3/07/2016, 05:46
(Última modificación: 3/07/2016, 05:47 por Umikiba Kaido.)
El tiburón no pudo comprender el exhalto de su acompañante. Le observó con cara de extrañado y contemplo su alrededor como quien busca una excusa para semejante y obvia reacción. Es que tenía un moco rondándole las mejillas o acaso una Paloma le había cagado el pelo?...
Pero todo estaba igual. Ella finalmente logró recomponerse, y entre balbuceos; respondió. Admitió tímidamente que si que había visto a la que todos creyeron alguna vez que se trataba de la Yui real. Claro, ahora era obvio; el rostro público de la Arashikage no era el verdadero. Pero si imponente, co porte amenazador y lleno de fortaleza. Había escogido bien.
Sin embargo, aquello ya no era de interés para el tiburón. Sólo quería saber el por que de su reacción.
—Estas bien? —indago, jocoso—. parece que has visto un fantasma.
Pero todo estaba igual. Ella finalmente logró recomponerse, y entre balbuceos; respondió. Admitió tímidamente que si que había visto a la que todos creyeron alguna vez que se trataba de la Yui real. Claro, ahora era obvio; el rostro público de la Arashikage no era el verdadero. Pero si imponente, co porte amenazador y lleno de fortaleza. Había escogido bien.
Sin embargo, aquello ya no era de interés para el tiburón. Sólo quería saber el por que de su reacción.
—Estas bien? —indago, jocoso—. parece que has visto un fantasma.