6/07/2016, 19:14
Habiendo tomado la iniciativa, parecía que sus compañeros iban a sumarse y entre todos terminarían dándole una mejor pinta toda aquella situación.
Gracias a la intervención directa del Rayo de Takigakure, el poeta pudo ser trasladado de su precaria posición a un lugar un poco mas conveniente para cuando llegaran los médicos, solo faltaba para eso que hubiese algún médico en camino.
Envalentonado por las palabras de Anzu, Len pudo dejar de lloriquear como una nena en su rincón y haciendo gala de un par de sus habilidades como ladronzuelo de callejón logró armarse con uno de los kunai de la kunoichi.
Tras escuchar los reclamos de su compañero de aldea, dejo su posición y sus sellos para ir hasta donde habría quedado el poeta, para bien y para mal ya no había mucho que el shinobi estuviese en condición de hacer, necesitaría un grupo de gente capacitada para poder tomar alguna clase de medida.
Len por su parte utilizaría la kunai que utilizaría para lograr hacer diplomacia con el fanático de la camiseta del corazón con el simbiosis del remolino, quien sorpresivamente sería algo mas que un fanático nacionalista.
¿Sería esa una de las razones por la cual aquellos inútiles de las espadas no se metieron?
Pensaba Mogura al escuchar las palabras del tipo. Parecía que a partir de ese punto las cosas mejorarían.
Len entonces se disculparía con la muchacha por haberle quitado su arma pero con tan solo eso había logrado que la ayuda se viese obligada a acudir.
Bueno, no hay mucho que pueda hacer ahora mismo por este personaje... es trabajo para mas de una persona y hacen falta cosas que aquí no tengo.
Uno de esos hongos verdes que dan una vida extra no le hubiesen venido mal al pobre muchacho. Pero sería muy difícil encontrarlos en algún punto de Onindo, a saber.
Gracias a la intervención directa del Rayo de Takigakure, el poeta pudo ser trasladado de su precaria posición a un lugar un poco mas conveniente para cuando llegaran los médicos, solo faltaba para eso que hubiese algún médico en camino.
Envalentonado por las palabras de Anzu, Len pudo dejar de lloriquear como una nena en su rincón y haciendo gala de un par de sus habilidades como ladronzuelo de callejón logró armarse con uno de los kunai de la kunoichi.
Tras escuchar los reclamos de su compañero de aldea, dejo su posición y sus sellos para ir hasta donde habría quedado el poeta, para bien y para mal ya no había mucho que el shinobi estuviese en condición de hacer, necesitaría un grupo de gente capacitada para poder tomar alguna clase de medida.
Len por su parte utilizaría la kunai que utilizaría para lograr hacer diplomacia con el fanático de la camiseta del corazón con el simbiosis del remolino, quien sorpresivamente sería algo mas que un fanático nacionalista.
¿Sería esa una de las razones por la cual aquellos inútiles de las espadas no se metieron?
Pensaba Mogura al escuchar las palabras del tipo. Parecía que a partir de ese punto las cosas mejorarían.
Len entonces se disculparía con la muchacha por haberle quitado su arma pero con tan solo eso había logrado que la ayuda se viese obligada a acudir.
Bueno, no hay mucho que pueda hacer ahora mismo por este personaje... es trabajo para mas de una persona y hacen falta cosas que aquí no tengo.
Uno de esos hongos verdes que dan una vida extra no le hubiesen venido mal al pobre muchacho. Pero sería muy difícil encontrarlos en algún punto de Onindo, a saber.