22/06/2016, 21:33
La verdad era que Ritsuko estaba comenzando a tomarles cierto odio a los shinobis de aquella aldea puesto que todos los que se había topado tenían cierto algo que le fastidiaba, algunos muy agradables pese a la fortaleza que poseían, otros demasiado centrados incapaces de incluso identificar el sarcasmo y quien sabe qué otra cosa se llegaría a encontrar alguno de estos días pero la idea de toparse a más gente como esa le revolvía el estómago.
—Pareciera que no saben que los podrían matar por ser buenos o centrarse demasiado. —Dijo de mala gana en lo que se alejaba de aquel extraño rubio.
Algún otro día si llegaba a toparse con alguno de Uzushio probablemente terminaría corriendo lo más lejos posible, no por miedo a sus capacidades sino más bien para evitarse malos ratos como los que le tocaba afrontar usualmente cuando se los cruzaba.
—¿No era muy joven? —Consultó la mayor que parecía ciertamente preocupada por el otro.
—Podría ser como yo, parezco menor. —Respondió de mala gana en lo que se internaba entre la multitud.
Un día bastante tranquilo considerando que no le tocó padecer nada como con ese otro, Juro, al que Ritsuko terminó cuidando como si fuese su niñera personal.
—Pareciera que no saben que los podrían matar por ser buenos o centrarse demasiado. —Dijo de mala gana en lo que se alejaba de aquel extraño rubio.
Algún otro día si llegaba a toparse con alguno de Uzushio probablemente terminaría corriendo lo más lejos posible, no por miedo a sus capacidades sino más bien para evitarse malos ratos como los que le tocaba afrontar usualmente cuando se los cruzaba.
—¿No era muy joven? —Consultó la mayor que parecía ciertamente preocupada por el otro.
—Podría ser como yo, parezco menor. —Respondió de mala gana en lo que se internaba entre la multitud.
Un día bastante tranquilo considerando que no le tocó padecer nada como con ese otro, Juro, al que Ritsuko terminó cuidando como si fuese su niñera personal.