los encantos del cordero de ojos azules? — Volvío a soltar una carcajada para acabar con una calida sonrisa
— A mi dame lo de siempre... Una buena bandeja de bollos rellenos de carne y demas... — Contestó ruborizado mirando a otro lado acariciandose la mejilla dolorida, tras un breve rato, vió como se levantaban algunos clientes y se marchaban, yendosé a una pequeña rinconera con mesa que habian dejado vacia. Al menos estaria algo confortable mientras procedian a reirse de él.