3/07/2016, 23:24
Juro y Ayame escaparon. Ayame, aun con la mano de su supuesto hijo - que en realidad era Juro - consiguió ejercer el papel de una mujer timida y tranquila, que pareció convencerles lo suficiente para dejarles huir. Juro se aferró al osito, fingiendo que tenía miedo. Siempre funcionaba.
Por una vez, Juro se sintió orgulloso de sus planes. Los suyos y los de su compañera. Sin ella no lo habría logrado, claro. Pero aun no había terminado, y no tenían tiempo para celebrarlo. En su vuelta, se metieron en un pequeño pasillo a parte donde pudieron deshacer sus respectivas transformaciones. Después de eso, fueron a la salida donde esperaron encontrarse con la niña para darle su oso.
Pero algo iba mal.
—Oye... ¿dónde está la niña?
Incluso volviendose y mirando a todos lados, Juro, ya en su cuerpo normal, no fue capaz de verla. ¿Habían tardado mucho? ¿Se había ido?
— No lo se... - murmuró, igual de desconcertado.
Se habían jugado mucho por esa niña. Y... ¿Ya esta? ¿Se había ido sin más? ¿Todo su esfuerzo había sido en vano?
—Se ha... ido... ¿Y ahora qué?
— Quizá... Quiza este por aquí, tapada por la gente... ¿No? — Juro dudaba, ya no sabía que hacer. Cogió el osito y lo alzó, todo lo alto que pudo — ¡Niña, tenemos a Ted-sama, a tu osito!
Juro miró a Ayame con algo de desesperación. Después, se encogió de hombros. Si eso no funcionaba, tendrían que rendirse sin remedio.
Por una vez, Juro se sintió orgulloso de sus planes. Los suyos y los de su compañera. Sin ella no lo habría logrado, claro. Pero aun no había terminado, y no tenían tiempo para celebrarlo. En su vuelta, se metieron en un pequeño pasillo a parte donde pudieron deshacer sus respectivas transformaciones. Después de eso, fueron a la salida donde esperaron encontrarse con la niña para darle su oso.
Pero algo iba mal.
—Oye... ¿dónde está la niña?
Incluso volviendose y mirando a todos lados, Juro, ya en su cuerpo normal, no fue capaz de verla. ¿Habían tardado mucho? ¿Se había ido?
— No lo se... - murmuró, igual de desconcertado.
Se habían jugado mucho por esa niña. Y... ¿Ya esta? ¿Se había ido sin más? ¿Todo su esfuerzo había sido en vano?
—Se ha... ido... ¿Y ahora qué?
— Quizá... Quiza este por aquí, tapada por la gente... ¿No? — Juro dudaba, ya no sabía que hacer. Cogió el osito y lo alzó, todo lo alto que pudo — ¡Niña, tenemos a Ted-sama, a tu osito!
Juro miró a Ayame con algo de desesperación. Después, se encogió de hombros. Si eso no funcionaba, tendrían que rendirse sin remedio.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60