20/05/2015, 16:05
— ¡Venga, espabila de una vez¡
El sol se reflejaba por la ventana, lo que indicaba que el día había vuelto a la villa de Uzushiogakure. Los rayos de luz empezaban a filtrarse por la habitación, después de que su hermana, en un vano intento de despertarle, abriese la persiana. Como era normal en la casa de los Eikyu, Juro estaba dormido. Pero esta vez, tenía que despertarse.
—AAAGH — no pudo evitar gritar, su hermana le había propinado un puñetazo en el estómago, que hizo que se encogiese, sin entender lo que ocurría, hasta darse cuenta de lo que hacía.
— Siempre igual.. .—comentó su hermana, con un suspiró exhasperante, mientras salía del cuarto.
Juro la siguió velozmente hasta la cocina, el lugar hacia donde se dirigía. Katsue empezó a sacar cosas de los armarios, parecía estar preparando algo, pero el marionetista no alcanzó a vislumbrar el que. Tampoco le importó en ese momento.
— ¿A que ha venido eso? ¿Ahora te ha dado por dar puñetazos? — preguntó, más sorprendido por que no le hubiese tirado un vaso de agua encima que por su despertar brusco.
— Hoy te necesito presentable, tienes que ir al programa ese de equipos ¿Recuerdas? — comentó, sin ni si quiera mirarle ni detener su extraña tarea.
— ¿Que? ¿Era hoy? — preguntó, incredulo.
Sin esperar respuesta, se dirigió rapidamente hasta su cuarto, para preparase. No tenía mucho que hacer, se peino, se puso su camiseta de siempre, el pantalon, cogio el pergamino...Y en diez minutos, bajó.
— De todas formas no se el porque de tu interés con todo esto... — Juro continuó hablando nada más bajar, provocando que su hermana se sobresaltase al no oirle llegar.
— Te vendra bien, así conocerás a más gente, tendrás un sensei mejor que yo para mejorar... así que iras, digas lo que digas — tajante, su hermana dejo mas que clara su opinión la respecto, una vez recuperada.
Juro se resignó, se tragó sus palabras, y se dispuso a irse. Por costumbre, sabía que su hermana era tan o incluso más cabezona que él, y ya que iba a tener que ir, mejor que no llegase tarde. Nada más agarrar el pomo de la puerta, volvio a escuchar la voz de Katsue.
— Juro, Recuerda que si te pasa algo... —comenzó a decir, con un tono de voz cargado de preocupación. El marionetista estuvo a punto de decir la típica frase de: "tendré cuidado", pero no pudo — que sea cerca de tu nuevo sensei, así sera culpa suya...
Salió y dió un portazo, casi avergonzado de haber pensado un segundo otra cosa que no fuese una de las bromas crueles de su hermana. De fondo podía escuchar su risa, pero la ignoró y siguió caminado. Probablemente si se hubiese quedado se habría puesto seria, e incluso le habría explicado el porque de todo esto, pero ya no iba a detenerse, era muy tarde...
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Una vez más, recorrió a toda prisa los pasillos de la academia, casi vacíos. Costaba creer que solo hace dos semanas que se habían graduado, y que antes de eso había sido un estudiante más...
Después de tomar el pasillo equivocado, acabo llegando a la puerta de casualidad. El aula veintidós, en el que entró, sin estar seguro de la hora. Nada más entrar, pudo observar el reloj en la pared, solo llegaba tres minutos tarde, había tenido suerte.
Casi dio un respingo al ver que había alguien dentro. Era un joven, que parecía tener una edad similar a Juro, aunque era más alto que él. Tenía el pelo grisáceo, y lo llevaba hasta los hombros, su piel era morena. Su mirada en cierto modo le relajaba, aunque su iris era muy extraño.
Avanzó vergonzosamente, hasta sentarse en una de los pupitres, cercano a él, en la primera fila, para esperar a su sensei y a su tercer compañero, si es que lo tenía.
— Hola... — hizo un intentó de saludarle, aunque su timidez hizo mella en el breve saludo. Aun así le tendió la mano en cuanto pudo mientras se presentaba, para estrecharla — Soy Eikyu Juro, parece que vamos a ser compañeros a partir de ahora. Espero que nos llevemos bien...
No sabía como sería esa persona, le resultaba brevemente familiar, pero no conseguía recordar nada de él. El ejemplo que más recordaba de pelo blanquecino era Kota, pero no recordaba su nombre, ni su comportamiento. Tendría que ver como salía todo....
El sol se reflejaba por la ventana, lo que indicaba que el día había vuelto a la villa de Uzushiogakure. Los rayos de luz empezaban a filtrarse por la habitación, después de que su hermana, en un vano intento de despertarle, abriese la persiana. Como era normal en la casa de los Eikyu, Juro estaba dormido. Pero esta vez, tenía que despertarse.
—AAAGH — no pudo evitar gritar, su hermana le había propinado un puñetazo en el estómago, que hizo que se encogiese, sin entender lo que ocurría, hasta darse cuenta de lo que hacía.
— Siempre igual.. .—comentó su hermana, con un suspiró exhasperante, mientras salía del cuarto.
Juro la siguió velozmente hasta la cocina, el lugar hacia donde se dirigía. Katsue empezó a sacar cosas de los armarios, parecía estar preparando algo, pero el marionetista no alcanzó a vislumbrar el que. Tampoco le importó en ese momento.
— ¿A que ha venido eso? ¿Ahora te ha dado por dar puñetazos? — preguntó, más sorprendido por que no le hubiese tirado un vaso de agua encima que por su despertar brusco.
— Hoy te necesito presentable, tienes que ir al programa ese de equipos ¿Recuerdas? — comentó, sin ni si quiera mirarle ni detener su extraña tarea.
— ¿Que? ¿Era hoy? — preguntó, incredulo.
Sin esperar respuesta, se dirigió rapidamente hasta su cuarto, para preparase. No tenía mucho que hacer, se peino, se puso su camiseta de siempre, el pantalon, cogio el pergamino...Y en diez minutos, bajó.
— De todas formas no se el porque de tu interés con todo esto... — Juro continuó hablando nada más bajar, provocando que su hermana se sobresaltase al no oirle llegar.
— Te vendra bien, así conocerás a más gente, tendrás un sensei mejor que yo para mejorar... así que iras, digas lo que digas — tajante, su hermana dejo mas que clara su opinión la respecto, una vez recuperada.
Juro se resignó, se tragó sus palabras, y se dispuso a irse. Por costumbre, sabía que su hermana era tan o incluso más cabezona que él, y ya que iba a tener que ir, mejor que no llegase tarde. Nada más agarrar el pomo de la puerta, volvio a escuchar la voz de Katsue.
— Juro, Recuerda que si te pasa algo... —comenzó a decir, con un tono de voz cargado de preocupación. El marionetista estuvo a punto de decir la típica frase de: "tendré cuidado", pero no pudo — que sea cerca de tu nuevo sensei, así sera culpa suya...
Salió y dió un portazo, casi avergonzado de haber pensado un segundo otra cosa que no fuese una de las bromas crueles de su hermana. De fondo podía escuchar su risa, pero la ignoró y siguió caminado. Probablemente si se hubiese quedado se habría puesto seria, e incluso le habría explicado el porque de todo esto, pero ya no iba a detenerse, era muy tarde...
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Una vez más, recorrió a toda prisa los pasillos de la academia, casi vacíos. Costaba creer que solo hace dos semanas que se habían graduado, y que antes de eso había sido un estudiante más...
Después de tomar el pasillo equivocado, acabo llegando a la puerta de casualidad. El aula veintidós, en el que entró, sin estar seguro de la hora. Nada más entrar, pudo observar el reloj en la pared, solo llegaba tres minutos tarde, había tenido suerte.
Casi dio un respingo al ver que había alguien dentro. Era un joven, que parecía tener una edad similar a Juro, aunque era más alto que él. Tenía el pelo grisáceo, y lo llevaba hasta los hombros, su piel era morena. Su mirada en cierto modo le relajaba, aunque su iris era muy extraño.
Avanzó vergonzosamente, hasta sentarse en una de los pupitres, cercano a él, en la primera fila, para esperar a su sensei y a su tercer compañero, si es que lo tenía.
— Hola... — hizo un intentó de saludarle, aunque su timidez hizo mella en el breve saludo. Aun así le tendió la mano en cuanto pudo mientras se presentaba, para estrecharla — Soy Eikyu Juro, parece que vamos a ser compañeros a partir de ahora. Espero que nos llevemos bien...
No sabía como sería esa persona, le resultaba brevemente familiar, pero no conseguía recordar nada de él. El ejemplo que más recordaba de pelo blanquecino era Kota, pero no recordaba su nombre, ni su comportamiento. Tendría que ver como salía todo....
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60