10/07/2016, 12:48
(Última modificación: 10/07/2016, 12:50 por Inuzuka Nabi.)
Estaba a punto de desistir en su búsqueda cuando escuchó algo en las proximidades, decidió asomarse a ver si era un cocodrilo. No sabía porqué había pensado en un cocodrilo, si era una estupidez enorme, todo el mundo sabe que los cocodrilos solo existen en las alcantarillas de Amegakure, donde tienen su propia ciudad subterránea con casino y todo. La cuestión es que se acercó al lugar de procedencia del sonido esperándose cualquier cosa.
Y cualquier cosa salió de su escondite en forma de su compañero de equipo Juro. El cual le saludó tan vacilantemente como lo solía hacer.
—H-hola, Nabi. —
— Hombre, si es el buen aventurado Raitonero Juro, el destructor de mundos. ¿Qué te cuentas? ¿No habrás visto pasar a Eri por casualidad? Ya sabes, pelo azul, pechos enormes, bajita.
El chico acompañó con gesticulaciones todos los atributos que describió de la muchacha, todos. Prestando más atención, Juro parecía estar un poco nervioso, como si Kazuma acabara de decirle que tienen que hablar. Se quedó dubitativo, la verdad es que no le importaba demasiado su relación con el peliblanco, pero siendo ambos compañeros suyos tal vez sí que tuviera que preocuparse. Así que dejándose llevar por su enorme preocupación por el asunto, abrió la boca.
— ¿Estás bien, Juro? Pareces más tenso que Kazuma cuando no encuentra su katana.
El espadachín y su espada, viejo, pero seguro.
Y cualquier cosa salió de su escondite en forma de su compañero de equipo Juro. El cual le saludó tan vacilantemente como lo solía hacer.
—H-hola, Nabi. —
— Hombre, si es el buen aventurado Raitonero Juro, el destructor de mundos. ¿Qué te cuentas? ¿No habrás visto pasar a Eri por casualidad? Ya sabes, pelo azul, pechos enormes, bajita.
El chico acompañó con gesticulaciones todos los atributos que describió de la muchacha, todos. Prestando más atención, Juro parecía estar un poco nervioso, como si Kazuma acabara de decirle que tienen que hablar. Se quedó dubitativo, la verdad es que no le importaba demasiado su relación con el peliblanco, pero siendo ambos compañeros suyos tal vez sí que tuviera que preocuparse. Así que dejándose llevar por su enorme preocupación por el asunto, abrió la boca.
— ¿Estás bien, Juro? Pareces más tenso que Kazuma cuando no encuentra su katana.
El espadachín y su espada, viejo, pero seguro.
—Nabi—